🌸23🦋
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—¡Mamá Moon, ya estoy aquí. —alguien interrumpió en la Oficina.
—Como siempre, entrando sin avisar, que haré contigo. —beso la frente de su pequeño.
—Vine a dejar algunas invitaciones de cumpleaños. —sonrió.
—Y él ¿quién es? —pregunto la alfa.
—Mucho gusto señora Jung, soy Jongho. —el alfa moría de nervios, tener a Moonbyul frente a él le daba un poco de miedo, ya que esta tenía un aura imponente.
El alfa había insistido en acompañar a Wooyoung y el omega no pudo negarse. Moon solo asintió en modo de saludo.
Así que ese era el tal Jongho.
Si San estuviera en ese momento, sería un gran problema. La puerta fue tocada y alguien más entró.
—Señora Jung, acaban de enviar estos documentos, necesito que los lea y los firme. —San levantó la vista arreglando sus anteojos.
Pero lo que vio no le agrado para nada, ese alfa alto tenía entrelazada su mano con la de su hadita. Un pequeño gruñido salió de su garganta, dejando a los presentes sorprendidos.
San se dio cuenta de lo que hizo y trato de controlarse, vio hacia la dirección de su Woonie y le sonrió. El Omega le devolvió la sonrisa junto con un pequeño sonrojo en sus mejillas.
Entonces Woo se acercó a él.
—Hyung, usted también está invitado a mi fiesta de cumpleaños. —entregó una pequeña tarjeta. —Espero verlo ahí. —
—Ahí estaré, hadita. —acarició el cabello del ojiazul, el pequeño cerro los ojos disfrutando de los mimos.
—No lo toques. —Jongho interrumpió el cálido ambiente.
—No me digas que hacer, si quiero abrazar, besar o tomar la mano de mi Woonnie es asunto mío. —San estaba en guardia, su lobo estaba saliendo.
—Es mi Omega, no te le acerques. —Jongho camino hacia San, hasta que estuvieron frente a frente viéndose a los ojos.
San era un poco más bajo, pero no se dejó intimidar.
—Jongho Hyung, no soy su Omega. —respondió un enojado Woo. —San hyung, cálmese, por favor. — pero los dos alfas se hicieron de oídos sordos.
Los lobos de los dos alfas empezaron a gruñir y sus ojos cambiaron de color, era cuestión de segundos para que empezará una pelea.
Wooyoung vio con ojos de suplica a su madre y esta solo le dijo que se alejara un poco de ellos, ya que lo podían lastimar, los dos alfas no estaban en su sano juicio.
—Woo, tapate los oídos por un momento. —hablo la peli gris. — ¡Basta! —Moonbyul uso su voz de mando y los dos chicos bajaron la cabeza ya que la alfa era un rango superior a ellos.
—Lo siento señora Jung, me deje llevar. —se disculpó un avergonzado San. —Lo siento, Woonie. —
—No te preocupes, comencemos con la revisiones de documentos. —regreso a su lugar de trabajo y suspiro. —Woo tu sigue repartiendo tus tarjetas. — El Omega asintió.
—Nos vemos, San hyung. —el alfa le dio una sonrisa dulce, para luego ver con rostro serio y mirada fría al otro alfa.
Jongho tomó la mano de Woo, pero otro gruñido por parte de San hizo que la soltara, hicieron una reverencia y salieron de ahí.
—El tranquilo San, resultó ser un alfa territorial. —Moon se burló un poco.
—No sé que me pasó, no me gusta verlo cerca de ese alfa. —
—Me agradas, San. —la mayor dio una carcajada, haciendo reír también al alfa.
El día de la fiesta llegó, Woo estaba feliz, pero también sentía un poco de tristeza ya que era el primer cumpleaños, en donde Solar no estaba.
Quitó todo pensamiento de tristeza y se dedicó a vestirse. Ese día llegaban sus abuelos, también algunos amigos de la empresa de su madre, Jongho y el tierno San, ese alfa de aura cálida y sonrisa hermosa.
Vistió un sweater verde holgado que llegaba arriba de sus rodillas, haciéndolo ver tierno, con unos jeans de cuero negro y unas botas negras estilo militar, peino su cabello hacia un lado, se vio al espejo y le gusto su apariencia.
Tocaron la puerta y una de las trabajadoras le aviso que ya estaban esperándolo en la parte baja de la casa. Se puso perfume y salió de su habitación. Bajo las escaleras y vio la mesa llena de comida y el patio decorado, empezó a saludar a cada uno de sus invitados mientras que estos le felicitaban.
Llegó hacia donde estaban sus abuelos y abrazo a cada uno de ellos para luego dirigirse al lugar donde estaba su madre y Jongho.
Pero San no estaba ahí y tampoco apareció en la cena.
Esa noche tomó unas copas de más y como su organismo no estaba acostumbrado al alcohol, este hizo efecto en él. Así que decidió ir al jardín y tomar un poco de aire. Se sentó en el césped y vio hacia arriba, la luna estaba llena, el cielo estaba despejado y tenía muchas estrellas brillantes.
—Deberías de estar en tu fiesta ¿qué haces aquí solo? —esa voz.
¡Era él, realmente había llegado!
Giro y se encontró con San sonriéndole.
—Pensé... que no vendría hyung. —hizo un puchero.
—Lo siento, se me hizo un poco tarde. Por nada del mundo me perdería el felicitar a mi Woonie. — se sentó junto al Omega.
— ¿Cómo supo... que estaba aquí.— hablaba entre hipidos, nunca en su vida volvería a tomar alcohol.
—Tu madre me dijo. —saco una pequeña caja de su pantalón y se la entregó. —Feliz cumpleaños, mi hada. —tomó el valor y abrazo al ojiazul este correspondió de inmediato.
Se sentía tan bien volverlo a tener entre sus brazos y deleitarse con su dulce aroma. El omega abrió la caja y sus ojitos brillaron.
—Hyung, es hermosa. —era una pulserita de oro con un dije de mariposa. —Muchas gracias ¿la puede abrochar, por favor? en mi estado creo que no podría hacerlo. —sonrió.
San contento aceptó, cuando término de abrocharla tomó la mano de Woo y la beso. Levantó su rostro y sus ojos grises se conectaron con los azules de Wooyoung, estos brillaban bajo la luz de la luna.
—Mi Woonie, no sabes cuánto te extraño. —acarició la sonrojada mejilla, se acercó poco a poco al rostro del omega, hasta que sus narices chocaron y sus alientos de mezclaron. —Cada noche ruego para que tus recuerdos regresen y estés de nuevo a mi lado, mi hadita. —
—Hyung...— fue interrumpido por un pequeño toque en sus labios.
San empezó a mover sus labios disfrutando el sabor a vino que tenían los belfos ajenos. Dejando un pequeño besito en el labio inferior cuando termino.
Woo seguía desconcertado, pero no negaría que se bien tener a San tan cerca de él.
—Hyung.. .—tocó sus labios con sus deditos, ese beso se había sentido tan cálido, los labios del alfa eran suaves. —Creó... que iré a dormir. —el nerviosismo se apoderó de él, hizo el intento de pararse, pero no pudo sus piernas temblaban.
—Hyung te llevará, solo guíame hacia donde debo ir. — se inclinó y cargo el pequeño cuerpo. El Omega no protestó, pero el aroma del alfa lo llamaba, así que escondió su nariz en el cuello de este.
Té verde y menta, me gusta.
Jongho había visto tal escena desde lejos y Moon están junto a él.
—Mi hijo es el que tomara la decisión y cuando lo haga debes respetarlas. —habló la alfa dando palmaditas en la espalda de Ho, dirigiéndose hacia donde iba el alfa pelinegro y su hijo.
Mientras San subía las gradas con un dormido Wooyoung, pensó que se había perdido.
¿Donde quedaba el dormitorio de su hadita?
—Es el de la izquierda, la de puerta azul. —Moon lo guió. —Gracias por traerlo. Entra, esperare afuera. —ayudó a abrir la puerta de la habitación.
San colocó suavemente el cuerpecito en el colchón, le quito los zapatos y lo arropó.
—Duerme bien, Woonie. —dejó un pequeño beso en la frente de su Omega.
Afuera estaba Moonbyul recostada en la pared y con una copa de vino en la mano.
—Es de madrugada, si quieres puedes quedarte, tengo cuartos disponibles. —propuso la alfa.
—No quisiera molestar señora Jung. — respondió San bajando las escaleras.
—No te preocupes, ya casi eres parte de la familia. —le guiño un ojo y sonrió.—Disfrutemos de lo que queda de la fiesta. —
Esa noche a San se le pasarón un poco las copas, Jongho estaba igual, casi había una pelea entre esos dos y nuevamente Moonbyul los separó.
El chófer de Jongho llegó a recoger al alfa y Moon ayudó a San a llegar al cuarto de invitados.
Mientras Wooyoung seguía durmiendo tranquilamente en su habitación.
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Hola!!! les traigo actualización.
Esa es la pulserita que San le regalo a Wooyoung.
Estaba editando los capítulos y me di cuenta que ya falta poco para que este fic termine.
I'm sad :,(
Espero les haya gustado el capítulo.
Cuídense mucho❤
Gracias por leer(๑'ᴗ')ゞ♡
🐈❤
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