Wooyoung se levanto muy animado, ¿la razón? Hoy vería de nuevo al tierno alfa, hace una semana que lo conoció, se veían casi todo los días y se sentía muy bien estar a su lado,  su lobo también estaba muy feliz.

Se vio al espejo y arreglo un poco su cabello, bajo a la cocina, en esta se encontraba su madre ordenando algunas cosas. Ella era muy hermosa, de piel blanca, labios pequeños,  el omega había heredado de su madre aquellos ojos azules y cabello morado.

Se adentro a la cocina y dejó un casto beso en la mejilla de la mayor.

—Cariño, regresa temprano. — la madre del omega ya sabía que que su hijo la mayoría del tiempo se la pasaba en el bosque.

El pelimorado salió de su casa, en el camino se encontró con la señora Choi, el amaba a esa abuelita, muchas veces ella lo invitó a comer galletas a su hogar, le contaba historias interesantes, además era muy cariñosa y amable.

—Buenas tardes abuelita Dami. —se acercó a ella y le dio un abrazo.

—Hola pequeño, ¿de nuevo al bosque? —el chico asintió con una sonrisa. Los dos se despidieron y continuaron su camino.

La señora Choi solo pensó que debería invitar al pequeño Wooyoung a comer pastelitos y también presentarle a su nieto, con sus personalidades se llevarían muy bien.

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San se encontraba sentado bajo la sombra del gran árbol, estaba esperando que el omega llegará, pero su emoción lo hizo llegar de nuevo al lugar demasiado temprano, así que se relajo, cerró sus ojos y durmió un poco. Solo se escuchaba el cantar de los pajaritos y el sonido del agua en el río. No supo cuanto tiempo paso y estuvo dormido, pero unos piquetes en su mejilla hizo que despertara, cuando abrió sus ojos se encontró con el lindo rostro sonriente de Wooyoung.

—Al fin despierta, tiene el sueño pesado San Hyung, estaba apuntó de ir al río a traer agua y mojarlo. —el menor se sentó en el suelo.

—Eres malo pequeña hada. —San se incorporó y le sonrió.

—No soy un hada. —contesto el omega con un puchero en sus labios.

—Te llamaré linda hada. —el alfa siguió molestándolo.

— ¿Qué clase de apodo es ese? —

—Un apodó lindo como tú. —Wooyoung se sonrojo y bajo su rostro, San siempre le decía palabras bonitas.

—Hyung es un alfa muy tierno, también le pondré un apodo. —Su mente trabaja tratando de encontrar un buen apodo. — ¡YA SE! será Sanshine. —

El alfa empezó a reír. —Por la luna, eres malo con los apodos, Woonie. —

— ¿Woonie? —el alfa asintió. 

—Te llamare Woonie ¿te gusta? —

—Me gusta, yo lo llamare Sannie Hyung. —Las mejillas del pequeño se volvieron a colorear de un tierno rosado pálido.

San moría de ternura y agradecía a la Luna por darle un omega tan precioso, lo malo era que Wooyoung aún no se daba cuenta. Pero él se encargaría de ganarse ese precioso corazón, se moría por abrazar aquel pequeño cuerpecito, también darle muchos mimos y besitos en sus adorables mejillas.

Su tarde se basó en conocerse más entre ellos, San se encargó de elogiar y sonrojar a su Woonie, y el mencionado sentía su corazón latir tan rápido que dolía, ese alfa le hacía mal, tal vez le empezaba a gustar ese chico atrevido pero tierno.

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