Querido Fab:

Han pasado algunos meses desde la última vez que te vi. Binki es una grandiosa persona; ella es graciosa, alocada, llena de vida. Ella es como un Fabrizio versión femenina. Creo que no hay mejor persona para estar a tu lado.

Ya casi es 2010 y con el ánimo por los suelos, he luchado para estar mejor. He gastado este año en cosas nuevas, como mi debut siendo directora de cine. Fue increíble.

El tiempo pasa volando, ¿no?

Siento como si fuera ayer que amanecías en mi cama, con una sonrisa. Tu cabeza asomaba por la sabana. Demasiado dulce, demasiado tierno.

Fueron buenos tiempos. No había preocupación. No había dolor. Estar contigo era un repelente contra la negatividad. Era como un escudo que bloqueaba mis penas.

Sin embargo, ahora mis pesares están por doquier, rodeándome a diestra y siniestra.

La culpa agobia mi interior. La resignación es tan amarga y pesada.

Cada vez que en ti veo tristeza me culpo por ello. Las letras que has escrito no han hecho más que sacarme lágrimas.

Yo sé que no las escribiste con la intención de reprocharme tu dolor, pero yo misma las convierto en eso.

Cuando empezaste con Little Joy no pude evitar sentirme tan feliz por ti, pero esas composiciones tuyas me afectaban demasiado.

No entiendo que está pasando Fab. ¿Por qué te ves tan demacrado? La última vez que te vi a escondidas estabas bien. Reflejas un grisáceo color, cuándo debería haber un arcoíris llamativo encandilando al mundo que está a tu alcance.

No te culpo. No eres el único. Tus cinco mejores amigos también cambiaron demasiado.

Aunque no lo llegues a creer, estoy al tanto de lo que haces. Tal vez parezco una maldita acosadora, pero tengo la constante necesidad de saber que estás bien y que no destruí tu vida por completo.

Es mi única salida para estar bien conmigo misma, porque jamás me perdonaría si te sucedieran desgracias por mi culpa. Jamás me perdonaré por lo que te hice sufrir.

¿Por qué no está esa habitual sonrisa debajo de tu nariz y tus pómulos elevados? ¿Acaso aún me amas? ¿Sigues sufriendo por mi causa?

Me siento tan impotente y consternada.

Espero que si Binki no te hace sonreír, al menos tus amigos lo hagan.

Con amor,

Drew.