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—Cariño... —el alfa beso la rosada mejilla.

—Hyung, quiero dormir. —se removió en el regazo del otro.

—Woo...desayunemos y luego puedes dormir en mi habitación. —San se levantó del sofá pero el omega seguía aferrado a él.

—No, no, no... Hyung... —este se aferró más al delgado cuerpo del alfa. —Solo un ratito más... —lo vio con ojos dulces y un puchero.

Pero San dio una carcajada cuando escucho rugir el estómago del más pequeño, este solo se avergonzó y giro su rostro viendo a otro lado.

—Tu pancita rugió, eso quiere decir que tienes hambre. —el ojiazul soltó a su Hyung y se dirigió a la mesa.

—Es malo, Sannie Hyung. —

—No... Solo quiero cuidar a mi bello novio. —San abrazo el cuerpecito y dejó un beso en la nariz.

Mientras Wooyoung esperaba en la mesa, San estaba sirviendo el jugo de manzana y las tostadas con mermelada. Quería darle algo mejor a su omega, pero no sabía cocinar, eso lo avergonzaba un poco.

Tal vez unas clases de cocina no le caerían mal. Cuando estuvo todo listo, tomó la bandeja y se dirigió a la mesa, repartió el desayuno y se sentó.

—Lo siento, no se cocinar. —sonrió avergonzado.

—No se preocupe, lo que me importa es que estoy desayunando con usted. — sonrió adorablemente y empezó a comer.

San sentía que todo era un sueño, aun no se lo creía, pero al ver a su hadita frente a él, sabía que todo era real. Al fin podría demostrarle todo su amor, lo mejor era que vivían cerca y podrían tener citas. Mientras comía sonrió, estaba demasiado feliz.

—Su sonrisa es muy bonita, Hyung. — El omega se levantó, tomó una servilleta y limpio la comisura del labio del mayor. —Listo, come como un niño. —

San tenía su rostro rojo, tomó con sus dos manos la pequeña cintura del omega y lo abrazo, escondiendo su rostro en el pecho de este.

—Me haces mal, Woonie. —

—Ahora es San tomate Hyung. —el menor se burló.

Los dos sonrieron en su burbuja de amor.

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Estaba en la Sala viendo una película romántica a petición de Wooyoung, este lloraba y San lo consolaba. El título de esta era Ghost: la sombra del amor. El menor quería verla y San no podía decirle no a su pequeño.

—Hadita ya no llores. —limpio con sus dedos las lágrimas del otro.

—E-es demasiado... triste... el señor fantasma se despidió de su amada. —hablaba entre hipidos. —El no merecía morir. —

—Ya, ven aquí. —lo jaló dejándolo sentado en sus piernas. —Ya no llores, bebé... —

San siguió acariciando la espalda de Wooyoung y dando pequeños mimos hasta que este al fin se calmo, se dio cuenta que su hadita era muy sensible.

El pelinegro vio hacia el reloj que estaba colgando en la sala este tenía las ocho de la noche, así que una duda llegó a su mente.

—Woonie ¿Tu madre vendrá a recogerte? —el omega inmediatamente salió de su escondite.

—No, Hyung...hoy me quedaré con usted. —el alfa se sorprendió. —Mi madre me dio permiso, además dijo que me cuidara, ya que sus manos podrían ser peligrosas y que tenía permiso de llegar tarde mañana al trabajo. —término de hablar entusiasmado.

— ¿Porque mis manos serían peligrosas? —susurro para el mismo, la mente de San proceso todo y entendió, su rostro se volvió otra vez de color rojo.

—Hyung, no se sonroje, entiendo lo que mi madre me quiso decir. —se burló de su alfa. —Me puede prestar algo de ropa, por favor, no traje nada y quiero darme un baño. —

San asintió y tomados de las manos se dirigieron a la habitación del mayor, pero Woo recordó algo, se soltó del agarre y corrió hacia la sala y tomó a Shiber.

—Dejamos a nuestro hijo solo, somos malos padres. —tomó nuevamente la mano de San y este le sonrió con ternura.

Ya en la habitación el pelinegro empezó a buscar algunas prendas que le quedaran a su Woonie, también busco algunas toallas limpias y cepillo nuevo.

—Creo que esta camisa te queda. —dejó la prendas en la cama, luego saco un pantalón y ropa interior nueva. —Aquí tienes, espero te queden, yo iré a tomar una ducha en la otra habitación. — el omega agradeció y tomó la ropa dirigiéndose al cuarto de baño.

Veinte minutos después San salió secándose el cabello con la toalla y tocó la puerta de su habitación, un "Entre" se escucho al otro lado, entonces se adentro y sus ojos se toparon con lo más adorable que había visto.

Wooyoung estaba parado en medio de la habitación, sus pantalones le quedaban grandes y su camisa igual dejando ver un poco de piel.

—Hyung... no me vea así. —habló quedito.

—Te vez tierno cariño. —se acercó a él y lo dirigió a la cama. —Siéntate, secaré tu cabello. —

San tomó los mechones de aquel sedoso cabello morado y empezó a secarlo, Woo estaba cayendo dormido gracias a las caricias que San dejaba en su cabello mientras lo secaba. Bostezo y el alfa se dio cuenta de la acción.

—Vamos bebé, es hora de dormir. — el menor subió a la cama, San lo arropó, dejando a Shiber a un lado para que Woo lo abrazara.

Dejó un pequeño beso en la frente y cuando estaba apuntó de salir de la habitación escucho una vocecita.

—Hyung... duerma conmigo. — el pelinegro giro y se encontró con Woo haciendo un puchero.

—No puedo... yo...—no podía resistir a ese tierno gesto. —Está bien, no puedo resistirme a tu ternura. — el pelimorado feliz se hizo a un lado dejándole el lugar a su Hyung.

San se acostó tapándose con la manta, el menor hizo lo mismo, se giraron y sus rostros quedaron frente a frente, mientras que Shiber estaba en el medio.

—Dulces sueños, amor. —dejó un pequeño beso en los labios ajenos. —Te amo. —

—Duerma bien, Hyung —dejó un beso en la nariz del alfa. —Lo amo. —

Los dos tomaron sus manos y con una sonrisa se adentraron al mundo de los sueños.

El castaño caminaba por el parque y a la lejos pudo ver su heladería favorita, en esta también tuvo su primera cita con Wooyoung, ya era noche pero se le antojo comer helado, compraría e iría directo a su casa para poder comerlos mientras se hundía en su tristeza.

Abrió la puerta de vidrio y la campanilla sonó.

—Lo siento... pero la tienda ya cerro. —El alfa giro y en la puerta estaba la palabra "Closed"

—Perdón, no vi el cartel. —se disculpó.

—Alfa... —Jongho levantó su rostro y se encontró con el omega de aquella vez.

— ¡Oh, el omega cabeza de helado de chicle! —habló sorprendido, tapo su boca cuando se dio cuenta que lo había dicho en voz alta. —Lo siento. —sonrió avergonzado.

—No hay problema, es un cliente especial. —regreso a su puesto. — ¿Que sabor quieres? —

—No se preocupe, ya es tarde, su jefe puede enojarse si no cierra a tiempo. —

—Yo soy el jefe y esta compra ira por mi cuenta. —el alto sonrió y el castaño quedó hipnotizado viendo esa preciosa sonrisa.

Cuando Salió del trance pidió el sabor del helado y agradeció al omega, salieron juntos del lugar y espero al chico peliceleste, este estaba poniendo el candado en la puerta.

—Como agradecimiento, te llevaré a casa... ¿Yunho? —

—Claro, soy Jeong Yunho, mucho gusto. —extendió su mano.

— Choi Jongho. —tomó la mano y pudo sentir la calidez de esta. —Hoy no traje el pañuelo, quería devolverlo. —dijo soltando la mano.

—Ya sabe dónde trabajo, puede ir a dejarlo cuando quiera. —sonrió

—Está bien—

Yunho giro su rostro, viendo el perfil del alfa y sonrió, al fin había podido hablar con él, tal vez podían llegar a ser amigos o algo mas, así ya no se escondería para poder verlo, se sentía como un acosador pero ese chico le gustaba mucho.

Charlaron en todo el camino conociéndose más, el alfa se enteró que el omega era mayor, los dos no se habían dado cuenta de la conexión que estaba empezando a crecer entre ellos.

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Hola mis preciosos algodones, espero estén bien. Hoy les traigo actualización ❤

Les cuento que tengo una idea para otra historia SanWoo 🐺🔱 Tengo que dejar de escribir y concentrarme en terminar las historias que tengo, pero no puedo 😔👊

Cuídense mucho y no olviden que Hope l@s ama ❤

Gracias por leer(๑'ᴗ')ゞ♡

🐈❤