Había pasado más de una semana desde que Yoongi les contó sobre su encuentro con el alfa que lo marcó y se le notaba bastante deprimido.
Jin y él no tenían ni idea de cómo ayudar al pequeño omega.
Nunca lo dejaban solo, en las única ocasión que se quedó en casa de Hoseok se aseguro de que Jin pasaría la noche ahí con él, los otros días convenció a su novio de quedarse a dormir en su casa para poder estar al pendiente de su amigo.
El pelirrojo se dio cuenta de la tristeza de Yoongi, también de la ausencia de su olor gracias al neutralizador que usaba diariamente pero nunca le preguntó nada, dijo que esperaría a que le contara él mismo.
Su corazón se enternecía cuando su omega trataba con todas sus fuerzas de distraer a su hyung, siempre hacía bromas tontas junto a Jin, platicaba de música con ellos a pesar de no tener mucha idea de lo que escuchaban e incluso pidió permiso para faltar el día que Yoongi descanso, alegando que quería clases de cocina con el pelimenta.
Ese día decidieron cerrar una hora más temprano ya que la última reservación se canceló e hicieron una improvisada reunión en su casa donde Yoongi y Jin se encargaron de hacer unos bocadillos y Hoseok y el se encargaron de acomodar unas cobijas y almohadas en el suelo para ver una película y ya que el mayor se quedaría a dormir también acomodaron la habitación disponible.
Cuando todos se acomodaron y estaban por escoger la película el pelimenta sentado en el sillón individual tomó el control remoto y apagó la televisión.
— Hoseok, agradezco que no me presionaras para contarte lo que me pasaba a pesar de que querías saber, también te agradezco por ayudarme a distraerme.
Su novio le regaló una de esas hermosas sonrisas de corazón que el pálido correspondió con otra que dejaba ver sus rosadas encías.
Con las manos un poco temblorosas y con su expresión volviendo a ser una triste se bajó nuevamente el cuello de la camisa para dejar ver esa marca que les había enseñado días atrás, pero que ahora tenía una textura suave y rosada.
No sabia que pensar de ello, era obvio que la marca estaba totalmente bien hecha y cicatrizaba con normalidad al contrario de lo que había dicho su amigo de que el alfa rechazaría el lazo y que la marca a esas alturas estaría de un feo color morado.
Sabía que su hyung no se había encontrado con aquel alfa desde entonces ya que ellos siempre estuvieron con él y aunque no cuestionaba las decisiones del mayor parecía que con quien compartía el lazo estaba de acuerdo con el mismo y también podía notar que ninguno de los dos estaba rechazando esa unión.
La reacción de su pelirrojo ante la revelación de la marca fue la misma que Jin, pues sus manos taparon su boca completamente sorprendido por la noticia.
— Hace poco más de una semana un alfa se enlazó por error conmigo — su hyung continuó hablando después de tapar nuevamente su marca —. Eso no importa porque ambos la rechazaremos pero es posible que esté esperando un hijo.
El silencio reino por un par de segundos, el mayor de todos y él miraban tristes a Yoongi quien miraba hacia el piso con la expresión neutra que usaba para ocultar su verdadero sentir.
Pero su novio se levantó y se arrodillo en el suelo quedando frente al otro omega y con ambas manos acunó el rostro contrario.
El alfa y él se voltearon a ver preguntándose qué es lo que estaba por decir.
— Yoongi-hyung, no tienes que hacerte el fuerte, tienes tres personas que te ayudarán en lo que sea que pase, pero será mejor ir mañana mismo a hacer los análisis y tener un cierre con el alfa que te marco. Aunque no se realmente si él va a rechazar la marca pero puedo ver que tu no quieres hacerlo, no crees que vale la pena intentarlo, si las cosas funcionan o no de todos modos estaremos a tu lado.
El pelirrojo abrazó al sorprendido mayor que empezó a soltar un par de lágrimas.
— Gracias Hobi, mañana iré a hacerme la los análisis, tienes razón primero tengo que asegurarme y tengo que hablar con él.
— Quieres decir iremos, Yoongi-ah no escuchaste a Hobi, estamos los tres para ti y no te dejaremos solo.
El rubio alfa se acercó y se sentó en el posabrazos del pequeño sillón para rodear los hombros del pelimenta.
— Jin-hyung si le sigues dando tanto apoyo probablemente lo termines asfixiando.
Su novio soltó una risita ante su comentario pues el omega entre los brazos del mayor se le veía un poco aplastado.
— No son para nada divertidos, tienen que tener gracia para hacer una broma así.
— Mientras no sean tus chistes hyung estaremos bien.
El ofendido alfa golpeo se levantó para irse a sentar al lugar que ocupaba antes. — Es solo que tu no sabes apreciarlos, eres un amargado.
Una pequeña pelea entre los mayores comenzó haciéndolos reír a Hoseok y a él.
La película quedó completamente olvidada, en su lugar los cuatro se dedicaron a platicar mientras se acababan los bocadillos que hicieron los mayores y subieron a dormir totalmente alegres.
Cuando Hoseok terminó de darse un rápido baño él ya lo esperaba con su pijama puesta y los brazos extendidos para que su novio se acomodara entre ellos.
Sintió como sus piernas se enredaban debajo de las cobijas y el aliento de su omega chocando contra su cuello, él se dedicó a oler el cabello pelirrojo amando que el aroma de azucenas y lavanda se mezclara con el champú que él usaba.
— Namie.
— ¿Que pasa Hobi?
— ¿Te gustaría que tuviéramos un cachorro?
— ¿Eh?
La cara de su omega se entregó totalmente en su pecho y el agarre alrededor de su cintura se intensificó.
— N-no me refie-ro a y-ya, quiero decir m-más adelante.
Su corazón empezó a latir fuertemente ante la imagen mental de Hoseok sosteniendo un bebe de ambos, la idea le gustaba demasiado.
— Amaría demasiado tener un cachorro o dos o los que mi lindo omega quiera tener, quiero muchas versiones pequeñas de ti con tu hermosa sonrisa de corazón.
— Pero yo quiero que se parezcan a ti.
— Entonces tengamos muchos cachorros que se parezcan a ambos.
— ¡Si!
Un entusiasmado pelirrojo salió de su escondite para regalarle una sonrisa totalmente feliz con la idea.
Frotó su nariz con la contraria y tomó los dulces labios entre los suyos para empezar suaves movimientos.
El beso era tierno y no tenía otras intenciones, solo disfrutaban de grabar la textura, la calidez y el sabor del otro.
Amaba todos y cada uno de los momentos que compartía con su novio.
— 𝓓𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓪𝓭𝓸𝓼 —
La sala de espera donde se encontraban era amplia y cómoda pero ellos se encontraban ansiosos.
Su hyung Jin caminaba de un lado al otro con la vista fija en el suelo, Yoongi se encontraba sentado con la cabeza entre las palmas de las manos, su novio le daba suaves palmadas en la espalda regalandole miradas cada cinco segundos y él se encontraba recargado en en la pared con los brazos cruzados.
Era temprano en la mañana pero no podían sentir sueño cuando estaban esperando por los resultados de Yoongi.
Si era sincero le encantaría estar en esa misma situación apoyando a su amigo pero con un feliz omega pelimenta que era apoyado por su alfa.
Una de las puertas fue abierta y la atención de los cuatro se dirigió hacia la doctora beta que llevaba un sobre blanco entre sus manos, por fin después de cuarenta y cinco minutos de espera sabrían la verdad.
— Señor Min sus resultados están listos, ¿quiere que yo los lea o prefiere abrirlos usted mismo?
— Yo los abriré, muchas gracias.
La doctora le entregó los resultados con ambas manos y tras una reverencia se retiró dejándolos a ellos cuatro.
Finalmente se acercó al pequeño pelimenta quien miraba el sobre entre sus manos.
— Namjoonie léelos por mi.
Tomó el sobre y con cuidado rompió una de las esquinas para poder sacar la única hoja doblada que se encontraba dentro.
Primero leyó el nombre para enseguida pasar a los parámetros que decían cuánto era el rango que indicaba el embarazo.
Su mirada viajó por la hoja hasta llegar a los resultados de la sangre de Yoongi y no sabía cómo sentirse al respecto, no tenia ni idea de si debería de estar feliz o triste.
Observó hacia los gatunos y nerviosos ojos de su amigo y por un par de segundos los observo tratando de descifrar si debería de felicitarlo o no, pero no consiguió nada.
— Los resultados son negativos hyung.
Trato de usar su voz neutra esperando por la reacción de su mayor, quien se quedó unos segundos viendo un punto fijo a un lado de su cabeza.
Nadie se atrevía a romper el silencio aun, todos esperaban por la respuesta de Yoongi ante el resultado.
Pero su corazón se partió cuando la tristeza cruzó por su rostro y una lágrima se deslizó por su pálida mejilla.
Rápidamente lo rodeó con sus brazos y sintió como Jin y Hoseok hacían lo mismo.
El suave aroma de su novio y la fuerte esencia del mayor llenaron el ambiente tratando de calmar al triste omega.
No sabe cuánto fue el tiempo que duraron abrazados en medio de la sala de espera con la gente pasando de un lado a otro, pero no iniciaron a caminar hasta que su hyung susurro un suave 'vamonos' que solo fue audible porque se encontraban tan cerca.
Caminaron con pasos lentos mientras Jin sostenía firmemente a Yoongi por los hombros y Hoseok tomaba su mano entre las suyas caminando a su lado.
Manejo con dirección a su casa y con el auto sumido en el mismo silencio que se formó entre ellos desde que estaban en el hospital.
Al entrar a casa se dirigieron a la sala de estar y se sentaron rodeando al bajito.
— Yo mismo me tomé el anticonceptivo... pero todo el tiempo pensé que aun así... un bebe se estaba empezando a formar dentro de mí.
La ronca y triste voz de Yoongi hizo que su corazón doliera y se apretara en su pecho, no le gustaba verlo en ese estado pero lo único que podía hacer por el omega era hacerle saber que estaba ahí para lo que necesitara.
Las palabras que él iba a decir quedaron olvidadas cuando el celular del pelimenta comenzó a sonar.
El identificador solo mostraba una "A" y el número pero por la reacción de sorpresa de su pálido hyung quien inmediatamente llevó ambas manos a su vientre dedujo que se trataba del misterioso alfa del que no les quería contar.
— Hyung comparten un lazo, él siente tu tristeza.
Los gatunos ojos rojos por el anterior llanto lo miraron atentamente y después observaron el teléfono situado en la mesa de centro.
— Yoongi-hyung tu omega necesita a su alfa en estos momentos y al parecer él también está preocupado, ¿por qué no lo llamas?
— Hobi tiene razón Yoongi, no puedo oler tu tristeza debido al neutralizador pero se que no es bueno que tu omega esté tanto tiempo en ese estado sin su alfa. Ve con él, no tienes que decirnos quien es, solo queremos que estés bien. Nam, Hobi y yo te podemos apoyar pero no podremos reemplazar a tu pareja en estos momentos.
Un suave asentimiento por parte del omega con lágrimas en su rostro nuevamente, fue toda la respuesta que recibieron. Lo vieron tomar el celular y dirigirse a su habitación.
— Al parecer su pareja se preocupa por su bienestar y por él, ¿por qué Yoongi-hyung insiste en que tienen que deshacer la marca?
— Es por la manera en que se dio Hobi-hyung. — La confusión cubrió el rostro de su novio, había olvidado que no conoce la historia de su hyung.
— Su madre cuatro veces atrajo a alfas en celo y hacía que la marcaran, Yoongi vio como su madre sufría cuando las marcas eran rechazadas pero siempre decía que lo merecía por la manera en que se aprovechaba de aquellos alfas. Sin embargo cree que su situación es la misma, él no quiere atar a alguien que cometió un error estando en celo.
La información del mayor sorprendió a su pelirrojo, quien apretó su mano y se calló sus siguientes palabras al ver como el otro omega comenzaba a bajar las escaleras lentamente.
— Namjoonie ¿me podrías llevar? No creo poder conducir en este momento.
Asintió automáticamente, tomó las llaves de su auto y dio un rápido beso en los labios de su novio antes de seguir a su hyung a la salida de la casa.
Encendió el auto sin saber a qué dirección ir y volteando a ver a su hyung en busca de una respuesta.
El pelimenta solo puso la dirección en el GPS de memoria con un sonrojo marcado en sus mejillas y sin decir ni una palabra.
La dirección indicada estaba a solo diez minutos en auto, quedaba bastante cerca e incluso se podía ir caminando ya que el camino no abundaba en tránsito por ello le pareció extraño que le haya pedido que lo llevara.
Estaciono frente a una casa blanca de dos pisos y apago el auto esperando que su hyung saliera de él.
— De seguro te preguntas por que te pedí que me trajeras Namie, pero quiero que sepas quién es él y creo que entenderás por qué me siento tan inseguro. Se que si Jin-hyung me hubiera traído habría terminado peleando de alguna manera con él, hyung es tranquilo pero también tiene un fuerte instinto protector y su alfa a veces lo ciega un poco.
— Yoongi-hyung a ti te gusta él, cierto.
Lo que dijo no era una pregunta sino una afirmación que confirmó cuando el sonrojo cubrió la blanca piel de la cara y el cuello.
— Si, desde antes de que... me marcará.
— Hyung, lo que paso contigo no es lo mismo que le pasaba a tu madre, tu te entregaste a un alfa por quien te sentías verdaderamente atraído, no buscabas sacar algún beneficio de ello, solo eran tu lobo y tu entregándose a la persona de la cual se enamoraron.
— Pero aun así no es correcto, él me corresponde porque tiene un fuerte sentido de la responsabilidad, no porque sienta algo por mi, se cansará algún día de lidiar con un omega tan gruñón y grosero. Yo no soy tierno y sumiso como a los alfas les gusta.
— Pero eso es lo que te hace especial hyung, yo se la increíble persona que eres y los que te conocen se pueden dar cuenta de ello, eres inteligente, independiente, dices lo que te gusta y lo que no y sabes de tu potencial. Lo que dices es porque como persona eres inseguro de ti mismo y tímido cuando no conoces a la gente por eso te muestras frió, tienes miedo a salir dañado emocionalmente, pero tu me animaste a confesarme a Hoseok y gracias a ti que estuviste cuando yo me derrumbe es que ahora estoy al lado de la persona que amo y quiero hacer lo mismo por ti hyung.
— Gracias Namjoonie.
Los delgados brazos rodearon su cuello y la calidez del pequeño cuerpo lo rodeó.
— Nam, te pediré un favor. Necesito que no salgas del auto, el aroma de él puede quedar pegado a tu ropa y aun quiero mantenerlo como un secreto entre tu y yo, por lo menos hasta que aclaremos las cosas. ¿Puedes hacer eso por mi?
— Claro que si hyung.
Su hyung empezó a soltar su agarre y después de una sonrisa bajó del auto y se dirigió a tocar el timbre de la casa.
Solo unos cuantos segundos pasaron para que la puerta se abriera y el cuerpo de Yoongi fuera rodeado en un abrazo, vio como aquel alfa olfateaba el pálido cuello y se frotaba al no sentir ningún aroma.
Cuando terminó su vista se elevó y sus ojos se conectaron.
El ahora entendía la inseguridad de su hyung.
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