Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

|||-𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝒄𝒊𝒕𝒂-|||


—Asi que, te quieres casar— habló brutacio mientras caminaban junto a Hipo

—No de hecho no— respondió Hipo

—Buenas noticias, he estado en dos bodas, me cole en ambas, pero, ninguna era tan exclusiva como la de ustedes— interrumpió Brutacio mientras jugaba con una rama— Demasiada presión, prejuicios... y no habló de los míos

—Oye, es que ya lo hablamos... y no nos vamos casar— vociferó el ojiverde un tanto incomodo por la situación

—Te dio frío, lo he visto muchas veces... no te preocupes Hipi, estoy contigo— afirmó Brutacio dándole una sonrisa a su amigo

—¿Qué? ¿Hipi?— preguntó extrañado el Jefe de Berk

—He visto como te mira Amelia, todos lo han visto, su duda... la no tan sutil decepción, el anhelo por algo más... que tu— continuó hablando el rubio— Enfocate en ser digno, osea, es una guerra, una reina, una mujer tan fuerte que posee habilidades extraordinarias por el amor de Thor... y tu ni fu ni fa... pero conmigo como tu padrino y tu guía espiritual si gustas, aprenderás a sacar tu vikingo interior

—Soy un vikingo— se quejo el azabache

—Muestrale a tus enemigos, que son muchísimos, que eres más que un flacucho desnutrido, con cabello feo, dientes raros y pescuezo de lombriz— dijo el rubio

—Eres... eres un pésimo motivador— artículo el ojiverde

—Hipo, ya no dejes que tus inseguridades opaquen lo mejor de ti, todo el mundo de observa, enserió... todo el mundo— Brutacio hablaba sin parar

Hipo a lo lejos diviso algo extraño entre los arbustos, alertando a Chimuelo para que se quedara quieto, y haci no hiciera ningún movimiento

Una jeringa con un líquido morado era lo que él Jefe de Berk encontró entre los arbustos

—Oye, ¿Le estoy hablando a la pared?— reprocho Brutacio—¿Uh? ¿Qué es?— preguntó al ver lo que Hipo sostenía en sus manos

El azabache lanzó una rama un poco a lo lejos, y de ahí, salió lo que parecía ser... una trampa para dragones

—Tenemos que irnos— ordenó

[•••]

Astrid y Amelia escucharon a lo lejos como un Hipo molesto y preocupado hablaba con Bocón y Ereth, ambas se miraron entre sí, pues sabían que sus enemigos eran cada vez más

—Yo no aconsejaría llevar a Chimuelo a ninguna parte jefe— verbalizo el ex-cazador— Reconozco esta hechura... Grimmel el grimoso, famoso de donde vengo... el más inteligente caza dragones que haya visto, bueno, después de mi por supuesto— añadió entregándole aquella arma a la pelirroja

—Ni tan inteligente, dejo su trampa desprotegida— respondió Hipo

—Nada, nada es accidental cuando se trata del viejo Grimmel— dijo el pelinegro mirando a Chimuelo

—Pues no creo que sepa con quien se esta metiendo— vocifero Astrid

—El vive para cazar, para meterse en la mente de su presa, controlar cada desición— exclamó Amelia dándole la razón a su amigo— Grimmel es uno de los más grandes cazadores que hayan existido Hipo— murmuró con preocupación

—Hemos lidiado con los de su clase— soltó Hipo

Ereth miro a la pelirroja con preocupación y nerviosismo

—No lo subestimen para nada Hipo... recuerda mis palabras, volverá— afirmó Ereth

—Pues aquí lo vamos a esperar— anunció Hipo alejándose del lugar

[•••]

Mientras todo este suceso ocurría, habían dos personas que habían escuchado la conversación, pero que se quedaron callados

—¿Crees que el...?— preguntó Anna mirando a su esposo, la cara de preocupación en ambos era notable

—No lo sé... pero si el volvió... es mejor estar preparados— sentencio Abel seriamente

—Esto no tenía que pasar, Abel, ¿Si nuestros hijos se enteran? ¿Qué les vamos a decir?— cuestionó la mujer angustiada

—Escuchame Anna, no diremos nada, al menos no ahora... todo estará bien cariño, todo estará bien— respondió Abel abrazando a su esposa

[•••]

La tarde había llegado, no había señales de que Grimmel estuviera por alguna parte, Hipo y Amelia estaban en la tenerba junto a todos los vikingos, unos comían y reían, otras se pelean y jugaban

—Ese pastel estaba delicioso, el postre que preparaste te quedó genial papá— halago Amelia mirando a su padre

—Solo lo mejor para mis amados hijos— respondió el mayor abrazando a sus dos hijos

—Bueno ammm... tenemos que irnos— indicó Hipo tomando de la mano a su novia 

—¿A donde van?— cuestionó Abel

—Hipo y yo tendré una cita... adiós— se despidió la pelirroja alejándose del lugar junto a su novio

[•••]

—Extrañaba esto— murmuró Amelia mirando el cielo

—Hace tiempo que no pasamos tiempo como pareja... ven quiero mostrarte algo— dijo Hipo mientras montaban ambos a Chimuelo

Este emprendió vuelo muy alto en el cielo

Pasaron algunos minutos hasta que la chica pudo ver se cerca, hasta que por fin ambos jinetes pudieron divisar unas hermosas auroras boreales


—Wow— murmuró Amelia

—Recuerdo la primera vez que vi una... fue la primera vez que tu y yo volamos junto a Chimuelo, ¿Recuerdas?— habló Hipo

—Como podría olvidar ese momento, fue maravilloso— respondió la pelirroja

Chimuelo bajo en una colina donde tendrían una hermosa vista a las auroras, Hipo, quien había estado en ese lugar antes que la chica, tomo una manta que el había dejado ahí para la ocasión 

Puso sobre ellas algunos postres y más comida, Amelia estaba sorprendida al ver que su novio le había organizado un picnic nocturno

—Vamos siéntate— dijo Hipo con una tierna sonrisa— Esta noche seremos solo tu y yo contemplando de esta hermosa vista— Hipo y Amelia comenzaron a comer lo que él azabache había llevado de comer

La joven pareja hablaba de cosas triviales, ambos recordaban momentos del pasado que habían pasado juntos, ambos con una enorme sonrisa en sus rostros

—Recuerdo el día en el que te conocí, como si fuera ayer, tu valentía rivalizaba con la de los dioses guerreros— murmuró Hipo dándole una fresa en la boca a la pelirroja

—Mi vikingo intrépido... te amo demasiado Hipo, nunca lo olvides— respondió la ojiazul acariciando sus mejillas

—Algo te preocupa, dime, ¿Qué pasa por esa hermosa cabeza tuya?— cuestionó Hipo

—¿De que hablas?— preguntó Amelia confundida

—Te he visto angustiada estos últimos meses, desde que tu magia apareció te haz comportado así— verbalizo Haddock— Mi vida no quiero que te reprimas cuando estés conmigo, ¿si?, puedes contarme lo que sea... soy tu novio y estoy aquí para apoyarte, no para juzgarte— terminó el ojiverde tomando de las manos a la menor de los Miracle

Amelia lo miró asombrada, pues por lo general era ella quien consolaba a Hipo con palabras alentadoras y llenas de cariño

—Hace algunos meses, comencé a tener sueños en donde mi hermano y yo nos enfrentabamos — comenzó a decir la pelirroja— Billy ha soñado lo mismo conmigo, incluso escucho voces en mi cabeza que llegan a atormentarme cuando duermo... mi hermano y yo hablamos con Gothi, y dijo que ambos poseemos magia oscura— explicó la jinete

—¿Magia oscura?— preguntó Hipo

—La magia que tenemos es más poderosa de lo que nosotros creemos, y si nos dejamos consumir por el poder... la magia oscura se apoderará de nosotros— respondió Amelia

—¿Y las voces?— preguntó nuevamente el ojiverde

—Gothi dijo que era la magia oscura queriendo controlarme— murmuró la pelirroja— Hipo, tengo miedo, ¿Y si la oscuridad me consume?, no quiero dañar a los que amo, no quiero hacerte daño a ti... tengo miedo de que un día la magia me controle a mi, tengo miedo de lo que pueda suceder— confesó la chica, sus ojos estaban aguados por las ganas de llorar que tenía en ese momento

Hipo la miraba con tristeza, Amelia era una chica fuerte, y verla de esa manera no era algo lindo de ver

—No importa lo que pase, siempre voy a estar a tu lado, no importa lo que decidas ni que clase de actos cometas... no olvides que,
desde el día en el que te conocí, siempre seras mi único amor— Hipo miraba con amor a su novia— El mejor vino para embriagar mi corazón— terminó de decir el chico

Amelia lo abrazo, estaba agradecida de que el chico al cual ella amaba, la amara tal y como ella lo amaba a él

—Gracias por entenderme— agradeció la chica, ambos se miraron a los ojos, lentamente se acercaron poco a poco, hasta darse un lindo y tierno beso, un beso que demostraba lo mucho que ambos se amaban

La joven pareja se quedó mirando las estrellas, contemplando el hermoso anoche que el cielo les estaba brindando

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro