El dolor y la tristeza pesaban sobre el corazón de Jeongyeon mientras se aferraba al cuerpo inerte de Nayeon. La pérdida de su amada era abrumadora, pero la determinación de Jeongyeon no había menguado. Aun en medio de la desesperación, se negaba a rendirse.
 
Con lágrimas en los ojos, comenzó a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) en Nayeon. Colocó sus manos sobre el pecho de la híbrida y presionó con firmeza, recordando cada detalle que Sana le había enseñado sobre cómo hacerlo correctamente.
 
ㅡPor favor, Nayeon, despierta… ㅡ susurró Jeongyeon entre lágrimas mientras continuaba con las compresiones.
 
Jihyo y Sana observaban con preocupación, deseando que hubiera algo que pudieran hacer para ayudar a su amiga. La híbrida se acercó y colocó una mano reconfortante sobre el hombro de Jeongyeon.
 
ㅡHazlo por ella, Jeongyeon. Tienes que ser fuerte. ㅡdijo Sana con voz suave pero firme.
 
Jeongyeon asintió, decidida a hacer todo lo posible por salvar a Nayeon. Continuó con las compresiones, alternándolas con respiración boca a boca para intentar mantener el flujo de oxígeno en el cuerpo de su amada.
 
Horas pasaron mientras Jeongyeon luchaba incansablemente por revivir a Nayeon. Las lágrimas seguían fluyendo por sus mejillas, pero su determinación no flaqueaba. Estaba dispuesta a darlo todo por la persona que amaba.
 
De repente, después de varias rondas de RCP, un pequeño milagro ocurrió. Nayeon dio un débil suspiro y su pecho se movió ligeramente. Jeongyeon sintió su corazón latir con fuerza, la esperanza renaciendo en su interior.
 
ㅡ¡Nayeon! ¡Estás viva! ㅡexclamó Jeongyeon, sintiendo un alivio abrumador.
 
Nayeon abrió los ojos lentamente y miró a Jeongyeon con una sonrisa débil. La híbrida estaba exhausta, pero su espíritu seguía vivo gracias a la determinación de la humana por salvarla.
 
ㅡJeongyeon… ㅡmurmuró Nayeon con voz suave.
 
ㅡShh, descansa. Todo estará bien. Te cuidaré. ㅡrespondió la pelicorta con ternura, acariciando suavemente el rostro de Nayeon.
 
Sin embargo, el alivio de Jeongyeon pronto se desvaneció cuando notó que la pierna de Nayeon sangraba profundamente. La bala disparada por Suho había causado una herida grave.
 
ㅡ Tenemos que detener la hemorragia. ¡Necesitamos ayuda médica urgente! ㅡexclamó Jeongyeon, buscando desesperadamente algo para detener el sangrado.
 
Sana rápidamente rasgó una parte de su ropa para improvisar un torniquete. Juntas, intentaron detener la hemorragia y mantener a Nayeon estable mientras buscaban una forma de salir del cuartel y conseguir ayuda.
 
Con mucho esfuerzo, lograron llevar a Nayeon a un lugar seguro fuera del cuartel. Aunque la batalla había terminado, la lucha por la vida de la híbrida recién comenzaba. Jeongyeon no se separaba de ella ni por un momento, manteniendo la presión sobre la herida y asegurándose de que respirara.
 
Jihyo tomó su teléfono y marcó el número del único lugar que podrían acudir en busca de ayuda: el veterinario que había tratado a Nayeon antes. Aunque no era lo ideal, era la mejor opción dadas las circunstancias.
 
ㅡ¡Por favor, tienen que ayudarnos! Nuestra amiga está herida gravemente y necesitamos su ayuda, por favor. ㅡ imploró Jihyo al hablar con la recepcionista del veterinario.
 
ㅡDe acuerdo, traigan a su amiga inmediatamente. Estaremos preparados para recibirla. ㅡrespondió la recepcionista con una mezcla de sorpresa y compasión en su voz.

 
El viaje hacia el veterinario fue angustioso. Nayeon estaba débil y apenas consciente. Jeongyeon la sostenía en sus brazos, temiendo cada segundo que pasaba sin que recibiera atención médica.
 
Finalmente, llegaron al veterinario y llevaron a Nayeon a la sala de emergencias. Los veterinarios y enfermeros se apresuraron a asistirla mientras Jeongyeon observaba con ansiedad, sintiendo que el tiempo transcurría demasiado lento.
 
Después de un examen exhaustivo, los veterinarios dieron un diagnóstico devastador. La herida de bala en la pierna de Nayeon era grave, y su estado era crítico. Además, debido a la lucha y la pérdida de sangre, su forma humana era demasiado débil para sobrevivir.
 
ㅡ¿Hay algo que puedan hacer para salvarla? ㅡpreguntó Jeongyeon con desesperación.
 
Los veterinarios explicaron que lo mejor para Nayeon era volver a su forma híbrida de coneja, ya que su cuerpo era más resistente en esa forma y tendría una mejor oportunidad de sobrevivir.
 
ㅡPero… ¿qué pasará con su forma humana? ¿Podrán revivirla en algún momento? ㅡpreguntó Jeongyeon, temiendo perder para siempre a la Nayeon humana que tanto amaba.
 
Los veterinarios no podían dar una respuesta definitiva. No sabían si sería posible revertir el cambio una vez que Nayeon se convirtiera completamente en su forma híbrida. El proceso era complicado y peligroso, y no había garantías.
 
Jeongyeon sintió un nudo en su garganta mientras tomaba la difícil decisión. No podía perder a Nayeon de nuevo, y si esto le daba una oportunidad de sobrevivir, haría cualquier cosa por ella.
 
ㅡHazlo… cámbiala a su forma híbrida. ㅡdijo la pelicorta con voz temblorosa.
 
Los veterinarios asintieron y comenzaron el proceso para revertir la transformación de Nayeon. A medida que la híbrida cambiaba, Jeongyeon sintió un profundo dolor en su corazón. Pero también sabía que esta era la única forma de mantenerla con vida.
 
Cuando el proceso terminó, Nayeon había vuelto a ser una coneja. La joven la sostuvo en sus brazos, sintiendo un torbellino de emociones dentro de ella.
 
ㅡEstarás bien, Nayeon, lo prometo. Te cuidaré siempre, sin importar qué forma tengas. ㅡsusurró Jeongyeon, acariciando suavemente la cabeza de la coneja.

 
Los próximos días fueron difíciles para Jeongyeon. Se quedó junto a Nayeon en todo momento, asegurándose de que recibiera la mejor atención médica posible. Los veterinarios hicieron todo lo que estaba en su poder para ayudar a Nayeon a recuperarse, pero el estado de la conejita seguía siendo delicado.
 
Jeongyeon nunca se separó de su lado, pasando horas hablándole y acariciándola. Nayeon, incluso en su forma híbrida, parecía comprender las palabras de consuelo de la humana y respondía con suavidad.
 
A medida que pasaba el tiempo, Nayeon mostró signos de mejoría. La preocupación y el cuidado de Jeongyeon habían tenido un efecto positivo en su recuperación. Sin embargo, los veterinarios advirtieron que el proceso sería largo y que no había garantías de que Nayeon se recuperara por completo.
 
Pero Jeongyeon estaba dispuesta a esperar y a luchar por Nayeon sin importar el tiempo que tomaría. Sabía que su amor por la híbrida era inquebrantable y que estarían juntas, pase lo que pase.

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