𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰
(): 𝙿𝚎𝚗𝚜𝚊𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚁𝚊𝚢𝚒𝚝𝚊
𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 𝙸: 𝙿𝚁𝙴𝚂𝙴𝙽𝚃𝙰𝙲𝙸Ó𝙽
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—¡C v perrón!— Exclamé viendo mi celular nuevo mientras salía de la tienda. El anterior se me había caído al retrete :'v y al fin mi mamá aceptó comprarme uno nuevo pero me advirtió que me asaría viva si no lo cuidaba. Sudé frío al recordar su amenaza con un creciente escalofrío.
(Me salvé de a poco, mi gfecita tuvo piedad de mí) sonreí aliviada.
De repente, sentí como alguien me empujó por atrás.
—¡Ah!— Solté un grito y mi celular salió disparado y chocó contra el suelo, al igual que yo. Al recuperar el sentido, solté un gasp asustada al ver mi teléfono nuevo con una grieta en la pantalla. (¡Eso es pasarse de pinche lanza!) Grité en mi cabeza.
La persona que creo que me empujó, exclamó preocupada. (Es una chica). Y al acercarse a ayudarme... Pisó mi puto teléfono. —¡Ay, pero por favor, es nuevo!— Exclamé sin pensar mientras señalaba al pie de la chica.
Ella levantó su pie y vio mi celular, con la mitad de la pantalla rota. —¡Lo lamento tanto! Estoy apurada, discúlpame, por favor. ¿Dijiste que es nuevo verdad? Te lo arreglarán gratis por la garantía— vio su reloj de muñeca. —¡Ya es tarde! Lo siento— susurró apenada y aferró sus manos a la capucha que llevaba puesta mientras se alejaba casi corriendo.
—¡Pinche loca!— Dije para mí al verla ya lejos. Lo único que pude notar de ella es que su pelo era castaño oscuro, pero tenía mechones azules. —Uff, que loca.
Me levanté y también me lamenté por el triste estado de mi celular, que ni siquiera llevaba 10 minutos en mis manos.
Mi madre salió de otra tienda y dijo que ya debíamos irnos. No tuve el coraje para contarle, además se le veía apurada. (Mañana será otro día) suspiré agotada.
...
Al llegar a casa, subí inmediatamente a mi habitación y me encerré.
Pasé mis dedos delicadamente sobre la pantalla rota con tristeza y decidí ponerme a ver un capítulo de Fnafhs para animarme (De la 1era temporada por cierto).
Lo hice en mi teléfono para ver que tan mal se miraba con el cristal roto. Para mi extremadamente grande sorpresa, no se veía ningún defecto. Era como si la pantalla ni siquiera hubiese estado rota en primer lugar; sin embargo, era extraño, las grietas seguían ahí pero la imagen del capítulo que se estaba reproduciendo parecía sobresalir de la pantalla, tipo 3D en el cine.
Inmediatamente, una luz rosada, celeste y blanca, comenzaron a salir de las grietas, y la imagen se glitcheó. —¡F*ck!— Grité espantada lanzando el objeto sobre mi cama. —¡No mames, eso es del diablo wey!
Las luces, que más bien parecían rayos, pararon. Me acerqué lentamente al objeto. La curiosidad siempre fue un problema... A veces. Tomé mi celular y lo revisé. El capítulo paró como si estuviese en pausa y los rayos salieron nuevamente de las grietas. Esta vez, no solté mi celular, al contrario, me quedé anonadada por la mezcla de colores que las luces provocaban.
De pronto, estas comenzaron a rodearme. —Jamas había visto un glitch como este... Pensándolo bien, jamás vi un glitch. ¿Será esto?
Abrí más los ojos hasta que las luces me cegaron por completo y caí como si hubiese sido noqueada.
...
Me desperté extrañada de que mi despertador no sonara. La luz a través de mi ventana me lastimaba, provocando que me frotara mis ojos para poder ver con claridad qué hora era.
De pronto, recordé lo que sucedió ayer...
—La chica, mi celu, el glitch— levanté la vista hacia mi celular.
Estaba como nuevo...
Sin grietas, ni un solo rasguñó.
—¿Lo habré soñado? Ugh— cerré mis ojos con fuerza y coloqué una mano en mi cabeza para sobarla. Decidí ignorar todo, puesto que creí que fue un sueño y me recordé que mis vacaciones habían comenzado. Salté fuera de mi cama y realicé mi baile feliz, sin percatarme de un pequeño detalle.
Al ver mis manos, mi sonrisa desapareció. Abrí los ojos como platos y solté un grito ahogado.
—M-m-m-mis... ¿Son mis?— Dije espantada y corrí hacia el espejo del baño. Tremendo grito que solté mientras tocaba mi cara para asegurarme de que era yo.
—¡______! ¡¿______, estás bien?!— Exclamó mi madre con preocupación desde el primer nivel de la casa.
—¡NO! ¡Estoy soñando y no puedo despertar!— Respondí sin separar la mirada de mi reflejo.
Pasos apresurados resonaron por la casa y mi mamá me tomó de los hombros. —¿Qué sucede? ¿Quieres ir donde el doctor?— dijo con el mismo tono angustioso.
—¡N-No! Es solo que... Somos 2D. ¡¡¡¡¡¡¿¿Y POR QUÉ M*ERDA ME VEO CON EL ESTILO DE EDD00CHAN??!!!!!!— Grité separándome bruscamente.
—¿Qué rayos te pasa? Ya estás despierta, esta es tu realidad, siempre hemos sido así— razonó mientras se arrodillaba enfrente de mí para quedar a mi nivel.
—¿Q-qué?— Comencé a sollozar.
—Ssshhhh— mi madre me abrazó mientras acariciaba mi cabello.
(No importa cuanto lo diga, ¡me tachará de loca! No quiero terminar en un manicomio. Mejor le sigo la corriente y actuaré normal).
—L-lo siento, es que... Ahora lo recuerdo... Tuve una pesadilla... Yo estaba cayendo y-y-y- mi celular-
—Tranquila, solo fue un sueño. Ahora arréglate para tu primer día de clases y baja a desayunar— besó mi mejilla.
Inmediatamente, mis emociones dieron un giro muy brusco. —¿Neta? ¡¿Acabo de terminar la escuela solo para que en este mundo sea mi primer día de clases?!— Exclamé furiosa. —¡¿En dónde?!— Pregunté.
—En Five Nights At Freddy's High School, por supuesto. ¿Lo has olvidado? Pero siempre eres tan aplicada— mi madre alzó una ceja.
—Sí, sí, em, creo que también me pegué en la cabeza. Desperté en el suelo— mentí mientras sobaba la parte trasera de mi cuello, con una expresión no muy convincente.
—Si eso dices... Ten cuidado— suspiró. —Tu padre ya se fue a trabajar así que yo seré quien te vaya a dejar, ahora apresúrate si no quieres llegar tarde— dio media vuelta y bajó hacia la cocina.
Me quedé paralizada.
—¡¿Cómo demonios voy a actuar normal después de todo esto?!— Grité susurrando. Regresé frente al espejo para analizarme más detalladamente. —Es el estilo de FNAFHS... ¡¿Por qué?! ¡¿Y si...?!— Me emocioné por un momento. —N-no, no lo creo— suspiré decepcionada.
Me dirigí a mi guardarropa, donde estaba mi uniforme doblado. Me coloqué la blusa blanca con un moño rojo en el cuello; una falda azul marino, que me llega un poco más arriba de las rodillas; mis medias y mis zapatos negros.
Bajé y rápidamente devoré mi desayuno. Mi madre y yo salimos de casa y entramos en el auto.
—Vendré por ti a la hora de salida. Lo siento, mi amor, pero no todas las tardes podré venir a recogerte— se disculpó sin dejar de ver al frente.
—No te preocupes mamá, recordaré el camino de vuelta. No está muy lejos la escuela ¿verdad?
—No, no. Está a dos cuadras y doblando la esquina, así que no te perderás.
—Que bien— volteé hacia la ventana. (¿Será que ellos serán mis compañeros? Si es así, me les tiraré encima) sonreí. (Ok no, los voy a espantar XD).
—Llegamos, cariño. Cuidado al bajarte y suerte en tu primer día— se despidió.
—Adiós, mamá. Que te vaya bien también— cerré la puerta del carro y me acomodé mi mochila en la espalda mientras mi mamá se alejaba.
(Aquí vamos) pensé sudando levemente por el nerviosismo y ansiedad que estaba comenzando a sentir, mi pobre corazón estaba latiendo con más fuerza de la habitual.
Antes de entrar, divisé a los... (¡¡¡¿¿Nightmares??!!!) Grité mentalmente mientras abría la boca completamente. El grupo estaba conversando entre ellos.
—N... No es posible— susurré atónita.
El grupo me volteó a ver, curiosos y con el ceño fruncido. Yo les sonreí, no solo por ser amable sino que por el hecho que ¡eran reales! ¡E-estaban ahí a unos cuantos metros de mí! Saludé con un movimiento de mano, tomándolos por sorpresa y decidí entrar.
Después de pasar la puerta principal, me percaté que aún no había tocado el timbre para entrar a clases y todos los alumnos estaban reunidos en grupos de distintos números de integrantes.
(¡Los Toys! ¡Puppet y Mai!) Se me iluminó el rostro y sonreí un poco, muy exagerado. (¡Azopotamadre! ¡QUIERO IR CON PUPPET!) Mi sonrisa creció pero antes de dar un paso, frené mi emoción. (¡No! No, te tacharán de loca. Bueno, aunque ellas estás locas. Pero me tacharán de más loca que ellas) suspiré con frustración evidente en mi rostro y mejor decidí dedicar mi atención a mi alrededor.
Sentí una mano en mi hombro, por lo que volteé, encontrándome con un rostro familiar.
—Hola, eres nueva ¿cierto?— Preguntó.
—S-sí— asentí nerviosa. (Wow...).
—No te preocupes, te llevaré a la oficina del director. Estará encantado de conocerte— me sonrió e hizo un gesto para que le siguiera.
—Gracias, ¿eres el encargado?— Comencé a seguirlo.
—Más o menos— rascó la parte trasera de su cuello. —Me llamo Towntrap, un gusto en conocerte.
—Y yo ______. El gusto es mío— sonreí con los ojos cerrados.
Luego de dar un par de vueltas, llegamos a una puerta que decía "Director". Towntrap tocó dos veces y se escuchó un "adelante" de detrás de ella.
—Con permiso, señor. Le traigo a la nueva alumna, ______— habló el chico, ingresando a la oficina.
—Ah, sí. (Tu apellido). Un gusto tenerla entre nosotros— saludó.
—Gracias, señor— respondí con tono cortés.
—Acércate, te entregaré tu horario— habló mientras abría una gaveta de su escritorio.
Hice lo indicado y recibí el pedazo de papel. Lo observé atentamente y susurré otro "gracias".
—Town ¿puedes llevarla a su clase? El timbre sonó hace 5 minutos— anunció el mayor.
(¿Qué? Pero si ni siquiera escuché nada) pensé confundida.
—Sí señor— respondió el castaño y ambos salimos de la habitación.
Suspiré de alivio. —Vaya, tenía los pelos de punta— dije más calmada.
—Jeje, sí. El señor Afton suele dar esa primera impresión, pero ya verás lo agradable que es— me reconfortó.
Bajé mi mirada con el ceño levemente fruncido. —No lo creo— murmuré para mí.
—Este es tu salón, espero que hagas nuevos amigos. Ya tienes uno— me guiñó el ojo.
—Gracias— me sentí bastante bienvenida. —Nos vemos luego— nos despedimos con un movimiento de mano.
Inhalé y exhalé profundamente antes de tocar la puerta.
Un señor de unos 30 años salió y me vio con confusión.
—Eh- b-buenos días, soy la nuev-
—La alumna nueva— me interrumpió y sonrió. —Que bueno que te nos unes, pasa y preséntate— abrió más la puerta para dejarme entrar.
Asentí y al momento de dar el primer paso, sentí todas las miradas en mí.
—Muy bien chicos, hoy tenemos dos alumnos nuevos— continuó el profesor.
(¿Dos? ¡¿EEHH?!) Volteé a ver hacia mi derecha. (¡¡¡FREDDY!!!) Abrí los ojos como platos. (Eso significa que...) Lentamente regresé mi mirada al frente. (¡¡¡¡FOXY, BONNIE Y CHICA!!!! T-todos están...) Sonreí como idiota. (Finalmente los encontré) dije alegre para mí. Me llevé ambos brazos detrás de mi espalda y me pellizqué para comprobar si estaba soñando. (Auch...).
De repente, todo el salón comenzó a reírse. (¿Qué pedo?) Regresé mi vista a Freddy. El pobre tenía la mirada baja y mostraba arrepentimiento.
—A-am, soy _____ (Tu apellido) y me gusta dibujar, leer, ver videos en YouTube y estar con mi familia. Espero que seamos muy buenos amigos— sonreí ansiosa por las miradas.
—Gracias, chicos. Pueden elegir donde sentarse— explicó el profesor.
(Bueno, me gustaría enfren-)
—¡Oh, por aquí! Siéntate conmigo— Chica llamó mi atención agitando su mano para que fuera con ella.
Le sonreí agradecida y fui en su dirección.
𝙲𝚘𝚗𝚝𝚒𝚗𝚞𝚊𝚛á...
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