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— ¡San hyng! ¡Choi San, espera! —Era Mingi el que venía corriendo desde el otro lado de la calle. —Estos últimos meses ha estado muy distraído. —

—Oh, hola Gi, no te escuché. —habló el pelinegro.

— ¿De dónde viene, hyung? —Mingi era un chico muy curioso.

—De una entrevista de trabajo, me ofrecieron un puesto. En unos días me llamarán. —Sonrió. —Ahora me encontraré con Seonghwa en el parque. —

—Yo me dirijo hacia la Universidad. —vio su reloj y se dio cuenta que ya era tarde. — ¡No llegare a tiempo! Adiós hyung. —

El pelinegro vio como el chico corría a toda velocidad, a veces era muy distraído. Mingi era un alfa de dieciocho años al igual que Seongwha, los dos chicos eran cuatro años menor que él y estaban comenzando su segundo año de Universidad. Vivían en el mismo vecindario desde muy pequeños, esa era la razón por la que se llevaban muy bien.

Siguió caminando hacia el parque hasta que vio a lo lejos a su mejor amigo.

—Ya estoy aquí, Seonghwa. —Se sentó junto al rubio.

— ¿Como esta, San Hyung? —pregunto curioso.

—Creo que bien. —dio una sonrisa falsa. —Cada día lo extraño más. —

—Sea fuerte, se que lo encontrará. —dio palabras de aliento. —No sé de por vencido hyung. —le dio un abrazo fuerte al mayor, haciendo reír a este.

—Gracias.—musito y le regalo una pequeña sonrisa. —Regresemos a nuestras casas, me siento un poco cansado. —los dos chicos se levantaron y se dirigieron a su destino.

Seis meses habían pasado desde aquel trágico día.

Los primeros meses fueron demasiado difíciles para San, apenas dormía y comía, tenia horribles pesadillas y se la pasaba llorando la mayor parte del tiempo, pero Seonghwa como su mejor amigo estuvo ahí para animarlo. El alfa buscó a Wooyoung pero no encontró nada, era como si la tierra se lo hubiera tragado.

En esos meses cerro su carrera en la Universidad, graduándose con honores, Dami estuvo ahí apoyándolo siempre.

Pero San no se rendiría, a veces por las noches recuerdos de su Woonie vienen a su mente, su lobo aúlla triste y él llora desconsolado. Cada día trata de ser feliz, pero la tristeza que siente en su corazón es más fuerte. No sabe cuánto tiempo soportará estar sin su Omega, cada día ruega para que su amado regrese a él.

—Mamá, ya estoy listo para ir a la Universidad. —Un Omega pelinegro bajaba las escaleras con su bolsa en mano.

—Está bien, cariño. El chofer te espera afuera. —Moon se levantó del sofá y beso la frente de su hijo.

El Omega salió de su casa y frente a esta estaba el auto esperándolo.

—Joven Wooyoung, buenas tardes. —saludo un chico abriendo la puerta del auto.

—Hola, Hongjoong Hyung. Llévame a la Universidad por favor. —el chofer asintió y arrancó el auto.

El beta fue contratado hace seis meses para ser chófer de Woo, desde el primer día se llevaron bien y creció una pequeña amistad.

Wooyoung retomó sus clases y continuó yendo a la Universidad, estudiaba Arte. Estar ahí lo distraía un poco. De su madre Solar ya no supo nada, Moonbyul le dijo que necesitaban un tiempo entre ellas y que cuando estuvieran listas regresarían, eso lo confortaba un poco. 

Su actitud fría también cambio en ese tiempo, había regresado a ser el chico amoroso y tierno, esto gracias a Moonbyul, que se esforzaba cada día para que su hijo fuera el mismo de siempre, aunque el asunto de la memoria no había tenido mucha suerte, aun no había podido encontrar la forma de que los recuerdos de su hijo regresaran, pero no se rendiría..

El auto paró en un semáforo, el ojiazul giró su rostro y su vista se topo con el parque. Sonrió cuando vio a un par de chicos abrazándose, quizás eran amigos, ¿el algún día tendría una amistad así? Antes de que el auto siguiera su camino vio que uno de los chicos—el de cabello negro—sonrió, una nostalgia lo invadió y su lobo se removió.

¿Qué le pasaba?

Su salud estaba bien, su corazón no había tenido complicaciones en esos meses, pero no entendía el porqué a veces su pecho dolía y su lobo aullaba triste, como si algo le faltará.

El auto se detuvo frente al portón de la Universidad, el Omega bajo y se despidió del beta. El lugar era grande, pero solo tenía que caminar un poco para llegar a su facultad.

Sonrió cuando pudo divisar el edificio.

—¿Wooyoung? —esa voz la conocía.

Giró a ver de quien se trataba y su cuerpo se paralizó.

—¿Jongho hyung? —

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Hola!!! aquí les traigo un nuevo capitulo, aunque algo corto xD 

Cuídense mucho mis algodones, Hope l@s ama. ❤

Gracias por leer(๑'ᴗ')ゞ♡

🐈❤