Capítulo 25
Un poco tarde, pero espero que les guste.
Ando algo dormida así que lamento los errores los estaré corrigiendo lo antes posible 🤭.
I PURPLE U 💜
El trabajo de oficina era lo que más odiaba de ser detective y lamentablemente este había aumentado desde que Minjae fue a Daegu con su equipo.
Un mes y medio pasó desde que a él se le asignaba más trabajo de oficina que de campo y al finalizar los días lo único que le alegraba era ver a su hyung Yoongi, aunque no siempre podía por lo tarde que terminaba el papeleo.
Afortunadamente ese no sería uno de esos días en los que tenía que conformarse con mandar mensajes por el celular hasta que el mayor dejaba de contestar, siempre porque se quedaba dormido en algún punto de la conversación.
Por primera vez él no había sido el primero en hablar pidiendo verse, aunque eso realmente no le importaba, y casi muere de ternura por como el mayor se trababa con las palabras que salían de su boca obviamente nervioso por su respuesta, incluso tuvo que taparse fuertemente la boca por unos segundos para no gritar como niñita enamorada antes de darle una respuesta, y aunque dos de sus amigos oficiales lo vieron raro no le pudo importar menos, realmente estaba feliz.
Yoongi era alguien a quien le costaba confiar en las personas además de que era extremadamente tímido, para ocultarlo siempre actuaba de manera fría y cortante, pero él siempre pudo ver más allá de esa faceta y le alegraba el ser persistente y no rendirse pues definitivamente cayó completamente enamorado de él tierno omega.
Ya había perdido la cuenta de cuántas veces había confirmado la hora del reloj de su computadora, pero parecía que le estaba jugando una maldita broma porque realmente avanzaba lento, bueno al menos desde su punto de vista.
— Jeon, Kim y su equipo volverán en tres semanas de Daegu, me pidieron avisarte ya que eres su compañero habitual. Los documentos del caso de Sung-Wook déjalos pendientes hasta su regreso dijo que tenía cosas por añadir.
— ¡Oh! Entonces eso significa que ya termine mi trabajo de hoy, gracias por avisarme sunbaenim.
Sonrío feliz, tal vez demasiado feliz, para el alfa mayor que pertenecía a la división de homicidios.
— De nada — respondió algo extrañado por tanta felicidad. Dio un cabeceó en señal de despedida, pero al instante de dar un paso lo retrocedió olfateando el aire —. Estás usando neutralizador de nuevo.
— Eh.. si. — No era necesario responder pues no era una pregunta, pero aun así lo hizo. — Lo uso cuando me quedo aquí en la oficina, la mayoría son alfas y se que mi olor es muy fuerte no quiero incomodarlos.
— No los incómodas, los intimidas y eso no tiene nada de malo, no deberías de usarlo a menos que sea obligatorio para una misión, que no te importe lo que digan, de todas maneras dudo que alguien aquí te pueda ganar en una pelea uno a uno.
Con una última sonrisa de lado y un pequeño apretón en su hombro, el detective Choi se retiró y lo dejo sonriendo a él también.
El alfa mayor le agradaba, junto a Minjae y los dos oficiales a los que les hablaba eran los únicos que no decían nada por su fuerte aroma, lamentablemente creía que era un poco tarde para sentirse bien con su propio olor, desde que se presentó como un alfa a los ocho años alumnos y profesores le recordaban que los incomodaba y que era mejor que usara neutralizador, incluso su hermano mayor varias veces le pidió lo mismo.
Con esos recuerdos vagando en su memoria se puso a guardar los documentos abiertos en la computadora con semblante triste, pero eso solo duró hasta que sintió el nerviosismo y la emoción de Yoongi a través del lazo.
Recordó porque había estado tan ansioso esas últimas horas por ello se apresuró a tomar sus cosas y salió con pasos veloces hasta el estacionamiento con el mismo ánimo que tuvo desde que recibió la llamada.
Como él estaba manejando y cuidando del carro que el trabajo le asignó a Minjae, su auto se lo había prestado a Taehyung y aunque quería mucho a su mejor amigo ese día se alegraba de no tener que ir por él al trabajo y poder ir directamente a la casa de Yoongi sin tener que desviarse.
En tan solo veinte minutos podría estar al lado de su omega.
Su omega.
Le encantaba cómo sonaban esas palabras en su cabeza cada vez que las pensaba, no se había atrevido a decírselo en voz alta al mayor por miedo a que se asustara y retrocedieran todo lo que habían avanzado, pero definitivamente esas palabras saldrían de su boca algún día dirigidas a ese hyung de ojos gatunos y sonrisa tierna.
Sin poder evitarlo empezó a cantar las felices canciones que sonaban en el radio que traía encendido, tal vez se miraba ridículo con los movimientos que estaba haciendo, pero afortunadamente el auto por ser de la policía tenia las ventanas polarizadas así que no se preocupaba de que alguien pudiera verlo y siguió con ese tonto baile feliz que estaba haciendo.
La melodía terminó y la voz del locutor se empezó a escuchar pero ahora ya no prestaba atención a ello.
El llamado de su Yoongi llegó a través del lazo, eran poco claros sus pensamientos ya que probablemente lo estaba haciendo de manera inconsciente, pero se podía sentir totalmente el miedo y la desesperación, ambos sentimientos apretaban su corazón de una forma dolorosa.
Sin pensarlo dos veces encendió la sirena con la que contaba el auto negro y la cual dejaba ver los destellos de la luz roja y azul desde dentro del parabrisas.
En esos momentos le importaba realmente muy poco el ser reprendido por sus superiores si se enteraban de aquello, él solo tenía claro que debía de llegar lo antes posible a su omega.
Mientras iba manejando rápidamente por el camino que los carros iban dejando para él, trato de relajarse y transmitirle seguridad a su mayor por medio de su enlace, quiso llamarlo y escuchar su voz pero al ir manejando tan rápido no le parecía una buena idea, mejor se concentró en el camino para llegar lo antes posible.
Los tal vez quince minutos que le faltaban de camino se redujeron a nueve y ya se encontraba bajando del auto lo más rápido posible y dirigiéndose por primera vez hacia la puerta de entrada donde vivía su mayor.
Apenas estuvo frente a ella el olor de whisky y comino llenó sus fosas nasales.
Un alfa.
Uno al que definitivamente no conocía y al cual su mayor le tenía miedo.
Giró la manija esperando encontrarla abierta y lo estaba, al parecer su inteligente hyung a pesar del miedo tenía suficientemente claro que él llegaría a ayudarlo y que necesitaba mantener la puerta abierta.
Se adentro escuchando inmediatamente la conocida voz de su omega en lo que parecía ser la sala de estar.
— N-no qui-quiero.
La imagen que encontró lo puso demasiado furioso, su tierno hyung estaba arrodillado en el piso con sus puños cubriendo sus ojos, pero aun así dejando ver las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas y todo su delgado cuerpo mantenía un ligero temblor, mientras ese desconocido lo miraba totalmente erguido, con los brazos cruzados frente a su pecho y con una cínica sonrisa en su rostro.
Camino a un lado del mueble que le permitiría llegar lo antes posible a su omega y lo puso de pie con toda la delicadeza que se merecía.
— Yoongi-hyung, ya está bien, estoy aquí. — Con la misma suavidad quito las manos de sus cara para que pudiera verlo e inmediatamente su mayor rodeo su torso con sus delgados brazos y enterró la cara de mejillas y nariz sonrojada en su pecho.
— N-no.. quiero i-i-irme — dijo con la voz pausada por el llanto y un poco amortiguada por estar en su pecho.
— No tienes que hacerlo hyung — repartió caricias por los cabellos tratando con todas sus fuerzas de no mirar hacia el otro alfa de la habitación, porque si lo hacía no podría evitar enojarse y no quería asustar aún más al tembloroso cuerpo que sostenía entre sus brazos.
— Así que tú eres el maldito alfa que se atrevió a hacerle una marca a mi hermanito sin pedirme mi autorización.
Hermanito.
¿Ese tipo que hizo llorar a su omega, era su hermano?
— ¿Su autorización? — levanto ambas cejas con incredulidad —. Hasta donde se Yoongi-hyung es bastante mayor como para tomar sus decisiones, yo solo necesitaba su permiso. — Aunque eso no fue exactamente lo que sucedió, decidió omitir ese hecho.
— Si fuera alguien inteligente que toma buenas decisiones claro que lo dejaría en paz, pero por lo visto tiene los genes cien por ciento de nuestra madre, salio igual de idiota para tomar decisiones que incluyan a alfas.
Su mandíbula se encontraba fuertemente presionada, cada palabra que salía de la boca del supuesto hermano de su Yoongi le causaban más enojo, y necesitaba recordar que sostenía el frágil cuerpo del omega entre sus brazos para no abalanzarse contra el otro alfa.
— No tienes porque aceptar a alguien como Yoongi solo porque cometieron un error y se enlazaron antes de tiempo en alguna de sus noches de diversión, se ve que eres menor lo mejor será que rompas la marca, así te libraré de una responsabilidad y podrás encontrar a alguien mejor, a mi hermano me lo llevaré de vuelta a Daegu.
La camisa blanca que portaba con el traje empezó a humedecerse y el temblor que aumentaba en su mayor le indicaba que estaba llorando, necesitaba sacar a ese alfa de ahí para poder tranquilizar a su hyung, no podía hacerlo con su olor por el maldito neutralizador que tenía encima y la comunicación por medio del lazo parecía muy tenue, probablemente el mayor la estaba tratando de cerrar para que no pudiera saber como se sentía.
— Yoongi-hyung no es una responsabilidad, es mi omega le guste o no a usted y solo él decidirá si me quiere o no a su lado. Nunca pensaría en él como alguien de una noche lo quiero para lo que me queda de mi vida solo si está de acuerdo. Ahora le pido por favor que se retire, él ya dijo que no se quiere ir y yo no permitiré que se lo lleve.
— ¿Piensas luchar contra un alfa mayor niño? No tengo ni porque hacerte caso, Yoongi se resistió a mi voz de mando hace unos momentos pero ya viste lo que causó en él, no me hagas hacerlo para doblegarte a ti también.
Era su turno de mostrar una sonrisa insolente hacia el mayor de la habitación, esa voz de alfa nunca causaría efecto en él, ni siquiera la voz de su hermano mayor que también era un alfa puro lo doblegó cuando él apenas era un adolescente.
— Puede intentarlo — lo reto.
— Mocoso impertinente — el color rojo empezó a escalar en la cara del alfa por el enojo de ser desafiado —. Largo de aquí.
Su sonrisa solo creció más en su rostro y aunque quería molestarlo un poco más ahora lo que importaba era calmar a su Yoongi, por ello haría las cosas un poco más rápido.
— Que pena, me parece que no funcionó. — Saco la placa que siempre guardaba en su saco al terminar su turno y la extendió de manera que fuera claro para el mayor de los tres. — Ahora le informo como detective de la policía y le pido como alfa de Yoongi-hyung que tiene que retirarse en este momento a menos que quiera ser llevado por una patrulla.
Los ojos contrarios se entrecierran y una mueca de fastidio se instaló en el rostro.
— Eres un idiota Yoongi, este mocoso te dejara y regresaras llorando conmigo para que te ayude al igual que a mamá.
Con rápidos pasos el hermano de su Yoongi llegó a la puerta y salió azotando fuertemente la misma, sólo entonces dejó de vigilar su salida y bajó la guardia para poder centrarse en su hyung.
— ¿Yoongi-hyung? — le llamó con voz suave y trató de separarse un poco para poder verlo a los ojos, pero el agarre en su cintura se intensificó y el rostro contrario se pegó aun mas a su pecho —. Déjame ver tu rostro hyung, no te he visto desde hace dos días y tampoco te he podido dar un beso.
— Eres u-un tonto — la amortiguada voz del mayor se oía mucho mas relajada que cuando su hermano se encontraba ahí y por fin el delgado cuerpo dejo aquel temblor con el que lo encontró.
Cuando el olor a miedo se disipó y cuando su marca ya no picaba con esos sentimientos tan negativos fue cuando por fin decidió moverlos hacia el sofá que se encontraba cerca con mucha lentitud y procurando no soltar a su Yoongi.
Se sentó dejando que el mayor quedará en su regazo con sus piernas a ambos lados de su cadera y con su rostro aún escondido.
Con sus manos trato de relajar a su omega repartiendo suaves caricias en sus suaves cabellos y en la espalda mientras dejaba que el lazo se llenará de tranquilidad, era lo que podía hacer por el momento, probablemente sería aún más rápido si dejaba que sus feromonas llenaran el aire, pero no podría hacer eso hasta que tomara una ducha para quitar el neutralizador de encima.
Con esos pensamientos en su cabeza ni siquiera se dio cuenta de cuándo es que su hyung por fin había decidido levantar la cabeza y mucho menos estaba preparado para el momento en que sintió como esos rosas y dulces labios se posaron sobre los suyos.
Siguió el movimiento en cuanto logro asimilar que es lo que estaba pasando. Dejó que Yoongi marcará el ritmo del beso y solo siguió acercándolo tanto como fuera posible para que ambos compartieran su calor.
No pudo evitar que un suspiro de satisfacción escapara cuando sus lenguas por fin se encontraron en una lenta danza. Antes le parecería ridículo si alguien le decía que había extrañado tanto a su pareja luego de un par de días de no verla pero teniendo a Yoongi como su omega había momentos en los que solo llevaban separados un par de horas y ya sentía la necesidadde verlo inmediatamente.
El ritmo del beso comenzó a ser menor hasta que pasaron a ser simples roces y finalmente terminó cuando el mayor se movió un par de centímetros hacia atrás y dejó que los brazos que antes rodeaban su cuello se deslizaran hasta quedar en su abdomen.
— Gra-gracias.. po-por defender..me.
Ahora podía ver lo rojos que quedaron esos preciosos y gatunos ojos por haber estado llorando y los rastros secos de lágrimas que estaban en sus sonrojadas mejillas.
Beso con cariño una de esos abultados pómulos y después esa naricita de botón que le parecía tan tierna.
— Me gustaría saber por qué es que tu hyung te hablo de esa manera, pero estoy dispuesto a esperarte el tiempo necesario para que tu me lo cuentes por voluntad propia, ahora lo único que quiero es que quites esa carita triste, dime que puedo hacer para que eso suceda hyung.
— Va-vamos a cenar... pre-prepare comida para ti — dijo mirando hacia las manos que jugueteaban en por encima de su estómago.
— ¿A caso me invitaste para tener una cita Yoongi-hyung?
— So-solo es u-un agradecimiento por.. por todas las veces que me has hecho de comer.
— Mmm.. pues yo lo tomaré como nuestra primera cita planeada por mi Gatito-hyung.
— Tonto — un golpe fue a parar en su pecho y un momento después otro rápido beso fue dejado en sus labios —. Eso fue como disculpa porque no se cual es tu comida favorita.
Dios si seguía siendo así de tierno moriría ahí mismo de amor por su mayor.
— Eso es fácil, la comida de Yoongi-hyung es mi favorita.
— Ni siquiera la has probado.
— Pero ya estoy seguro de que es mi favorita.
Una sonrisa fue su respuesta y después estaba siendo dirigido hacia la cocina con la emoción llenando el lazo que los unía.
Le gustaría saber qué es lo que pasaba dentro de la familia de su mayor y también que le tuviera la confianza suficiente como para contarle todo ello, no importaba que, él deseaba ser su soporte en los momentos que lo necesitara y ser ese alguien con el que no tuviera miedo de ser él mismo.
Pero por el momento logró que los pensamientos negativos abandonaran la mente de su omega y con eso estaba más que satisfecho, sabía que tenían tiempo para contarse sus deseos y sus miedos sin temer el ser juzgados y no importaba cuanto tardara en llegar ese momento, estaba dispuesto a espera, después de todo no podría hacer menos por la persona que amaba.
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