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ELEVEN

Podéis escuchar la canción durante el capitulo o en el momento que se indica con el siguiente símbolo ♪♪

Las noches que precedieron a la llegada de los nuevos integrantes de los Cullen fueron tranquilas, se oía el piano de Edward junto con la dulce y cantarina voz de Alice, casi había pasado tres meses.

Pero el momento que más le gustaba a Lenna ocurría justo después de que ella cenara algo, mientras Jasper le hacía compañía en silencio siempre, pero aquello a ella no le molestaba, le gustaba el ambiente que había entre ellos. Era tranquilo, relajado, normalmente Jasper estaba tenso, como si aún no confiara en la familia que le había abierto los brazos con tanto cariño.

Tras acabar la cena y dejar la cocina recogida, Lenna y Jasper subían al techo y se sentaban, siempre buscaban algo de qué hablar cada noche. Una noche hablaba Lenna, y otra Jasper sobre su vida, aquella noche Lenna comenzó a relatar lo que Carlisle había denominado su pequeño milagro, ella.

—Carlisle dice que soy la primera así, híbrida de humana, no soy más débil, de hecho, soy más fuerte que Emmett y más rápida con los reflejos —sonrió la chica— por eso me alimento, me da fuerzas y puedo prescindir de la sangre un tiempo...

—Pero tu corazón no late

—Lo hace muy lento, casi indescriptible —dejó que Jasper pusiera la cabeza en su pecho y escuchará atentamente, oyendo un latido muy lento, haciendo que Jasper levantará la cabeza asombrado.

—ese es mi nuevo sonido favorito —dijo sincero mientras la animaba a seguir con su historia.

—Mi primera caza fue un cuervo y Carlisle dijo que había sido muy rápida al moverme que eso le llamó la atención y siguió observando y empezó como un estudio

—el cuaderno azul, el que le diste el otro día —Lenna asintió.

—Es donde apuntamos mis "rarezas"

Así continuaban hasta que comenzaba a salir el sol, y su piel a brillar, momento donde entraban en la casa y Lenna se preparaba para salir con Carlisle a su trabajo como enfermera por lo que Jasper se quedaba en el porche esperando su vuelta mientras leía.

Cada noche era la misma rutina. Lenna cenaba, Jasper la observaba, subían a la azotea, y hablaban hasta que salía el sol. Ninguna noche se saltaban aquello, salvo aquella noche.

Jasper esperó a que cenara y cuando Lenna había acabado, la frenó antes de subir al techo y cogió su mano dirigiéndola fuera de la casa.

—¿Dónde me llevas?

—Es una sorpresa —sonrió el vampiro de ojos ámbar, producto de la depuración de la alimentación que llevaba.

Caminaron durante unos minutos de la mano, con los dedos entrelazados hasta que llegaron a un claro donde Jasper había dejado una cesta con una manta y con un ramo de florecillas silvestres.

—Pensé que te debía una cita —Lenna sonrió encantada y abrazó al chico con fuerza mientras dejaba un sonoro beso en su mejilla.

—Eres demasiado tierno —rio la chica mientras se sentaban en la manta y le entregaba las florecillas— pensó en todo Mayor Whitlock

Aquella noche se basó en anécdotas de cuando eran humanos, en la guerra civil, en la que se habían conocido.

—Recuerdas cuando llovía tan fuerte que Fred salió fuera y resbaló con el barro —comento Lenna muerta de risa después de tantas anécdotas graciosas— que entró diciendo

—"mierda yo tenía una cita, TIEMPO NO JODAS"

Lenna rio con fuerza recordando aquel momento, como si viera al muchacho con su puño alzado gritándole al cielo.

—Me gusta tu risa —comentó el soldado con una sonrisa mientras acariciaba la mejilla pálida de la que consideraba el amor de su eternidad— Y me gustan tus hoyuelos

La chica sonrió y dejo un beso en su mejilla mientras se apoyaba en su pecho, si fuera humana notaría lo frio que era su cuerpo, pero al tener la misma temperatura notaba incluso cierta calidez en aquel abrazo.

Jasper acarició su mejilla con suavidad mirándola observando con cariño cada una de sus características, su nariz y las pequeñas pequitas que tenía repartidas por las mejillas y la nariz, sus pestañas largas y después cayó en sus labios, eran rojos y parecían suaves.

Esos que cada mañana Lenna pintaba con carmín para ir al hospital y que cada mañana dejaba una marca sobre su mejilla que Rose, siempre limpiaba cuando la veía con una pequeña carcajada.

—Lenna ¿puedo hacer algo?

—Claro —abrió los ojos , viendo como Jasper se acercaba y unía sus labios con suavidad, para Lenna el tiempo se congeló, aquel momento lo había esperado desde que se conocieron, los labios de Jasper eran suaves y la besaban con mucho cariño y vehemencia, haciendo que Lenna llevará las manos a su nuca no queriendo que se separaran.

No tenían necesidad de aire por lo que sus labios estuvieron unidos mucho tiempo haciendo que Lenna sintiera muchas sensaciones que abrumaron un poco a Jasper.

—Llevo tanto tiempo queriendo hacer esto... —sonrió mirándola y calmándola un poco, volviendo a juntar sus labios esta vez con suavidad.

Lenna se sentó en el regazo del chico mientras acariciaba su pelo rubio, Jasper junto su anatomía con suavidad y acarició su cintura.

—Yo también... —susurró la chica con una sonrisa.

***

A la mañana siguiente Lenna y Jasper entraron por la puerta con el tiempo justo para poder dejar que la chica se cambiará para ir al trabajo con Carlisle.

Rose estaba en la escalera esperándola para poder desayunar con ella, más bien verla desayunar, ese era su ritual de madre e hija.

—¿Dónde estabas mamá? —sonrió la rubia sentándose en la silla.

—En el bosque con Jasper, cambiamos nuestro sitio de conversar esta noche —Rosalie la miró con una de sus perfectas cejas depiladas, buscando conocer más sobre la velada.

—¿Y?

—Y... recodamos viejos tiempos

—¿Y? —Rosalie no se iba a dar por vencido, sabiendo que su figura materna había vuelto muy sonriente aquella mañana.

—Me besó

—AH POR FIN —Rosalie era sin duda la más emocionada con la relación que podían mantener Jasper y Lenna, ella quería que su madre fuera feliz se lo merecía.

Lenna se despidió aquella mañana de todos en la casa cuando llego la hora de irse al trabajo con Carlisle.

—Jasper —Llamó Rosalie al chico que se sentaba en el porche con uno de los libros de Lenna en el regazo.

—¿Sí?

—Yo sé que mi madre, te gusta y mucho, os he visto mientras cenáis. El cómo la ves, con adoración y con tanto amor. Si la veo derramar una pequeña, mínima, ínfima lágrima por tu culpa, desearás poder morir por que me encargaré de que sufras —Comentó seria— y no creas que no te tengo vigilado

Jasper ladeo una sonrisa y miró a la chica, pondría una mano en el fuego si eso no lo matará a que Rosalie daría su vida por ayudar a Lenna, el amor que se tenían ellas dos, era puro. Rosalie, aunque hubiera deseado tener una vida humana y poder tener hijos y envejecer, estaba agradecida con la segunda oportunidad que le había brindado Lenna cuando la convirtió, ya que eso significó que tenía una familia que la apoyaría en cualquier decisión que tomara.

—¿Sabes? me alegro mucho de que Lenna te encontrará y de que la protejas Rose

—Ella es muy importante para mí, ella me ha cuidado desde que comenzamos juntas... Yo le debo lo mismo cuidarla para que ella sea feliz

—Entonces yo también voy a ayudarte a que sea feliz

***

La semana siguiente una de las noches después de cazar, Jasper miró a la chica que se limpiaba las comisuras caminar hacia él.

—Deberíamos tener una cita —Sonrió el chico.

—Eso suena bien, ¿esta noche?

—Si, vamos a casa y te llevare a bailar

En sus tiempos, el que un hombre te sacara a bailar solía demostrar el interés que tenía por esa persona y Lenna siempre deseo que Jasper y ella fueran a bailar una canción lenta mientras se balanceaban en la pista.

Cuando llegó a su casa, Alice la esperaba con una sonrisa amplia y arrastrándola a la habitación, Adler la seguía comentando que había tenido una visión y que no dejaba de moverse ansiosa por su llegada.

—Es un culo inquieto

—He visto la cita que vais a tener y te voy a ayudar con el outfit —comentó mientras abría el armario y sacaba una camisa blanca y una falda verde pistacho y se las entregaba.

—Pruébate esto —Lenna se había metido en el baño para darse una ducha rápida y poder ponerse la ropa que le había dado Alice, se colocó la camisa y la falda, acompañada de unas medias de color carne y unos tacones marrones. Alice colocó un cinturón color camel en su cintura y ambas sonrieron al reflejo.

Al salir de la habitación se encontró a Jasper con una camisa blanca y unos pantalones grises sujetados con unos tirantes y una americana del mismo color, haciendo que Lenna lo comparara con una de las esculturas de algún dios griego.

—Vamos con vosotros —comentó Emmett de la mano de su esposa, señalando a Rosalie que vestía un vestido rosa que se apegaba a su anatomía, haciéndola ver como una princesa.

Lenna subió al coche con ayuda de Jasper y comenzaron el viaje al pueblo donde vivían, en aquel momento. Entraron en un bar donde sonaba la música con suavidad.

Jasper bajó del coche y abrió la puerta del copiloto para dejar que Lenna bajara cogiendo su mano y entrelazando sus dedos. Emmett bajó del coche y ayudó a Rosalie a bajar y entraron en el bar.

—Lenna ¿podemos beber?

—Podemos probar no sé, si nos afecta, pero nunca he bebido —Emmett sonrió con emoción y empujo a la chica para que hiciera su magia con las palabras y consiguiera bebidas gratis.

Lenna consiguió un par de bebidas y todos dieron un trago, tanto Emmett como Rosalie y Jasper escupieron en el vaso el contenido haciendo una mueca, pero Lenna pudo beberse el líquido sin problema.

—Rose, ¿Me concedes esta pieza? —Rosalie sonrió y se dirigieron a la pista a bailar. Jasper por su parte se quedó junto a Lenna mientras esta los miraba con una pequeña sonrisa.

—Ellos son demasiado tiernos —Sonrió ampliamente cuando Rosalie río al dar vueltas para aterrizar sobre el cuerpo de Emmett y unían sus labios con suavidad.

♪♪

La música cambió y Lenna sonrió al escuchar los acordes y las trompetas de una de sus canciones favoritas de la época de 1945. It's been a long, long time de Harry James.

Jasper cogió su mano y comenzaron a moverse al son de la trompeta. Lenna sonreía y miraba con devoción a los ojos del muchacho, que la miraba con una sonrisa al oírla comenzar a cantar la canción con suavidad. Aunque la voz de su amada no estaba dedicada al canto a Jasper le pareció la más bonita canción que había escuchado.

Kiss me once,

Then kiss me twice,

Then kiss me once again,

It's been a long, long time...

Jasper sonrió mientras juntaba los labios formando un tierno y lento beso que quitaba el aliento, si es que ellos tuvieran. Cuando la parte más estridente volvió a sonar Lenna daba una vuelta haciendo volar su falda y su pelo castaño. Alguna que otra mujer los miró con asombro, los dos parecían a ver practicado aquel baile tantas veces que estaban sincronizados y daba la sensación de que Lenna flotaba mientras se movía por la pista.

La siguiente canción era más movida y Emmett hizo un intercambio de parejas haciendo que Lenna, la que llamaba de vez en cuando suegra para molestar riera cuando la hacia girar y saltar así como Rosalie y Jasper hacían. En el bar muchas parejas salían y comenzaban a bailar contagiados por la música y las dos parejas que bromeaban.

Los 4 Cullen se sentaron en la mesa mientras reían, Lenna se apoyó un poco en Jasper mientras Emmett le preguntaba cosas sobre la guerra.

—¿Tuviste que disparar alguna vez?

—Lo hice pero para defenderme, Adler me enseño a hacerlo —bebió un poco más del licor que había en su copa y se enderezaba.

—buah mi suegra es brutal

—¡Emmett! —Le riño la chica mientras el oso reía.

Estuvieron una hora más cuando se dieron cuenta de que a Lenna si que le afectaba un poco el alcohol ya que sus reflejos eran un poco más lentos.

—No me dejéis beber más —se sujetó la cabeza contra el cristal con un pequeño quejido y miró a Jasper con un puchero.

—No más cielo —Cuando llegaron a la casa Lenna bajo con lentitud para no tropezarse, Jasper la alzó al estilo de princesa y la llevo hasta la habitación de la chica y la tumbó en la cama y la arropó mientras iba a por un libro y lo abría para poder leer para que la chica se relajara.

La introducción de el problema del dolor de C. S. Lewis y la voz de Jasper fue lo que arrullo poco a poco hasta que se empezaba a sentirse mejor.

—¿Jasper?

—¿Sí?

—¿Quieres ser mi novio?

Jasper soltó una carcajada y la miró cerrando el libro poniendo un marcapáginas en la pagina que se habían quedado.

—Eso debería preguntártelo yo, cielo —Lenna se sentó en la cama y lo miró con una ceja alzada.

—Madura hombre, las mujeres también podemos hacer las cosas que hacéis vosotros los macho alfa de pecho peludo —Comentó con diversión.

—entonces si Lenna Gray quiero ser tu novio —sonrió mientras juntaban sus labios con una sonrisa.

—Si nos casamos serás Jasper Gray —Sonrió mientras se sentaba en su regazo y acariciando sus mejillas, masajeando poco a poco desde su frente hasta su barbilla

—No sé Lenna Whitlock suena muy bonito —carcajeó el rubio mirándola y besando sus labios y mirándola.

Sea como fuere, en aquel momento ellos dos estaban unidos por fin, nada los iba a separar ellos lo sabían, así comenzaba su historia juntos, junto a su familia. Ambos estaban juntos en las buenas y en las malas.

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