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—Sannie hyung.—removió el cuerpo totalmente dormido del pelinegro. —Hyungie. —realmente odiaba que su hyung tuviera el sueño pesado. —Alfa abra sus ojos. —frunció su ceño e hizo un puchero.
Se sentó enojado a un lado del cuerpo, él quería mimos y su hyung seguía durmiendo como si nada.
Se subió quedando sentado en el abdomen del mayor, empezó a jalar las mejillas de San pero nada, no despertaba, entonces se acercó a los delegados belfos y mordió el labio inferior, haciendo que el alfa despertara de golpe y su frente chocará con la de wooyoung.
— ¡Auch, eso dolió! —
— ¡Oh! Woonie lo siento, cariño. —dejó besitos en la frente del menor. —Soy un tonto ¿duele? —preguntó preocupado.
—Aun duele, es su culpa, usted no despertaba y... y-yo quería m-mimos. —empezó a gimotear.
—Ya, calmate Woonie. —San se preocupó cuando vio a su omega a punto de llorar. —Alfa te dará muchos besitos. —empezó a dejar besos en la frente, nariz y por último en los esponjosos labios de su hadita. — ¿Aun duele? —
—Ya no, sus besitos me curaron. —sonrió dulce. —Hyungie, quiero fruta. —escondió su rostro en el pálido cuello del mayor, al menos su Woo se había calmado.
—Está bien, lo que mi lindo Woonie quiera, lo tendrá, pero primero tienes que bajarte. —tomó la pequeña cintura y trato de zafarse.
—Alfa, lléveme con usted. —San se dio por vencido, así que aún con el cuerpo de Wooyoung aferrado como un pequeño koala, se dirigió a la cocina.
Al llegar dejó sentado al omega en una de las sillas y empezó a lavar la fruta, pero su teléfono sonó, vio la pantalla, era su madre, entonces contestó y puso el altavoz dejando el aparato a un lado.
—Hola, mamá. —
— ¿Esta Wooyoung contigo? —esa pregunta lo tomó por sorpresa. —Dijo que me llamaría en la mañana, pero tampoco contesta su teléfono. —
—Si está conmigo, pero él está indispuesto en este momento. —hizo una pausa y suspiro—Entró en celo. —iba a volver hablar pero una personita lo interrumpió.
—Hola señora Wheein, hyungie me marco. —habló entusiasmado.
Nada, absolutamente nada se escucho al otro lado el teléfono.
— ¡POR LA LUNA! ¡Escuchaste eso Yeye!—el grito de Wheein casi los deja sordos. — ¡Mi hijo ya es todo un hombre! —la voz de su padre se escuchó.
—P-papá, ¿qué haces ahí? —se estaba preparado para lo que sea que dijera su padre.
—Quería hablar con mi lindo yerno. —se escucharon unas risas al fondo. —Bueno, llamaremos otro día, tu encargaté de darnos preciosos nietos, bye bye. —Yesung colgó la llamada.
—Bye, Bye. —se despidió el menor.
El celular volvió a sonar, San pensó que era el día de las llamadas inesperadas, cuando vio el nombre de Moonbyul en la pantalla.
—S-señora Jung. —saludo nervioso.
—San, Woo aún no regresa a casa, quería saber si aún estaba contigo. —la voz de la mayor de escuchaba preocupada.
—S-Si, está conmigo... pero él entró en c-celo. —escucho el sonido de algunas cosas caerse en el otro lado del teléfono.
— ¡Mamá Moon, hyungie me marco!—San empezó a sudar frío, no sabía cómo se iba a tomar la situación la mayor.
— ¿Eh? P-perdón eso me sorprendió, Hola bebé, ¿San está cuidando bien de ti? — pregunto con un voz suave y seria a la vez.
—Si, hyungie fue muy lindo, ahorita me está preparando fruta. —la felicidad se plasmaba en la voz de Woo.
—Está bien, entonces los dejó, San cuida bien de mi hijo. —la llamada se cortó y él alfa al fin pudo respirar en paz.
—La fruta esta lista.—San cargo a Woo, este enredo sus piernas en su cintura, se sentó en uno de los sofás dejándolo sentado en sus piernas. —Bebé, habré la boquita. —
El menor obedeció y sintió el sabor dulce en su paladar, amaba ser mimado por su bello hyung. La fruta del plato fue desapareciendo poco a poco dejando a un Wooyoung llenito y feliz.
Woo se bajo del regazo de San y se dirigió a la habitación, el mecionado lo vio extrañado, se levantó y se preparó algo de comer. Se preocupó un poco, porque el menor aún seguía en la habitación, dejó el plato en el lavadero y se acercó lentamente a la puerta cuando iba a entrar, Wooyoung apareció frente a él.
—Alfa, quiero que vea algo. —habló entusiasmado tomando la mano de San y arrastrándolo a la habitación.
El pelinegro abrió sus ojos sorprendido cuando vio la cama, Wooyoung había hecho un nido con almohadas alrededor y mucha ropa suya.
— ¿Le gusta? —habló entusiasmado, estaba orgulloso de su trabajo.
—Es muy hermoso, amor. —beso la cálida mejilla, el omega sonrió.
—Es al único al que dejaré entrar. —jalo la mano del mayor. —Hyung deme su camisa. —el pelinegro se quito la prenda y Woo la tomó para luego ponérsela. —Esta me gusta más, tiene su aroma, ahora entre. —San se colocó una playera y entró, de inmediato Wooyoung se aferró a él en un fuerte abrazo.
—Alfa, es mío y de omega. —San se dio cuenta que esa era otra etapa de su Woonie. —Quiero mimos. —puchereo.
—Hyung te dará todos los mimos que quieras. —San abrió las piernas e invitó al omega a que se sentará en medio de estas, Woo obedeció recostándose en el pecho del mayor.
— ¿Soy su hadita? —giro su rostro y pregunto con ojitos brillosos.
—Claro, eres mi linda hadita. —dejó un dulce beso en la marca. — ¿Aun duele? —
—Un poquito, pero no importa. —cerro los ojos cuando San empezó a dejar suaves caricias en su cabeza, quedándose dormido rodeado con el aroma de su alfa, a la vez que se sentía protegido y amado.
Su celo había terminado, Wooyoung estaba frente al espejo arreglando su ropa, la camisa dejaba a la vista su cuello, al ver la marca sonrió, aun no creía que su Hyung lo había marcado, eso le hacía muy feliz. San entró a la habitación, estaba hablando por teléfono, solo llevaba una toalla en su cintura dejando ver aquel pálido cuerpo, su cabello mojado, tenia frente a él una imagen bastante sexy, el pelimorado se sonrojo y siguió arreglándose.
—Espera un momento cariño.—San abrazo por detrás al menor. —Pronto estaré listo. —beso la mejilla, tomó su ropa y entró a cambiarse al baño.
Wooyoung estaba viendo su teléfono acostado en la cama, cuando el pelinegro salió del cuarto de baño secando su cabello con una toalla, su ceño se frunció al ver algo diferente, sus ojos se abrieron sorprendidos al darse cuenta.
— ¡Sannie Hyung! —el alfa dio un brinco es su lugar debido al grito.
—Bebé, ¿Qué pasa? ¿Te duele algo? —
—Su cabello. —señalo la cabeza del mayor.
—¿Eh? ¿Tiene algo? —pregunto preocupado.
— Tiene una pequeña parte de color rojo. —El alfa corrió hacia el espejo y cuando encontró lo que buscaba quedó sorprendido.
— ¿Como paso esto? — se sentó en la cama, aun no creía lo que estaba viendo.
—Yo tampoco entiendo que paso. —Woo abrazo a San.
—Esto es muy extraño, hace dos días no lo tenía. —El mayor se quedó pensativo. —Woonie, ¿tú sabes si a Moonbyul le pasó algo igual? —el menor negó. —
— Tal vez paso cuando me marco. Creo que yo también lo marque pero de forma diferente. —Woo dio una carcajada.
—No te burles. —estiró las mejilla. —Eres malvado. —
—Pero así me ama. —
—Te amo con todo mi ser. —tomó el rostro de Wooyoung y lo beso. —Le preguntare a tu madre, tal vez le pasó algo igual. —habló separándose del beso. —No quiero que te vayas. —
San tenía que ir a dejar a Wooyoung a la mansión Jung, no quería morir a manos de Moonbyul. Subieron en la motocicleta del mayor y se dirigieron a su destino. Al llegar el alfa se estacionó, tomó la mano de Woo y entraron a la casa. En la primera planta no había nadie, así que subieron a revisar al segundo nivel pero los dos se sorprendieron al ver algo que no debían.
Los dos menores se sonrojaron, Moonbyul estaba besando a Solar en la esquina de la sala. La hada se dio cuenta de las visitas y Moonbyul se separó al ver de quienes se trataban y suspiro apenada.
—Lo siento. —se disculpó Yongsun.
—Nosotros lo sentimos por interrumpir. —habló un apenado San.
—Está bien, pasen. —la alfa tomó la mano de Solar y se sentaron en el sofá y los menores hicieron lo mismo.
Wooyoung sonrió al verlas juntas de nuevo, eso era lo único que faltaba, estaba feliz, su familia estaba unida de nuevo y su alfa estaba junto a él.
—Señora Moonbyul, quería preguntarle algo. —vio a la mayor. —Cuando marco a la señora Solar, ¿vio algún cambio en usted, o apareció algo en su cabello? —
—Oh, ahora que lo pienso, apareció un pequeño tatuaje en mi brazo, era una mariposa, creo que Solar también me marco, aun no sabemos el porqué paso eso. —sonrió a su esposa, esta le devolvió la sonrisa
—A Sannie Hyung le salió cabello rojo. —comentó Woo.
—Es eso, pensé que era un nuevo cambio de imagen. —se burló un poco. —No te preocupes no te vez mal. —el rostro de la alfa se volvió serio. —Pero más importante, no me vienen a decir que Wooyoung esta esperado ¿verdad? —
Los dos menores se sonrojaron y empezaron a negar.
—N-no señora Jung, nosotros no... —carraspeo. —Solo ayude a Woo, pero no de la manera que piensa. —
—Esto es muy vergonzoso. —lloriqueo el omega escondiendo el rostro en el pecho de su alfa.
—Moon, no los asustes, recuerda que yo quede en cinta a los veinte años. —regaño Solar.
—Solo estaba bromeando. —vio a los menores. —Ustedes son mayores pueden hacer lo que quieran. Mi única regla es que se amen y cuiden uno del otro. —se levantó y abrazo a los dos chicos.
San y wooyoung respiraron tranquilamente correspondiendo aquel cálido abrazo, al cual Solar también se unió.
Al final del día el alfa se despidió del matrimonio Jung y de su hadita, prometiendo que se verían en tres días, ya que era su viaje, los dos estaban emocionados por ir a ver a Dami.
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Hi, Hope reportándose, con una nueva actualización :3
El fluff regreso, si que si❤
Algodones, cuídense mucho y no olviden que l@s amo❤
Gracias por leer (๑'ᴗ')ゞ♡
🐈❤
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