04
Ansioso y sin saber que esperar, Seonghwa apretó aún más la carta en su pecho y sus pies se movieron ansiosos para ir a su oficina y leer. Pero antes de eso, se detuvo frente a la caja donde Hongjoong seguía enfurruñado.
"Hongjoong, ¿como es eso de que tenías intención de atacar al guardaespaldas de Yunho con las tijeras jardineras?", Wooyoung palideció ante su pregunta, Seonghwa mordiéndose la lengua al recordar que, justamente, el peligris no tenía idea de nada. En cambio Yeosang se tapó la boca controlando la risa y el rostro enfurruñado de Hongjoong pasó a una mueca de asombro.
"¡¿Era el guardaespaldas del príncipe Yunho?!", ante el asentimiento de Seonghwa, Hongjoong se llevó las manos a la cabeza, "¡¿Y por qué no lo dijo?!"
Wooyoung estaba enojado con él, ¿por qué? Porque no le había contado su relación con el príncipe Yunho y como el hombre del cual tan enamorado sonaba este en la televisión, era su jefe. En realidad no era un enojo verdadero, mientras se lo contaba a la hora del almuerzo, el chico pasó de un estado de euforia, retorcerse cuando contaba algo cursi y terminar llorando con su triste historia amorosa, pero no quitaba que llevaba más de un mes y medio ocultándole su relación y bueno, Seonghwa sabía que si se lo contaba a Wooyoung, eso significaba que también se lo contaba indirectamente a Jongho, y el pelirrojo si que iba a armar escándalo al saber que todo este tiempo su amante fue el príncipe Yunho.
Pero estaba bien, le hizo jurar a Wooyoung casi hasta con sangre que ese era un secreto que solo un par sabían, al menos hasta que todo se arreglara o arruinara más y saliese a la luz.
Ahora, en la comodidad de su hogar finalmente, solitario. Su corazón latió ansioso y emocionado por el contenido de la carta que había sido incapaz de abrir durante ese día. Ni si quiera se quitó los zapatos al entrar, simplemente dejó caer su bolso y corrió a sentarse al sofá con nerviosismo, soltando la carta en la mesa ratona y subiendo sus rodillas al sofá para acomodar su cabeza allí.
"Él sabe que en si, ustedes ya no son nada..."
Volvieron a él las palabras de Mingi a su cabeza y su corazón dolió un poco. Si simplemente las cosas fuesen distintas... ellos no estarían en esta situación tan decadente e incierta. Si él fuese alguien con mayor estatus... un noble, o hasta una chica, las cosas podrían ser tan distintas, empezando con el hecho de que, si no fuese hombre, el enamoramiento descubierto de Yunho no estaría siendo tan criticado como lo estaba siendo en ese momento, o si fuera hijo de una familia prestigiosa, tendría la chance de estar cerca de Yunho sin necesidad de esconderse o el tema de la diferencia social fuese un problema. Seonghwa se odió al pensar en esas cosas luego de un rato, él estaba bien con como era, con su florería, siendo independiente, no podía desear ser otra persona o cambiar de vida y tampoco quería llegar a ese punto.
Extendió la mano para tomar esa hoja, tenía un pequeño pedazo de cinta adhesiva para evitar que se abriera, era tan diferente a las usuales cartas que si no hubiese sido el mismo Mingi quien se la entregara, no creería que fuese de Yunho. La despegó con demasiado cuidado, intentando no estropear el delgado papel y lográndolo luego de un minuto. Con un suspiro desplegando la carta para dar paso a toda la hoja escrita al tope, con esa característica letra a la que estaba acostumbrado y que le hizo sonreír contento.
Hola, dulce estrella:
Ah, es muy raro escribir una carta sin fingir que le hablo a un amigo al inicio, lo hice sin darme cuenta hace un rato y fue bobo, ya no tengo por qué ocultarme.
Estos días han sido algo locos, ¿no crees? Si lo fueron para mi, seguro que para ti también, estoy algo preocupado por eso, ¿estás bien?¿no te sucedio nada? Si pasó algo con mi repentina salida del closet, no me lo perdonaré nunca.
¿Sabes? Estos dos últimos meses fueron un infierno, no por la boda, eso era algo catastrófico desde siempre, tampoco la presión de mi familia. Fueron un infierno porque saber que ya no te tenía conmigo, fuese a la distancia o no, era demasiado doloroso.
Supongo que viste todos esos artículos asumiendo mi cambio, ¿no? Entré en un estado semi-depresivo luego de dejarte, y era horrible saber que nadie más que Mingi podía escucharme respecto a eso, la presión de mi familia y Haneul eran apestantes y solo empeoraban todo.
No fue fácil tomar la desicion que tomé, me había pasado las últimas dos semanas con la cabeza metida en esa idea, cada vez sonando más tentadora porque era insoportable ya... ¿puedes creer que tenía alrededor de tres revistas con tu pequeña entrevista? Eran mi consuelo, verte sonreir debido a que tu florería crecía era algo que me aligeraba el peso.
Fue impulsivo lo que hice, también algo que pudo costarme la vida, pero no tenía nada más que perder, me estaba hundiendo allí y llenando como un globo con agua a punto de explotar.
Todo fue un secreto, cuando la entrevista llegó, se suponía que yo estaba cazando en el bosque, estaba tan nervioso, pero creo que no se me notó, comenzaron a fluir mis palabras y no sé en qué momento comencé a hablar de ti, casi digo tu nombre, logré controlarme y discúlpame por eso, dulce estrella, me despisté con tu recuerdo.
Cuando terminó la entrevista, me fui directo al palacio donde mis padres con la familia Choi estaban esperándome. Todo fue un caos luego de eso, fui golpeado por mi padre, todo fue gritos y peleas, Haneul estaba tan furiosa que tengo un rasguño de ella en el cuello y me amenazaron con hacerte daño si no salía a aclarar las cosas, que te encontrarían de cualquier forma. Admito que casi me convencen con eso, no te miento, la familia real no es sana, pero tampoco quería tirar a la basura todos mis sentimientos por tí de nuevo, ya te he mentido demasiado y quiero hacer las cosas bien.
¿Qué cosas? Jaja, hay gran posibilidad de que no me quieras ver por ningún motivo, pero aún así lo intenté, aunque no sea seguro que me aceptes de nuevo.
Estoy a las afueras de Seúl en casa de Mingi que heredó de su abuela, es mucho más pequeño que el palacio y el polvo pica mi nariz, creo que estoy acostumbrado al lujo que me siento algo atrapado, pero es acogedor, es como tu pequeña casita, solo que no estás tú, tan hermoso y pequeño para alegrarme la vida.
No es mentira aquello que dejaré la familia real, por más que intenten que no lo haga, no cambiaré de opinión, aunque sacrifique todo lo que tenga, no quiero verme manipulado y atado de tal forma de que me olvide quien soy y oprima mis sentimientos, no quiero que me elijan el destino, quiero elegirlo yo, y quiero que sea a tu lado... si es que me perdonas, obvio.
Puede que el proceso sea largo, que tarde meses, pero me desligaré de la familia real y dejaré mi puesto de segundo príncipe, y luego de eso, iré hacia donde ti, te recuperaré cueste lo que cueste y te besaré frente a todos sin culpa, vivirás conmigo hasta que seamos ancianos y le demostraré a cada persona que eres el hombre más hermoso que puede existir.
No más mentiras, no más "o's de doble vuelta", es una promesa verdadera, Seonghwa.
Se me acaba la hoja ya, y Mingi debe partir de madrugada, pero está bien, estoy satisfecho.
Hay un teléfono fijo acá, si por alguna razón, quieres llamarme... el número estará anotado al reverso.
Te amo, dulce estrella, espero estés bien y despreocupado, y logres comprender.
-Tu amor, Yunho
Seonghwa, sorbió su nariz, él odiaba las cartas, las aborrecía por percibir las mentiras de Yunho sobre pasar su vida junto a él. Pero con esta, la letra prolija y perfecta de Yunho jamás había roto el patrón, nada de o's con doble vuelta, nada de mentiras bañadas en dulces palabras y promesas falsas. El corazón de Seonghwa se aceleró porque Yunho no le estaba mintiendo, porque esta vez tenía la oportunidad de cumplir su palabra, y porque lo extrañaba tanto que sus palabras y frases las podía recitar como si el mismo Yunho estuviese frente a él, consolandole y sonriendole con esa sonrisa de cachorro.
Ignorando que estaba llorando y podía mojar la carta en cualquier momento, le dio la vuelta al papel, topándose en la esquina izquierda inferior un número de teléfono desconocido.
¿Quería llamarlo? Obvio que si, y estuvo dispuesto a levantarse para ir hacia su teléfono fijo, sin embargo no fue capaz de bajar las piernas del sofá por alguna razón, su pecho se apretó y la idea de llamar a Yunho por alguna razón, no sonaba tan tentadora ahora que lo pensaba. Queria escucharlo, decir de su propia boca que estaba bien y todo mejoraría, ¿por qué no estaba yendo hacia el teléfono?¿no era eso lo que quería? Poder hablar con Yunho sin miedo, y poder demostrarse el amor que se tenían.
Seonghwa se quedó en el sofá hasta que fue muy entrada la noche, releyendo la carta una y otra vez hasta que se durmió allí, y sin la valentía de tomar el teléfono.
"¿No lo llamaste ayer tampoco?", ante su negación, Yeosang le sonrió comprensivo y acarició su cabello gris con cuidado. Seonghwa se enrolló como un gatito ocultando su rostro entre sus brazos sobre el mesón de la caja, "Está bien, Seonghwa, todo a su tiempo"
"Quiero, pero me bloqueo cuando lo intento", se quejó gimoteando, frunciendo el ceño cuando Wooyoung casi tira un balde con margaritas a un par de metros, "Ten cuidado, Wooyo"
Escuchó una disculpa, y volvió a esconderse en sus brazos. Hoy había tenido otra sesión de acupuntura con Jongho, sus dedos estaban algo dormidos gracias a eso pero nada de lo que preocuparse. Aún así, la frustración que sentía porque cada vez que tenía alguna sesión se convertía en un inútil por dos horas, siempre estaba. Teniendo que jalar a su hermano a que lo recoja cada vez porque era incapaz de ir en bicicleta o tomar la locomoción, luego ser cuidado por sus amigos como si fuese un niño.
Seonghwa realmente quería ser más fuerte, física y psicológicamente hablando, no dejar que sus emociones repercutieran de forma física en él al punto de hacerle enfermar o caer en cama. Tenía 25 años y no podía cuidarse solo, siempre todos llamándole cuando desaparecía por más de un par de horas porque oh no, pudo haberle pasado algo.
Tuvo que dejar de quejarse al oír a Wooyoung atender a alguien quien no estaba buscando flores. Levantando la cabeza y mirando a la entrada, Wooyoung estaba recibiendo una pequeña encomienda a su nombre, el cartero preguntándole sus datos y entregando una cajita para luego irse.
Se levantó como pudo, Wooyoung mirando la caja por todas partes acercádose a la caja en donde Yeosang se les unió por curiosidad.
"Está a tu nombre, Seonghwa, ¿qué pediste?", preguntó curioso el de mechas grises.
Seonghwa parpadeó confundido. Él no había ordenado nada a ninguna parte, y debía hacer el inventario con el encargo de la florería en dos semanas más.
"No pedi nada", negó con la cabeza, confundido y tomando la caja con cuidado de las manos de Wooyoung.
"Es una bomba"
"No lo asustes, animal, que se lo cree", Seonghwa miró mal a Yeosang, y Yeosang miró mal a Wooyoung, quien se encogió de hombros con una sonrisa.
"Ya basta, tiene el sello de una pastelería por debajo de la etiqueta", Seonghwa quitó la etiqueta con poca fuerza, dejando a la vista un logo estampado en la caja de un pequeño pastel con un nombre ridículo que jamás había escuchado.
"¡¿Alguien te envió comida?!", los ojos de Wooyoung brillaron.
"Eso parece", Seonghwa volvió a inspeccionar la caja, extrañado.
"Seguro fue Yunho", ante la mención de el príncipe, ambos miraron al pelinegro que se encogió de hombros, "Es lo más probable, ¿quién más lo haría? Es tu amante"
"Sigo sin creer que es tu amante", Wooyoung le miró con ojos entrecerrados, antes de golpear a Yeosang, "Y es príncipe Yunho, maleducado"
La ceja de Yeosang se crispó y Seonghwa soltó una risita, Wooyoung lograba sacar de sus casillas al pelinegro.
"Técnicamente dijo que iba a renunciar a la familia real", se quejó, "Y en todo caso, ya le perdí el respeto desde la primera vez que hizo llorar a Don debilucho"
"No me insultes de esa manera" Seonghwa gimoteó entre las risas de ambos, tomando el cartonero que se hallaba al lado de la caja para romper con cuidado las cintas adhesivas que mantenían cerrada la caja, y apenas lo hizo, abrió con cuidado la solapa, mostrando en su interior bonitas fresas bañadas en chocolate y decoradas con mostacillas y tres macarons de color rosa.
"¡Ay, que lindo!", Wooyoung se inclinó, incluso más emocionado que Seonghwa, "Dame el nombre de esa pastelería, le diré a Jongho que me regale algo así un día de estos"
Seonghwa sonrió enternecido ante el detalle, dándose cuenta que en la solapa de la caja por dentro había una carta roja pegada, la despegó con cuidado y abrió curioso. El aroma repentino de la colonia de Yunho le llegó a la nariz, y su corazón se agitó emocionado que sus manos aún algo dormidas se aceleraron para sacar el papel dentro y leer.
Hola, dulce estrella:
¿Cómo estás, mi vida entera? Espero que bien.
No me haz llamado, pero está bien, entiendo el que tal vez no quieras hablar conmigo aún, aunque pasé estos días sentado al lado del teléfono, no creas que me rendiré tan fácil.
Este es un pequeño regalo para ti, espero lo recibas sano y a la hora, le dije a Mingi que lo encargara con cuidado.
Por favor, a las cuatro y media sintoniza la radio 67,1, ¿si? Es importante.
Te amo y lo haré siempre.
-Tu amor, Yunho
"¿Y así sigues dudando que es verdad?", preguntó Yeosang a su lado hacia Wooyoung, logrando sobresaltarle y borrarle la sonrisa de tonto que traía.
"¡No chusmeen mis cartas, fuchi fuchi!", ocultó la carta y cerró la caja, girándose para empujar a sus dos esclavos fuera de su espacio personal, "¡Vayan a recortar los tallos de las flores y cambiarles el agua!"
"¿No nos piensas dar una fresa?"
"No, son mías"
A las cuatro y media, Seonghwa ya tenía el conocimiento -gracias a Hongjoong, quien durante la mañana estuvo ausente por unas compras- de que Yunho estaba en la ciudad, específicamente en el palacio, y daría un anuncio respecto a su situación.
Seonghwa, nervioso y con la florería vacía, se aferró a su cajita con una de las fresas en la boca, frente a la radio y escuchando con atención. Con Wooyoung al lado sentado agarrándole el brazo emocionado por escuchar. Todo indicaba a que Yunho anunciaría oficialmente su desertar a la corona, en ninguna de las dos cartas había dado a entender lo contrario, y Seonghwa quizás estaba ilusionandose demás, ¿qué pasaba si se arrepentía y ese anuncio era la forma de demostrarlo? Tragó la fresa con chocolate con dificultad. Imposibilitando el sentirse mal por la felicidad que le daría si Yunho realmente renunciaba a la corona, literalmente estaba tirando su vida, su formación y su familia por la borda, Seonghwa no debería sentirse tan feliz por el trasfondo de eso.
Quería ver a Yunho, convencerlo y convencerse a si mismo de que si realmente eso era lo que quería hacer con su vida. Negar a la realeza e iniciar su vida de cero sin conocimiento alguno de la vida fuera de las puertas del castillo. Y está bien, su Yunho podía ser la persona más culta, inteligente y racional que podía conocer, pero aún así el temor de que algo pudiese pasarle por esta desicion estaba allí en su cabeza.
Todo el mundo se había enterado ya, literalmente, que el segundo príncipe de Corea del Sur quería negarse a la corona y tenía un amante varón. Y era de esperarse, nunca pasaba que un príncipe o alguien de la realeza quisiera desligarse por completo de esta. Según la radio, ya habían reporteros de Estados Unidos, China, Rusia, Inglaterra y Japón atentos al atrio del castillo a la espera del príncipe Yunho que saliese por las puertas.
De pronto, se sumaron Yeosang y Hongjoong a sus costados, igual de emocionados y nerviosos que él.
"No te sientas tan nervioso, Seonghwa", intentó calmar Hongjoong acariciando sus hombros, Seonghwa asintió con otra fresa en la boca, aunque lo sintió más para Hongjoong mismo que para si.
"¿Qué puede salir mal? Aparte de que lo amenazaran y siga con su matrimonio arreglado", ante la voz de Wooyoung, Yeosang y Hongjoong se giraron a él a punto de tirarle sillas por la cabeza, Seonghwa se encogió en su asiento, algo temeroso por lo dicho por el menor.
"Lo único que saldrá mal aquí serán tus piernas, Wooyoung", ante la violencia de ese comentario, Seonghwa acarició el brazo de Yeosang girándose hacia él y mirándole con ojitos maternos. Al pelinegro solo le bastaron dos segundos para apartar los ojos y bufar, "Ugh, no me mires así, ya me calmaré"
Más contento, Seonghwa salió de su rol de madre protectora y volvió a ser el niñito nervioso y tembloroso, aumentando cuando por la radio anunciaron de pronto que las puertas del palacio se estaban abriendo, todo el bullicio que se escuchaba por el aparato viéndose reducido en un santiamén al característico sonido de los flashes de las cámaras anunciando la presencia del príncipe Yunho.
Seonghwa deseó tener una televisión frente a él, poder ver la transmisión en vivo y ver el rostro de Yunho, tan expresivo como neutral, saber qué podía estar rondando por sus pensamientos, ver con lo que estaba vestido, verlo.
"Muy buenas tardes a la prensa convocada el día de hoy por asistir a esta reunión. Pido disculpas si hubo alguna especie de atraso en mi llegada", se escuchó la voz de Yunho, fuerte y claro por la radio como si estuviese hablando directamente hacia ella, Seonghwa tembló en su lugar. "El pasado 8 de febrero, una entrevista en vivo que yo mismo, Jeong Yunho, príncipe de la República de Corea del Sur y segundo heredero al trono, solicité, se llevó a cabo. En donde expresé abiertamente mi contraposición a mi unión matrimonial con la señorita Choi Haneul y acepté mi orientación sexual diferente a lo esperado."
De simplemente recordar esa entrevista, que seguía causando gran furor en todas partes y recibiendo millones de críticas y artículos en revistas y diarios aún, Seonghwa tembló ansioso.
"Lamentablemente, mis actos lograron colocar a mi familia y a la familia de nobles Choi en una situación poco agradable, por lo tanto, horas luego de la televisada entrevista, di mi veredicto final respecto a mi situación a la prensa de forma atolondrada, causando un sin fin de comentarios malintencionados y rumores falsos atacando mi integridad y la de la familia real quienes tuvieron que encargarse de lo sucedido."
Y claro que si, la cantidad de rumores sobre el príncipe Yunho era tanta que Seonghwa había quedado boquiabierto con la imaginación de la gente. El rumor de que hasta Yunho quería sabotear la corona junto a los rebeldes en silencio y matar a su familia era el más perturbador de los que había escuchado Seonghwa.
"Pero hoy, 12 de marzo, y con mi abogado de confianza bajo mis manos y guiándome en el proceso, he empezado los trámites correspondientes para cumplir lo que dije, y desligarme oficialmente de la familia real y la corona. Luego de una conversación exhaustiva con mi familia, logramos llegar a un acuerdo y el papeleo comenzará hoy mismo para que yo, finalmente, no pertenezca de forma legal a la familia real"
"Oh santa mierda", escuchó a Hongjoong atrás suyo, sus palabras desapareciendo al instante de su cabeza.
Seonghwa estaba allí, sentado, sin temblar, actuando como un vegetal del asombro que sentía. Yunho iba a renunciar a la corona. No podía ni sentir los dedos de la mano, su estómago no se estaba volcando y las lágrimas no estaban ni cerca de salir. Seonghwa estaba completamente en blanco sentado allí, intentando darle el peso a la situación de forma física. Quería tomar la radio entre sus manos y gritarle, como si Yunho pudiese escucharle de esa manera, quería agarrarse el cabello y jalárselo de los nervios, pero no había nada, ningún sentimiento estaba presente dentro de él.
"¡Principe Yunho!¿Qué nos puede decir personalmente de su abrupta decisión de renunciar a la familia real?"
"Tengo la convicción de que esta desición va a ir a beneficio de la familia real y mi propia persona, luego de pensarlo en estos 32 días, tengo la seguridad de que existen más ventajas que desventajas para ambas partes."
"¡Aquí, Príncipe Yunho!¿Cuál es su motivo personal por el cual ha decidido esto?"
Un par de segundos tortuosos para el pálido Seonghwa le tomó responder, "Quiero probar la libertad a mi gusto... quiero enamorarme sin miedo y poder vivir mi vida como yo lo planee, ser el dueño de mi destino y preocuparme por mi y quienes dejo que me rodeen. Fui educado para liderar el país, pero yo solo quiero liderar mi vida y mostrarme como soy, y amar a quien amo"
El corazón de Seonghwa se agitó ante eso, tragando saliva cuando la voz de Yunho salió como miel, más suave y dejando ese tono de autoridad ante la respuesta.
"¡Su alteza!¿qué planea hacer luego de este anuncio?¿va a vivir junto a su pareja?¿podremos conocer a su pareja luego de esto?"
Aquella pregunta descarada logró reacciones de mal gusto en los cuatro hombres de allí, causando insultos en el rubio por la osadía de la reportera al preguntar eso y que Seonghwa esta vez, pudiese palpar un poco de nerviosismo entre su nula capacidad de expresarse.
"Mi relación entre mi pareja y yo no va a ser pública, respeto la privacidad y es algo a lo que justamente estoy intentando llegar, no voy a exponer a mi amante ni vivir por los medios mediante mi vida amorosa", y esta vez, el tono de Yunho cambió de dulce miel a molestia palpable.
"Da a entender que ustedes siguen estando juntos", Yeosang murmura, y Seonghwa se gira como endemoniado ante él, en la punta de la lengua aquella confirmación de que si, seguían juntos.
Pero no lo estaban, Seonghwa se tuvo que detener y recordar a si mismo que fue él quien dio término a su relación y es él el que no puede dar el siguiente paso para hablar con Yunho. Se siente patético, así que no es capaz de abrir la boca y decirle algo a Yeosang quien lo mira de forma indescifrable.
"¡Su alteza!¿qué sucedera con sus responsabilidades y deberes como heredero, al igual que sus títulos como príncipe?"
"Apenas la renuncia sea firmada, yo ya no ejerceré bajo ningún deber antes impuesto y se repartirán entre los demás miembros de la familia real"
Más preguntas y gritos se escucharon, anhelando ser escuchados, pero la voz de Yunho no se volvió a escuchar más, y solo bastaron un par de minutos para que la reportera de la emisora anunciara que el príncipe no siguió contestando preguntas, y ya se había marchado.
Suspirando, se levantó como si nada, mordisqueando su labio en el proceso para apagar la radio de una vez por todas.
"Seonghwa hyung, ¿estás bien?", pregunta Wooyoung, Seonghwa recordando que seguía estando acompañado y topándose con los tres pares de ojos mirándole con algo de preocupación.
Sonrió, tenso, suspirando de nuevo. Terminado por asentir sin entender su extraño comportamiento.
"Si si... solo... necesito algo de tiempo, creo", se encogió de hombros, sus dedos sudados yendo a su cuello, "Y debo llamar a Yunho"
Se sacó los dedos de la boca, sus uñas ya estaban estropeadas por estar la última hora mordisqueandolas sin cesar. Se paseó por su pequeña sala con el pijama puesto y la bata atada en la cintura.
Estaba hace una hora pensando en qué decir cuando finalmente marcara el número que le dejó Yunho tiempo atrás, este mismo papel al lado de la mesa esquinada con el teléfono a la espera de ser marcado, Seonghwa ya se había hecho la idea de que no se iría a dormir hasta tomar el teléfono y marcar a Yunho y hablar.
Pero ese era el tema, ¿qué rayos le decía? Seonghwa estuvo en blanco toda esa tarde, tan perdido que casi chocaba su bicicleta con un semáforo camino a casa.
Está frustrado, desde hace un mes tiene la posibilidad de hablar con Yunho, el amor de su vida y por su cobardía no es capaz de tomar el teléfono y marcar un número. Con un puchero en los labios, sigue dando vueltas como lunático por su sala durante un par de minutos, lamentándose e intentando salir de la simple frase de saludo en su planeada llamada. Tanto así, que no pasa demasiado para que en un arranque de valentía, se deje caer en la silla y agarrando el papel, marque el número allí.
Los dedos de sus pies se encogen cuando al llevarse el teléfono al costado del rostro, la línea marca de forma endemoniadamente lenta, logrando que su nerviosismo aumentara y volviese a pensar las cosas, el deseo y la inseguridad de querer cortar antes de que contestasen sonaba demasiado tentador para cuando el décimo pitido sono, y cuando la mano le tembló dispuesta a cortar, soltó un respingo cuando la línea contraria se descolgó.
"¿Hola?", esa no era la voz de Yunho, Seonghwa se congeló ante la grave voz al otro lado, el pánico palpando su lengua porque no era Yunho al teléfono y alguien extraño contestó. Seonghwa quería cortar, decir que fue un error y marcó mal un número, pero su boca no se movía y sus dedos no respondían, estaba congelado, "¿Quién es?", preguntó de nuevo esa voz grave.
Sus ojos lagrimearon, ¿donde estaba Yunho?¿realmente había marcado mal el número, o Yunho lo escribió mal? En ese momento necesitaba esa bonita voz hablándole para calmarle, no aquella que estaba repitiendo que quien era, más grave y ronca de la de su enamorado. Sollozó sin poder evitarlo, con vergüenza y pena palpable en su silencioso lamento mientras al otro lado seguían las preguntas.
"¿Disculpe...?", ante su sollozo, el hombre dejó la pregunta al aire por unos segundos, "Oh dios... ¿Seonghwa-ssi?"
Ante la mención de su nombre, sus ojos se abrieron en una especie de terror y angustia y un patético sonido salió de su garganta, ¿el extraño al que le había marcado sabía su nombre?
"Seonghwa-ssi, soy Mingi", y ante la mención del mejor amigo de Yunho, es que Seonghwa pudo atar cabos, Yunho estaba viviendo con Mingi a las afueras de Seúl, la voz del menor ahora sonando tan reconocible, Seonghwa se sintió mal por no haber captado antes aquello, "Yunho en estos momentos está en la ducha... no esperaba su llamado justo hoy, se la ha pasado leyendo al lado del teléfono todos estos días, ¡aguarde aquí! Ya le apresuraré"
Mingi no le dejó hablar, sabiendo que tampoco podría por su lloriqueada y su garganta cerrada, solo escuchó como el alto se iba del teléfono y todo volvía a estar en silencio. Seonghwa secó sus ojos con su mano libre, intentando parar de llorar y recomponerse. Una sonrisa inevitable se formó en sus labios al procesar lo dicho por Mingi, Yunho había estado leyendo todos esos días al costado del teléfono esperando su llamado, siendo esos detalles pequeños los que hacían florecer su amor por el hombre pelinegro, tan atento y entregado con quien amaba.
Escuchó un par de gritos lejanos por la línea mientras se recomponía, suponiendo que Yunho había detenido su ducha entre el apuro de contestarle el teléfono, la imagen mental de aquello fue adorable y logró sacarle una risita justo antes de que escuchase el teléfono ser tomado.
"¡Me secaré después, Mingi, esto es importante!", entendió, porque Yunho había tapado el micrófono con su mano, causando otra risita en él. Seonghwa esperó paciente y nervioso, un minuto pasando tortuosamente lento antes de que escuchase un suspiro seguido de la voz dulce de Yunho, "¿Dulce estrella, eres tú?", preguntó, con tono de voz ilusionado.
Y con solo escuchar ese ridículo apodo, Seonghwa se largó a llorar con fuerza como un bebé al otro lado de la línea, asustando a Yunho quien solo escuchaba los lloriqueos de bebé y como Seonghwa parecía estar ahogándose en mocos. Acurrucado en su sitial al costado del teléfono, Seonghwa lloró con fuerza porque la voz de Yunho hablándole específicamente a él había sonado tan cálida y bonita, un sentimiento de protección y adoración que creció en Seonghwa al instante y fue imposible de manejar.
"¿Cielo?¿por qué estás llorando?", preguntó Yunho, la voz teñida en preocupación que solo hizo a Seonghwa llorar más, "Ay, bebé, ¿pasó algo?¿alguien te hizo algo?¿te preocupa algo? Dime por favor antes de que salga corriendo a tu casa"
Una tonta risa brotó entre sus sollozos, sonando horrible y como si estuviese loco, se pasó las manos por los ojos para secarse las lágrimas e intentar calmarse, pero al menos con su ridícula risa-lamento, Yunho había captado que nada malo sucedía.
"¡C-claro que hay algo que me preocupa!", exclamó, tembloroso y con voz gangosa, una sonrisa tirando de sus labios, "¡Tú!", chilló, tomando por sorpresa a Yunho, secando su mano mojada en la bata, "¡Tú me preocupas!"
Respiró con fuerza, intentando calmarse porque de seguro sonaba como un lunático, pero sus pelos se crisparon al oír la burbujeante risa de Yunho del otro lado de la línea, sonando feliz. Yunho se estaba riendo como un niño pequeño y eso desconcertó a Seonghwa, logrando dejar de llorar y pestañear como un gatito confundido durante dos minutos más, su cuerpo calentándose con las risas de Yunho hasta que este se calmó.
"Oh dios, hace cinco meses no escuchaba tu voz tan bonita", Seonghwa se sonrojó, sus dedos haciéndose paso entre sus muslos, "No sabes cuanto extrañé escucharte, decir cualquier cosa en el tono que sea, te extrañé tanto, Seonghwa", sintió sus oídos quemar, porque Yunho había pasado de reírse de él a decirle cosas cursis y bonitas y no sabía como reaccionar.
"Y-yo igual te extrañé...", murmuró quedito en voz baja luego de unos segundos, sintiéndose tímido aunque Yunho no estuviese frente a él.
"Pensé que... no querías verme o saber de mi, como no llamaste en todo ese tiempo y con todo el escándalo, no sabía si querías seguir en contacto conmigo", la voz de Yunho igual bajó el tono, sonando calmada pero aún así con un tinte de emoción que hizo a Seonghwa sonreír.
"Necesitaba algo de tiempo y valentía... moría por llamarte, los chicos están de testigo", una risa brotó de ambos, "pero me quedaba en blanco y no podía tomar el t-teléfono... p-perdón, n-no pienses que no quer-quería", oh no, de nuevo quería llorar como bebé, ¿por qué tenía que ser tan sensible? Pensar que Yunho tenía la idea de que no quería verlo le pesó el corazón.
"No llores, Seonghwa, no tienes por qué pedir perdón", tranquilizó Yunho, con voz melosa y armoniosa, Seonghwa cerró los ojos e imaginó que Yunho se lo decía directamente en la oreja, "Lo entiendo y está bien, al final haz llamado, eso me deja tranquilo con que aún no te he perdido"
Sorbiendo su nariz, soltó un suspiro, dejando caer su cabeza entre las rodillas con el teléfono pegado en la oreja, se sentía solo en su pequeña casa, estaba frío, quería tener el calorcito de Yunho en ese momento.
"N-no me vas a perder nunca", aseguró, escuchando el suspiro de alivio del otro lado de la linea, "Pero aún así, eres un idiota"
"Auch, ¿y eso por qué vino, bonito?"
"¿Cómo por qué vino?¡Es obvio!", se quejó como un niño, "¿Cómo tomaste esa desición tan... arriesgada?", Seonghwa ni si quiera podía nombrar la entrevista o su renuncia, se le revolvía el estómago por alguna razón que no comprendía.
"¿Arriesgada...?", con un ruidito afirmativo, Yunho se quedó pensando un momento, "¿Hablas de mi entrevista y la renuncia?", otro ruidito más, Seonghwa gruñó al escuchar un aaah tan liviano, "Eso... bueno, sé que dije que era porque quería libertad pero uh, en realidad gran parte fue por ti"
"¡Yunho!", Seonghwa gritó, asombrado.
"¡Es la verdad, dulce estrella!"
"¡¿Cómo pudiste hacer algo así por mi?!"
"¡¿Cómo no hacerlo, si te amo y estoy enamorado de ti?!", Seonghwa soltó un gritito exasperado, las mejillas rojas no sabe si de enojo o nerviosismo. Yunho había tirado a la basura su vida completa por él, ¡por él! Por un chico torpe que no puede cuidarse por si mismo y es un llorón de primera, Seonghwa quería golpearle.
Yunho estaba en proceso de no tener nada, de salir del palacio donde fue criado, de olvidar sus enseñanzas y títulos, su nobleza, el lema de su familia, de ser parte de la clase media y perder el respeto que le tendrían por ser un ícono, y lo hacía sonar tan fácil.
"¡Eres un noble, fuiste criado para liderar el país entero, tienes toda una vida acomodada y llena de lujos y por mi renunciaste a eso!"
"¿Para qué necesito todo eso si no soy feliz contigo?", Yunho no volvió a subir la voz, dejando a Seonghwa enmudecido, "No soy feliz en esa vida, no lo seré casándome con otra persona y comiendo platillos que equivalen a las ventas de toda una semana en tu florería"
"Uh- pero-", Seonghwa intentó hablar, pero Yunho le interrumpió.
"Quiero estar contigo, aunque tenga que vivir bajo un puente y renunciar a todo lo que alguna vez me dieron, quiero vivir a tu lado hasta que me muera, es lo único que me hace levantarme en estos últimos meses", Seonghwa se sintió como un niño regañado, Yunho no le estaba hablando enojado o algo por el estilo, seguía con ese tono calmado, suave, pero con una leve carga de tensión y desahogo que hizo a Seonghwa callarse y simplemente escuchar, "No sé si habría decidido lo mismo si no te hubiese conocido, pero no me arrepiento, aunque no quieras escucharme o te aburras de mi en algún momento, yo no me arrepiento de haber renunciado y haberle dado la espalda a la familia real"
Seonghwa se dejó caer en la silla a peso muerto, con un nudo en la garganta y sobándose los brazos por el frío que hacía, no podía moverse, escuchar la respiración de Yunho estancada al otro lado en la cuenca de su oído, tan cerca pero tan lejos, sin saber donde estaba o como estaba, simplemente allí, su voz intentando expresarle todo lo que sentía en ese momento por un estúpido teléfono fijo.
Ahogó un ridículo sollozo contra la manga de su bata, intentando ser silencioso pero fracasando en eso, Yunho a lo mejor podía no llorar con su situación, pero Seonghwa si lo haría por él, lloraría hasta caer dormido o deshidratarse, dejaría salir todos esos sentimientos que Yunho no a través de él, combinados con los suyos.
"T-te extraño tanto...", con la voz gangosa y una pelota de tenis de la garganta pudo musitar, sin esperar realmente una respuesta, simplemente dejándolo salir porque se estaba ahogando solo, "Necesito verte, Yunho"
"Yo también muero por verte, desde que salí de ese palacio lo único que he querido ha sido verte, tomarte entre mis brazos y decirte las cosas más cursis que puedas imaginar mientras te beso en esos bonitos labios", Seonghwa correspondió a esa sonrisa que no podía ver, más sin embargo sabía que allí estaba en el rostro de Yunho, y sollozó de nuevo, "Pero si hay algo que no quiero que pase, es que seas acosado, no quiero arriesgarme a que te pase algo porque me siguieron hacia tu casa, la gente tiene cada intención loca Seonghwa, no pienso poner en riesgo tu seguridad porque si algo te pasara por mi culpa me volvería loco"
Seonghwa asintió, como si Yunho pudiese verle, comprendiendo la situación y dándose el ánimo de que debía aguantar solo un poco más. Cerró los ojos para evitar que las lágrimas se siguiesen acumulando en estos.
"Te prometo que apenas me desligue de la realeza en dos semanas, haré lo que sea, me escabulliré como encuentre la forma, para ir a verte, te lo prometo mi dulce estrella, solo espérame un poquito más, ¿si?"
"Te esperaré el tiempo que sea necesario...", ignorando todo lo cursi que pudo haber sonado eso, escuchar ese suspiro alegre de su amante era maravilloso.
"Te amo, Seonghwa"
"Y yo a ti, Yunho"
hwalight | 041121
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro