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𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑿𝑰𝑿

𝙽𝚘 𝚎𝚜 𝚖í𝚊 𝚕𝚊 𝚒𝚖𝚊𝚐𝚎𝚗 𝚇𝙳



𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 𝚇𝙸𝚇: 𝙻𝙾𝚂 𝙿𝚁𝙾𝙱𝙻𝙴𝙼𝙰𝚂 𝙳𝙴 𝚄𝙽𝙾 𝚂𝙾𝙽 𝙳𝙴 𝚃𝙾𝙳𝙾𝚂

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Freddy, Bonnie y yo pasamos conversando muy animadamente el resto de la mañana, no había nada que nos separara. Me sentí tan feliz de poder pasar el poco tiempo que tengo con mi grupo o bueno, parte de él.

Comimos juntos a la hora del almuerzo, Chica se nos unió y se le veía desanimada, sin embargo se rehusó a explicar por qué. Sabía que era por Golden y por eso le dije que fuese para seguir con la línea de la historia y porque causaría un efecto positivo en el rubio ya que él está enamorado de ella.

Sin darme cuenta, ya nos encontrábamos nuevamente reunidos para la selección de grupos y el comienzo de las actividades.

—Tengo hambre— comenté.

—¿Otra vez?— Freddy preguntó.

Lo vi con los ojos entrecerrados, molesta.

—¡Bienvenidos al reto de supervivencia Amadeus!— Exclamó una voz, el sujeto se miraba sospechoso, muy sospechoso. —Subirán a la cima de ese monte y traerán el banderín de su equipo de regreso. Cuidado en su camino, hay muchos peligros adelante. ¿Preguntas?

Levanté la mano. —Ejem ¿cuál monte, no será montaña? ¿cómo sabremos cuál es nuestro banderín? ¿Qué hacemos si nos perdemos? ¿Y si nos da hambre? ¿Qué?, ¿Comemos hongos y moras? ¿Y los peligros no deberían ser ilegales? Somos niños aún y ¡Ah! Un mi amigo está borracho así qué...— Desvié la mirada esperando respuestas.

El tipo se me quedó viendo y luego volvió a hablar. —¿Ninguna pregunta? ¡Genial! ¡Ahora los equipos!

Sudé frío. —Pvto— susurré enojada.

—Tranquila (T/A), seguro podrás resolverlo con el equipo que te toque— me aseguró mi bebé.

—Ay, gracias bebecito. Tú siempre me consuelas— lo apachurré con fuerza.

—El equipo número uno es: Puppet, Bonsua, Bonnie y Abby— dijo el guía de porquería que me ignoró >:v

—Te sacaste la lotería Bonnie, yo quería estar con Puppet— lloré internamente, el peli violeta solo rió kawaiimente.

—El segundo equipo será: Onnie, Joy y Toddy— prosiguió. —El equipo tres son: Chica, Maggie, Félix y Mai.

—Okey, ya me estoy poniendo nerviosa— sonreí mostrando mi ansiedad y viendo a múltiples direcciones como las personas ya mencionadas se reunían.

—El cuarto grupo es: Usagi Bon, Oxy y Loon.

—¡Enhorabuena para Loon!— Me alegré por él. Temía que quedara con desconocidos, recordando la forma en cómo se aferraba a mí similar a un niño pequeño pues, sí tiene un problema.

—El quinto grupo es: Eak, Lily, Town y Freddy. Finalizando con el sexto grupo: Meg, ______, Deuz  y Fox— concluyó.

What?!— Chillé. —¡¿Pero por qué me tiene que tocar con el borracho con complejo de hermano sobreprotector, la que me odia y el osito Nigga?!— Sollocé.

Freddy y Bonnie me consolaron por unos minutos hasta que no me quedó de otra más que aceptarlo.

Suspiré. —Okey Fred, no hagas tonterías y todo saldrá bien— le arreglé la camiseta como una mamá haría y lo miré a los ojos. —No quiero escuchar una queja sobre ti ¿okey?

—Que aburrido— sonó su voz.

—Pero eso no impide que le hables a los otros-

—¿Y la diferencia es...?— Se cruzó de brazos.

—¡Oh mira! Ahí está Bon-¡Bonsua! L-le voy a dar ánimos jeje— me alejé rápidamente para ir con el peli turquesa. —Hola Bon— saludé con energía, a pesar de que me estaba quemando viva en el interior.

—Oh, ______. Vaya grupo el que te tocó. No será fácil— trató de darme ánimos.

—X2, ojalá te hubiese tocado conmigo. Nos divertiríamos y formaríamos un plan sólido para que te disculpes con Bonnie— mi expresión mostraba resignación.

Sonrió. —Sí, ojalá— me revolvió el pelo y se despidió sin voltear. —Dame tu fuerza.

—¡¡¡PEGASO!!!— Grité alzando un puño.

Lo oí reírse mientras se alejaba.

Luego de mi charla con el agente Smith, fui a paso lento hacia mi grupo seleccionado.

Meg rodó los ojos al verme llegar. —De todas las personas en el campamento, TÚ tenías que venir con nosotros— refunfuñó mientras tenía un remo en su mano.

Yo tenía el otro remo, el cuál estaba en el piso y lo tiré impulsivamente con fuerza por el enojo. —Ya estoy harta. Mira Meg, entiendo que yo no te agrade por ser "rivales" en la batalla de bandas, pero ahora deberíamos tener una tregua ¿no crees?— Remarqué lo último.

—No bajaré la guardia con el enemigo— entrecerró los ojos.

—¡Fox también es tu enemigo y lo tratas normal!— Señalé al mencionado con una mano.

—Pero al contrario de él, tú no me agradas.

—¡Por lo que sé, yo no te he hecho nada!— Me defendí.

—Esto es por la competencia, eres mi rival y YA— finalizó.

Me frustré aún más. —¡¡¿POR QUÉ?!!— Alcé la voz. —¡Si tú tienes una voz preciosa, con gran rango vocal! ¡Eres hermosa y talentosa! Yo no sé tocar ningún instrumento más que la flauta de primaria y la pandereta que no requiere mayor esfuerzo. ¡Y YO CANTO COMO EL ASC-!

Hasta ahí— me interrumpió un susurró.

Abrí la boca para decir algo más pero la cerré y me la tapé con una mano mientras bajaba la mirada, aún con el ceño fruncido.

—Olvídalo— decidí alejarme un poco.

Ahora sabes tocar guitarra— escuché nuevamente. Yo negué por la tensión de la situación.

—... Apúrate— escuché que la albina le exigió en voz baja al moreno.

—Cálmate, el tiempo no importa si hacen buena compañía— escuché decir a Deuz mientras intentaba colocar nuestro bote en el río.

—Ugh, ¿por qué hay que atravesar el río? No sé nadar. Y conociendo lo que pasa con este grupo no me hace mucha ilusión tampoco— gruñí mirando a los otros como si fuesen unos inútiles, (Pero... Amo a mis inútiles) sonreí levemente.

Justo cuando traté de ofrecer mi ayuda, Deuz fue empujado al agua junto con el bote.

—¡Oh por- Deuz!— Exclamé con preocupación y me apresuré a ayudarle ya que el agua no era muy profunda y Meg no era de mucha ayuda.

Sin embargo, en el camino me topé con Fox. —¡Sorpresa!— Salió exclamando de la nada y me abrazó con una amplia sonrisa.

—¡Factzy, me estorbas!— Traté de zafarme de su fuerte agarre.

—¿Qué? P-pero yo creí que me querías— me soltó y comenzó a sollozar como niño chiquito.

Mi expresión de volvió en una de "WTF?". —¡S-sí, te quiero!— Me alejé dos pasos de él.

—Lo sabía— volvió a sonreír y se dirigió hacia varias flores que estaban por ahí.

(Verg@. ¿Así se siente cuidar a tu amigo borracho? Que dolor de cabeza) suspiré viendo al cielo pensando en lo agotador que será este viaje. Miré hacia Deuz y Meg, quienes estaban conversando. Rodé los ojos y me acerqué al oji ámbar, quien estaba en cuclillas recogiendo flores de varios colores.

—¿Qué haces, Foxy?

—Coronas de flores— dijo en tono infantil y me colocó una de color (color favorito) sobre mi cabeza.

—¡Flores (color favorito)! ¿Cómo supiste?— Pregunté contenta por el obsequio.

—Soy muy bueno en esto— respondió haciendo más.

—Gracias— me senté y comencé a agarrar flores también. —¿Me enseñas?

—¡Claro!— Me mostró cómo las entrelazaba para que no se desmoronaran. —Eres buena en esto.

—Tuve un buen maestro— reí. —Vamos con los otros dos— señalé a los susodichos con un movimiento de cabeza.

Fox corrió hacia Meg y Deuz. —¡Coronas de flores para todos!— Exclamó sonriente. —Esta es la tuya— le dio una rosada con blanco a Meg. —Y la tuya— dijo cambiando de feliz a enojado cuando miró al moreno.

Solté una risita mientras rodaba los ojos y me acercaba a Deuz. —No le hagas caso, está borracho— le puse sobre la cabeza una corona de flores azules. —La hice yo— sonreí.

—Gracias ______— imitó mi gesto y se la dejó puesta, mas la albina se quitó la suya.

Los cuatro nos subimos al bote y Meg comenzó a remar junto con Deuz.

El pelirrojo comenzó a hablar con un acento de pirata. —¡Marineros! ¡Izad las velas y carguen los cañones que comienza la batalla!

—¡Argh mi capitán!— Exclamé siguiéndole el juego haciendo un saludo de respeto.

La canoa no iba tan rápido y casualmente, el bote del grupo de Onnie, Joy y Toddy pasó cerca.

—Barba Roja...— Fox dijo con hostilidad. —No te dejaré escapar esta vez.

—Ay no— susurré. (Y aquí vamos). —¿Mmh?— De repente, el oji ámbar me tomó del brazo.

—¡Vamos mi teniente!— Y saltó hacia la canoa del otro grupo conmigo siendo arrastrada. —¡AL ABORDAJE!

—¡¡¡FOX, NO SÉ NADAR!!!— Grité muy asustada por el cambio repentino de los acontecimientos.

Toddy y Joy gritaban como perr@s locas mientras que Meg se quejaba en voz alta. Yo no estaba en una situación mejor porque me estaba aferrando al bote para no caer al agua mientras que Onnie me ayudaba a subir.

—Gr-gracias Onnie— dije entre jadeos, cansada por el esfuerzo.

—¿En serio no sabes nadar?— Cuestionó alzando una ceja.

—Nop, fui a clases pero siempre me hundía— comenté, calmada ya que todo había terminado. Grave error.

El peli azul me dio unas palmaditas en la espalda. —Ten cuidado la prox-

—¡NO LE HABLES AL ENEMIGO!— El oji ámbar gruñó, tomándome de la muñeca nuevamente y jalándome al agua.

—¡NO OTRA VEZ!— Grité con pánico. Chapoteé como retrasada hasta finalmente sujetarme del bote de mi grupo.

Fox separó a Meg y Deuz, quienes estaban hablando. —Me esperaba un motín de este, pero tú... ¡TRAIDORA!— Exclamó sentándose a llorar dramáticamente.

El peli castaño perdió rápido el interés en esa escena al verme colgando del borde de la canoa y se apresuró a socorrerme.

—¿Estás bien?— Me tomó de ambos brazos, jalándome al interior del bote.

—No— negué temblando, no por frío sino por el susto que me llevé. —Papá tenía razón, no debí venir— dije con la mirada perdida y me eché en posición fetal junto a Meg.

El pelirrojo gritó de la nada. —¡CRAKEN!— Y agarró uno de los remos.

—¡¿Pero qué mier-?!— Los gritos del más alto me interrumpieron, al igual que los quejidos de la oji ámbar y el oji azul.

Por accidente, Fox insertó el remo en el piso de la barca, abriendo un hoyo en esta.

—¡¡¡AAAAHHHH!!!— Los cuatro gritamos al mismo tiempo.

—¡¡¿CUÁNTAS VECES DEBO GRITAR QUE NO SÉ NADAR PARA QUE ENTIENDAS, POSTE TELEFÓNICO?!!— Le alcé la voz, haciendo que este sollozara, resbalara con el piso mojado y se noqueara en el proceso cayendo sobre mis piernas con un ruido sordo.

—¡Au! ¡Fíjate dónde te desmayas!— Me quejé molesta. (Este wey es muy pesado) pensé mientras solté un bufido.

Meg y Deuz peleaban para tapar el agujero que hizo Fox y al cabo de un rato, el castaño comenzó a cantar "Soy tu problema".


https://youtu.be/YX4dhqTq9Mg


La hermosa voz de Tricker funcionó como arrullo y me fui quedando dormida poco a poco.


...


—N-no, no... Ha vuelto ¡AAAHHH!— Los gritos de Fox me despertaron.

—¿Qué es todo ese p*to jaleo?— Restregué mis ojos con una mano.

—Tu hermano noqueó a Meg— comentó Deuz.

Antes de poder contestar, el pelirrojo miró furioso al moreno. —¡TÚ! ¡¿Qué le has hecho a mi barca?!— Se lanzó para taclearlo. —¡Ven acá rufián!

Deuz se hizo a un lado, dejando que Fox cayera directo al agua. —Un problema menos.

Pasaron unos segundos y comencé a alterarme. —¡No está saliendo!— Exclamé.

El oji azul rodó los ojos. —Ugh, bien— se lanzó al agua para traerlo.

Lo subió al bote con mi ayuda. El oji ámbar estaba ido completamente, desmayado. Yo me acerqué a su rostro para ver si respiraba.

—¡Fox! ¡Poste! ¡No te atrevas a abandonarme así, Rosita Fresita!— Salté sobre su estómago para sacarle el agua que pudo haber tragado y luego procedí a darle un par de cachetadas. —¿Qué le diré a Spring, Meg y a los otros?— Miré a la nada horrorizada por un rato.

—¡Oye cálmate! Te estás preocupando demasiado— Deuz me tomó de los hombros.

—¡Y tú te preocupas muy poco!— Alegué.

—Mira, el cabeza hueca está bien— le dio una patada en una pierna, haciendo que el más alto cambiara de posición y se metiera el dedo pulgar a la boca.

—Ah— solté un suspiro con la mano en mi pecho, aliviada. —Pinche pvto, haciendo que casi me de un ataque— me senté bruscamente en el piso del bote.

—¿Por qué te preocupa tanto? Es un tonto— Deuz se sentó a mi lado.

—Pero es mi tonto— sonreí acariciando el pelo del pelirrojo. —El weon es un tsundere pero ha demostrado que me quiere, su repudio hacia ustedes aumentó cuando- ¡uy!— Tapé mi boca rápidamente. —Nada, solo sé que me quiere y yo lo quiero a él.

—Mmmm, entonces también quieres al otro ¿no?— Preguntó sin mirarme.

—¿Hablas de Spring? Sip, mucho— bajé la mirada.

—Ay no— tapó sus ojos con una mano en señal de frustración.

—¿Qué?— Lo vi curiosa.

—No me digas que estás enamorada del perro pulgoso— me vio de reojo, noté una sonrisa burlona.

—¿Y qué si sí? ¡No es de tu pinche incumbencia weon culiao! Y si tienes problemas, con gusto puedes largarte a la chingada para que no me veas más porque no pienso cambiar de opinión sob-

—¡Wow, wow! Tranquila enana. Yo solo preguntaba— rió, interesado por mi reacción.

—¡Hum! Si te atreves a decirle algo prometo que te romperé los huevos con un bate con clavos— dije tranquilamente.

Me vio anonadado. —Mensaje más que recibido— respondió rápidamente.

—Así me gusta— le di unas palmaditas en la cabeza. —Buen chico.

Después de un rato en silencio volvió a hablar. —... ¿Quieres una piruleta?

—Trae acá— se la arrebaté, sonriendo de oreja a oreja. —Gracias.

—Tienes garras por lo que veo— sudó frío.


𝙲𝚘𝚗𝚝𝚒𝚗𝚞𝚊𝚛á...

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