Capítulo 4
Al salir se encontró con Beatrice quien la estaba buscando, ella dio una excusa algo torpe y la siguió en silencio hacia el interior de su palacio.
Todas las jóvenes de su círculo la esperaban y la recibieron animadamente.
—Artemis - escucho a Lady Arlo llamarla —¿Cuando será su boda?
—Primero debo de hacer mi debut en sociedad y luego podré casarme - había estado retrasando su debut por bastante tiempo, su padre no preguntaba y no la presionaba, ella sabía que si le decía que no quería casarse este accedería a romper el compromiso, pero no quería ver a su padre en problemas, Ares era violento y podía hacerle daño a él o a su hermano.
—Todos aseguran que su debut y el de la princesa Ploen serán magníficos -Ella sonrió, Ploen, no podía escuchar aquel apellido porque su cuerpo reaccionaba de manera rápida.
—Yo estoy emocionada por saber que usará la princesa - Artemisa era hija de un duque, pero no usaba el princesa amenudo, no le gustaba ya que no era hija de la duquesa y no quería ofender su memoria.
—Ambas podrían ayudarse -la princesa Beatrice sugirió, ambas tenían algo en común, no tenían una madre que las guiará.
—Yo estoy a unos meses, pero he estado viendo telas, debería de venir a casa para verlas Lady Helio.
—He visto telas también, iré con gusto - y a provecharia para ver al duque, fue lo que se dijo —Vinieron comerciantes desde lejos, telas hermosas me fueron prensadas, si te gusta alguna puedes pedirmela - Beatrice sonrió satisfecha.
—La princesa Liche debutará primero ¿esta lista? - Jubelian le sonrió, la princesa asintió.
—En unos días será mi fiesta, todo esta listo.
La fiesta de té pasó entre chismes y hablar sobre los preparativos de las fiestas de debut de las tres jóvenes más importantes del imperio.
Artemisa se acomodo el sombrero y camino por el solitario pasillo, sentía que era seguida, y le daba escalofríos, sabía que no era Regis, era el asqueroso de Darius Ashet, aceleró su paso y fingió que todo estaba bien, una vez diviso el carruaje respiro tranquila pero su guardia se reverenció y ella no tuvo más remedio que detenerse y fingir que hasta ahora lo veía.
—Majestad -la joven se reverenció.
Por algún motivo aquel hombre le daba repugnancia y ganas de huir, pero tenía un maldito sentimiento de familiaridad.
—¿Psyche? -ese nombre era el de su madre.
—¿Usted conoció a mi madre? - Darius frunció el seño "horrible" esa fue su mejor descripción.
—Eres igual a ella, la hermosa bailarina de Shim - ella asintió, su madre era una bailarina que cautivo al duque Helio.
—Si majestad, es tarde, debo irme -se reverenció y subió al carruaje —Maldito loco -murmuró y cerró sus ojos.
El baile debut de la princesa Beatrice era un evento importante, todas las jóvenes de familias menos poderosas podían hacer también su debut ese día.
Había recibido una carta de Regis en donde le indicaba que se reunirian, ansiosa se coloco su mejor ropa interior y su mejor vestido, estaba deseosa de su encuentro con Regis.
—Lady Helio - su doncella persona ingresó —El duque Ares está aquí. - ella arrugó su rostro, no quedaron en verse y menos en ir juntos.
—Que espere - siguió acomodando su cabello, pero la puerta se abrió nuevamente y de ella apareció Ares, quiso quejarse pero el la tomó de las caderas y la acerco a él.
—¿Acaso debo esperar a mi prometida? Jamás, debo de verte siempre al llegar Artemisa - ella rodó los ojos, Ares beso su cuello con fuerza, Artemisa trato de alejarlo pero su fuerza era más.
—Me lastimas. -Ares mordió su oreja y se alejo.
—Se obediente Artemisa, aunque tu padre es uno de los perros del emperador, yo soy más poderoso y fuerte - ella suspiro y trato de cubrir el morado que se estaba produciendo en su cuello —Te espero abajo.
Ella suspiro y cambio su collar por uno más grande, al bajar encontró a su padre hablando animadamente con Ares, adelante del duque Helio, Ares era otra persona, pero ella y Apolo sabían que aquel era un doble cara.
Al llegar al palacio Ares la tomó fuertemente del brazo y fueron anunciados como una pareja, aunque ella no había debutado aún, ser anunciados de aquella forma confirmaba la inminente boda.
Artemisa busco por todo el lugar a Regis, cuando lo encontró sintió una ira creciente subir por su cuerpo, estaba siendo rodeado por damas jóvenes y mayores, viudas y solteras, sintió horror al verlas casi encima de él, Regis era suyo.
—Vamos a bailar -Ares la sacó de su ensoñación, Artemisa suspiro y se acercó a la pista a regañadientes.
Ares la tomaba fuertemente de las caderas, su sonrisa coqueta hacia derretirse a las damas que les miraban con añoranza, ante todos ambos eran la pareja perfecta, pero ella odiaba la sola idea de ser esposa de alguien tan repugnante.
—Ire al tocador ¿puedo? - Ares sonrió al escucharla, eso quería él, una mujer sumisa.
—Si amor, puedes ir -ella rodó los ojos y se abrió paso por la multitud.
Bajo por las escaleras y fue a un pasadizo secreto que Regis le había dicho, salio hacia el exterior y subió al carruaje que le habían designado.
Estaba ansiosa por aquella nueva experiencia, Regis le sorprendía en cada encuentro y ella esperaba sorprenderlo en el futuro.
Al bajar se encontró con una hermosa cabaña en medio del bosque, sabía que Ares se enfadaria por su repentina desaparición, pero poco le importaba aquel idiota, al único que le daría una explicación era a su padre y a nadie más.
Alguien tapo sus ojos y ella grito, pudo escuchar la risa de Regis y soltó un suspiro.
—¿Lista para la diversión?
—Lo estoy mi señor.
Pero Regis Grey jajajajaja
Cada capítulo más calientes jaja.
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