—¡Rápido!. A cuidados intensivos.

JungKook paró al doctor mientras miraba como llevaban a su omega corriendo a cuidados intensivos.

—Doctor...

—Hijo, tu omega esta muy grave, daré  todo de mi para salvarlo... mientras tu sientas la marca es señal de que sigue vivo... dale apoyo y alientalo por la marca lo sentirá.

Sin más el doctor salió corriendo hacia cuidados intensivos.

Se sentó en la sala de espera. Unos minutos después sus amigos llegaron, todos preocupados y los omegas llorando.

Paso una hora en la cual aún no tenían noticias del castaño, YoonGi junto a NamJoon habían ido a la cafetería por algo para que bebieran.

JungKook solo tenia la mirada perdida sin darse cuenta que el omega mayor a su lado soltaba feromonas y a la vez sobaba su espalda intentado tranquilizarlo.

—Controla tus sentimientos... él siente lo que tu sientes, si te pones mal a el lo pones peor.

—Eso intento... pero no lo logró, me da miedo salir de este hospital sin él... sin mi omega.

—Mientras más pienses en eso, más sentimientos negativos le das a TaeHyung, recuerda que la marca influye mucho.

Pasaron las horas hasta que por fin el doctor hizo acto de presencia en la sala de espera.

—Familiares de Min TaeHyung.

Los cuatro chicos se levantaron a la vez y YoonGi al ver lo ido que JungKook esta a se acerco.

—Es mi hermano...

—Bueno, la mordida al ser un omega marcado lo dejó inconsciente y perdió mucha sangre y tuvo una hemorragia interna que logramos parar, por el momento se encuentra estable y fuera de peligro, lo mantendremos en observación durante las próximas veinticuatro horas.

—¿Por qué hay algún problema?—Preguntó alarmado el azabache.

—Esperemos que no, se han presentado pocos casos así, escasos dirá yo, esa mordida fue letal, fue en su cuello y es una zona delicada, puede tener algunas complicaciones respiratorias. Es por eso que lo mantendremos en observación, no nos sorprendería que por falta de aire combulsione.

—Doctor, ¿Puedo verlo?

—Por supuesto, pero es solo una persona puede ingresar a la sala.

JungKook asintió y salió prácticamente corriendo a la habitación de su prometido, como era de esperarse TaeHyung estaba postrado en la cama con sondas intravenosas, catéteres y cables por varias partes de su cuerpo al igual que una mascarilla de oxígeno. Todo estaba muy en silencio y el sonido del electrocardiograma solo lo hacía ponerse más tenso.

Tomó una silla que estaba en la esquina cerca de la puerta y la colocó justo a un lado de la camilla, se sentó junto a él y lo observó con más detalle, su hermosa piel morena ahora se mostraba pálida, sus labios rosados estaban blancos y resecos, su piel cálida estaba fría... ese no era su TaeHyung y lo lastimaba verlo así... muy sin vida.

Miro el electrocardiograma que mostraban los muy débiles latidos de su castaño y aquellos números que para el eran extraños, subir y bajar lentamente.

—Se fuerte mi amor, se fuerte... se que vivirás, que nos cansaremos, nos iremos a vivir juntos y tendremos dos hermosos cachorros, ¿Recuerdas lo que me contaste aquella vez?, que querías mellizos. Pero para eso te necesito bien amor mio.

Se quedo callado y volteó a ver las manos de su castaño, agarro sus manos y las llevo su frente se estuvo así hasta quedar dormido junto a su amado.

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—Señor Jeon—Sintió su mejilla ser golpeada repetidas veces de manera cuidadosa.

Abrió sus ojos encontrándose con una enfermera que tenía una platilla en sus manos, al verlo despertarse se enderezó y volvió a ver las hojas que posaban en esta.

—Disculpe que lo despierte. Pero tengo que hacer cambio de suero y debo limpiar su herida.

—¿Pu-puedo...Puedo ayudar?, quiero estar al pendiente de sus cuidados.

La enfermera le sonrío con ternura y asintió—Claro que sí, le explicaré lo que debe hacer y usted seguirá mis indicaciones.

—Muy bien.

La enfermera le mostró como introducir la nueva bolsa de suero y después le explicó como debería ser tratada la modida en su cuello.

—De una vez le informó que la herida tardará al menos un mes en sanar, por lo que es recomendable que la limpie todos los días y le ponga la gasa tal y como le acabo de enseñar.

—Yo estaré al pendiente... dígame algo.

—¿Sí?

—¿Despertará?

—Si, despertará, no sabría decirle cuando, pero no se preocupe demasiado, pronto se estará yendo a su casa acompañado de su omega.

NamJoon se encargo que JungKook comiera algo dejando a JiMin a cargo de TaeHyung, lo limpio y cepillo su cabello, su amigo se veía muy mal y su corazón solo se apretujaba cada vez más.

—Taehyungie... necesito que despiertes para darte la buena noticia... sabes, YoonGi te quiere adoptar, el sabe que ya eres un hombre de veinte años, pero quiere poder presumirte a los demás como su hijo, aunque ya lo hace—Rio con nostalgia—Los doctores dicen que si despertarás, y no lo dudo, pero ver tu respiración débil, verte así en la camilla  muy sin vida... hace que mis esperanzas disminuyan, no me abandones TaeHyung-ssi, quiero sobrinos o bueno... nietos—Sonrió—Si tu aceptas que Yoonie te adopte yo seré tu padre adoptivo, ¿no es raro?.

Las fuerzas no le duraron mucho y comenzó a llorar, mientras acariciaba el cabello de su amigo.

Él cuarto se llevó de sus feromonas tristes atrayendo a su alfa quien lo miro llorandole a su pequeño.

—Minnie, vamonos. Dejemos descansar a Tae—Lo cargo en brazos y lo saco de la habitación.

Lo llevó a casa al igual que NamJoon a Jin, dejando solo a JungKook con su omega.

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2 semanas después

—Amor... Ya llegué—Dijo casi sin ánimos al azabache quien llegaba del trabajo con un ramo de rosas a aquella habitación de hospital donde estaba su omega aún sin despertar.

—Te traje un ramo de tulipanes, así ya juntamos siete flores de diferentes tipos—Dijo mirando las flores que adornaban la habitación. Dejó el ramo en un florero que ha tenía listo desde el día anterior, y se sentó junto a su amado.

—Llegue justo a la hora de limpiar tu herida.... amor encontré un restaurante que esta a el aire libre, es perfecto, es el restaurante número cuatro que he encontrado... amor, ¿Te falta mucho par despertar?, ya me haces falta mi vida.

Se sentó a su lado y tomó su mano, la acarició y beso.

—Extraño tus abrazos, tus labios... esos ojos preciosos que me hipnotizan, te extraño mi amor, quisiera haberme quedado contigo en la tienda ese día, nos hubiéramos evitado eso...

Los recuerdos llegaron a su mente de aquel grito desgarrador, aquella sangre que manchaba la arena sólo basto volver a verlo ahí tirado para quebrarse.