𝟑𝟔. 𝐍𝐞𝐛𝐥𝐢𝐧𝐚
Parecía fácil mentir frente a un espejo,
los ojos no callaban lo que mi boca evitaba decir,
no era la primera vez que guardaba secretos
sobre mi vida en aquel infierno.
Nunca pedí ayuda, me ahogué con un mar de perdición,
parecía mejor amiga que aquellas que me prometieron su amor eterno.
Jugaba con mi corazón, yo misma busqué a la muerte,
pero al parecer no le convencía,
solo se burló y me enredó en una agonía.
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