El sonido del tráfico inundaba las calles, los colores del semáforo cambiaban a cada 3 minutos, los pasos, gritos y risas se escuchaban por doquier, y el fuerte estruendo de un relámpago lo asilensio dando por entendido que la fuerte llovizna estaba por llegar.

Un chico de cabello castaño jugaba con su celular mientras esperaba sentando junto al ventanal de aquella heladería, no quería exagerar pero otra hora era terminada y su acompañante aún no daba señales de vida en aquella heladería.

—Joven, aquí tiene su banana split.

Agradeció y figo la vista en el celular para buscar razón de el muchacho que hasta ahora llevaba 2 horas de retraso.

La campaniña sonó dando paso a un chico con saco negro que entraba apresurado al lugar, dejó su paraguas en la entrada del local, busco con la mirada a su chico y al ya tenerlo a la vista corrió hacia él sin importarle las miradas de la gente.

—Llegas tarde—Balbuceo respondiendo el abrazo.

—Lo lamento, amor, había mucho trafico saliendo de la central... ¿Esperaste mucho?

—Solo dos horas—Se encogió de hombros.

—Ay amor, de verdad lo siento... Pero también el jefe no me dejo salir de primera, lo lamento amor.

—Esta bien JungKookie, no te preocupes. ¿Quieres un helado?.

—Uno de menta con chocolate.

—Iugh... pero esta bien.

El castaño se paró para hacer el pedido, un helado doble de menta con chocolate, si duda amaba a su novio pero este tenía un gusto por el helado muy extraño para él.

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—Solo quiero a TaeHyung señor.

—Y yo lo quiero ver a YoonGi sufrir.

—¿Qué propone?.

—TaeHyung es más que un hermano para YoonGi, es como un hijo... básicamente, si TaeHyung desaparece. Tendré a YoonGi en bandeja de plata, destrozado... lo único que quiero es que sufra. Y sin TaeHyung sufrirá.

—Creo que ya entendí a que se refiere señor...

—Tienes que llevarte a TaeHyung lejos, desaparecelo. Así ambos saldremos ganando.

HoSeok asintió, estaba confundido por ver cuanto odio podía tener un padre hacia sus hijos, pero eso no le importaba si con ese odio podía tener a el menor de los Min a su disposición.

—Entonces, ¿Es todo?

—Así es señor, pronto TaeHyung será mio.

[...]

—Estoy orgulloso de ti mi amor—Tomó sus manos entre las suyas—Siento una alegría inmensa al saber que sólo te quedan dos semanas para finalizar tus estudios.

—Pronto seré el psicólogo Min TaeHyung.

—Así es amor, pero me gustaría más que fueras el psicólogo Jeon TaeHyung, ¿No te gusta más?—Curioseo el Alfa

—Me encanta—Dejó un beso casto en los labios contrarios.

Llegaron al punto de encuentro con sus amigos y bajaron del auto, tomados de la mano ingresaron a aquel parque acuático donde al mayor de todos se le había ocurrido verse.

—¿Trajiste ropa de baño Tae?

—Mmm... no.

—Uff—Suspiró aliviado—Eso quiere decir que hoy no morirá nadie.

El omega le pegó y rio, se dejaron poner las pulseras que te entregaban al llegar y entraron buscando a sus amigos.

—¡NO ROMPAS ESO!

Se escucho el grito a lo lejos, con eso supieron donde estaban sus amigos, JungKook soltó a carcajadas cuando vio a Jin golpeando a NamJoon con el cucharón el cual estaban usado para la carne asada.

—¿Tenías que romperlo Nam?

—¡¡Pero apenas lo toque!!.

—¡Entonces como explicas que esta roto!

—Ya no griten—Reía JiMin intentado calmar la situación.

—¿Llegamos en buen momento?—Cuestionó el de aroma a vainilla.

—NamJoon acaba de quebrar el frasco de los condimentos, YoonGi y yo iremos a comprarlos, TaTa ¿Podrías ayudar a Jin con la carne?, al parecer Nam ya lo estreso—Dijo susurrando lo último.

Aquella tarde fue muy agradable para los 5, rieron y contaron anécdotas, también las 2 parejas del grupo se encargaron de incomodar a los otros dos con muestras de afecto en público.

Eran felices y TaeHyung siempre quiso poder disfrutar así de una tarde con su novio, padre y amigos.

No podía estar más feliz, no había nada que le impidiera serlo, gozaba de esos momentos a él lado de la personas que quería y apreciaba.

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Las horas pasaban rápido, ahora estaban los 6 dentro de una de las piscinas del lugar.

—Nam, Tae y JiMin, les toca—Anunció SeokJin

—Vamos MinMin, encuentra la y sumaremos un punto más.

—Que quede claro, si Nam la encuentra estaremos a un punto de ganar, el equipo de TaeHyung, esta a dos puntos de ganar. Entra en 3... 2... 1...

Lanzó la moneda al interior de aquella piscina de casi 2 metros, cada uno tomó aire y después se sumergió en la profundidad de la alberca.

—¡Vamos mi amor!—Le ánimo JungKook.

—¡Tu puedes MinMin!.

—¡¡NADA RÁPIDO NAMJOON!!

TaeHyung miraba con atención el fondo blanco, buscando aquella moneda plateada, miro a Namjoon quien nadaba en círculos para ubicarla mientras JiMin salía por 2da vez a respirar.

Él sol ilumino más la piscina dando un poco más de visibilidad, comenzó a nadar por los alrededores de la piscina para intentar encontrar la moneda.  Miro a NamJoon y a JiMin salir para respirar aunque desde su punto de vista parecía que ambos ya no podían más.

—Lleva un minuto bajo el agua—Se preocupó el pelinegro menor.

—Él aguanta mucho bajo el agua—Orgulloso dijo Min.

JiMin volvió a entrar en agua seguido de NamJoon mientras el castaño capto en su campo de visión aquella moneda que permanecía al fondo de la piscina.

Nado con prisa hacia el fondo tomando entre sus finos y delgados dedos aquella moneda plateada, para después con demasiada velocidad salir a la superficie y soltar un fuerte jadeo y respirar con dificultad.

Al recuperar el aire sonrío y mostró la moneda que posaba en la palma de su mano, JungKook festejo y lo abrazo para después besar repetidas veces su mejilla.

—¡¡Vamos igual que Jin y Nam!!, estamos aún punto de ganar.

—No, eso si que no.... ahora vamos Tae y yo

—No, no, TaeHyung acaba de salir del agua.

—Vamos, Tae, YoonGi y yo.

—Me rehusó, si quieres que vaya TaeHyung tendrás que esperar a que recupere bien el aire Hyung.

SeokJin se cruzo de brazos y asintió.

Unos minutos después TaeHyung ya podía volver a sumergirse en el agua, JungKook contó hasta 3 y dejó caer nuevamente la moneda al agua.

Y los tres se sumergieron en busca de aquella moneda nuevamente.

Las risas, las emociones, las anécdotas y los juegos fueron todo lo que ese día tuvieron los 6 chicos. Todo estaba bien.

Y todo estaría bien, ¿Verdad?