Capítulo 1
Despertar en un lugar extraño era aterrador, pero despertar con una persona completamente desconocida a tu lado era aún peor.
El cuerpo desnudo de ambos daba indicios que hicieron algo más que dormir, las ropas desgarradas y esparcidas por toda la habitación lo confirmaban.
Había algo que Artemis sabía muy bien, había perdido los estribos con un completo extraño pero no se arrepentía.
¿Quieres ver el inicio de esto?
Artemis Ebru Helio era la amada hija del duque Helio, aunque era una hija ilegítima había sido criada como una preciosa joya.
Gracias a ello se había comprometido a una joven edad con un duque famoso, Ares Evans, ella no lo amaba, lo detestaba, pero amaba a su padre y aceptaría cualquier matrimonio por verlo feliz.
Ares era una persona controladora, manipuladora y cruel, cada que visitaba a Artemis la hacía sentir incomoda y presentía que su futuro matrimonio sería abusivo.
Artemis había crecido como una joven tímida y sin amigas, para su debut en sociedad faltaba mucho y al no tener madre jamás había visitado los círculos sociales y a los niños que rondaban en estos.
—Hoy tendremos una fiesta en el palacio. - su doncella personal parecía lista para la batalla —La haré la mujer más bella.
—Dicen que la joven princesa de Ploen es la belleza del imperio.
—Usted lo es -la doncella le tapo la boca —Déjeme trabajar joven dama.
Su padre y su hermano la esperaban abajo, estos sonrieron al verla.
Eros Helio había cometido muchos errores, se había casado sin amor y había perdido a su esposa al dar a luz a su primogenito, debido a la tristeza del momento se metió con una bailarina de unas lejanas tierras, su belleza le cautivo y su sencillez le hizo amarla.
Aquella hermosa mujer se convirtió en todo lo que quería, cuando supo que esta daría a luz a su hijo se preocupo, un hijo ilegítimo le traería problemas a ambos, los ancianos de la familia le recriminarian a el y la sociedad señalaría al bebé.
Pero su amor pudo más y apenas nació la nombro como miembro de la familia, lamentablemente su amada flor murió pocos días después de dar a luz.
Desde entonces el duque Helio se había prometido a criar sólo a sus hijos, con amor y lujos, con sencillez pero con altivez también.
—Ojalá nadie te vea, les arrancaré los ojos - El duque le tendió la mano para que bajara del carruaje.
—No hay necesidad, el psicópata de Ares lo hará - Apolo bufo, era bien sabido que Apolo odiaba a Ares, sentía la mala vibra que este transmitía y temía por su hermana.
—Olviden eso.
Al ingresar todos se presentaron ante el emperador, Artemis se sintió aliviada al no ver a Ares y salió del bullicio para descansar de los saludos.
Cerro sus ojos y se poso debajo del árbol, sin percatarse se quedó dormida pero la incomodidad la invadió segundos después.
—No sabía que había alguien aquí -comentó una voz ronca, Artemis se incorporo rápidamente —Siento interrumpir su descanso.
—No se preocupe ¿Esta perdido?
—Conozco este lugar mejor que nadie. - Artemis quiso ver bien el rostro del hombre pero la oscuridad no se lo permitió.
—Bien señor... - se recostó nuevamente y cerró sus ojos.
—Es peligroso estar aquí sola.
—Estoy bien.
—Es extraña, todas las jóvenes quieren ser el centro de atención hoy.
—No soy ellas.
—Me quedaré a cuidarla entonces.
—Agradezco su preocupación.
Pero al pasar de los minutos el hombre se fue y ella eventualmente lo hizo.
Luego de días fue la fiesta de Lady Arlo, fue junto a su hermano para felicitar a la joven que apenas y conocía.
El salon, los arreglos y el ambiente eran buenos y todo aumento cuando llegó la princesa de Ploen y el duque.
—Wow - soltó sin pensarlo, el duque de Ploen era guapo, era como un dios en la tierra.
—Ire a saludar a mis amigos - Apolo la dejo sola, Artemis dejo de ver al duque y salió al jardín.
Se recostó debajo del árbol y cerró sus ojos.
—Es costumbre que la señorita siempre esté dormida - Artemis logró reconocer su voz, al abrir los ojos se encontró con aquel hermoso rostro.
—Señor Ploen, no sabía que usted era mi guardián de esa noche.
—No sabía que a la princesa le gustaba dormir tanto - Artemis sonrió, el duque era muy guapo de cerca.
—Es una de mis habilidades, dormir es considerado sagrado para mi. - Regis sonrió, Artemis cerró sus ojos ante ello, su sonrisa brillaba como el sol.
—¿Quiere sentarse? - Regis asintió y cuando se iba a acomodar una tercera voz les interrumpió.
—¿Qué haces sola con un hombre Artemis? Soy tu prometido -la joven pareció temblar, Regis noto su incomodidad y quería arreglar el asunto pero Ares se notaba molesto —¿No sabe que esto lo puede llevar a la ejecución y a ella a la desonra?
—¡Ahí estas amiga! -una cuarta voz sonó, era la princesa de Ploen —Te dije que me esperaras y me retrase dándole el regalo a Lady Arlo, gracias por acompañarla papá.
—No fue nada - Regis miro a Jubelian y a Artemis —Me retiro -ignoro la presencia de Ares y regreso al interior.
—¿Sucedió algo? - Jubelian miro a Ares —En fin, debo mostrarte algo Artemis, vamos.
Jubelian la tomó del brazo y salió, Ares apretó sus puños y trato de relajarse.
—Gracias.
—Me debe una princesa Artemis - Jubelian se dio la vuelta y salió.
—uff idiota - Artemis trato de regular su respiración —Menos mal apareció ella.
—¿De que hablas querida hermana? - Apolo la miro de manera extraña, Artemis le miró mal y salió.
Pero dos encuentros no son coincidencia, un tercero daría indicios de algo extraño entre ella y el duque Ploen.
Primer capítulo aquí.
Intenso.
Mis redes.
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