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Era fin de semana, el clima era cálido, faltaba poco para la temporada de invierno. Wooyoung se encontraba en el departamento de San, el mayor había salido a comprar algunas cosas, el ojiazul tenía copia de las llaves así que decidió esperarlo en la sala. El omega caminaba en círculos y mordía sus uñas, los nervios se estaban apoderando de él.

¿La razón?

Conocería a los padres de San y varios pensamientos negativos llenaban su mente.

¿Los señores Choi lo aceptarían? ¿Y si no les agradaba?

Su alfa le había dicho que sus padres no eran personas malas y que lo querrían como a un hijo, que no se preocupara, San ya les había contado sobre él, tal vez debía hacerle caso a su Hyung y dejar de pensar en cosas negativas.

Pero unos delgados brazos en su cintura y un cálido beso en su cuello lo sacaron de su burbuja.

—Ya regresé. —el menor giro y dejó un suave beso en los delgados labios.

—No lo escuche entrar. —paso sus brazos por el cuellos del alfa.

—Es porque estabas distraído, ya te lo había dicho, sé que mis padres te amaran. —beso la mejilla del menor. —Es hora de irnos, cariño—

Wooyoung corrió y tomó una bolsa esta contenía pequeños cupcakes, sería un regalo para los padres del pelinegro, el mismo los había hecho.

Tomaron sus manos y salieron del lugar, el taxi que había llamado San ya se encontraba esperándolos afuera. La casa de la familia Choi estaba a veinte minutos de ahí, en todo el viaje el menor se quedó dormido en el hombro de San y este dejaba caricias en los mechones morados mientras escuchaba los suaves suspiros de su novio.

El camino se había sentido corto, el pelinegro despertó a su omega y este al darse cuenta que habían llegado, volvió a entrar en pánico, las manos le sudaban y sus piernas temblaban.

La casa era de color beige, con un jardín grande y tenía dos niveles, era muy bonita, tocaron el timbre y unos pasos se escucharon al otro lado, Woo apretó la mano de San, vio como en cámara lenta la puerta se abrió.

Una mujer bajita de cabello corto y rubio se encontraba frente a ellos, era demasiado hermosa, ahora el menor sabía de dónde sacó la belleza su hyungie.

—¡Santa Luna! Están aquí. —habló la mujer dando pequeños brinquitos en su lugar. —Entren mis niños. —se hizo a un lado para que la pareja pasará.

—Hola mamá. —San abrazo a la mayor. —Te extrañe. —

La mujer lo vio serio, para luego darle un golpe en la cabeza, Wooyoung se sorprendió y San dio una carcajada.

—Choi San, si me extrañas deberías venir más seguido. —lo vio indignada. —Apenas me llamas, eres un mal hijo. —

Una risita se escucho en el lugar y los dos Choi presentes giraron a ver de quien se trataba, el pelimorado al darse cuenta que había llamado la atención se escondió detrás de su alfa.

—Este adorable niño, debe de ser Wooyoung, ¿verdad? — San asintió. La mayor se dirigió hasta el omega y lo saco de su escondite. — ¡Eres demasiado lindo! —dijo emocionada, el menor aún estaba nervioso. —¡Yesung deja de jugar FIFA y saluda a los chicos! —gritó enojada.

A los segundos un hombre alto, guapo y de tez pálida estaba frente a ellos. Los nervios de Wooyoung aumentaron, el señor Choi daba miedo.

—Wheein, es mi día de descanso, déjame jugar, me acabas de avergonzar frente a los chicos. —habló haciendo un puchero. Ese gesto se le hacía muy conocido a Woo, su Hyung hacía las mismas rabietas. —San, hasta que te acuerdas de nosotros. —su vista se fijó en el chico desconocido. —Y este lindo chico debe de ser Wooyoung. — sonrió.

—Mucho gusto... Soy Jung Wooyoung... —tartamudeo un poco e hizo una reverencia. —Les traje un regalo. —les entregó los postres y el alfa mayor los recibió.

— ¡Eres una cosita adorable, ven con mamá! —se acerco al menor y lo abrazo. — Serás mi favorito de ahora en adelante. —jaló su mejillas.

—Wheein lo asustas, pensara que estás loca. —habló el alfa mayor. —Bienvenido a la familia Wooyoung. —sonrió y despeino el cabello del ojiazul, Woo iba a responder pero fue interrumpido por un grito.

— ¡A quien llamaste loca Choi Yesung.! —

—Si me disculpan, tengo que salvar mi vida. —salió corriendo del lugar mientras su esposa corría detrás de él.

Wooyoung sonrió, la familia Choi era muy divertida. Se sentía cómodo en ese hogar sus nervios habían desaparecido como por arte de magia.

—Disculpa, ellos son así, te acostumbraras. — habló un apenado San. —Te presentare correctamente cuando ellos arreglen su asunto. —

—No se preocupe hyung, ya amo a su familia. —tomo la mano de San. —Todos son tan cálidos, incluyendo a la abuelita Dami. —


[ 🦋 ]


—Mamá, deja de enseñarle el álbum de mis fotos, me da vergüenza. — dejó el control a un lado y se sentó junto a su novio.

Después de que Wheein atrapó a Yesung, se dirigieron a la cocina y almorzaron, Woo ya había entrado en confianza, se dio cuenta que San era una combinación de sus padres, su lado hiperactivo lo había sacado de su madre, su piel y actitud tierna se parecía al del señor Choi y lo guapo era por los dos.

Luego se dirigieron fin a la Sala, el señor Choi y San estaban frente al televisor jugando una partida de fútbol. Pero Wheein saco el álbum familiar y se lo empezó a mostrar al pelimorado.

—Hyungie era muy tierno. —habló el menor, San tapó su rostro con una almohada. —Ahora es mucho más lindo. —

—Son demasiado lindos, estoy muy feliz por los dos. —Pero su ánimo cambio cuando vio que su esposo no prestaba atención —Yeye, siéntate junto a mí. —desconecto el aparato.

—Eres malvada, solo porque te amo demasiado te haré caso. —protestó y se sentó junto a su esposa. —Amor ¿te imaginas a nuestro nietos? serian muy lindos, heredarían mi hermosura, la tuya y la de Wooyoung. —su esposa asintió varias veces emocionada. — De San creo que no, él no heredó nuestra belleza porque es adoptado. —dio una carcajada, pero paro cuando vio la cara seria de su esposa.

San estaba sonrojado hasta las orejas, quería que se lo tragara la tierra, su padre era muy directo y Wooyoung estaba ruborizado imaginándose un pequeño bebé de él y su Sannie Hyung, un pequeño de tez pálida y mejillas regordetas.

—No le hagan caso, todo a su tiempo mis pequeños. —la mayor se disculpó. — ¿Se quedarán a dormir? —

—Si, ya es tarde, mañana por la mañana regresaremos. —respondió el de ojos grises. —Vamos bebé, te mostraré mi cuarto. — Tomó la mano de su Woonie y subieron las escaleras.

—Traten de no hacer cositas. —molesto el señor Choi.

San y Wooyoung estaba rojos como manzanas, ignoraron a Yesung y fueron al cuarto del pálido.

—Yesung, cállate, ya no molestes a los chicos —golpeo el hombro del pelinegro. —Mejor ven y ayúdame a preparar la cena. —

—Lo que mi reina ordene. —beso la mejilla de su esposa.

Más tarde cenaron, las bromas de los señores Choi nunca faltaron, también elogiaron a Woo, sus cupcakes estaban deliciosos, la señora Wheein le había dicho que le pasará la receta. Y Yesung había invitado al pelimorado a jugar una partida.

San estaba feliz, su familia era extraña pero así los amaba, ver a Wooyoung sonreír junto a ellos hacia que su corazón se sintiera cálido.

—Me divertí mucho con su familia, hyungie. — acariciaba los mechones negros el alfa se encontraba acostado en las piernas del menor.

—Me alegra escuchar eso, pensé que te asustarías al conocerlos. —sonrió, el omega negó.

Hace una hora habían regresado al departamento de San, salieron temprano de la casa de los Choi, Wheein no quería que se fueran, ella también les regalo pijamas de pareja. Yesung dijo que regresaran a visitarlos pronto, el pelimorado agradeció a los mayores y se despidieron.

—Woonie, vamos por un helado. —se levantó.

— ¡Quiero uno de menta y fresa! —habló entusiasmado.

—Es una combinación rara. —salieron del departamento subieron al elevador.

—Usted huele a menta, me gusta. — San se sonrojo al escuchar aquello.

La heladería quedaba cerca, esta estaba frente al parque, así que llegaban caminando. Entraron y la campanilla del lugar sonó, fueron a una de las mesas para esperar su orden, pero San a lo lejos vio a un alfa castaño, lo conocía muy bien.

Jongho

Este al verlos camino hacia ellos y los saludo.

—Baja la guardia, San. —el castaño se sentó junto Woo. —Ya aclaramos las cosas entre Wooyoung y yo, además creo que me empieza a gustar alguien. —giro a ver hacia donde se encontraba atendiendo un omega de cabello celeste.

Wooyoung se dio cuenta de la acción del alto y sonrió.

—Hola Hyung. —devolvió el saludo. — ¿Qué lo trae por acá? —molesto un poco al castaño.

—Yo... Quería un helado... Solo eso. —respondió nervioso.

—Jongho tu orden esta lista. — el de pelo celeste habló y el alfa rápidamente con una sonrisa fue a recoger su orden.

—A Hyung le gusta ese chico. — susurro.

—No lo disimula. —río San. —Tal vez encontró a su omega. —

Comieron sus helados mientras platicaban y se hacían bromas, eran ellos en su mundo, cuando terminaron se despidieron de Jongho el cual se encontraba hablando animadamente con el dueño de la heladería.

Cuando salieron fueron un rato al parque, el omega quería jugar en los columpios y el alfa no se negó. San empujaba a Woo y este reía, pasaron un tiempo más en el lugar hasta que se dieron cuenta que ya estaba cayendo la noche, así que decidieron regresar al departamento.

—Me duelen mis pies.—se quejó el menor.

—Sube a mi espalda.—el alfa se puso de cuclillas para que su Woonie pudiera subir.

Woo con gusto subió y paso sus brazos en el cuello de su Hyung y enredo sus piernas en la cintura del alfa. En el camino el ojiazul a veces dejaba pequeños besos en la pálida mejilla de su novio.

—Hyung, en unos días es su cumpleaños. —Recordó — ¿Que quiere de regalo? —

—Te quiero a ti. —respondió sin vacilar.

—Eso no vale, porque yo ya soy suyo. — descansó su cabeza en el hombro del alfa.

—No importa, tu eres mi mejor regalo, así que no me hace falta nada. —Woo aún no se acostumbraba a las palabras de amor de su alfa.

—Hyungie... —San hizo un sonido haciéndole saber que lo escuchaba. —Besito. —el alfa sonrió enternecido y dejo un pequeño beso en aquellos dulces labios. — Lo amo mucho. —

—Te amo más, precioso. —

Esa noche estrenaron sus pijamas, San preparo la cena esta vez, para enseñarle lo que había aprendido en sus clases de cocina, era raro ver a un alfa cocinar pero San era diferente él solo quería consentir a su hadita. También jugaron algunos juegos de mesa y hablaron hasta quedarse dormidos. 

Hi !!! les traigo actualización

A nuestro Wooyoung le toco conocer a sus suegros, hasta yo estaba nerviosa 😂

Ya estamos a pocos capítulos para que termine esta historia, i'm sad.😢

También quería contarles que recibí una invitación para participar en los Woosan Awards, Beautiful Fairy y Cute clown están participado, no pierdo nada con intentar❤🤧

Bueno, algodones de mi corazón espero se encuentren bien, cuidense mucho y tomen mucha awita. Hope l@s ama

Aquí les dejo un hermoso Yesung❤

Gracias por leer('ᴗ')

🐈❤

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