Capítulo 20
Sus ojos se abrían lentamente, aun estaba desorientado por acabar de despertar, pero podía sentir el peso sobre su brazo izquierdo y la tranquila respiración sobre la tela de la camisa que cubría su pecho, sabía que su novio seguía profundamente dormido.
Cuando su vista pudo enfocarse mejor se dedicó a observar lo tranquilo que lucía su rostro y los pequeños gestos que hacía con su boca y su nariz, amaba ver a Hoseok dormir.
Pero ahora su mente estaba ocupada también pensando en lo que pasó días antes.
Hoy vería a Jin después de su día de descanso y sabría cómo fueron las cosas con el hermano menor de éste. También se enteraría si Minjae le contó sobre ese día del cual le pidió guardar silencio.
Esperaba que pudieran arreglarse, él había visto el gran amor de hermanos que esos dos compartían, deseaba de todo corazón que después de hablarlo pudieran perdonarse y avanzar.
El sonido de la puerta de al lado y unos perezosos pasos se escucharon, supuso que Yoongi se dirigía a la cocina a preparar el desayuno.
Con mucho cuidado se levantó intentando no despertar a su pelirrojo y salió de la habitación para ir a encontrar al pelimenta.
Tal como había pensado, el mayor ya se encontraba sacando algunas cosas para empezar a cocinar, levantó la cabeza cuando el ruido de la silla moviéndose llegó a sus oídos.
— Buenos días Nam — fue todo lo que dijo con voz y ojos adormilados y voz ronca antes de volver a su tarea de seleccionar ingredientes.
— Buenos días hyung. — Durante algunos minutos se dedicó a ver como el mayor se movía por la cocina mientras él se sumergía en sus pensamientos y trataba de organizar sus palabras. — Hyung, ¿crees que Jin-hyung y Minjae vayan a estar bien?
Yoongi dejó lo que estaba haciendo y se giró para verlo. — No tienes que preocuparte por eso Nam, esos dos se quieren mucho, no se cuanto tiempo tardaran en sanar esa herida pero se que lo harán. ¿Por eso te levantaste tan temprano? Deberías de volver con Hobi, no te hagas preocupaciones innecesarias.
— No creo volver a dormir, pero ya no le daré más vueltas al asunto. Por cierto, ¿como se encuentra Jungkook? La última vez dijo que tienen mucho trabajo en su departamento, por eso no ha ido esta semana al restaurante ¿verdad?
Se le hacía muy tierno la forma en que su hyung se sonrojaba ligeramente con la sola mención de su alfa, era cierto lo que dijo Jin, eran demasiado obvios, no sabia como los demas no se habían dado cuenta.
— Si, tuvieron que cambiarlo al turno de la tarde porque necesitaban ayuda extra, no hemos hablado mucho pero se que ha estado descansando, no siento que este enfermando.
Se le olvidaba todas las ventajas que proporcionaba una marca de un alfa, poder sentir si tu pareja está feliz o triste, saber si se encuentra o no enferma y en algunos casos la comunicación cuando se tenían pensamientos muy fuertes, eso lo había visto en los padres de Hoseok en varias ocasiones. Siempre le pareció impresionante la forma en la que se conectaban las dos almas.
La tristeza lo invadió al darse cuenta de que él no le podía brindar eso a su omega, incluso no sabía que tan cansado se encontraba realmente después de sus ensayos, decía ser bueno en leer los gestos y las acciones del pelirrojo sin embargo nunca se percató de lo que sentía por él.
— ¿Que pasa Nam? De repente empezaste a oler a tristeza.
— Lo siento hyung, es solo que me puse a pensar en que yo jamás podré tener un lazo con Hobi, igual al que el tuyo con Jungkook.
— Namjoon ustedes no lo necesitan se conocen de toda la vida.
— Pero aun así nunca nos dimos cuenta de nuestro mutuo enamoramiento. — Un largo suspiro salió de sus labios. — No estoy siendo pesimista, solo es un poco triste, estoy completamente seguro de lo que siento por él y ahora también se lo que él siente por mi, no estoy inseguro de lo que tenemos, pero aun así me hubiera gustado poder sentir su alma unida a la mía.
El mayor asintió, dando a entender que lo comprendía.
Después de ello ya no pudieron hablar porque un adormilado Hoseok se adentro en la cocina tallando uno de sus ojos.
Durante el desayuno se mantuvieron escuchando el progreso de los ensayos de Hobi y Jimin, ninguno se atrevía a preguntar directamente sobre el omega pelirrosa, pero al parecer todavía no había pasado nada en su relación con Minjae.
Después de bañarse y despedirse con un beso de su tierno pelirrojo, se subió al auto de Yoongi para dirigirse al restaurante.
Al llegar fue directamente a su oficina para empezar a revisar los pendientes y solo estuvo unos minutos en ello cuando la puerta fue abierta y entraron sus dos amigos para tomar asiento frente a él.
— Ya se que me trajeron aquí para interrogarme y para asegurarse de que me encontrara bien, pero de una vez les digo que no le dije nada a Minjae.
— Entiendo hyung, no pudiste. Pero ten en cuenta de que estás dejando que el tiempo siga corriendo.
— Lo se Namie, pero no era el momento indicado. Hoy mandaran a Minjae a Daegu, no puede decirme exactamente a qué, pero se que lo mandaron porque es algo peligroso y él es uno de los mejores detectives. Simplemente no quería que él fuera hasta allá después de recibir una noticia como la que le iba a dar. Pero estoy totalmente dispuesto a dar la cara por mis errores, ya no quiero ocultarle más cosas, él tiene derecho a saberlo.
— Vaya, por un momento creí que estaba hablando un adulto, bien hecho Jin.
— Ja ja, que gracioso amaneciste Yoongi, pero ya que no podemos hablar más acerca de mi problema hablemos de otra cosa, ¿sabes si Jungkook también será enviado a otra parte, Yoongi-ah?
— No me ha dicho nada. — Un puchero inconsciente se instaló en la cara del pelimenta mientras jugaba con sus dedos en su regazo, él compartió una mirada con el mayor de los tres en la que claramente compartían el pensamiento de que Yoongi estaba actuando nuevamente tierno ante la mención de su alfa. — Y no tiene porque decirme de todas maneras, no es como que me importa donde este ese mocoso.
— Si~, claro~. Es muy obvio que no te importa hyung.
— Son insoportables, mejor me iré a la cocina para empezar a prepararme.
Su amigo salió rápidamente con un notable sonrojo y ellos solo pudieron reír ante la actitud del omega.
— Iré antes de que venga por mí con un cuchillo en mano.
— Claro Jin-hyung, yo iniciaré con mi trabajo.
Por ahora no podía hacer más que ponerse a trabajar confiando en que todo quedara en su lugar con el tiempo.
La música llenaba sus oídos y su cuerpo seguía el ritmo con los movimientos que tantas veces ensayo durante esos últimos días.
El cansancio empezaba a llegar a sus músculos, pero él estaba acostumbrado a ello por lo que sus gestos y su baile no vacilaron ni un segundo.
Se sentía libre cuando bailaba, no le importaba que varias personas estuvieran observándolo sin perder ningún detalle y juzgando a su criterio qué tan bien lo hacía, si no conseguía la inversión por lo menos quería estar seguro de que había dado lo mejor de sí.
Segundo a segundo la última canción se acercaba al final y tal como lo tenia practicado término y se sostuvo un momento en la pose final antes de moverse.
Los aplausos hicieron eco entre las cuatro paredes y una sonrisa se instaló en su cara mientras agradecía con una reverencia.
— Señor Jung, señor Park, siendo sincera pocas veces quedo totalmente satisfecha con una presentación de baile, pero no cabe duda de que ustedes nacieron para desempeñarse en esta área de las artes. Me encantaría que vinieran a trabajar conmigo, pero sé que su respuesta será no, así que no me queda mas que decirles que pueden contar con una inversión de nuestra parte para empezar con su propia academia de baile.
— Muchas gracias señora Yoo, por la oportunidad.
— A ustedes señor Jung, por insistir e invitarme, realmente pocas veces se disfruta de una presentación así. Me gustaría dejarle el contrato, por favor analícelo y si gusta consúltelo con un abogado, si quiere cambiar algo me puede decir y podremos llegar a un acuerdo.
— Claro que si, en serio se lo agradecemos señora Yoo.
Después de las despedidas formales y unos segundos después de que la puerta del salón se cerró, los cinco que quedaban dentro se pusieron a gritar y a brincar celebrando.
— Muchas felicidades chicos. — El rubio beta que tenían por jefe los envolvió en un abrazo a ambos. — Me harán falta aquí en la academia pero me alegro por ustedes y tengan por seguro que estaré visitándolos con la suficiente frecuencia como para que se fastidien.
— Eso nunca pasará Taemin-hyung, siempre estaremos felices de verlo — contestó un risueño Jimin.
— También esperen que yo vaya a visitarlos, no se libraran de mi.
— Y nosotros te estaremos esperando Seulgi-ssi.
Abrazo a la beta pelinaranja que le sonreía y después siguió con el menor de los presentes.
— Felicidades Hoseok-hyung, se que les irá muy bien con su nueva academia.
— Y yo se que mis alumnos se quedarán en buenas manos Soonyoung-ah, eres un excelente bailarín.
— Bueno, ya que recibimos tan buenas noticias tenemos que celebrarlo ¿no?
— Jimin, ¿no te cansas de las fiestas?
— Por supuesto que no Seulgi-noona, estuve más de dos semanas viniendo de casa a los ensayos y de los ensayos a casa, estuve concentrado durante estos días y me merezco una recompensa.
— Pero Minie, hoy tengo una cena con los padres de Minho y mañana pasaremos tiempo con mi familia, celebremos el domingo así aprovechamos y celebramos tu cumpleaños.
— Ni hablar Taemin-hyung, mi cumpleaños es sagrado, se tiene que celebrar ese día.
Los abultados labios de su amigo pelirrosa formaron un tierno puchero y él lo abrazo por los hombros al ver su descontento.
— Pero Minie tu cumpleaños es el día martes, a muchos no les será posible acompañarte. — El puchero en la carita del omega se pronunció aún mas tras sus palabras. — Hagamos esto, celebremos el domingo con absolutamente todas las personas que quieras invitar y el martes pasemosla en el restaurante con los chicos y tu familia así tendrás dos celebraciones, ¿te parece?
— Pero entonces quiero un enorme pastel.
— Claro que sí, será un pastel enorme. — Finalmente podía ver esa tierna sonrisa de nuevo una vez que el bajito obtuvo lo que quería, pero como le podía negar algo a ese tierno omega que quería como a un hermano menor.
La plática entre los presentes empezó a ser sobre la organización de la fiesta del domingo, pero su mente viajaba de vez en cuando a su alto beta y a cuanto lo extrañaba, pero la diferencia es que esa noche podría finalmente esperarlo totalmente despierto y en sus cinco sentidos y tal vez convencerlo de tener su propia celebración privada.
Sus mejillas se sonrojaron por el rumbo que empezaban a tomar sus pensamientos, afortunadamente todos se encontraban sumidos en la conversación ajenos a su sentir.
Necesitaba calmarse un poco si no quería empezar a soltar feromonas por la imagen mental de su guapo novio, pero era difícil evitarlo ahora que su lobo también se encontraba despierto y ansioso por estar en los brazos de Namjoon.
Sería una larga tarde.
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