FIVE
1922
El año nuevo había iniciado y los Cullen estaban tranquilos en el bosque de Forks. Lenna se dedicaba a probar si tenía capacidades que no había desarrollado a lo largo de sus años como inmortal. Salía a practicar en un claro o cazaban por allí.
En aquel momento estaba meditando en silencio, cuando un ruido la sobresaltó haciendo que la híbrida girará su cabeza con rapidez encontrándose con un muchacho alto con el pelo largo y la piel de color caramelo, haciendo que Lenna se levantará con las manos en alto, en señal de que no haría daño a nadie.
—¿Quién eres? —Gruño el muchacho mirándola en posición de ataque, Lenna mentiría si dijera que no estaba un poco asustada, el muchacho era alto, corpulento e imponía un montón de respeto con la mirada de poder.
—Soy Lenna, no voy a hacer nada lo juro —Lenna se volvió a sentar y lo miró conectando su mirada.
—Conozco a los de tu especie, nunca venís con buenas intenciones, menos a los de nuestra especie —El muchacho se acercó a ella con cuidado y viendo como la chica bajaba la guardia.
—No soy como los de mi especie, mi familia y yo no somos como los nuestros
Ella pudo percibir el olor tan fuerte que desprendía el chico, como a perro mojado. Nunca se había topado con alguien que oliera así, Carlisle le había hablado de todas las criaturas que había conocido entre ellas los lobos.
Lenna había creído que eran criaturas que le causaban una gran curiosidad. Eran animales feroces que podían acabar contigo de un solo bocado, pero siempre actuaban junto a la manada que los seguía allá donde fueran, siempre unidos.
—Estáis en nuestras tierras, en tierra Quileutes, no queremos a los tuyos aquí —el chico a pesar de aquello se sentó enfrente de ella para poder verla.
Estuvieron un par de minutos en silencio mientras se miraban fijamente, el muchacho bajó la guardia y la miró con curiosidad. Lenna no olía como todos los fríos, ni su piel era tan pálida como la describían los ancestros.
—Soy Epharim Black, el alfa de los Quileutes.
—Es un honor conocerte —Ambos sonrieron. Parecía el inicio de una buena amistad y de un pacto.
Los Cullen recibieron en su casa al alfa y se pusieron a hablar, así nació el tratado de los Cullen y los Quileutes, Lenna pidió si podía conocer a la manada y sus costumbres.
***
Meses después Lenna y Ephraim pasaban mucho tiempo juntos, Lenna le enseñaba sus cualidades como híbrida y a veces cenaba con toda la manada.
Básicamente era una quileute más y la manada la quería mucho, la protegían y ella los protegía a ellos. Los Cullen cazaban en su lado del territorio y cuando Lenna necesitaba cazar, lo hacia lejos del bosque no quería molestar a la manada.
Aquella noche se dirigió al sector de los quileutes preparada para oír la historia de los hijos de la luna, se sentía verdaderamente honrada con que la dejaran escuchar aquellas historias. Se sentó entre las piernas de Ephraim y escucho al padre del alfa comenzar la historia.
"Los quileutes han existido desde siempre, pero han sido pocos desde el inicio, pero siempre hemos tenido magia en nuestra sangre. Éramos grandiosos espíritus guerreros, metamórfos se transformaban en grandiosas criaturas, lobos. Esto nos ayudaba a defendernos de nuestros enemigos, para proteger a la tribu.
Un día la tribu encontró una criatura, con forma humana, aunque frio como el hielo, aquello provoco que los nuestros dejaran salir su forma de hijo de la luna, pudieron acabar con él, pero solo el fuego pudo acabar con aquella persona. Vivián con miedo de que el frío no estuviera solo, y tuvieron razón una mujer cobró la venganza contra nuestro pueblo.
El alfa Taha Aki, protegió a la tribu, pero los fríos eran más fuerte y solo el valor de su esposa, que se sacrificó para distraer a la fría, fue lo que necesitó Taha Aki para matar a la mujer.
Durante siglos el gen ha pasado de generación en generación, pero cuando uno de ellos está cerca suele activar el gen para asegurar la protección de los nuestros"
Lenna se sintió un poco abrumada por aquella historia, aunque sabía que ellos nunca le harían daño. Ephraim Black le había demostrado que la quería aun que no fuera su impronta, y que en el momento que ella se tuviera que marchar la extrañaría, pero que siempre la recordaría.
El verano llegó con ello Ephraim y ella salían por las tardes a recorrer el bosque y perseguir pequeños animalillos, él en su forma de lobo. Un precioso lobo de color café. Era gracioso ver como dos enemigos, se llevaban más que bien. Entre ellos había química, había amistad, se querían.
—Quiero que tengas algo —sacó de su bolsillo una foto suya y se la dio, para que cuando ella se fuera no la olvidará y que alguna vez pudiera contar su historia como, aunque los enemigos estaban destinados a odiarse, ellos habían roto aquellos prejuicios.
***
Ephraim llegó aquella tarde a la casa de los Cullen de donde salió una Lenna disgustada y triste que se refugió en su pecho, si pudiera llorar lo haría Carlisle se marchaba a Volterra para que Aro conociera a Esme. Se irían tras la boda que iban a organizar.
Ella había oído tantas historias de los Vulturi que no quería visitarlos, no le gustaban. Tenía miedo de que quisieran acabar con ella si notará que era distinta.
—Hey florecilla ¿Qué te pasa?
—Ellos se van a marchar y me prometieron que no lo harían, me dejaran sola como lo hacen todos
Ephraim la miró y la abrazó lentamente mientras se iban hacia su territorio, él no la dejaría sola nunca. Porque, aunque no fueran improntas, él se preocupaba por ella y la quería mucho.
Como prometió Lenna ayudó a organizar la boda y Ephraim la acompaño como su pareja, los vieron dar el sí y unirse como una preciosa pareja que se amaba ahora infinitamente.
Y se marcharon como le habían dicho a Lenna, ellos se iban para tener su inicio como pareja. Lenna se quedó en la cabaña, salía para poder ver a Ephraim que le traía algún presente o algo para que se pudiera alimentar. Era raro ver a un inmortal deprimido, pero así se sentía la muchacha, abandonada sin nada por lo que luchar.
—Y si pruebas a buscar alguien que te necesite —Había sugerido el quileute que la miraba mientras ella estaba enfrascada en un libro.
—Sugieres que me vaya de Forks, y si ellos vuelven... —Ambos se miraron sabiendo que era momento de decir adiós, por que ella ya no volvería hasta dentro de mucho tiempo.
***
Ephraim conoció a su impronta en 1926 y años más tarde se casaron un bonito ritual al que ella asistió por petición del alfa. Pero Lenna supo que era momento de marcharse de buscar un nuevo lugar para vivir, un bosque donde poder comenzar su pasión. Durante los años que vivió junto a la manada de los Quileutes comenzó a bailar, para distraerse y resultó ser muy buena.
Había estado con la manada y en el mismo sitio durante 6 años con Carlisle y Esme y 4 años sola con la manada. En ese tiempo ella debería haber envejecido por lo menos 10 años, pero no lo hacía y eso podría preocupar a los pueblerinos que vivían por los alrededores de Forks.
Miró en sus mapas de Estados Unidos buscando un nuevo lugar para vivir, quiso probar en la ciudad más importante Nueva York, allí daría rienda suelta a su pasión.
Ephraim le ayudó a empaquetar las cosas de su casa, y ella le regaló uno de los libros que solían leer juntos en el claro que había cerca del río y le prometió que cuando volviera buscaría al siguiente Black y que le ayudaría a ser un gran alfa como lo había sido él.
Estaba lista para partir en la puerta de la casa estaba toda la manada lista para despedirse de la chica, desde los Uley a los Clearwater, sin dejar atrás a Ephraim y su mujer, una preciosa chica del pueblo y que había causado un gran revuelo en el corazón del muchacho.
—Bueno espero que me recuerden... —sonrió la chica antes de que la manada la abrazará con fuerza antes de despedirse para no verla en mucho tiempo y que todos iban a recordar.
El viaje a nueva York duró casi tres días enteros entre horas de parar para que los humanos no la vieran por la mañana y las paradas para cazar ya que, sin la comida humana se sentía más débil que de costumbre.
La ciudad de Nueva york la recibió al anochecer, quizás no era la mejor ciudad, pero le serviría como refugio hasta encontrar un bonito bosque donde cazar y estar tranquila.
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