—¡Chimuelo!— grito Hipo corriendo a donde estaban los dos dragones

La Furia Luminosa emprendió vuelo, recibiendo un flechazo, cayendo fuertemente al suelo

Chimuelo corrió hacia ella, a pesar de los gritos suplicantes de Hipo, Chimuelo solo tenía cabeza para aquella Furia Luminosa, el Furia Nocturna estaba a punto de atacar al responsable del ataque

—¡NO!— exclamó Hipo, Chimuelo había sido atacado de la misma manera que la Furia Luminosa

—Y ahora, nuestro juego a llegado a su fin— vanaglorio Grimmel

Todos los dragones de Berk estaban dispuestos a atacar a Grimmel

—Detenlos alfa, no hay razón para que ella muera también— ordenó Grimmel apuntando con un arma a la Furia Luminosa

Chimuelo no lo dudo ni un solo segundo, soltó un rugido, todos los dragones de detuvieron, quedando sin opción

Amelia junto a Billy lanzaron varias aureolas en dirección a Grimmel, lastimandolo a su paso

—No te sientas mal niño, lo intentaste al menos, pero... no eres nada sin tu dragón — vociferó Grimmel alejándose de aquel lugar

—Sareth— susurró Amelia mirando como su dragón se iba junto a Grimmel, ahora todos los dragones estaban en manos de Grimmel

—Se los llevo a todos— murmuró Astrid

—Ahg, eso tan... super, ¿ahora que?— cuestionó Brutacio

—Es hora de que el número dos, se convirtiera en en uno— indicó Patán con una sonrisa

—El te escuchara— murmuró Valka mirando a la pelirroja, ignorando por completo a Patán

Amelia con duda se acercó a Hipo, la chica sabía que el no quería saber nada de nadie en esos momentos

—No digas nada— pidió Hipo

—No iba a decir nada— aclaró Amelia

—Si no los hubiera arrastrado hasta haya, el no me hubiera traído de vuelva y el no lo hubiera seguido— vocalizo el azabache con enojo

—Sip— respondió la pelirroja

—Ahg, me siento tan inservible como lo era antes de conocer a Chimuelo— continuó

—Si, lo puedo ver— confirmó la jinete

Hipo la miro con algo de molestia, no dijo nada, se quedó callado por unos segundos

—¿Te vas a quedar ahí a decir que si a todo lo que digo?— preguntó Hipo

—Bueno, es cierto, volviste donde empezaste— artículo la chica— Pero yo fui la primera en creer en ti, a pesar de no estar de acuerdo en un principio... y te he visto dudar si eres digno o no desde entonces— continuó la pelirroja

—Lo se...— susurró Hipo cabizbajo

—¿Pero sabes que?, me converti en la Amelia que soy gracias a ti, nunca te lo habia dicho, pero es la verdad— confeso con un pequeña sonrisa— Eres el más valiente, el más obstinado, el más determinado cabeza dura que conozco, Chimuelo no te hizo haci... el solo hizo que—

—Que fluyera— interrumpió Hipo, recibiendo una sonrisa por parte de su novia

—Y ahora se va a complicar todo, ¿Entonces? ¿Qué quieres hacer respecto a eso?— preguntó Amelia

—Probablemente algo estupido— respondió el ojiverde

—Pero eso ya lo hiciste— dijo Amelia tomando de la mano a Jefe de Berk

—Entonces algo alocado— soltó con una sonrisa

Ambos chicos se dieron un beso, sin duda alguna, ese par se complementaban

—Ese es el Hipo que conozco— ánimo la pelirroja

Hipo miro a todos sus amigos que se encontraban con ellos, una parte de él estaba triste, pero otra parte de él estaba agradecido por tener a personas que siempre estaba a su lado

—Prepárense pandilla, vamos a traerlos de vuelta— indicó Hipo

—¿Qué?— susurró Patapez

—Ya enloquecio— murmuró Brutilda

—Eso es material para un matrimonio, al fin, mi fiel pupilo... estas listo— ebozo Brutacio orgulloso, tomando por los hombros a Hipo

—Preguntita, ¿como traeremos a nuestros dragones de vuelva, si tener dragones?— cuestionó Patapez preocupado

—Confíen en mi— pidió Hipo

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Por otro lado, los cazadores de dragones estaban ansiosos por tener en su poder a todos los dragones de Berk, cada uno de ellos era encerrado en jaulas

—Ahora tu y tu estúpida familia son los siguientes— sentencio Grimmel con una enorme sonrisa

[•••]

—Te ves genial con ese traje—halago Astrid mirando a su mejor amiga

—Nos vemos geniales— aclaró Amelia

Ambas chicas estaban fasinadas por los trajes que traían puestos

—Aún estamos a tiempo de poder escapar— murmuró la rubia

—Astrid Hofferson, ¿me estas proponiendo dejar a Hipo para irme contigo?— habló Amelia— acepto

Ambas chicas rieron, en ese momento se olvidaron un poco de todas las cosas malas que habían pasado

—Osea, ¿saltamos del acantilado con esto?¿es lo mejor que tienes? — preguntó Brutilda mirando el traje que llevaba puesto

—No, ustedes son lo mejor que tengo amigos— artículo Hipo

—Aww, estoy con el, ¿Quién viene?— grito Brutilda con emoción

—Brutilda, esa era mi línea— reprocho su hermano

—Vamonos— ordenó Hipo saltando del acantilado

Todos le siguieron el paso, cada uno de los jinetes salto por el acantilado, apoyando a su amigo

Todos, excepto dos jinetes

—Tranquilo— exclamó Amelia mirando a su hermano

—El hombre que mato a nuestra madre esta ahí— dijo Billy señalando los barcos a lo lejos

—Y obtendremos la venganza que tanto deseamos— afirmó la ojiazul

Ambos hermanos se dieron un fuerte abrazo, aquellos dos hermanos que siempre estaban juntos

[•••]

—No creyeron que les iba a dejar al Furia Nocturna, ¿Verdad?... lo voy a matar yo mismo— manifestó Grimmel mirando a los cazadores de dragones

—Es un traidor— murmuró con enojo uno de ellos

—Tengo la intención de terminar lo que empecé, suerte controlando a los dragones, sin que tengan al alfa— continuó el hombre de cabello blanco 

Todos los jinetes de dragones llegaron al barco donde se encontraban los cazadores de dragones

Estaban listos para luchar por sus dragones

Sin Chimuelo, los dragones no eran controlados por nadie, tomando ña oportunidad para escapar y dar pelea

—Llegamos a tiempo— verbalizo Hipo

Rápidamente, varios hombres fueron directamente a atacar los jinetes, Amelia y Billy lanzaron varias aureolas, alejándose golpe a los hombres

—Ve por Chimuelo, nosotros nos encargamos de ellos— vocifero Amelia

—Cuídate mucho— pidió Hipo besando la frente de la pelirroja

Amelia soltó un chiflido, rápidamente Sareth llegó a su lado, aquel dragón llevó a Hipo cerca de su mejor amigo

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—Ya voy Chimuelo— grito el ojiverde

Los dragones de Grimmel intentaron atacar Hipo, tratando de tirarlo, Sareth no lo dejo solo, pues el también defendió a Hipo de los dragones 

Grimmel se acercó a la Furia Luminosa, tomándola por el cuello, inyenctandole en el cuello veneno, Grimmel planeaba controlar a aquella Furia Luminosa

—Perdóname amigo, por todo... vamos a rescatarla— exclamó Haddock mientras volaba junto a Chimuelo

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Amelia peleaba con tanta determinación, que el simple hecho de estar cerca de ella, ya era peligroso, los hermanos Miracle estaban desatando todo su poder

—La famosa Amelia Miracle— escucho la chica una voz detrás de ella, era una de los cazadores, quien llevaba en un mano un hacha

Amelia lanzó varias aureolas, lastimando a la mujer

—¿Qué sientes al saber que no eres más que una niña ilusa? pronto caerás al igual que tus amigos— continuó la cazadora

—Hasta el mejor corcel puede caer, afortunadamente para ri, si caigo me volveré a parar, y si me levanto, los haré pagar— sentenció Amelia

Ambas mujeres continuaron peleando, la cazadora de dragones daba todo de sí, Amelia no lo pensó de nuevo, tomó su espada y la enterró en el corazón de la cazadora

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Tres jinetes más se sumaron a esta guerra, Abel, Valka y Bocón

—Perdón por llegar tarde a la fiesta— verbalizo Bocón irónicamente

—Llegan justo a tiempo— respondió un cazador