|||-𝑨𝒒𝒖𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔 𝒗𝒐𝒄𝒆𝒔-|||
Los meses pasaban rápido como el agua, había pasado 1 año desde la derrota de Drago, 1 año desde la muerte de Estoico el Vasto
En la oscuridad de la noche, un hombre patrullaba las jaulas donde tenían varios dragones capturados, mientras aquel cazador miraba que todo estuviera en orden, apareció frente a él algo que lo hizo saltar del susto
Un hombre con una espada de fuego
—¿Qué eres?— preguntó en un susurró el hombre
El hombre de espada de fuego no respondió nada, solo se quedo parado, cuando de pronto una ráfaga de fuego apareció frente al hombre, sorprendiendo al cazador, pues aquel hombre parecía no quemarse
—¡Eres un demonio!— grito eufórico el cazador
—No no, no soy no soy un demonio, soy igual a ti— habló Hipo Haddock quitándose la máscara que llevaba puesta— De carne y hueso, solo vine a rescatar dragones
—¡PERO CAMINASTE POR EL FUEGO!— respondió el cazador
—Por las escamas, a los dragones se les caen muchas— explicó el ojiverde
—No... reconozco un demonio cuando lo veo, ninguna pierna humana es tan escuálida— grito el hombre
—¿Esa te pareció una buena entrada? ¿Qué te parece la mía?— hablo Patán, quien quien se comenzó a quemar con el fuego de su dragón
—¡Lo sabía! ¡Más chamuchos!— exclamó con susto el cazador
—Solo es un tonto que olvido proteger sus pompis del fuego— explicó Hipo mirando a Patán
Cada uno de los ginetes de dragones llegaron al lugar donde rescatarian a los dragones
—Lo demonios nos invaden, es el fin del mundo— gritaba el cazador, para después ser golpeado en la cabeza quedando inconsiente
—Amelia, lo tenía justo donde lo quería— dijo Hipo acerandose a su novia
—Y ahora esta justo donde yo lo quería... ya, a trabajar— respondio la pelirroja con una sonrisa
—Okey eso no salio bien, pero al menos nadie sabe que estamos aquí— respondió el ojiverde dándole un corto beso de la frente a su novia
Todos los jinetes comenzaron a liberar a los dragones de las jaulas, aquellos dragones que habían sido capturados, ahora están libres
[•••]
Amelia por otra parte estaba terminando de liberar al que se suponía que era el último dragón que quedaba
Un ruido extraño se escucho en el lugar en el cual ella estaba, rápidamente de sus manos apareció aureolas azules, lista para atacar y defenderse de cualquier amenaza
No temas
escucho hablar a úna voz
Con confusión la chica se quedó quieta, esperando a que aquel persona apareciera
Ahora todo era negro
La pelirroja no sabía en qué momento había pasado, pero ahora se encontraba en un lugar frío y completamente oscuro, lo único que alumbraba el lugar eran las aureolas de las chica
Estas destinada
ahí estaba otra vez, la misma voz que había escuchado unos minutos antes
—¿Quién eres?— preguntó la chica tratando de mirar entre la oscuridad
—¿No me reconoces?— respondió aquella voz con otra pregunta— Pronto nuestro propósito se cumplirá... hermana— contestó la voz
—¿Billy? Tu voz... — murmuró la menor de los Miracle
De un momento a otro, varias voces se hicieron presentes en aquel frío lugar, Amelia tomo su cabeza, pensando que todo era parte de su imaginación, cerró sus ojos con fuerza para lentamente abrirlos de nuevo
—Vamonos— grito Hipo mientras tomaba la mano de la chica
Amelia confundida comenzó a correr, varios cazadores los rodeaban, listos para atacar a la pareja de jinetes
Sin menor problema la chica lanzó aureolas rojas a los cuerpos de los hombres, causando que aquellos hombres salieran volando
—¿Estás bien?— preguntó Hipo preocupado al ver a su novia
La chica no contestó, rápidamente llegó Sareth en busca de su jinete, la pelirroja sin pensarlo monto a su dragón sin decir una sola palabra, preocupado a Hipo
No era la primera vez que a la chica le pasaba eso, parecía entrar en un trance, y después volvía a la normalidad, aquellos le parecía extraño al azabache
[•••]
—Esto es Berk, su nuevo hogar lejos de su hogar... un destino increíble con todo incluido y sin que tengan que pagar nada— habló Hipo dando la bienvenida a los nuevos dragones de Berk
Mientras el ojiverde hablaba con los dragones, Astrid noto a su mejor amiga algo distraída
—¿Estás bien nena?— preguntó la rubia
—¿Recuerdas los sueños de los que te hablé?— respondió Amelia, Astrid así tío con la cabeza— Hoy volvió a pasar, pero fue... distinto— continuó la pelirroja
—¿A que te refieres con eso?— cuestionó la rubia
—Todo se volvió negro, pero no fue un sueño... fue... no se que fue, pero escuche la voz de Billy... fue raro— terminó de decir la chica
Astrid se quedó pensando en lo que Amelia le había dicho
—Deberías hablar con Billy, el lleva teniendo sueños raros como tu... habla con etu hermano— opinó Astrid
Ambas chicas bajaron de sus dragones, seguido de ellas todos los demás jinetes bajaron de sus dragones
—Creó que el verdadero héroe del día fue Chimuelo, ¿O tu que opinas amigo? Dinos que haríamos sin ti... o rey de los dragones, ¿Dime que haríamos?— halago Hipo abrazando a Chimuelo
—Que tal entrenar más duro para empezar, eso estuvo bastante torpe— contestó Astrid con algo de enojo
—Astrid tiene un buen punto— verbalizo Valka
—¿A que te refieres?— preguntó Billy mirando a su novia
—Tal vez, todos dependemos demasiado de nuestros dragones, y no demasiado de nosotros mismos— dijo la pelirroja
—Los dragones están para ayudarnos, ¿no?— vocifero Brutacio
—Amelia tiene razón, dependen demasiado de sus dragones y no lo suficiente entre ustedes— pronunció Valka mirando a jinetes
—Ven eso es lo que yo les decía, así que ponganme atención— indicó Patán acercandose a Hipo— Sip... tu mamá está super impresionada conmigo, soy como el hijo que siempre quiso— dijo Patán con una sonrisa arrogante dándole una nalgada al Jefe de Berk
—Aléja tus manos de mi hombre— ordenó la pelirroja alejando a Patán de Hipo, quien soltó una pequeña risita— Solo yo puedo tocarlo— indicó la ojiazul abrazo a su chico
—Eres demasiado celosa— respondió Hipo dándole un corto beso en los labios a la chica, ambos sonrieron mirandose a los ojos
[•••]
La hora de comer había llegado, todos los vikingos estaban reunidos en la taberna para poder llenar sus estómagos, la única que no había entrado a la taberna había sido Amelia, quien estaba esperando a su hermano para poder hablar con él
—Vamos a comer, tengo tanta hambre que...— habló Billy mirando a su hermana
La chica lo tomó de la mano, impidiéndole entrar
—¿Podemos hablar?— preguntó la chica
Billy la miro con confusión— ¿Estás bien hermana?— cuestionó el chico
La chica no contestó, Billy sabía que su hermana no estaba bien, ambos salieron del lugar para irse a un lugar más alejado del pueblo
[•••]
Llegaron a una isla demasiado hermosa, ambos hermanos se sentaron en la arena para poder platicar con tranquilidad
—¿Porqué no me habías dicho nada sobre esos sueños que has estado teniendo?— cuestiono Amelia mirando a su hermano
—Bueno yo...— balbuceo Billy
—Billy esos sueños... yo también los tengo y no se porque nos esta pasando esto— interrumpió Amelia
Billy la miro confundido
¿Los mismo sueños?
¿Acaso Amelia también escuchaba esa voz?
¿Amelia también tenía eso sueños donde eambos se enfrentaban a muerte?
Aquellos eran los sueños de Billy Miracle... Los mismo que Amelia
¿O no?
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