Cuando su alarma sonó por cuarta vez, Hyunjin finalmente se dispuso a levantarse. Eran las diez y media de la mañana, y hubiera seguido durmiendo de no ser porque su estómago rugía ferozmente por algo de comida.

Como ya era de costumbre, procedió a vestirse con una pesadez digna de un zombie a medio descomponer, se dirigió al baño para lavarse la cara y peinar levemente su rebelde cabello, y una vez listo salió de su habitación para dirigirse a la cocina. Y casi de inmediato, sus fosas nasales quedaron hipnotizadas por el delicioso aroma que emanaba de la cocina.

"Huele a panqueques", pensó Hyunjin a medida que se acercaba a la puerta.

Y al ingresar, pudo identificar la inconfundible figura de un Lee Minho preparando algo sobre la mesada. Estaba de espaldas, y en su firme cuerpo le envolvía un bonito delantal de tonos rosas con pequeñas estampas de gatitos.

"Lindo", se dijo el alto para sus adentros.

A Hyunjin siempre se le había hecho gracioso que su hyung, a pesar de aparentar rudeza e imponencia, gustara de comprar accesorios adorables, lo que de cierta forma contrastaba con el aura que emanaba ante los demás.

Minho, quien hasta el momento se había mantenido concentrado sacando los últimos panqueques de la sartén, giró a mirar al recién llegado, luciendo pulcro y angelical debido a los rayos de sol que se abrían paso entre la cortina de la ventana frente a él.

―Buenos días, Hyunjin-ah. ¿Quieres un café? ―saludó Minho, mirándolo unos segundos antes de desviar la mirada hacia la cafetera.

Hyunjin hizo revolotear las pestañas, en un intento de volver su mente divagante a la realidad.

―Buenos días, hyung ―saludó tímidamente, mientras cerraba la puerta detrás de sí ―. ¿Qué ha dicho? Aún sigo un poco dormido ―se disculpó con vergüenza.

Minho puso los ojos en blanco y luego dejó una taza llena de café encima de la mesa.

―Te pregunté si quieres café ―repitió el mayor.

―Oh, claro. Gracias ―respondió finalmente.

Entonces Minho le alcanzó una taza llena de café, para seguidamente dejar un par de platos con sus respectivos cubiertos antes de dejar en el centro una pequeña bandeja llena de panqueques.

Los ojos de Hyunjin se iluminaron de inmediato.

―Son de banana. No estoy seguro de qué tan bien hayan salido, pero si no mueres al comerlos entonces significa que están bien ―dijo Minho a modo de broma, básicamente invitándolo a comer con él.

Raras eran las veces en las que ambos desayunaban juntos, más no era algo fuera de lo común en realidad. Hyunjin era el tipo de persona que prefería dormir hasta el mediodía en sus días libres, priorizando las horas de sueño por sobre la primer comida del día, mientras que Minho solía despertarse temprano todos los días, fuese un día laboral o no, pues disfrutaba de la luz del sol en las mañanas, algo pequeño pero que le ponía de buen humor casi de inmediato.

―Están deliciosos ―comentó Hyunjin, cuando al pegar un bocado sintió su paladar regocijándose de placer.

Minho sonrió con satisfacción ante el comentario, y sin que ninguno volviera a pronunciar palabra se dispusieron a desayunar tranquilamente. Hasta que, tras distinguir una inusual tranquilidad en el departamento, Hyunjin se percató de la ausencia de los miembros.

―Es raro estar en silencio. ¿Dónde están los demás? ―indagó Hyunjin de repente, con el ceño fruncido por la extrañeza.

Minho tomó un sorbo de café mientras sus ojos aún se mantenían fijos en un pequeño libro que estaba leyendo desde hacía unos minutos.

―Chan hyung, Changbin y Jisung fueron al gimnasio. Jeongin dijo que iría a comprar con Seungmin y Felix ―contestó Minho con una actitud relajada.

Hyunjin enarcó una ceja.

― ¿Chan hyung no ha mencionado nada respecto a lo que pasó entre él y Changbin? ―interrogó el pelinegro con curiosidad.

Minho cerró su libro y dejó los lentes sobre la mesa.

―Lo mismo estaba por preguntarte a ti ―respondió el mayor, centrando la mirada en el más alto ―. Y no, no ha dicho nada. Pero sospecho que aún no se han arreglado, porque la tensión extraña que hay entre los dos es realmente abrumadora ―agregó.

Hyunjin suspiró, decepcionado con la respuesta. Necesitaba estar al tanto de la situación de los dos mayores, por un lado porque amaba el chisme, y por el otro; porque verdaderamente le preocupaba que la relación entre ambos terminara afectando no sólo a ellos, sino también a todo el grupo.

―No entiendo por qué evade tanto el enfrentamiento ―comenzó a decir un consternado Minho ―. Sé que es incómodo, pero si no hace nada para aclarar las cosas será peor, no sólo para él ―se desahogó el castaño, luciendo muy preocupado.

―Hyung, ya se lo he dicho antes. Esto es difícil para Chang hyung, y posiblemente necesite juntar mucho valor para poder hablar con Changbin ―trató de hacerle entender el menor ―. Aparte, piense en que si de por sí confesarse a alguien resulta difícil, aún más difícil debe ser confesarte a tu amigo hombre. Chan hyung apenas ha aceptado que le gustan los hombres, esto es algo completamente nuevo para él.

Minho entonces pareció entenderlo.

―Supongo que tienes razón. No había pensado en eso ―concordó el castaño ―. ¿Crees que Changbin también sienta lo mismo por Chan? ―preguntó dudoso.

―Bueno, creo que después de la salida del closet de la otra noche no me cabe duda de que sea posible. Changbin admitió ser gay, y pareció disfrutar bastante el beso con Chan hyung ―meditó Hyunjin.

Para Hwang, la respuesta parecía bastante obvia, pues fue testigo de la forma en la que ambos parecían casi absorberse el alama mutuamente. Era como si ambos hubieran estado esperando ese momento, porque al final, hasta de la presencia del resto de los presentes se les había olvidado.

―Sí, realmente creo que disfrutó el beso. Pero eso no quiere decir necesariamente que vea a Chan como un posible romance ―mencionó Minho, denotando inseguridad ―. Chan ya admitió que le gustaba Changbin, pero no tenemos idea de siquiera el tipo de hombres que le gustan a Changbin. Nada es seguro.

Hyunjin asintió en silencio.

―Hyung ―volvió a llamar Hyunjin, tras ver cómo el mayor se paraba de su lugar.

Minho volvió su atención hacia él, en tanto comenzaba a juntar los platos sucios para lavarlos.

― ¿Usted sabía de la sexualidad de Changbin hyung? ―indagó Hyunjin, sólo por curiosear. Pues aquella noche del beso, su mayor no había parecido sorprendido tras escuchar a Seo admitir su orientación sexual.

―Por supuesto ―contestó Minho de inmediato. Y tras dejar los panqueques sobrantes dentro de la heladera le devolvió la mirada ―. Entre homosexuales nos reconocemos ―bromeó mostrando una sonrisa traviesa.

―Era obvio ―le siguió Hyunjin. Y ambos rieron.

― ¿Qué hay de tu orientación? ―esta vez fue turno de Minho para preguntar ― ¿Cómo descubriste que eras bisexual? ―interrogó Minho, interesado en el tema.

Hyunjin se puso alerta casi de inmediato, y sus mejillas se colorearon en contra de su voluntad, llamando la atención del castaño.

― ¿Qué es lo que te avergüenza tanto? Hyunjin-ah ―volvió a interrogar Minho, ahora más interesado.

¿Por qué parecía ponerlo tan nervioso esa pregunta en específico? Pues la otra vez no había tenido vergüenza alguna en admitir sus gustos.

―Oh, estaban aquí ―una tercera voz se hizo resonar en la cocina ―. El manager avisó que pasará a buscarnos en una hora para grabar el próximo "SKZ code", almorzaremos fuera, así que por favor comiencen a alistarse ―informó un sudado Chan, que tras brindar la información volvió a desaparecer del lugar.

Hyunjin se paró, dispuesto a irse a alistar para salir. Pero tras abrir la puerta, giró su rostro para conectar miradas con el mayor.

―Debería averiguar la respuesta por usted mismo, hyung ―musitó en un tono travieso, justo antes de dejar la cocina.

Por alguna razón, aquellas palabras terminaron por mover algo dentro de Minho.

Hyunjin, un investigador (chismoso) innato por naturaleza, se había pasado un buen tiempo observando al dúo de raperos, pensando en una posible solución que les incitara a dar un paso adelante, ya que para él era obvio que ambos se gustaban. Hwang sabía que Changbin solía bromear constantemente con él, actuando como si le gustara, pero estaba más que claro que sólo era eso; una broma interna que tenían desde hacía tiempo, y en contraste a la forma en la que el mayor trataba al hyung del grupo, se podía discernir un genuino interés por éste, pues la manera en la que Changbin trataba a Chan iba―según Hyunjin― más allá que la de una simple amistad. No obstante, tras presenciar aquél intenso beso entre el par, las dudas se disiparon casi por completo, ya que se podía notar fácilmente la atracción que los mayores sentían el uno por el otro, sólo que ambos eran demasiado tontos como para actuar sin titubear.

Si fuera por él, y estando en el lugar de ambos, definitivamente iría a enfrentarlo. Ya se habían besado. ¿Qué tan difícil podría ser aceptar la atracción y confesarse? Es decir, podía entender en cierto punto la preocupación de Chan, pero no comprendía cómo es que éste pudiera soportar tanto tiempo en silencio, cuando era evidente que el otro le gustaba.

Mientras Hyunjin pensaba en todo esto, sentado frente a un lienzo a medio pintar, fue despabilado por el sonido de la puerta de su habitación siendo golpeada. Luego de responder con un grave "pase", quien entró fue nadie más que Lee Minho, quien pasó y se tiró sobre la cama como si fuera el dueño de dicha habitación. Hyunjin lo miró con una ceja alzada.

― ¿Necesita algo? ―indaga Hyunjin con curiosidad, observándolo desde su lugar.

Minho resopla dramáticamente y responde:

―Te necesito a ti, Hyunjin-ah ―dijo el castaño, usando un tono de voz suave y coqueto.

Hyunjin procede a rodar los ojos con falso fastidio, pues en realidad le pareció divertida la atrevida respuesta. Minho en cambio rió con diversión.

― ¿Has visto algún avance entre Changbin y Chan? ―pregunta ahora el mayor.

―Negativo ―responde Hyunjin. Y luego vuelve a concentrarse en pintar el bodegón que había improvisado minutos atrás.

Minho vuelve a suspirar, esta vez frustrado. Luego se para y se acerca hacia el pelinegro hasta posarse detrás de él, e inclinándose sobre su hombro, dejando su rostro al lado a la altura del otro.

― ¿Por qué te gusta tanto pintar bowls con frutas? ―pregunta Minho mientras observa el lienzo de tonos apagados.

―Aunque no lo parezca a simple vista, los bodegones pueden representar muchas cosas ―contesta el pelilargo mientras termina de pintar la última uva, agregándole un leve brillo con un pequeño pincel de punta fina como pestaña.

― ¿Y qué significa el que estás pintando? ―vuelve a indagar el mayor.

El bodegón que Hyunjin estaba pintando se componía de un fondo verde oliva, y un mantel bordó con sombreados negros entre los pliegues de la tela que yacía bajo un bowl de cristal, y dentro de este bowl se apreciaban algunas manzanas rojas, uvas de un color violeta oscuro y un pequeño limón que resaltaba levemente entre todos los tonos opacos.

Hyunjin paró de pintar y procedió a explicar con paciencia a su hyung.

―Son los elementos representados en el bodegón lo que le dan significado a la obra. En mi caso, pinté uvas, que simbolizan los pensamientos impropios y la lujuria ―comenzó a explicar tímidamente, bajo la atenta mirada del castaño que yacía casi pegado a él ―. Las manzanas representan el pecado, el amor carnal y el deseo ―siguió explicando, sintiendo que sus mejillas se comenzaban a calentar de a poco ―. Y los limones son la representación de la amargura, el dolor, y la muerte ―culminó el menor, aún con la vista puesta en el lienzo, en un intento de ignorar la intensa mirada ajena.

―Ya veo ―contesta Minho, luego de un corto silencio ―. Si yo te pidiera que pintaras un bodegón que me describa ¿Cómo sería? ¿Qué elementos pintarías para representarme? ―pregunta Minho, auténticamente interesado.

Hyunjin piensa por unos largos segundos, armando en su cabeza un improvisado boceto de un bodegón.

―Un bodegón que lo describa...―dijo un pensativo Hyunjin ―. Primero pintaría un cuenco transparente, uno simple. Y adentro de él habría manzanas, fresas, y un racimo de uvas desbordando del cuenco.

― ¿Por qué uvas? ¿Qué tratas de decir con eso? Hyunjin-ah ―interrumpió Minho en un tono juguetón.

Hyunjin tragó duro al darse cuenta de la fruta que había mencionado.

―Hyung, usted sabe el porqué de las uvas ―se atrevió a contestar un nervioso Hyunjin.

Minho rió y luego posó una mano sobre la cintura del chico.

―Es porque me gusta divertirme con chicos, ¿verdad? ―pregunta Minho, ya sabiendo perfectamente que se refería a eso.

No era de conocimiento general que Lee Minho fuera un hombre que gustara de pasar la noche con chicos en ciertas ocasiones, pero tanto Hyunjin como Jisung habían cachado al mayor en actividades un tanto atrevidas con chicos randoms a lo largo de los años. Y si bien ninguno de los dos jamás habían dado a conocer al mayor que sabían de este "secreto", Minho ya tenía sospechas de sus descuidos; era como un secreto interno que tenían los tres sin decirlo de forma directa.

―Sé que sabes de mis actividades sexuales, Hyunjinnie ―susurró el mayor cerca del oído del contrario.

―Sé que usted sabe que yo lo sé. Créame ―contestó un avergonzado Hyunjin, tratando de demostrarse confiado.

Minho soltó una risita, apartando su mano del cuerpo ajeno.

― ¿Y qué más agregarías? ―preguntó el castaño, cambiando de tema.

―Una libélula posada en el borde del cuenco, y un camino de hormigas dirigiéndose hacia las frutas ―responde Hyunjin, bastante seguro de sus palabras.

― ¿Y eso que representaría? ―interroga de inmediato Minho.

Hyunjin se abstiene de contestar, y en cambio se levanta para comenzar a guardar los elementos de arte.

―Eso deberá averiguarlo usted, hyung ―dice Hyunjin mientras acomoda el caballete en una esquina de la habitación para dejar secar el lienzo ya terminado.

―Siempre me dices lo mismo; que debo averiguarlo ―se queja Minho ―. Sólo falta que la próxima me pidas un informe detallado sobre el sexo anal ―bromea con la clara intención de ponerlo incómodo, pero Hyunjin rio con normalidad.

―No creo que eso sea un problema para usted ―le sigue un risueño Hyunjin ―. Ya que probablemente tiene experiencia en eso ―dice descaradamente, sorprendiendo un poco a Minho.

Sin embargo, eso no hizo que Minho desistiera en molestarlo.

― ¿Qué? ¿Estás celoso? ―pregunta Minho, dejando entrever una media sonrisa.

Hyunjin, quien se había dispuesto a cambiar su remera manchada de óleo, giró verlo con una expresión de indiferencia enmarcada en su rostro.

― ¿Celoso de qué? ―indagó el morocho.

Minho dio un par de pasos hacia Hyunjin, tomándose su tiempo para observar el torso desnudo del más alto, sin borrar su traviesa sonrisa.

―Quizás sea necesario un sujeto de prueba para mi informe investigativo ―comenzó a decir el mayor ―. Las uvas representan la lujuria. ¿No es así? ―interrogó Minho, y Hyunjin asintió ― Le acertaste perfectamente― reconoció sin vergüenza. Luego lo apuntó con su índice, tocando el desnudo pecho con la yema de su dedo―. ¿Quieres ser mi sujeto de prueba? Hyunjinnie ―y tras decir esto deslizó su dedo hasta llegar al borde del pantalón ajeno.

Hyunjin quería responder, pero sólo obtuvo unos tartamudeos inentendibles como resultado. Y sin saber qué decir, atinó a apartar el dedo con un manotazo.

―Si usted es quien recibe, quizás pueda considerarlo ―contraatacó el morocho, sin saber de dónde había sacado esa repentina valentía. Luego se apartó para colocarse una remera limpia.

―Entonces no hay trato. Yo no recibo ―rechazó un indignado Minho.

Hyunjin tomó su mochila y caminó hacia la puerta de la habitación.

―Entonces no puedo ser su sujeto de pruebas, uva hyung ―contestó un sonriente Hyunjin antes de salir de la habitación, dejando a un emocionado Lee Minho solo en la habitación.

Hwang Hyunjin era alguien orgulloso por naturaleza, y a Minho le encantaban los retos.

.

.

.

.

.

.

.

.

Buenass, al fin pude salir del hiatus, perdón por la demora :((.

A modo de recompensación por la tardanza les traigo la tan esperada temporada del HyunHo, es decir; la pareja cupido. Espero que disfruten de la última pareja de esta historia.

Mis preguntas del día es la siguiente:

En cuanto a esta shipp; ¿Quién creen que sea el top y cuál el bottom? ¿Con quién más shippean a Hyunjin y Minho? En mi caso los shippeo con todos jaja, aunque prefiero más el BinKnow y el HyunSung.

Y sin nada más que decir, ya saben; voten y comenten si les gustó el capítulo.

Nos leemos en un próximo capítulo, bye bye 💫💞.