¡Holis! Con este capitulo, se acaba la crew. Quiero decir que me agrado participar en este hermoso reto de la semana. Y aunque nunca entrege la mayoria, me diverti corrigiendo y darle contenido de calidad 👌✨

Este es el ultimo, pero no del ship. Sin dudas el Shui es algo de lo cual nunca me cansaré.
Los dejo con el ultimo cap:

Dedicado a:

MILIIPINK- (por crear la Crew, espero pacientemente a que el hiatus acabe con el otro)
✨❤

Y ah:
Skypegasusblack (Por ella, este shipp es mi OTP en el fandom de BBB, te dedico este cap ya que lo ambiente en tu historia, cuando estaba acabada, seguire leyendo la historia ya que sin dudas, la amé😚 dato: Si hay pokémon, en mis historias siempre habra un pokémon)
¡✨❤!

¡Espero lo disfruten!

Titulo: Extra: Una vida juntos por separado.

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Hasta hace unos años habian pasado por muchas cosas sin duda habian hecho dudar su relacion de amigos, amantes, pareja y mucho más. Se han lastimado a un punto que no pudieron soportarlo y solo quisieron lastimarse (por parte de Shu) y maldecir al mundo por llevarlos a un cielo de dulces y tirarlos hacia ese  baranco de crueldad y lagrimas.

Por parte de Lui, habia odiado a su madre y su padre, a este ultimo por abandonarlo y a ella por usarlo para su conveniencia. Sin dudas su hermano era su unica fortaleza que lo mantenía en pie. Unos años luego, conoció a quien ahora le pondria todo a sus pies y agradecerle por la alegria que le habia dado.

Shu, un albino de mirada neutra. Siendo listo, observador y muy sutil. Su familia eran su madre y su mejor amigo Valt Aoi. Y luego se les unio el club Beygoma. Se unio a los Ragings Bulls para poder fortalecerse y asi poder enfrentarse a su mejor amigo.

Solo a su mejor amigo.

Nunca creyo que con solo esa idea, toda su vida habia cambiado. Se enamoró de quien lo lastimo desde el principio, puso toda su confianza en él. Y cuando creyo que todo eso que él a tesoro se iba. Perdio una de sus razones de vida. Metiendose en un lugar donde creyo que nunca saldría, Lui siempre lo ha cuidado como el lo ha hecho sin que se percatara. Porque nunca supo que la razón de la fuerza de Lui era el y su hermano.

Pasaron por duras pruebas que solo incrementarán su amor hacia el otro. No importo quien fue; Theodore, La madre de Lui. O hasta el Requiem Spryzen. Ellos ganaron y nunca más se separaron.

Hasta claro, un dia donde el Albino decidio algo que no fue de agrado hacia el Peliazul.

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—¡¿Que?! ¡¿Como que te vas?!

Las manos de Lui se apretaban al momento que escucho lo que su Ángel le decia, cada palabra le hacía hervir la sangre de una manera muy rapida.

—Entiende, es por el bien de los bladers.

El revuelo y la mirada furiosa de su pareja no le ayudaban en nada, el lo entendía, se iba a si sin más. Pero el Club de los Ragings necesitaba otro a quien pudiera ayudarlo y seguir siendo lo que siempre fue. Y él era el unico que podia hacerlo. Aunque tambien él este enojado, hace no mucho se había casado con Lui. Y en esos meses se sentian solo ellos dos. Dejarlo todo sería difícil para ambos.

—¡No! ¡Para nada irás, Te quedas aqui y sin discusiones! ¡¿Me oiste?!

—¡No puedes obligarme a quedarme como si fuera una mascota!

La rabia hasta ahora habia explotado, cada que se peleaban o terminaban lastimando al otro. Se mantenian ahí, en el lugar donde habia empezado todo. Esperando que el humo de su cabeza se disipen y asi hablar tranquilamente. Pero, hay un punto maximo para el enojo. Y Lui era muy temperamental.

—¿Porque?— la voz de Lui se escuchó esta vez, como si se lo preguntara a el y no a Shu—, ¿Porque quieres ir ahi? ¿porque no quieres quedarte conmigo Shu?

El albino solo pudo quedarse callado, mientras miraba a su esposo mirarlo con un apice de tristeza o eso era ¿miedo? Sea cuál sea, solo podia mirar a Lui queriendo derramar lo que hace mucho dejo atrás.

—Lui. — el peliflama solo escondio su mirada violáceo de los rubi de su pareja, sin permitir que lo viera tan vulnerable, pero las manos en sus hombros le hizo levantar solo un poco su mirada—, yo no deseo irme de tu lado. Pero es por ellos, quienes son como nosotros. Buscan un sueño y ese es ser el mejor de todo. Entiende mi flamita.

Los ojos amatista solo veia con miedo y lagrimas a su albino, a ese mismo hombre que era una mezcla del demonio por su gran belleza y su inocencia producto de ser un Ángel. Y sin pensarlo, no dudo ni un segundo en envolver sus brazos alrededor del albino y quebrarse enfrente de él. De su Ángel.

Y el albino solo pudo corresponder al abrazo y prometerle a Lui con su vida, que nunca lo dejaría.

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Mirar dormir a su Ángel, era algo que tiene en habito hacer, ver sus cabellos esparcido por toda su parte de la cama. Su boca abierta dejando escapar unos murmullos o solo el viento de su respiración tranquila. Mostrando solo para el lo hermoso que era.

Como lo extrañaría si su albino se iba.

Sus mañanas no serían lo mismo sin ese pedacito de cielo que le habian dado, nada seria igual si su albino no lo levantaba para que desayunen solos y empezar una mañana más juntos. Sin ninguna molestia. O solo pelear para luego volver a tener paz y armonia en su hogar, eran un caso perdido para ambos.

Sus dedos se posaron en las hebras blancas de Shu, y sin pensarlo jugo con la parte de uno. Dejandose llevar y tocar la suavidad de estos. Una sonrisa se dejo ver en su cara, una pequeña sonrisa que solo tenia un dueño.

Sería dificil no tenerlo a su lado cada mañana, tarde y noche. No poder despertar y ver la cabellera despeinada y ver los rubies ojos al ser despertado y con esa carita del ensueño que siempre portaba.

Poder despertar juntos, tenerlo y hacer lo que el quisiera con su cuerpo. No todo sería igual si se iba, y el siendo egoísta. Preferiría que Shu se quedara solo con él y con nadie más. Se mantuvo así pensando que tal ves secuestrar a Shu era una buena opción. Desaparecer con el y que nadie más los encontrara.

—Me harás una falta grande.

Tal ves debia hacerlo, su Ángel tenia alas y algún dia que él nunca quiso ver y que iba a llegar. Su angel se iría y el solo debia aceptarlo.

—Te amo. Mi conejito bonito.

¿Que podría pasar?

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El amanecer llego con muy poco sol, moatrando que tal ves ese dia no sería igual. El primer Rayo se posó en el Albino quien hasta ahora no pudo dormir tranquilamente como en otras noches. Se tallo sus ojos mientras su otra mano buscaba la presencia de un peliflama quien en ese momento, no estaba ahi.

Su rojiza mirada se mantuvo mirando ese lugar vacío, lo sabia. Debia habérselo dicho cuando supo la noticia. Pero el sabia que si o si Lui se enojaría.

—Perdón.

Se encamino al baño y asi ducharse y empezar un dia gris. Las manos en su cabello querriendose atarselo en una colita alta. Su cabello empezó a crecer de a poco, pero no se lo cortaba porque a Lui le encantaba pasar sus dedos por esos cabellos y jugueteando cada que el quisiese.

Dejo su gabardina, ya que no estaba saliendo ni menos tenia sentido usarlo. Su camisa salmón de mangas doradas era lo unico que por ahora necesitaba.

Se dirigió con pasos lentos y sencillos en dirección a la cocina y preparándose para una posible pelea. Sorpresa se llevó al no ver a nadie en ese lugar. Busco en todo el departamento la presencia de la flama. Pero no habia nadie. Rendido, pensó que tal ves Lui se estaba acostumbrando a la idea y lo dejo ser  esperando el momento para aclarar todo y asi irse sin miedo a que Lui haga algo de lo cual se arrepentirá.

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—¿Como se lo tomó?

Fubuki, su aprendiz de hace unos años lo habia llamado apenas el decidio caminar para despejar un poco su mente abatida. Y ahora se mantiene en contacto con a causa de que Fubuki estaba en Estados unidos y él debía ir allí pronto.

—No se lo tomo para nada bien.

¿Estaba preocupado? Si, no lo habia encontrado en su cama cuando se levanto para su rutina diaria. Tambien se sintio muy mal al no haber recibido un mensaje de él diciendole donde se encontraba. Como todos los dias.

"Me lo merezco" se habia dicho cuando ya debia irse.

—Y, ¿ahora que hará?

Eso mismo se habia preguntado en toda esa caminata, no sabia que hacer. Tampoco sabia si podia soportar una nueva pelea de ambos.

—Por ahora Fubuki. Ser paciente. Te hablo al rato.

Y con eso la llamada se acabó, una ves que eso termino se dispuso a volver a caminar y despejar su mente.

—¡Shu!

O lo intentó.

La cabellera azul se dejo ver una vez que el se dio la vuelta. Vaya sorpresa.

—Hola Valt.

Tal ves, solo tal ves. No estaria tan deprimido todo el dia.

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Habia llegado a su hogar casi en la noche, hablo todo el dia con su amigo diciendole con dolor que debia irse. Su reacción fue llorar y suplicarle que no lo abandone. Casi lo mismo que Lui, pero tan distinto. Y si, tivo que tambien aguantar las lagrimas él. Todo un lio era mudarse. Claro, le comento tambien que solo él se iria solo sin Lui.

—Y que dijo.

Fue su repuesta, y el solo dijo.

—Que me va a secuestrar.

No era del todo mentira, siempre creyo que un Lui en serio pero enserio lo secuestraria de una o otra manera. Luego de despedirse y prometerle a Valt que lo llamaria. Volvio a su hogar y el de su Lui. Al abrir la puerta pudo oler el delicioso aroma de la comida de su pareja, años de estar juntos tambien decidieron (más por Shu) que Lui tambien debia aprender a cocinar. O quemar la casa, lo que pasara antes.

Se adentro de manera cautelosa, esperando algo. Un objeto, una mirada cruel o hasta una nueva pelea verbal que seria muy dolorosa.

Pero lo que encontró fue muy inusual.

Dos animalitos estaban al lado de Lui. Uno blanco cuál nieve con toques azules que se encontraba acostado y tranquilo, el otro. De color rojo fuego quien movia su cola rojo de un lado para otro mirando a Lui cocinando. Era extraño, era como si podia ver a ellos mismo en dos animales.

—¿Lui?

—Por ahora, es mejor estar asi.

¿Estar como? Tranquilos o confundidos. Decidio que era mejor esa atmosfera a cualquier otro. Con un suspiro decidio ver que Lui hacia para comer.

Se acerco casi como si estuviera a punto de tocar a un animal salvaje con ganas de matar. Era casi igual, pero distinto. Sus orbes rojos se concentraron en las criaturas que más que perros, parecian zorritos pequeños.

El rojo se acerco a él quien sin miedo o un poco tal ves. Lo acaricio con mucha ternura dejo su mano en su pelaje de un rojizo que competía con sus ojos.

—Luego te explico.

Miro los orbes violetas para luego asentir un tanto preocupado. Agarro al rojizo y al blanco para ponerlo lejos de la cocina temiendo que algo les pasará. Tenia miedo y mucho. Al zorrito blanco lo puso a la izquierda y al rojo a la derecha. Aunque este último se bajo del sofa para luego irse a quien sabe donde.

—Shu.— sus orbes se fueron hacia quien lo llamó para ver unos violetas y esta vez no supo que era lo que le querria decir;—Te amo mi albino.

Y el sonrojo no se hizo esperar;— Yo tambien, Flamita.

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—¿Quieres saber como se llaman?

Hace casi una hora que habian acabado de cenar y tambien el albino seguia sin saber porque habia dos zorros en su hogar. Sin saber que hacer más que terminar de limpiar los platos y dos que según él, era para los animalitos.

La pregunta le hizo dudar un poco. Pero que más da, lo que sea que Lui querria decirle lo aceptaria.

—Claro.

Apesar de que ayer se habian peleado o algo asi, esta vez parecía que querrian volver a esos dias antes de la noticia de Shu. Nadie los culparía.

—Los dos son Vulphix. Uno como yo y el otro como tú. ¿No es interesante?

Una sonrisa se asomó, claro que lo era. Era verse en dos animalitos, aunque para el siempre le dijeron que parecia más conejo que un zorro.

—¿Porque? ¿Porque los trajiste?— tenia ganas de saber la verdadera razón de traerlos. Y acertó al ver que Lui solo miraba hacia otro lado.

—Ya que te irás, pensé que tal ves era buena idea que yo tambien lo haga— la cara de confusión del albino hizo temer de lo que iba a decir;— Cuando me dijiste que te ibas, pensé. Y si te secuestró. Parecia una agradable idea. Pero, luego recorde que eres un angel que necesita volar algún dia y ya que te quiero cortar las alas, decidi que yo tambien debia irme.

—¿Que quieres decir?

Lui sonrio apenas,— Digo que es mejor que tomemos caminos separados por un tiempo. Yo volvere con Luinor a practicar y tu en la sede de los Ragings. Pero tambien pense que te extrañaria y tu a mi. Asi que traje a estos dos pequeños uno para mi y el otro para ti.

El peliblanco miro a los dos zorritos, y casi al instante deseo llorar. Y aun sabiendo que tenia razón, no pude evitarlo.

—¿Porque piensas que te extrañaria?— no pudo evitarlo, era asi su convivencia desde que se casaron.

—Miénteme todo lo que quieras. Pero yo se que lo harás.

Una sonrisa aparecio en los labios del albino, antes de abalanzarse hacia el peliflama y al fin juntar sus labios como ha querido hacerlo desde hace rato. Desgustaron los labios del otro intentando por todo los medios no separarse y mantener ese ambiente de amor en el aire.

El aire les cobra factura y solo se separaron un poco antes de volver a unir sus labios y enfrascarse en un beso humedo que no tenia intención de evitarse, las manos del peliflama descendieron a la cintura para acariciarla y asi tomar la oportunidad de una nueva ronda.

—¿nos divertimos?— susurro en la oreja del albino sonriendo al ver el pequeño temblor de este. Un asentamiento de parte del oji carmín y no dudo en morder los labios hasta hacerlos sangrar.

Por lo menos disfrutará los dias antes de irse, dejar que camine el albino no era una opcion viable. Dejaria las marcas suficiente en su cuello y cuerpo para que sepan que solo a él le pertenece a ese Ángel.

Era mejor prever un asesinato.

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—¿Estarás bien sin mi?

Estaban en el aeropuerto luego de una semana el albino debia irse a su nuevo lugar. El vulphix que el se llevaria seria el blanco mientras que Lui se llevara el rojo.

Ahora mismo el vulphix rojo estaba en el hombro de Lui y el blanco en el hombro de Shu, por ahora lo tenia ahi ya que su avión aun no partía, tenia un poco de tiempo.

—La misma pregunta para ti, ¿estarás bien?

—Lo dudo, tengo miedo que todo salga mal.

El peliflama solo suspiro para entrelazar las manos de el albino,— ¿tu? ¿Miedo? Interesante Shu. Tu casi nunca tienes miedo.

—Es diferente el participar que solo enseyar, ¿y si soy malo?— la duda lo ataco, hasta estuvo a punto de salir huyendo. Más las manos entrelazados de Lui con las suyas negó ese escape.

—Has hecho un gran trabajo con Fubuki y Valt, ¿porque seria distinto?— justificó — Tu puedes, no me hagas querer llevarte a la fuerza, y no las tendrás si estamos en una habitación solos.

Un sonrojo fue suficiente para el albino, se abrazo al ojimorado buscando el consuelo que tenia que encontrar. No supieron cuanto se quedaron asi juntos apreciando ese momento.

Avión 321 a Estados unidos, empieza el vuelo.

Con desdén al escuchar eso tuvieron que separarse. Sus manos aun estaban juntas y temian que al separarlas se alejarian por cuanto tiempo sea necesarios para los demás.

—Te amo.

—Yo tambien te amo, Lui.

Y con un beso de despedida fue lo que termino para volver a una nueva vida.

Solo era esperar un nuevo tiempo. Y volverían a estar juntos.

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¡buenas! Y con este one shot se acabó la Crew, me tomo un tiempo pero por fin quedo decentes.
O algo asi (´ ▽｀).。ｏ♡

¡tengan lindo fin de semana!
(๑・ω-)～♥”