NINE
Introducing Chris Wood as Adler Fitz
1944
La guerra era un lugar hostil, un lugar donde si podías descansar dos minutos con tranquilidad era un milagro. Por aquel momento nuestra protagonista daba la información de que tenía unos 23 años aunque ella solo variaba en 3 años a la edad de su conversión.
Lenna estaba siempre al tanto de los soldados, no había día que su uniforme no se manchara de la sangre de los soldados. El campamento se encontraba en un punto donde el resonar de las bombas estremecían a los que descansaban en los camastros.
Lo que peor llevaba era el no poder alimentarse bien, solía escabullirse a los bosques por un poco de sangre de algún animal que se hubiera asustado con el ruido de las bombas y disparos.
Aquella tarde había llegado una camilla con un muchacho que no pertenecía al bando de sus soldados. Lenna fue la primera en acercarse a el par de soldados que estaban allí sujetando la camilla.
—Ponedlo en la camilla y traedme las vendas rápido
Los soldados hicieron caso mientras ella se colocaba unos guantes y miraba al chico. Debería tener unos 23 o 24 años, tenían un par de rasguños en la cara y una gran herida de bala en el estómago. Los rasgos del chico estaban marcados tenía el pelo castaño y un poco de barba.
Los soldados se acercaron con el botiquín en la mano y las cosas que había pedido, buscó el pulso del muchacho y lo notó leve, pero existente. Se acercó con un poco de alcohol y le pasó un algodoncillo empapado en este para pasarlo por la nariz del chico buscando espabilarlo un poco.
Los ojos del chico se abrieron un poco desorientados enfocándolos en la chica que estaba limpiando su herida de manera externa para poder prepararse y extraer la bala.
—Bienvenido soldado —le sonrió al chico y luego miró a los otros que estaban esperando ordenes— dadle la vuelta necesito ver si la bala ha salido o si sigue dentro —los soldados la ayudaron viendo que no había salido así debía extraerla antes de que hiciera algún estrago.
Consiguió extraer la bala mientras oía los quejidos del muchacho, hasta que se quedó inconsciente cuando recibía los puntos en el orificio de entrada de la bala.
***
Se encargó durante la mañana de los demás pacientes, pero cuando al llegar la hora de comer y mordía uno de los trozos de pan que había traído un par de soldados
La voz del chico la hizo acercarse para poder revisar como se encontraba después de la mini operación a la que lo había sometido en el momento que había llegado a la carpa.
—¿Cómo te encuentras?
—Bien, gracias —Sonrió ladeadamente mientras cogía el vaso de agua que le extendía la chica vestida de blanco— Soy Adler
—Bien Adler has sido muy valiente pero creo que tendre que mandarte a casa
—¡NO! —El tono sobresaltó a la chica haciendo que se girará de manera rápida para verlo— No puedo volver o mis padres pensaran que soy un cobarde por irme por esto... Deja que me quede aquí y te ayude
—Bueno creo que recibir una bala por la patria me parece un acto verdaderamente heroico
Fue en aquel momento que ambos supieron que se estaba formando una verdadera amistad que parecía que iba a durar lo que la guerra durará, que equivocada estaba la chica en aquello.
***
1945
La guerra estaba finalizando y Adler ya se había incorporado a su pelotón ayudando en las estrategias planteadas, llegando así al bando aliado a la victoria.
Cuando el fin definitivo de la guerra había llegado todos y cada uno de las personas que estaban confinados en casa consiguieron salir a celebrar. Aquel día tanto las enfermeras como los soldados habían salido a algún bar que ofrecía bebidas, música y un buen ambiente para celebrar el final de la guerra y la victoria del bando estadounidense.
Lenna se había cambiado por un vestido negro de manga corta y escote de corazón, con una falda que llegaba hasta sus rodillas. Adler la había invitado a tomar alguna bebida para celebrar su amistad.
—Tengo ganas de volver a casa y ver a mi familia, sobre todo a mi hija —Sonrió la chica mientras caminaba del brazo del soldado Fitz, sin darse cuenta de lo que había dicho ya que Rosalie tenía su edad y tendría que mentir sobre aquello.
—¿Estás casada?
—No... su padre murió poco antes de que me enterará —mintió mientras lo miraba y le sonreía levemente— tiene 6 años la cuida mi padre...
—Así que eres madre soltera, una guerrera —rieron los dos mientras entraban en la taberna— no te lo he dicho, pero estas muy guapa
Lenna sonrió y se acercaron a por una copa mientras conversaban y bailaban animadamente. Ya acabada la noche y ambos iban de camino al lugar donde estaban durmiendo hasta volver a su hogar. Iban conversando mientras caminaban, sin darse cuenta de que detrás de ellos había un hombre armado.
—Quietos —Lenna se puso tensa y se giraron levantando las manos— Dadme todo lo que tengáis y no habrá heridos
Lenna comenzó desprendiendo su collar con el relicario de su madre, le costaba muchísimo tener que desprenderse de aquello que tenia un recuerdo de la mujer que le había dado tanto amor, dejándolo en la mano del chico. Ella podía defenderse sin ningún problema, pero si usara sus habilidades de vampira, Adler sabría su secreto y podría verse en un gran problema.
Un movimiento en falso que dio el soldado, hizo que todos los movimientos del atracador cambiaran y disparará hacia el pecho de Adler y echara a correr tirando el collar en el proceso.
—No no Adler —Chilló mientras se tiraba a su lado intentando parar la hemorragia del chico mientras buscaba ayuda.
—Estoy bien... —tosió sacando un hilillo de sangre por su boca y mirando al cielo— al menos me voy ayudando a una señorita en apuros, soy un héroe —sonrió mientras cerraba los ojos.
Lenna no lo pensó y llevó su boca al cuello del chico dejando dos medias lunas en este y mirando de como llevarlo hasta un sitio seguro sin que la descubrieran.
Corrió al bar después de colocar el cuerpo contra una pared y entró en el sitio buscando algún soldado con coche, localizó al general y se acercó un poco coqueta y le habló mirándolo fijamente.
—Va a darme las llaves y luego volverá a casa en un taxi, no se preguntará por que no tiene el coche
—Aquí tiene, señorita Gray —Lenna cogió las llaves con rapidez y corrió fuera llegando al cuerpo de Adler y lo subió al jeep. Se encontró el collar en el camino y lo cogió poniéndolo en el lugar que le pertenecía y besando suavemente el colgante. Miró al chico tumbado en el asiento trasero tapado con una chaqueta y tomó una decisión estaban cerca de Alaska a unas 8 h de viaje y estaría de nuevo con su familia.
Las horas se pasaron lentas hasta llegar a la cabaña, había recogido su petate y el de Adler antes de partir, llevaba solo 4h cuando noto como el hambre comenzaba a afectarle demasiado. Frenó el jeep en seco y se dejó llevar por sus instintos más básicos y llegó hasta un bosque, corrió buscando algún animalillo del que se pudiera alimentar.
Volviendo al coche se sentó y suspiró mirando a Adler, antes de que se marcharan Carlisle le había dado una charla sobre las conversiones.
—Debemos tener cuidado con las conversiones Lenna —ambos estaban sentados en la rama de un árbol mientras pasaban un poco de tiempo de padre e hija.
—Lo sé, Rose fue algo inevitable para mí, ella estaba indefensa y... yo quería ayudarla —Suspiró mientras miraba hacia donde estaban Rose y Emmett jugando y persiguiéndose— Emmett es el Tua cantante de Rosalie, si no lo hacía yo lo haría ella...
—Si se eso, pero... Ten cuidado con ello y que no te vean podría provocar que nos vuelvan a perseguir o que te hagan daño, eres mi primera hija y te quiero muchísimo
—Siempre tengo mucho cuidado, me contaste tu historia y no me gustaría perderos por un descuido, yo también te quiero papá —Se abrazó a su pecho y ambos continuaron mirando en aquella rama
Cuando llegará esperaba ser recibida por su Rosalie y por toda la familia con muchas ganas, sobre todo después de leer las ultimas cartas que le había enviado Rosalie.
"15 de agosto de 1945
Querida mamá,
Te echamos muchísimo de menos, hace poco tuvimos un percance con Emmett, pero después de hablar con él, me prometió que no volvería a hacerlo jamás.
En casa estamos preocupados por ti después de que nos contarás que lo de alimentarte es un poco difícil para ti, solo por favor mamá no recurras a la sangre humana...
Esme te manda saludos y una foto de nosotros para que no te olvides de que tienes gente esperándote, Carmen ha acabado de leerse los libros que tenías, dice que tienes un gusto exquisito para los libros.
Edward ha mejorado mucho con la música y a veces compone alguna canción, hubo una preciosa que me hizo recordarte. Emmett está cumpliendo su promesa, hay días que te echamos muchísimo de menos y la casa se siente solitaria sin ti, el hace todo lo posible por hacerme reír y estar alegre.
Vuelve pronto, Mamá y ten cuidado.
Te quiero, Rosalie Gray-Cullen"
Si Rosalie le pedía algo ella sin duda se lo concedería, todo para que ella fuera feliz. Estaba a mitad de camino cuando una fuerte lluvia comenzó a caer haciendo que Lenna maldijera internamente y tapará mejor a Adler con una manta que estaba en el coche. Daba gracias a que no podía resfriarse ya que si no cuando llegara a la cabaña probablemente estaría en un estado de hipotermia severo.
La visibilidad en la carretera era poca, y Lenna estaba un poco agotada mentalmente, así aparcó el coche dentro del bosque y esperó a que amainara la lluvia.
La lluvia siempre le había gustado desde que tiene uso de razón, solía jugar tras la lluvia en lo charcos o jugaba con el barro. Solía recordar cuando su madre la regañaba.
—Lenna mira como estas de sucia —Su madre puso los brazos en jarra y la miro mientras una pequeña Lenna jugaba con sus zapatos.
—Es que mami... había charquitos y mis pies los pisaron solitos, yo les dije que no, porque te enfadarías pero no me hicieron caso
—Tus pies solitos... —Rió levemente mientras la alzaba y besaba su mejilla yendo a la bañera para poder limpiarla.
La lluvia por fin aminoró y Lenna volvió al camino mientras tarareaba una canción que había oído en el bar, había avanzado hasta el inicio del camino que iba hasta la casa cuando vio como salía una cabellera rubia salir con rapidez y mirar a lo lejos donde estaba el coche, sin importarle que se fuera a mojar. Aceleró frenando en seco cerca del cuerpo de su pequeña Rosie y bajó del coche hasta que sintió como su cuerpo era aplastado por el de la chica.
—¡Estás aquí, mamá! —Sonrió mientras la miraba y besaba su mejilla.
—Te dije que iba a volver —Sonrió mientras la abrazaba de nuevo —Necesito que me ayudes a entrar... Convertí a alguien
—¿A tu tua Cantante? —Rosalie sonrió ampliamente antes de acercarse a la jeep y ver al chico tumbado en la parte de atrás.
—Es mi... mejor amigo, no lo pude evitar —Entraron con rapidez, causando un gran revuelo en la familia — Dejad que lo tumbe y os explico
Después de colocar a Adler en una cama y de comprobar cómo estaba, bajó donde un Carlisle de brazos cruzados la miraba.
—Sé de lo que hablamos y sé que estás enfadado, pero me salvó y recibió una maldita bala por mí, y él me hizo mucha compañía mientras estaba en la guerra
Antes de que se formara una batalla, Esme intervino y se acercó a abrazarla con todo el calor que podía dar una madre y al abrazo se sumaron Emmett y Rosalie haciéndola sentir que estaba de nuevo en casa.
—Nos alegramos de que estés aquí, estas preciosa con ese vestido
—Gracias mamá —Rio con fuerza mientras la abrazaba y se acercaba a Carlisle y lo abrazaba— también te extrañe gruñón
Carlisle la abrazó mientras dejaba un pequeño beso en la frente y le sonreía.
***
La transformación de Adler fue bastante rápida sorprendiendo a todos los de la casa, cuando una mañana el chico estaba sentado en la mesa de la cocina con una manzana dandole un buen bocado y escupiéndola sobre una servilleta casi al instante con una mueca de asco.
—¿Por qué no puedo comer? sabe todo horrible —Se miró exasperado y probo otra vez— No es como morder un puto calcetín
Lenna soltó una carcajada y se acercó a él, Adler era un chico especial no le llamaba la atención haber vuelto después de una herida de bala si no que una manzana supiera a calcetines.
—Vamos a cazar
—No quiero matar animalitos —Susurró un poco triste siguiendo a la híbrida hacia el bosque, muy a su pesar tuvo que hacerlo.
Descubriendo que la caza era como un juego, o Lenna lo había planteado así, los dos corrían buscando la mejor presa compitiendo entre ellos. A la vuelta en la casa, Lenna le presentó a la Familia.
—Ellos son mi familia y la tuya ahora —Sonrió mientras se acercaba a presentar a los miembros— Ellos son Carlisle y Esme, Carlisle me convirtió a mí fui la primera neófita, son los padres del clan
—Ellos son Emmett y Edward, a Emmett lo convertí yo...
—Y tú hija, no veo ninguna niña —Lenna rió un poco y cogió la mano de Rosalie, que estaba orgullosa al oír el titulo de hija.
—Ella es mi hija, fue mi primera conversión y estamos juntas desde el principio, ella es Rosalie Gray
—Oh, pero que bonita chica ¿Cómo estas preciosa?
—Casada conmigo —Comentó atrayendo a la rubia y besándola posesivamente.
—Yo no soy celoso —Guiño el ojo a la chica, y se giro a mirar como Emmett lo miraba enfadado— Creo que mejor voy a correr
Emmett comenzó a perseguir al soldado por los alrededores de la casa haciendo reír a las dos vampiras que se sentaron en el porche, controlando a los chicos que no rompieran algún árbol o causaran algún daño que los delatara.
—Son dos niños, Emmett ya tiene con quien jugar —Rosalie se acurrucó abrazando su brazo y mirándola— Te he extrañado muchísimo mamá no te vayas más...
Lenna la miró con mucha sinceridad y cogió sus manos y les dio un suave apretón.
—Jamás volveré a irme, así que tiene mamá para rato —Sonrió ampliamente mientras veía sonreír a su Rosie, la había extrañado horrores y por fin estaba a su lado de nuevo — y ahora que he vuelto y tenemos este flamante coche, que me dices de ir de viaje a Brooklyn cuando todo este más calmado
—Que suena al mejor plan que podemos hacer juntas —Con aquellas ultimas palabras las dos se quedaron sentadas en el porche mientras Emmett y Adler se peleaban en el barro haciéndole recordar de nuevo a su infancia de nuevo, parecía que las cosas volvían a estar en su cauce, el río que estaba embravecido volvía a la calma.
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