Advertencias: Ninguna (creo).

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Dazai, el nuevo rey de su nación jugaba con la joya de su cuello mientras rodaba por la oficina del alto septo, definitivamente le cortaría el cuello si sería tan lento siempre.

—Saludos al sol del imperio, es un honor verlo después de su coronación, Rey amado —Mori se inclinó dando una reverencia excelente—. No esperaba que hiciera caso a mis súplicas para conseguir una esposa, es importante para un rey tener a una reina con la que gobernar siendo guiados por la paciencia…

—Solo dime las candidatas —suspiró cansado—. No creo que un matrimonio sea más importante más allá de las alianzas entre regiones. Quiero a una que sea inteligente, de una buena familia y no tan cariñosa, me molestaría que vea defectos en mí.

—Que claramente no tiene. Tengo a dos buenas mujeres con esa descripción, la señorita Chuuya, y Mizuki, ambas son princesas que tuvieron una institutriz desde su infancia, la primera es un año mayor que usted y la segunda apenas tiene trece años pero se le ve gran…

—No voy a desposar a una niña, definitivamente nos quedamos con la adulta —dejó de curiosear en su oficina para prestarle atención al de ojos violetas—. Envía un cuervo, hazles saber que buscamos un matrimonio político que nos favorezca.

—Lo haré con gusto, su majestad —esperó a qué el muchacho saliera de su habitación para redactar una carta.

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Habían pasado casi tres semanas hasta que la carta llegó a la región exportadora de zafiros más grande del mundo. Está facción siempre caracterizó a los familiares reales de dicha zona.

—¡Kyoka, suelta esa cosa! —el joven de cabellera naranja perseguía a su hermana menor por el gran salón.

—Príncipe, su madre solicita una audiencia con ella…— los vió a ambos correr detrás de un mapache—. ¡Guardias!.

—¡No! Es pequeño y tiene miedo —la de vestido rojo con detalles dorados se negaba a la idea de botarlo.

—Te morderá, es peligroso —su hermano mayor levantó su cuerpo con delicadeza, era curioso que él tuviera el color de cabello de su madre, y su hermana de su padre—. No lo matarán, haré que lo revisen y si aún lo quieres conservar, lo cuidaremos.

—Gracias, príncipe —murmuró al sentir la mirada llena de desaprobación por parte del secretario real—. Saluda a madre por mí.

Ambos hombres salieron caminando por los largos pasillos del castillo, de vez en cuando Chuuya buscaba el reflejo de su cuerpo al pasar frente a un cristal. Cuando llegaron vieron a la mujer de cabellos naranjas hablar con la mucama de su hijo.

—Saludos a la belleza del reino —su propio hijo debía cumplir con las formalidades frente a los siervos.

—Salgan todos, debo tener una conversación con el príncipe heredero —ordenó la mujer.

El de ojos azules esperó hasta estar solos para murmurar algo—. ¿A qué se debe este hermoso encuentro?.

—Ven aquí —estiró su mano señalando la silla cercana a ella—. Hijo mío, ¿Recuerdas al rey terrible que murió?.

—Estoy enterado, la familia entera mandó sus condolencias —tomó asiento a su lado inclinando levemente la cabeza.

—El secretario escuchó que el nuevo rey parece que aún no quiere tomar una esposa, pero su hermana la princesa sí…así que pensé en enviar información tuya para cautivarla.

—No quiero casarme —interrumpió el joven.

—Déjame terminar. El alto septo del reino envió una carta solicitando una unión política, creo que es una buena responsabilidad —explicó la mayor.

—Pero ni siquiera la conozco, no quiero.

—Existe la posibilidad de que se agraden y tengan una hermosa relación, vivirían aquí en el reino. Cuando tu padre muera necesitarás una buena pareja para reinar juntos —su madre posó la mano sobre su hombro—. Tienes una responsabilidad con las personas de tu reino, esto es por obligación, pero no significa que tú vida debe ser miserable. Sé que no es tan emocionante como un amor fugaz, pero el cariño real debe construirse con respeto.

El joven no cedía, al contrario, frunció el ceño—. Es fácil decirlo para tí.

—¿Crees que tu padre me amaba? Nos conocimos dos días antes de la boda porque nos encontramos en el jardín por accidente. Como eres el príncipe caballeroso debes visitarla —acarició su cabello con delicadeza.

—Espero que te agrade, sería bueno que le expliques eso antes de que me odie porque no me conoce —asintió rendido—. Cuida de la princesa, a este paso creo que coleccionara mapaches.

Su plática terminó pues la mayor debía revisar la construcción de una escuela para las hijas de los nobles. Su madre era lo que una buena reina debía ser, pero incluso con la guía femenina adecuada, nunca se sintió verdaderamente atraído por otras mujeres (dentro y fuera de la corte), pero él esperaba que llegará la persona que agitará su pecho y sacudiera su mente.

Nakahara Chuuya, el príncipe heredero viajaría para conocer a su prometida.

Fue todo un error por parte del secretario de su madre, quien por accidente se comunicó por el puesto de "Prometida" no prometido. De igual forma, ya no importaba decirlo, Chuuya se había despedido de su familia para cortejar a su próxima pareja.

Notas de la autora:

Buenas, soy yo publicando un fic Soukoku para endulzarme (cortarme) las venas.

Harry Styles me da serotonina, y yo la transformo en un fanfic homosexual de reyes <3