🥀𝑫𝒊𝒆𝒔𝒊𝒐𝒄𝒉𝒐
Intentaba que su omega despertara, si se transformaba probablemente podría soltarse de aquellas cuerdas que lo tenían atado. Pero no lo lograba su lobo parecía estar en modo off, llevaba días sin poder comunicarse con él, estaba intranquilo con ello, sin su lobo se sentía solo, no tenía a quien acudir, HoSeok cada día se volvía más y más loco, había un miedo recurrente en sí mismo.
Hasta ahora HoSeok no pasaba de los golpes, pero algún día temía que su cuerpo fuese tocado por el pelirrojo. Y el miedo aumentaba al saber que su celo estaba próximo.
—Lindo—Escucho y seguido el pelirrojo entró—Traje comida... te desatare pero no hagas ninguna tontería lindo—Acarició su maltratada mejilla.
TaeHyung fue soltado y dejado solo en su "habitación" si ese sótano apestoso se podría llamar así. Miro la comida con insectos en ella y asqueado la alejó.
Estando de pie, intentó caminar. Pero ¿cómo lo haría? Sí sus piernas estaban débiles por los golpes recibidos, muy apenas contaba con energía para mantener sus esferas abiertas.
Sin más equilibrio cayó al suelo, débil. Extrañaba a su amado, a su padre y a sus amigos, por que la vida tenía que ser tan cruel con los buenos, con los que no hacían el más mínimo daño al mundo.
Miro hacia todos lados, como todos los días esperando encontar alguna mínima cosa que lo ayudase a su escapar.
Su mirada brillo al observar aquel celular encima del polviento tocador.
Como pudo corrió hacia ese celular entendiéndolo y tecleando rápidamente él número de su querido alfa.
—Vamos kookie... responde amor—Rogaba el menor, necesitaba que su azabache respondiera, lo necesitaba a él.
—¿Sí, bueno?, ¿Quién habla?—Preguntó al otro lado de la línea con su voz apagada y sin vida.
—¡Amor!—Exclamó en un susurró—Kookie soy yo—Tosió ante la resequedad de su garganta.
—¡¡TaeHyung!!, Bebé, precioso, ¿Dónde estás mi amor?.
—Estoy—Cayó de rodillas al piso—¡Auch!—Se quejo por el inmenso dolor que sus rodillas sentían.
—Bebé, ¿Te encuentras bien, amor mio?
—Mi amado kook, estoy perdido en una gran ciudad, tras cuatro paredes que me aprisionan, sin alimento y siendo dañado cada que mi secuestrador lo decide.
—Precioso, ¿Dónde estás?
—Houston, estoy en Houston mi alfa.
JungKook escucho al otro lado de la línea como la voz del alfa que tanto odiaba, le gritaba a su omega. Se escucho un golpe, otro grito pero ahora proveniente de su ángel. La llamada fue colgada después de escuchar aquel doloroso grito de dolor de su amado omega.
—¡¡HYUNG!!, ¡¡SE DONDE ESTA!!, hoy partimos a Houston.
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TaeHyung corría por los pasillos del sótano, tenía que salir lo antes posible, sus heridas dolían y sangraban pero su miedo era más. Cuando decía creer que su celo llegaría no sabía que ese mismo día lo haría. Ahora era perseguido por aquel pelirrojo que en sus pesadillas habitaba, y en su día lo atormentaba.
A lo lejos miro su salvación, entro rápidamente en aquella habitación que milagrosamente contaba con una gran puerta de metal, la cerró y con lo que pudo la bloqueó, se tiro en ese feo, desgastado y sucio sillón tomando su vientre sintiendo un inmenso dolor.
Susurraba pidiendo ayuda que nadie podía otorgarle, estando tan lejos de su hogar, y tan solo que nadie lo podía escuchar, solo aquel alfa cegado por la lujuria y el deseo.
La puerta era golpeada fuerza y desesperación.
—Lindo, abre la maldita puerta, ¡¡TAEHYUNG ÁBRE LA PUTA PUERTA!!.
Él castaño comenzó a llorar de miedo, mientras su dolor aumentaba y pequeños sollozos y gemidos de dolor.
[...]
Jungkook cayó al frío suelo asustando a sus acompañantes, su respiración se hizo más habitada y frío sudor Defendió de su frente.
—Kook, ¿que pasa?
—Algo no está bien... TaeHyung no esta bien, debemos encontrarlo rápido—Se levantó corriendo a la estación de policía en Houston.
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Ya llevaba varios minutos escuchando al alfa maldecir y golpear la puerta con gran desesperó. Él sólo lloraba y rogaba por que el dolor cesará.
Cerró sus ojos y como si de una señal se tratase un recuerdo a su mente llegó.
"—Por más que grites y llores nadie te escuchará. ¿Sabes a quien perteneció esta casa?—Negó entre hipidos—Esta casa fue del narcotraficante más peligroso en Houston, este lugar tiene tantos secretos, ¿Te cuento uno?—Sin esperar respuesta prosiguió—Sus pareces son antisonido por lo tanto, nadie te escuchara".
Abrió sus ojos y recordó aquel programa que tanto veía, las casas de los mafiosos siempre contaban con túneles de escape en los lugares menos esperados.
Junto todas sus fuerzas para ponerse de pie y revisar aquel lugar, paró abruptamente al escuchar el primer tornillo de la puerta caer.
Siguió en su búsqueda y después movió el sillón encontrando un agujero de llave ahí, miro en las repisas polvientas buscando algo con lo que abriremos ese lugar, se tomó con dolor del vientre y siguió hasta dar con una llave miniatura corrió más bien gateo hacia la puerta, introdujo la llave abriendo y empujando aquella pequeña puerta que daba hacia un túnel, ya dentro con sus manos atrajo como pudo el sillón, cerró por dentro la puerta y a gatas comenzó a marcharse con dolor.
Ya lejos del frío túnel y escondido en un tenebroso callejón cayó desmayado por el inmenso dolor.
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—Enviaremos a algunas patrullas a patrullar las calles, para ver si damos con el paradero de ese omega, oficial JungKook.
—No es cualquier omega señor Andre... es mi omega.
—Los informaremos sobre cualquier noticia, ahora ya es tarde, vayan a dormir y mañana a primera hora los espero en mi oficina.
—Cualquier cosa, nos avisa señor... ese omega es Mi hijo.
—Haremos lo posible señor Min.
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TaeHyung se despertó al sentir el olor del alcohol cerca de sus fosas nasales.
—Despertaste querido—Habló aquella anciana beta.
—¿Do-Donde estoy?
—Te encontré en un callejón tirado y sufriendo, te traje a mi casa y te ayude con tu problema mi niño, te inyecte un supresor líquido, es suficiente para estos tres días. ¿Qué hacías allí tirado querido?.
—Yo.. escapaba.
—¿Escapabas?.
—Soy de Corea, un alfa enemigo de mi familia me trajo a Houston inconsciente. Escape de sus garras hace poco... después de casi dos meses.
—Tranquilo mi niño, yo te brindaré mi hogar hasta que puedas volver a tu hogar, son Ahn SooYun, también soy nacida en Corea cariño, vivo aquí hace penas dos años.
—Soy... TaeHyung Kim, tengo 20 años un gusto.
—Cuando te sientas con las fuerzas, yo te acompañaré a tu hogar querido, cuenta conmigo para lo que sea.
—Gracias señora SooYun, muchas gracias—Con la voz rota agradeció para darle paso a las gotas saladas salir de sus ojos.
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