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Había pasado medio año desde que la pareja de Jasper y Lenna había comenzado, a la mañana siguiente después de que Lenna le pidiera ser su novio. Alice había aparecido en la puerta de la habitación y había abrazado a la pareja con entusiasmo.

—Esperaba esto desde que os vi juntos —Sonrió la chica mientras se giraba a ver a Adler, quien la esperaba en la escalera para poder ir a cazar, Rosalie y Emmett habían desaparecido por la noche a darse arrumacos, por petición de Esme, ya que la ultima vez habían roto la cama y el cabecero.

Probablemente volverían para la noche y seguro que Rosalie iría con la camisa de Emmett, ya que el oso habría roto su ropa, en el fragor de la batalla. Algo por lo que Alice le reñía, ya que eso significaba ir a comprar ropa nueva, no le molestaba el hecho de tener que ir a comprar, le dolía en el alma ver como Emmett traía las prendas desgarradas.

—Bien, vuestra madre y yo hemos pensado que podríamos mudarnos de nuevo a Alaska con el clan Delani —Sonrió Carlisle mientras Esme asentía mirando a sus hijos con cariño.

Lenna asintió emocionada con la idea de volver a ver a Kate y a Carmen, Jasper estaba llevando bastante bien la nueva dieta y cada vez estaba más cómodo con su nueva familia.

Adler, echaba de menos molestar a su prima Kate y que esta se desquitará con él dándole un electroshock, un poco masoquista era el vampiro, pero eso no parecía molestarle a Alice, ambos se pasaban el día juntos riendo.

Edward, era el que más echaba de menos al clan ya que Carmen solía ser quien más lo apoyaba y así no se sentía tan solo.

Tras volver del trabajo, se extraño al no ver a Jasper esperando en la puerta su regreso, y que no se asomará cuando ella lo llamó.

—Alguien vio a Jasper —Esme estaba en la cocina cuando oyó su voz preocupada por su pareja.

—Dijo que iba a intentar ir a por ti él solo —Murmuró la compañera de Carlisle un tanto preocupada.

Lenna se encaminó a la puerta y salió cual alma que lleva el diablo en su búsqueda, estaba muy preocupada por él, sobre todo porque aún le costaba estar con humanos sin querer atacarlos.

—JASPER —buscó por las calles del pueblo cuando encontró dos cuerpos ensangrentados en el suelo, Lenna se preocupó aun más cuando vio las manchas de sangre.

Temía lo peor, habrían atrapado a Jasper y ya no podría verlo jamás. Oyó unas voces y salió corriendo despavorida por que hubieran descubierto su secreto. Corrió llamando a su novio, pero no aparecía, se lo habían quitado cuando por fin lo había recuperado y su familia estaba en peligro.

Cuando entró en la casa la primera en recibirla fue Rosalie, que se acercó rápido al ver como su madre estaba con una expresión triste que aseguraba que no había encontrado a Jasper.

—Creo que nos han pillado, vendrán a por nosotros —murmuró con miedo cuando no supo como comunicar a la familia que debían irse y pronto de Philadelphia.

—Lenna ¿estas segura? —Lenna asintió Carlisle miró a Esme que corrió escaleras arriba para comenzar a empacar lo necesario, así como Rosalie y Emmet.

Lenna recogió sus cosas al día siguiente, ya que aquella noche no se vio capaz de tocar nada, ni de sus cosas ni de las de Jasper. Algo dentro de ella le decía que Jasper estaba bien y que no había peligro, pero si no había vuelto todavía era por que algo malo había pasado de verdad.

***

Jasper estaba en el bosque escondido, temía que al volver Lenna lo mirara con decepción, ambos habían trabajado duro por ayudarlo a que cambiara su dieta y el lo había echado a perder por no poder contenerse. Había drenado a 3 personas que atacaban a una mujer, que acabó por drenar también sim poder parar.

Estaba escondido en una cueva esperando que nadie lo encontrará para así poder sumirse en la depresión sin daños colaterales, sin arrastrar a su preciosa novia con él.

Jasper no sabía lo preocupada que estaba Lenna, dejó que su familia partiera mientras ella se quedaba en la casa esperando a que Jasper volviera, tenía esperanza en ello, todos los días salía y lo buscaba hasta que anochecía, pasaba por delante de la cueva a algún kilometro más alejada y volvía a la casa donde lloraba.

En aquel momento, Lenna estaba apunto de volverse loca, no encontraba a Jasper estaba sola y no sabía a quién recurrir, así que un día decidió sentarse en el bosque y hablar.

—Si me oyes amor, no fue tu culpa... —suspiró y abrazó la camisa que llevaba puesta— Todos se fueron, solo estoy yo, esto es difícil sin ti

Jasper la escuchó y salió lentamente siguiendo la dirección de la voz encontrándola sentada en un tronco con mucha pena mientras vestía una de sus camisas.

—Soy un monstruo Lenna

—No eres un monstruo Jas amor solo debemos trabajar un poco más cariño —se acercó la chica y envolvió los brazos alrededor de su cuerpo— No vuelvas a desaparecer así me asustaste

—Lo siento, no quería que tuvieras que ayudarme

—Jasper soy tu novia para eso estoy —susurró mientras caminaban a la casa, la camisa de Jasper estaba manchada de sangre.

Al entrar en la casa, Lenna ayudó a Jasper a quitar las manchas de sangre reseca en el baño mientras lo mimaba, Jasper juró que ella iba a convertirse en su esposa en cualquier momento. Por que ella le demostraba que no iba a juzgarlo jamás bajo ninguna circunstancia y que lo iba ayudar fuera lo que fuera que había pasado en aquel momento.

—Lenna

—¿Si Jazz?

—Te amo —murmuró mientras juntaba sus labios y la apegaba a su cuerpo desnudo.

—Yo más —susurró la chica mientras acariciaba su pelo mojado.

Jasper la alzó con suavidad mientras quitaba la camisa que llevaba Lenna en su cuerpo. Lenna juntó sus labios mientras lo ayudaba a desnudarse, ningún hombre la había visto desnuda y que Jasper fuera el primero hacía aquel acto especial.

Jasper tumbó a la chica en la cama y comenzó un suave recorrido de besos desde su cuello hasta su ombligo, volviendo a subir haciendo que la chica jadeara y buscará desesperada los labios de Jasper. El ambiente se volvió espeso y acalorado cuando Lenna se sentó en el regazo de Jasper ambos completamente desnudos, sin ninguna prenda que evitara el contacto piel con piel.

—Eres preciosa —sonrió Jasper acariciando sus mejillas y besándola causando una pequeña fricción que hizo gemir a la chica sobre los labios del vampiro, incitándolo a continuar y a besar sus labios con un poco más de pasión.—¿Estás segura de esto cierto?

—No hay persona que me haga sentir más segura que tú para dar este paso.

Jasper la recostó en la cama y comenzó a darle atención a los pechos de la chica besaba y lamía sus pezones, haciendo que la chica gimiera sin esperar aquel acto. Una de las manos se dedicaba a acariciar sus pliegues, con suavidad y mimo buscando preparar la zona para lo que iba a ocurrir. Lenna soltó un par de gemidos ahogados cuando sintió las caricias en su centro, cerró los ojos y se dejó llevar por las sensaciones que Jasper causaba en su anatomía.

Poco a poco, comenzó a meter uno de sus dedo causando que la mujer arqueará su espalda con un fuerte gemido, que Jasper tapó con sus labios.

El juego previo, tenía a Lenna al borde del delirio y Jasper no podía esperar por hacer suya a su mujer, porque sí, aunque ellos no estuvieran casados, Lenna era su mujer y la amaba como nadie podría hacerlo. Lenna se encontraba besando el cuello de Jasper cuando él la separó mirándola, preguntando silenciosamente si estaba preparada para comenzar aquello. Lenna asintió levemente y besó sus labios colocándose en el hueco de sus piernas y entrando lentamente en su feminidad, haciendo que Lenna arañará su espalda.

—Ah Jas... —Susurró mientras besaba sus labios y lo sentía empezar un suave vaivén que se acompañaba de suaves gemidos y gruñidos.

Las embestidas comenzaron a ser cada vez más rápidas, haciendo que Lenna llegará primero al clímax con un gemido sonoro y que Jasper sonriera levemente, ante la imagen que presenciaba.

Lenna quiso ser la que ayudaba a Jasper a llegar a su liberación, por lo que con un movimiento rápido quedó a horcajadas sobre el cuerpo de su novio, mientras acomodaba su miembro para facilitar las penetraciones.

—Eres tan hermosa —sonrió el vampiro besando su cuerpo y dando la primera estocada en esa posición acompañando los pequeños saltos que daba la chica para que llegará a la liberación.

Los movimientos de ambos se volvieron frenéticos acompañados de pequeños gruñidos y crujidos, de las pata de la cama que sin aguantar mucho más cedió bajo sus cuerpos haciendo que Lenna riera, contagiando la risa a Jasper que comenzó a reír mientras se acomodaban de nuevo en la cama buscando una posición cómoda continuando con el vaivén.

Un par de embestidas más sirvieron para que ambos volvieran a llegar al clímax, Lenna se quedó tumbada sobre el pecho de Jasper mientras este acariciaba su pelo, que ahora estaba un poco enredado.

Lenna se fijo en las marcas de su brazo eran mordiscos, blanquecinos, producto de que ya estaban cicatrizadas.

—¿Qué te paso ahí?

—Antes de encontrar a Alice, fui un tiempo un vampiro nómada, pero antes de eso estaba con mi creadora. Se llamaba María y fui su segundo al mando. A pesar de que cuando las conocí, a ella y sus dos compañeras, solo quería darles mi ayuda, ella me convirtió y yo pasé a ser su títere, me di cuenta tarde de aquello. María me tenía cegado con el sentimiento de que ella me quería y con tu recuerdo en mi memoria, era como si ella tuviera una correa y me estirará a su antojo. Me dedicaba a entrenar ejércitos de neófitos, que utilizaban lo que podían para defenderse y si no eran suficiente ella me obligaba a matarlos, por qué eran lastres... Son marcas de las que me avergüenzo un poco.

—No tienes que avergonzarte por tu pasado, son marcas de guerra mi vida, sin ella ahora no estarías a mi lado...

—Siempre ves el lado positivo a las cosas —Sonrío el chico mirando su silueta, ambos estaban tumbados en la cama rota mirándose fijamente con cariño.

***

A la mañana siguiente Jasper ayudaba a la chica a recoger sus pertenencias y las suyas preparando el coche que había robado cuando había vuelto de la guerra. Lenna se había puesto unos pantalones de talle alto con una camisa y su pelo en una coleta alta.

El camino a Alaska fue muy divertido, viajaban por la noche escuchando la radio y hablando del futuro, donde les gustaría vivir, si se separarían de los Cullen.

—Sabes que Rose vendrá donde yo vaya ¿verdad?

—Tengo asumido que tenemos una hija y un oso —Lenna soltó una carcajada y asintió.

La llegada de Lenna y Jasper, fue muy esperada, Rosalie en cuanto los vio bajar de la jeep los abrazó con fuerza preocupada por ambos.

—No vuelvas a asustarnos así Jasper... Estaba preocupada por los dos, pensamos lo peor cuando no te encontramos

Lenna se acercó para abrazar a las Delani y saludar a sus padres, Jasper miró a lo lejos a Lenna y luego miró a Rosalie que también miraba a su madre, que comenzaba a hablar con su prima Kate animadamente.

—Necesito que me ayudes Rose

—¿A qué?

—Vamos a comprarle un anillo

Rosalie sonrió emocionada con la noticia aquella y asintió mirando el perfil del chico que miraba a su futura esposa. Fue una noticia que a Rosalie la había puesto muy contenta y esperaba que pronto Jasper hiciera la gran pregunta, al contrario que cuando Lenna le había pedido ser su novio.

Había pasado una semana, Jasper había salido con Rosalie en la búsqueda del anillo perfecto, habían visto muchas joyerías y visto muchos anillos, pero ninguno le gustaba ni Rosalie, ni a Jasper que buscaba el anillo perfecto para Lenna. Cuando entraron en la última joyería, Jasper había perdido la fe en encontrar el anillo perfecto.

—Jasper, mira este —Rosalie alzó un anillo de oro rosa, que hacía una trenza que sujetaba un pequeño diamante y una de las trenzas estaba llena de piedrecitas que brillaban.

Jasper podía ver perfectamente la mano de Lenna con ese anillo en la mano y viéndola caminar hasta el altar con un bonito vestido blanco de la mano de Carlisle.

—Este es perfecto —Pidió que lo grabaran con la fecha en la que iba a hacerle la gran pregunta que la convertiría en su esposa.

Edward era cómplice de aquello, solía llevarse a Lenna de paseo cuando ellos se iban o a cazar, Adler ayudaba a Edward sin conocer el motivo. Incluso alguna tarde Edward proponía a toda la familia jugar al escondite por el bosque, convirtiéndolo casi en una caza.

***

La noche tan esperada para Jasper llegó, Lenna llevaba un bonito vestido negro con escote de corazón y vuelo en la falda y se había recogido el pelo en un bonito moño decorado con pequeña flores.

Jasper estaba nervioso, pero recibió el suave abrazo de Rosalie con mucho cariño y sonrió cuando esta le regalo una sonrisa asegurando que todo iría de maravilla.

El vampiro sureño preparado una pequeña cena para Lenna y un lugar donde tenían leve música para poder bailar porque él sabía que Lenna amaba bailar.

Cuando llegaron Jasper retiro su silla y la velada comenzó, siempre de anécdotas de ellos mismos, de cuando eran pequeños o de algún momento que habían pasado con su familia.

—Recuerdo las primera semanas viviendo con Rosalie, Rose me enseñaba alguno de los bocetos que dibujaba de moda, yo le traía telas y ella confeccionaba algún vestido y me hizo un mono (es como un vestido, pero en vez de falda es un pantalón) causo tanto furor y aun lo guardo con mucho cariño.

—Apuesto a que te veías hermosa, como con todo lo que te pones —sonrió mientras acariciaba su mejilla.

Recordaron la primera vez que se conocieron y se confesaron sus primeras impresiones al verse, Lenna recordó cuando trabajaba en la escuela y lo mucho que le había gustado en aquel momento ser maestra. Esperaba en un futuro poder trabajar en una escuela infantil. Cuando Lenna acabó su cena, Jasper puso la música y comenzaron a bailar lentamente, con pequeños giros y con muchos besos de por medio.

—Yo hoy... Quería que fuera un día especial

—Lo está siendo... no podría ser mejor cielo —Lenna besó sus labios con lentitud dejando un pequeño mordisco en su labio haciendo que el chico gruñera.

—Cuando nos conocimos en 1862, supe que en algún momento quería tenerte a mi lado toda la vida, por cosas de la vida por que sentí que tu merecías alguien mejor perdí aquella oportunidad y después pensé que te había perdido para siempre. Quizás por cosas del destino ese del que me reía hace mucho tiempo, Alice me encontró una tarde y vi un ángel a espaldas de un muchacho riendo con mucha alegría como sino tuviera problemas, como si no hubiera visto las cosas atroces que se ven en la guerra o en nuestra vida. Te vi toda hermosa, pero pensaba que te había vuelto a perder cuando Adler te cogía la mano y te cuidaba

—Jas... —Susurro la chica mirando sus ojos.

—Pero gracias a una pequeña niña que cogió mi mano asegurando que era el príncipe de la princesa del parque, te volví a encontrar y comprendí que la vida me estaba dando otra oportunidad, no solo para pasar nuestra vida si no para pasar toda la eternidad juntos. Hace un par de semanas comprendí que a tu lado no solo soy un mejor Jasper si no que puedo conseguir lo que me proponga. Que no soy aquel monstruo que María creo y que aseguró que jamás sería amado. Tú me has enseñado que estas marcas que son parte de mi pasado no son algo malo si no que son parte de mí, marcas de guerra como la que tengo en mi hombro que siempre me recordaba a ti...

>> Es por esto que hoy yo —Comentó mientras se arrodillaba y sacaba el anillo que tanto había buscado— Aquí arrodillado ante la mujer que más amo, te pido a ti Lenna Marie Gray que respondas a esta pregunta ¿Quieres hacerme el hombre más feliz del mundo casándote conmigo?

Lenna llevó las manos a su boca mientras sonreía ampliamente y se lanzaba a los brazos de Jasper asintiendo conmovida con las palabras de su ahora prometido.

—Claro que sí —sonrió juntando sus labios y mirando el precioso anillo que Jasper había escogido para ella.

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