—¿Por qué dices eso? Es más, ¿Por qué me utilizas a mí?

—Ay no lo sé, fuiste la primera persona que se me vino a la cabeza —murmuró— Simula estar conmigo.

—No haré eso —y es que era obvio que no le daría en el gusto.

Roseanne soltó un suspiro frustrado. Las intenciones de Jisoo no eran las mismas suyas, tal chica que enamoraba a todos en el salón con su coqueteo, personalidad y belleza, no favorecía a Roseanne en ese instante.

—¿Por qué odias tanto a Jen?

—No la odio... —mustió— Únicamente no me gusta que sea tan cursi.

"Mentira, amo que sea así".

Aunque no obedecía a su subconsciente.

—Hoy en día encontrar chicos que sean así de adorables, considerados y cursis, es difícil. Casi todos piensan en sexo —se encogió de hombros— Definitivamente no me haré pasar por tu novia.

—Al menos hazte pasar por mi cita.

Jisoo soltó una risa, llamando la atención confusa de Roseanne.

—Todos sabemos que yo no soy ni por cerca tu tipo ideal, Roseanne —ésta tragó en seco. Mierda, tenía razón— Y de ser así, tampoco me metería contigo. No eres mi tipo ideal, a pesar de que te me haces una chica muy linda.

—¿A qué te refieres con que no soy tu tipo?

—Que no sabría sentirme cómoda a tu lado ni siquiera por una mentira. Además no es correcto —palmeó sutilmente su hombro.

—No me refiero a eso, sino que ¿De verdad no soy tu tipo?

Jisoo negó a la demostrativa indignación de Roseanne, quien pensó por un segundo que al criterio de Kim si podía ser su tipo ideal.

Hasta ese momento sólo era el tipo ideal de Kim Jennie. Demonios.

Lo quería, pero a la vez no. Ser el tipo de Jennie extrañamente le emocionaba, pero no debía de ser así y por ello lo negaba.

No se sentía merecedora de una persona tan hermosa y buena como Jen.

—¡Rosie!

Una voz, no demasiado aguda, se escuchó aproximándose hacia ambas. Roseanne la reconoció enseguida y no necesitó voltear a mirar para confirmar quién era.

Jisoo, apoyada en la pared de brazos cruzados, miró a los lejos quien se aproximaba. El alegre semblante de Jennie con tono rosa en sus mejillas, su respiración un tanto acelerada y un travieso mechón de cabello cayeron sobre su frente, hicieron a Kim sonreír y a Roseanne ignorar a la mayor.

—¿Uh? Hola —saludó hacia Jisoo.

—¿Pasó algo? Estoy ocupada —Jennie se sintió un poco mal con ese tono de voz de Roseanne.

Miró la situación, percatándose que su queridísima Park Roseanne estaba de lo más tranquila al lado de Kim Jisoo. Por un instante sintió que sobraba.

—Uh... Yo no sabía eso —rascó su nuca un poco desanimada— Perdón por interrumpir.

—¿Es importante lo que me quieres decir? —insistió de mala gana.

Jennie negó un poco asustada, intimidada por la mirada fuerte de Roseanne sobre ella, culpándola de todo lo que estuviese a su alcance.

—Entonces...

—Sí, te dejaré tranquila con Jisoo —mustió, con un sonrojo que no hacía el rostro de Jennie algo tierno.

"¿Qué mierda haces?" Se preguntó Roseanne a sí misma.

La de cabello castaño no dijo nada más ante de darse media vuelta, caminando cabizbaja por el pasillo hasta dar con el cruce del mismo y acabar sus pasos en la cafetería, o seguramente en la biblioteca.

Una mueca de arrepentimiento y preocupación adornó el rostro de Roseanne, descaradamente.

—Jennie es linda contigo —comentó Jisoo— Pero si sigues así la vas a perder.

"Y va a ser muy tarde para que tearrepientas". Completó su subconsciente.