Astrid y Amelia se encontraban en el bosque, y su amiga no paraba de decir lo mucho que estaba enojada con Hipo, pues al parecer la fama que tenía había desaparecido por completo

—¡IDIOTAAA!, siempre me cayo mal Hipo, pero ahora...ahora no lo tolero ni tantito— grito Astrid lanzando su hacha hacia un árbol— Tanto esfuerzo que me costó llegar hasta aquí...y ahora ya no tengo nada— dijo finalmente para ir por su hacha

—Astrid piénsalo de esta forma...no importa si el logra matar a un dragón o no, lo que importa es lo que tu harás cuando terminemos el entrenamiento— ánimo su amiga con una sonrisa, a lo que ella volteo a verla

—¿De qué estas hablando?— preguntó

—No siempre estaremos entrenando, llegará el día en el que seremos oficialmente vikingas...y a nadie le importa lo bueno que eras tu o Hipo o cualquiera de nosotros en los entrenamientos...si no lo...— no termino de hablar, pues su amiga la había interrumpido

—Si no lo que hacemos en una verdadera batalla...tienes razón es un idiota, pero les demostraré que yo soy mejor que el— dijo con una sonrisa

Después de eso, ella dijo que tendría que ir a entrenar lejos de todos, para poder concentrarse mucho mejor

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Por otro lado, las cosas para Hipo y Chimuelo hiban mucho mejor, el chico había logrado mejorar bastante en su forma de volar con Chimuelo, y aunque algunas veces eran intentos fallidos, muchos otros eran todo un éxito

Tanto haci que había logrado llevarlo por la noche a la aldea, y meterlo a donde hacían ellos armas, para haci poder acomodar bien su asiento

Pese a los intentos de Hipo por que Chimuelo no hiciera ruido, le era imposible pues el dragón era demasiado grande y no podía evitar que hiciera un poco de ruido

Con lo que no contaba era con que cierta rubia estaría afuera a altas horas de la noche

—¿Hipo...estas aquí?— preguntó Astrid

—Ahh...Astrid hola, hola Astrid, hola Astrid, hola Astrid— saludo el chico con nervios

—A mi no me importa lo que haga la gente, pero actúas muy extraño—  respondió la chica con cierto enojo— Más de lo normal— termino diciendo

Justo cuando Hipo iba a hablar, se resbaló cayendo por la ventana por la que había salido, y no dudo ni 5 segundos para salir corriendo de ese lugar sin que Astrid se diera cuenta a donde se había ido

Sin duda alguna, la chica estaba más que confundida y enojada a la misma vez

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Por otro lado, los vikingos habían llegado por fin a Berk, después de semanas estar fuera

—Y bien...supongo que al menos dieron con el nido—  dijo Bocon viendo a Estoico

—Ni nos acercamos— habló Estoico con enojo

—Ja excelente— una risa sarcástica salio de Bocón

—Espero que hayas tenido más éxito que yo— le respondió

—Si con éxito te refieres al final de tus problemas paternos...si— dijo Bocon, algo que sorprendió a Estoico, y justo en ese momento llegaron más vikingos dándole las gracias y alabando, algo que le parecía muy raro— ¿Se fue?— preguntó Estoico a Bocon

—Amm si, como todas las tardes pero...no puedo culparlo, la vida de una celebridad es muy dura, no puede ni caminar por ahí sin ser agobiado por sus admiradores— le dijo Bocon con mucha tranquilidad

—¿Hipo?— preguntó con mucha duda

—Quien lo hubiera dicho, tiene talento con las bestias— finalizó Bocon dejándolo asombrado

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Por otro lado, el joven Hipo se encontraba volando con Chimuelo, estaba tan feliz de ver y sentir como volaba, pues para el era una sensación que era difícil de describir

Llegada la noche Hipo apenas había llegado a si casa, haciendo anotaciones sobre las cosas nuevas que había aprendido ese día, y justo cuando estaba apunto de quedarse dormido escucho como la puerta se abría, dejando ver a su padre

—Papá volviste a-ahh como esta aquí, y yoo— dijo Hipo sumamente nervioso intentando ocultar todas sus hojas

—Lo se...vine a buscarte a ti— respondió padre

—¿A-ahh si?— los nervios se apoderaran cada vez más del ojiverde

—Estas guardando secretos— le afirmó su padre

—¿De-de verdad?— respondió su hijo cada vez más nervioso

—¿Cuanto tiempo creíste que podías ocultarlo?— le dijo

—No no...no se de que estas...— no termino de decir Hipo, pues su padre lo interrumpió

—Nada pasa en esta isla sin que yo me enteré—  dijo su padre de forma seria, a lo que él chico pensó que se había enterado sobre Chimuelo

—Así que...quiero escuchar...sobre ese dragon— dijo mientras se sentaba

—Ayy dioses...de verdad lo siento te-te te lo hiba a decir solo que no sabía como amm— y de nuevo Hipo volvió a ser interrumpido por la risa de su padre, cosa que el no entendió así que opto por el reír también de forma nerviosa

—¿No no no estas enfadado?—preguntó Hipo

—¿Qué?...siempre quise esto— respondió el adulto

—Ahh ¿Enserió?— respondió Hipo con cierta duda

—Y créeme...eso no es lo mejor...deja que destripes a un Nadder por primera vez, y que montes una cabeza de Gronckle en tu lanza— comenzó a decir su padre con felicidad—Que emoción...en verdad me habías engañado hijo...tanto años de ser el peor vikingo que hubiera existido en berk, Odín fue difícil, por poco me doy por vencido, y todo el tiempo estuviste fingiendo, Ay Thor Santísimo—

Y así fue como comenzó una incomoda platica con entre los dos

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Finalmente había llegado el día en el que se decidiría quien mataría a su primer dragón enfrente de toda la aldea, todos lo vikingos estaban viendo como los jóvenes estaban luchando por ganar ese "gran premio"

—No me estorbes...voy a ganar esto— amenazó Astrid al notar que el lugar donde ella se había escondido era el mismo lugar donde estaba Hipo

—Si...por favor...es todo tuyo— le respondió Hipo

Al cabo de unos minutos Astrid estaba decidida a por fin atacar al Gronckle y por fin ganar la pelea

—Esta vez...esta vez voy a ganar— murmuró la chica saliendo de su escondite dispuesta a atacar

Aunque fue en vano, pues Hipo ya había logrado tranquilizar al Gronckle, haciendo que Astrid se enojara de gran manera

—¡NO NOO!...hijo de troll, maldito gusano como ratas— omenzó a decir Astrid

—Alto...alto— grito Estoico

—Hasta luego— Hipo comenzaba a despedirse

—No tan rapido— lo detuvo Bocon

—Se-se se me hace tarde para...— sintió como Astrid con su hacha lo amenazaba

—Haber tranquilos, la anciana a decidido— hablo Estoico robandose toda la atención

La anciana había decidido al fin quien sería el responsable de matar al dragón, a lo que era de esperarse que Hipo sería el ganador, algo que hizo que Astrid se pusiera roja del coraje, y mientras todos aplaudían y celebraban ella estaba devastada

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Mientras unos celebraban la victoria de Hipo, otros estaban muy enojados por lo mismo

—Astrid oye— Amelia quiso hablar con su amiga

—Se acabo, esto fue el colmo...hoy averiguare que es lo que hace a Hipo ser tan fuerte...así que hoy lo seguiremos— dijo con enojo

—¿Seguiremos?—- Pregunto su amiga

—Por supuesto...tu me acompañaras— contestó con una sonrisa

—Oye oye Astrid tranquila, será mejor que vaya yo, ya sabes...paso más tiempo con el, puede que a mi me diga su secreto sin tener que obligarlo...te prometo que le sacaré toda la verdad— prometió la pelirroja

—Mmmm bien...pero si no lo logras, lo haré yo— amenazó la rubia, a lo cual la chica asintió cansada

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Comenzaba a ponerse el sol, los padres y el hermano de Amelia estaban en casa, así que para salir de casa les dijo que iría con Astrid para darle un poco de apoyo emocional, aunque en realidad iría a casa de Hipo sin que nadie se diera cuenta. Cuando llego a su casa se percato de que Hipo hiba para l bosque con una canasta gigante

Y como era de esperarse fue detrás de él dispuesta a perseguirlo