¡Wow! Si que esa siesta fué reconfortante para la tierna conejita. El haber dormido en una suave camita la ayudó demasiado y estaba más relajada que nunca, su camita no se comparaba con el frío piso de las calles.

Supuso que despertó muy temprano, porque ni el más mínimo rayo de la luz del sol se asomaba por la ventana. Así que aprovechando eso, decidió ir a investigar, pero antes necesitaba ver si su nuevo amigo estaba bien.

Se acercó curiosa hacia ese gato gris que dormía plácidamente en su cama.

ーHola... ¿Amiguito? ーsusurró la conejita.

El gato no respondía, Nayeon acarició su cabecita y lo dejo en paz, era muy temprano y de seguro el gato quería seguir durmiendo.

Decidió seguir investigando y gracias a que Jeongyeon aún dormía, aprovecharía el tiempo al máximo, más para volver a su forma habitual. Esta adorable conejita en realidad no era lo que todos creían. Ella era una híbrida una combinación de mitad humano y mitad animal, lo cual es bastante raro.

Aunque Nayeon se sentía un poco temerosa por el hecho de volver a convertirse es humana, había pasado demasiado tiempo desde la última vez que lo realizó y recordó lo espantoso que se sentía, realmente le dolía.

ーBueno Nayeon, tu puedes.

Hizo un esfuerzo para convertirse en humana pero no funcionaba. Volvió a intentarlo de nuevo pero el destino quería que se quede como una adorable conejita.

ーSolo hazlo coneja tonta.

Realmente la tercera es la vencida y le había dolido mucho más que la última vez, la coneja ahogó un grito por el dolor que sentía.

Decidió ponerse de pie, pero apenas lo intentó sus delgadas piernas tambalearon logrando que la híbrida cayera. Esta vez, agarrándose del mueble, trató de ponerse de pie hasta que sus piernas lograran su propia movilidad.

ーUf, listo. ーsuspiró ーOtra vez soy yo.

La híbrida miró su cuerpo y se dió cuenta que estaba completamente desnuda, lo único que le quedaba de su forma anterior eran sus adorables orejitas y su cola de pompón, se sonrojó ante eso, suerte que nadie la miraba.

En puntitas la híbrida se dirigió hacia la habitación de su nueva dueña, para ponerse algo de ropa. Abrió la puerta con cuidado sin hacer mucho ruido, entró y gateó hasta el armario de Jeongyeon. Abrió la puerta y buscó que ropa ponerse, pero nada era del gusto de Nayeon.

ーSe ve que esta chica ama el negro, ¿no tiene algo más claro y alegre? ーsusurró mientras buscaba que ponerse.

Al fondo del armario encontró unos jeans azul claro y un top blanco con líneas rosas.

ー Esto esta hermoso. No sé porque lo tiene escondido.

Tomó la ropa entre sus brazos y cerró el armario, pero al hacerlo lo hizo un poco fuerte ya que sonó el choqué de las puertas logrando que la dueña de casa se quejara. Nayeon se agachó y al sentir que Jeongyeon seguía aún dormida, salió lo más rápido de la habitación y fué al baño para cambiarse.

ーSi, me veo mejor que nunca. ーsonrió al verse al espejo.

Se escuchó un gruñido lo que asustó a la híbrida, pero se dió cuenta que el gruñido provenía de su estómago.

ーVaya, debo tener mucha hambre ーhizo un puchero.

Fué a la cocina para prepararse algo, pero sus instintos la engañaron. Ella no recordaba como cocinar, agarró leche del refrigerador y una caja de cereales y se sirvió en... un vaso.

Las horas habían pasado y la híbrida estaba bien cómoda en el sofá, viendo la televisión con su amigo minino. Los dibujos animados eran muy entretenidos y causabas varias carjadas en Nayeon.

Jeongyeon seguía durmiendo así que no se molestó en volver a convertirse en coneja, tampoco lo quería hacer ya que estaba muy cómoda con su forma humana.

ー¡No es posible que ese coyote no atrape a esa ave!... ¡Que inútil es! ーreía la híbrida ー¿Que opinas Bomb?

El gato solo maulló como respuesta.

ーOpino lo mismo. ーsiguió riendo.

Mientras en la habitación de Jeongyeon, los rayos del sol brillaban justo en el rostro de la chica haciendo que se despertara, aunque el reloj despertador ya había sonado horas atrás pero este fue apagado por la híbrida, ya que era un sonido detestable.

ーAgh... ¿Qué hora es?

Sobandose los ojos cogió su celular y revisó la hora, dándose cuenta que ya era demasiado tarde.

ー¿¡LAS NUEVE Y MEDIA!? ーexclamó.

Rápidamente la chica saltó de la cama para irse al cuarto de baño, pero su camino se vió interrumpido gracias a unas extrañas risas.

Caminó despacio hasta es lugar donde provenían esos sonidos y se dió la espantosa sorpresa de ver a una extraña chica sentada en su sofá con su gato al lado.

ー¿Quién es ella? ¿Cómo entró a mi casa? ¿Porqué está usando mi ropa y come de mi cereal? ¿Qué hace en mi sofá? ーsusurró Jeongyeon, enojada.

Agarró un florero para defenderse, una nunca sabe si se podría tratar de una ladrona o de una traficante de órganos. Se acercó lentamente por atrás de aquella chica y la golpeó con el florero, pero ella fue mas rápida y se retiró del sofá con el gato en brazos.

ー¿¡QUIÉN ERES!? ¡HABLA! ーGritaba Jeongyeon, mientras intentaba encontrar otra cosa con la cuál defenderse ー¡Deja a mi gato!

La chica dejó al gato en el piso lentamente, mientras levantaba las manos en alto como si de una criminal se tratara.

ーEhhh... ¡Cálmate, no me hables así!

ー¿Qué no te hable así? ¡Tú te metiste en mi casa! ーJeongyeon ya estaba más que exaltada.

La híbrida lentamente se acercó hacia Jeongyeon quien retrocedió por miedo a que le fuera a hacer algo, hasta que finalmente Nayeon la tuvo acorralada en una de las paredes.

ー¿De verdad quieres saber quien soy? ーpreguntó Nayeon con un tono de preocupación.

ー¡Te lo estoy preguntando hace como media hora! ーJeongyeon ya estaba cansada y lo quería saber ya.

Nayeon rebuscó entre sus cabellos dorados y enderezó sus lindas orejas de conejo, para luego mirar a Jeongyeon que tenía una cara de enojo mezclada con confusión y temor.

ーSoy yo, Nayeon. Tu mascota.... ¡Sorpresa! ーdijo en un tono de voz bajo pero la menor escuchó muy bien.

Jeongyeon se desmaya.

Bueno, quizás te publique uno más, pero cuenta como maratón eh...