Ver aquella flora que decoraba la montaña era preciosa ante los ojos del castaño.

Estaba tan feliz de poder pasar una semana libre de ajetreo, de estrés, de miedo.

Tomado de la mano junto a JungKook llegaron a unas flores lilas que sobresalían, tan altas que cubrían la mitad de su cuerpo, se dejo caer en ellas lleno de felicidad mientras su alfa sonreía al verlo tan alegre y libre.

Se dejo caer junto al omega y disfrutaron de la vista al cielo azul, mientras buscaban formas en las blancas nubes que decoraban aquella atmósfera azul.

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Namjoon junto a Yoongi colocaban las casas de campaña, eran tres en las cuales irían las parejas ya antes elegidas, JiMin y YoonGi en la azul, JungKook y TaeHyung en la Púrpura mientras NamJoon junto a Jin irían en la Naranja.

—¿Es hermoso este lugar no lo crees Gatito?

—Lo es bebé, ya no falta mucho para que anochezca... JungKook ya tiene preparada la sorpresa. Debemos dejarlos solos, vamos a dormir.

Sorpresa. Si lo fue, JungKook llevó a TaeHyung a aquella parte de la montaña por donde se podía ver todo, la luz lunar iluminaba cada rincon de aquel maravilloso lugar, y en un punto el luar (la luz lunar) mostró un reflejo en aquel lago que resaltaba haciendo ver los peses del lugar, fascinando al de aroma a vainilla.

—Es precioso amor.

—No más que tu—Dijo fascinado por aquel brillo que los ojos del menor demostraba.

—Kookie...

—¿Si?.

—Amor... tu aroma se intensificó.

—Demonios... Mi celo.

[...]

Bajo la luz de la luna, fueron uno, esa noche mientras las sientos de estrellas observaban su amor, y las flores danzaban al compás de las palabras de amor.

—Jung...Kook—Gimió—Te-amo—Habló a duras penas mientras arañaba la espalda de su amado.

—Y... yo a ti...—Besó sus labios al momento en que subía el ritmo de sus embestidas, sonrío a mitad del beso tras escuchar el sonoro gemido que su omega soltó sin pudor alguno.

JungKook daba pequeños besos en su cuello, lamió su manzana de adán y un lado de esta dejo una próxima visible marca.

—Lo quiero... Marcame—Pidió entre gemidos

—¿Estas seguro de ello?

Era la primera vez de el castaño, y el alfa lo hacía todo con suma delicadeza. A pesar de estar en celo eso no lo cegaba, jamás le haría daño a su ángel, pero le daba miedo marcarlo, miedo a no saber como hacerlo y dañarlo inconscientemente.

—Amor... soy tuyo, aah... pero.. quiero que todo... todo mundo lo sepa.

JungKook al sentirse llegar al límite, solo hizo caso a lo pedido... beso su hombro y sus ojos se tornaron rojos al mismo tiempo que sus dientes salían a flote.

Lo mordió justo cuando el tan esperado orgasmo a la pareja le llegó, un fuerte gemido salió de ambos mientras caían rendidos ante las flores a su alrededor, no sin antes lamer y besar reiteradas veces la nueva marca.

—Te amo Jeon.

—Te amo futuro Jeon TaeHyung.

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—¿Están tardando mucho no creo NamJoon?

—Deje de pensar en Kook y Tae y prestame atención Hyung.

—Esta bien, ¿Qué quieres Nam?

—Hyung... ¿Por qué se niega a darme una oportunidad?

—Por qué—Sus ojos se llenaron de agua, y sonrío nervioso—le tengo miedo al amor NamJoon... yo ya tuve un alfa... hace cinco años, tuve un alfa al cual ame demasiado. Me marcó... pero en cuanto encontró a su pareja destinada solo me voto como a un vil trapo, sufrí durante dos años aun recuerdo la sensación de su marca esfumarse, ardía como en los mil demonios, mis niños, Tae y JiMin, me apoyaron, los tres estamos juntos desde prácticamente bebés, yo con cuatro años los vi llegar al mundo y ser ahora como son, ellos fueron el pilar que sujetaron al mundo. Por ellos sigo aquí.

—Jin, yo no seré igual... yo te amo, en serio lo hago. No te pido que le dejes de tener miedo a enamorarte otra vez, te pido que le des otra oportunidad al amor, no por que tu primer amor haya sido así, lo serán todos.

Entre hipidos el mayor formuló palabra—Si quiero intentarlo NamJoon...

NamJoon feliz, se acercó lentamente y beso sus labios con parsimonia, transmitiendo todos sus sentimientos en él, se separó del beso y hablo.

—Mientras yo viva y tu me quieras a tu lado, siempre pintaré tu cielo color azul aunque se torne gris y tenga que hacer horas extras de pintor, te acompañaré en cada tormenta y te cubriré de cada gota de maldad que quiera caer en ti, pisare la brasa caliente sin importarme cuán dolor me cause con tal de impedir que una miserable lágrimas resbale se tu mejilla, daré todo para que seas feliz, Mi Jin.

—No seas ridículo.... no solo tu pasaras por eso, yo hare lo mismo para que seas feliz... para que ambos seamos felices.

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—Con que se largaron—Le habló a la nada.

Esculcaba cada cajón, alacena, hasta debajo de los sillones buscando algo que ni el sabía que, salió de aquella casa dejándola patas arriba, con una fotografía de los dos hermanos sonriendo y abrazándose, junto a otra donde todos los amigos salían sonriendo felices.

Al llegar a su casa, en su sótano miro aquella pared repleta de fotos donde cada uno de los que estaban ahí tenían un dardo clavado directamente en su frente.

Con una tachuelas colgó una la foto en aquella pared, y cerró sus ojos y aventó el dardo, abrió sus ojos y sonrío al ver a su próxima víctima. El dardo había caído justo en la pequeña sonrisa poco visible de YoonGi.

—Eso quería... sufrirás YoonGi.