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¿Qué es lo que queremos?

Advertencias: Ninguna.

~•~

El palacio no estaba tan mal para Chuuya, era similar a casa. Los siervos iban y venían mientras los nobles entregaban documentos, quizá era que el ambiente se sentía similar.

El de cabellos naranjas se puso uno de sus muchos trajes, era de color verde bosque en un acabado de terciopelo suave. Una vez listo asomó la cabeza por la puerta encontrando recargado al joven de cabellos grises, quien al verlo se disculpó muchas veces.

—El rey lo espera para el desayuno en el jardín —comunicó con la cabeza agachada.

—No iré con él, ¿Dónde está el campo de entrenamiento?, quiero ver a mis guardias —giró para empezar a caminar—. ¿Podrías llevarnos el desayuno cuando acabemos?.

—Claro, lo guiaré personalmente —aturdido por esa actitud opuesta a lo que estaba acostumbrado.

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó mirándolo de reojo.

—Atsushi, mi familia sirve al rey desde hace generaciones —respondió de inmediato—. Si necesita ayuda para adaptarse puede pedírmela.

—De momento estoy bien…

—Fue demasiado atrevido de mi parte, lo siento, por favor no me castigue —prácticamente suplicaba misericordia.

—No planeaba hacerlo —nervioso por la reacción del joven sintió interés genuino por el reinado de Dazai—. ¿Cómo es el rey con sus súbditos?.

El más alto señaló un pasillo que llevaba al exterior donde los caballeros se preparaban—. Cuando el antiguo rey vivía, rara vez se le veía en el palacio, viajaba mucho y solo volvía si se necesitaba una estrategia para negocios con otros países.

—¿Sus padres lo consentían mucho? —sonrió pero el gesto de Atsushi era lo opuesto.

Casi como si supiera que las paredes oían bajó su tono de voz—. Se dice que la reina no quería verlo de bebé, e incluso que su nodriza se hizo cargo de él durante cuatro años hasta que la reina decidió conocerlo.

El de traje verde asintió—. ¿Qué hay del rey? —preguntó curioso.

—El rey prefería la vida libertina, fue hasta que el príncipe pasó su prueba que lo aceptó en la corte de forma permanente, tendría unos quince —al llegar se inclinó dando una reverencia a modo de despedida.

—¿Qué clase de prueba era? —de alguna manera eso solo despertaba más dudas en Chuuya.

Se puso pálido y negó varias veces—. No sé mucho de eso, solo hay rumores de que fue abandonado en el bosque durante días. Si me disculpa, debo ir por su desayuno.

El de ojos azules se acercó a sus seguidores, todos estaban muy enojados por el trato que le dieron al príncipe cuando llegaron, y aún se quejaban de que lo retuvieron en el palacio.

—No hagan alboroto de eso, nos invitaron y seremos sus huéspedes por más tiempo —uno de los jóvenes renegó—. Si van contra mis órdenes, van en contra de la corona y mi padre.

Akutagawa alzó la mano y señaló la espada alrededor de su cintura—. El príncipe no está en verdadero peligro, ¿cierto?.

—No lo estoy, así que pueden dejar de ser hostiles, pero no bajen la guardia y no se separen mucho del palacio —explicó con suma diligencia—. Probablemente estaremos unos meses más, si alguno quiere volver a sus hogares no se los negaré.

Nuevamente todos demostraron su lealtad. Si su príncipe se los pedía, ellos morirían por él, no solo por honor a la corona, en realidad Chuuya se ganó el corazón de todo su reino.

—¿Han escuchado algún rumor alarmante? —cuestionó en voz baja.

—Nada del nuevo rey, solo de su padre, dicen que era terrible —declaró un pelirrojo de ojos ámbar—. Le avisaremos si escuchamos otra cosa, nuestra fé está puesta en usted.

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—¿No quiso venir conmigo? —el castaño jugaba con las uvas de su plato—. Que tonto, es como un mocoso.

Mori abrió la puerta invitando a sí mismo para sentarse junto a él—. Parece que se llevan bien, amado rey.

Masticó un pedazo de tocino casi gruñendo por la presencia de su septo—. No me agrada…

—¿Cuál es el motivo? —el de ojos violetas sonrió sin apetito por las delicias frente a él, un hombre de iglesia siempre debía ser humilde.

—Tengo motivos, muchos en realidad y no necesito ninguno para defenderme, no me agrada y ya —cansado y un tanto asqueado alejo su plato—. ¿Qué debería hacer?.

La lengua astuta de Ōgai hizo presencia—. Lo que usted quiera, su sangre fue elegida por dios para gobernar…

—Ya entendí tu punto, son una bola de incompetentes que siguen a la corona —alzó los hombros con indiferencia.

—Su hermano no ha visitado el palacio desde su nombramiento, creemos que puede estar iniciando una conspiración en su contra —sintiéndose atrevido declaró lo que la corte susurraba—. Fyodor es un bastardo, por ese hecho no puede gobernar, pero sí se levantará tendría apoyo del otro continente, varias regiones le deben mucho.

El castaño meditó su próxima respuesta—. No creo que haga ningún movimiento hasta tener apoyo de este lado, eso es lo que yo haría. Entiendo que necesito formar aliados, pero la babosa no es agradable.

Mori ladeó la cabeza un tanto impactado—. ¿Babosa? ¿Se refiere al príncipe Chuuya?.

El más alto asintió—. Sé que su familia tiene tanto dinero para comprar todos los ejércitos del mundo, pero dios no está de mi lado cuando abre esa bonita boca y escupe algún insulto.

El religioso entrecerró los ojos cautivado por esa nueva faceta suya—. ¿Cree que es atractivo?.

—No soy ciego —se puso de pie dispuesto a encontrarlo—. Iré con él, no puede evitarme dentro de mi reino. Y tú envía una carta a Fyodor, hazle saber que quiero verlo, si se niega será tomado como un acto de traición y podré cortar su garganta.

"Amor fraternal" pensó el mayor—. Le pido que piense con prudencia, bien dijo que yo le sirvo a la corona, no a los reyes que la portan.

—Alto septo, eres un hombre de iglesia con las manos cubiertas de sangre, por eso me agradas —dió un saltito para marcar una distancia considerable entre ambos. Caminó por minutos encontrando que los siervos apartaban la mirada nerviosa de su presencia.

Al distinguir un grito agudo supo que había llegado al lugar correcto. Ni sus consejeros lo habrían preparado para lo que vió, e hizo latir su corazón tan rápido que zumbaba en sus orejas. Chuuya se había quitado la parte superior de su traje y entrenaba con Akutagawa, ambos sudando pero su vista se clavó en la buena forma del más bajo.

Los que apreciaban el combate divertidos, se agacharon al notar a su espía—. Saludos, su alteza —jamás le dirían "sol del reino", pues no era su rey.

El de ojos azules soltó un quejido largo y profundo con la voz ronca del cansancio—. Saludos al rey.

—Es un gusto verlo en mejor disposición a pasear dentro del palacio y sus alrededores —no era mentira que había gozado verlo así—. ¿Podemos hablar?.

El pelinaranja buscó una toalla con la que secar el sudor y una vez estaba decente decidió ponerse la ropa que faltaba—. ¿Puede esperar un poco? Necesito un baño.

Las miradas de sus fieles guardias se posaron en Osamu, y por un momento se sintió avergonzado—. No me molesta acompañarlo a sus habitaciones para continuar esta plática.

Chuuya al igual que los otros parecían confundidos, pero aceptó despidiéndose de sus súbditos con algunas risas. Entonces Dazai entendió el como se ganó a su pueblo, era un verdadero sol en sus vidas pues lo veían como un líder nato. Algo celoso mordió el interior de su mejilla mientras retomaba su caminata en dirección contraria.

—Te has estado divirtiendo mientras evitas mi compañía —dijo con ese tono sombrío.

—Eres un rey malditamente molesto —y atractivo.

Algo confundido por sus propios pensamientos lujuriosos decidió ser directo—. ¿Qué quieres de mi reino? ¿O qué tanto quieres de mí?.

Las mejillas del otro se tiñeron de rojo apenas escuchó sus preguntas—. ¡¿Qué mierda?!.

El más alto detuvo su paso obligandolo a imitarlo—. Me refiero a favores, ayuda.

—Nada, puedes meterte tu reino por dónde…

Un gruñido lo hizo callar—. Todos quieren tener aliados, si bien ya lo somos para evitar una guerra, debemos intimar más para tener una alianza política real. Ambos queremos lo mismo.

El pelinaranja observó cómo se acercó a su rostro sin apenas poder respirar correctamente—. ¿Qué es lo que queremos?.

Dazai podía sentir sus narices rozarse con delicadeza y sonrió tontamente—. Lo mejor para nuestras naciones, por eso nos comprometimos a crear una farsa.

Notas de la autora:

Les juro que amo escribir la tensión sexual pero me cuesta un poco desarrollarla porque no soy buena con el acto, así que si hay Sex⁰ probablemente esté mal escrito.

Ya empecé a rezar para que Chuuya salga y esté vivo en el capítulo del manga <3

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