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"¡Buenos días, Siheon!", Chaesoo entró con una gran sonrisa a la pastelería, recibiendo un caluroso saludo de la mujer detrás de la caja registradora agachándose con la falda arremangada para ver qué delicias podía comprar.
"Ah~ Chaesoo, hace tiempo no te veía comprando, ¿qué te tenía tan alejada?", Siheon se acercó a la vitrina mientras se colocaba guantes, esperando
a la mujer para sacar lo que ordenara y se acomodaba el cabello castaño detrás de sus hombros para evitar que molestara en su tarea.
"Mi hijo se ha enfermado y lo tuve en cama toda esta semana, tenía tanto miedo de que empeorara que me he quedado con él y mi esposo estuvo haciendo los mandados, ¿por qué?¿me he perdido de algo?", la pelinegra miró a su amiga hacia arriba, finalm
ente enderezándose mientras miraba a la contraria asentir con los ojos cerrados, "Dame tres tartas de hoja con crema de manzana, por favor"
"Va", Siheon se agachó, tomando un envase plástico y abriendo la vitrina para sacar lo pedido, "Y si que si, ya te cuento, es bastante extraño y cada cliente que ha venido me ha hablado sobre eso desde el miércoles"
"Anda ya, cuéntame cuéntame", Chaesoo, palmeó la mesada con curiosidad, recibiendo una risa de la contraria que empaquetaba sus tartas y se quitaba el guante. Las manos de la castaña cerraron el envase y pegó una pegatina en la tapa de este con el nombre de la pastelería, acercándose a la pelinegra para entregarl
e sus tartas y apoyar los brazos en la mesada, todo bajo la atenta mirada de la otra que guardó torpemente el envase en su bolsa.
"Ha llegado gente nueva al pueblo"
Chaesoo frunció el ceño confundida ante eso, ¿qué tenía de extraño que llegase gente nueva? Siheon al ver su mueca de confusión, extend
ió las manos hacia ella en un ademán de que aguardara y esperase a explicarse completamente, y Chaesoo asintió sin dejar su confusión.
"¿Te acuerdas de la casa vacía a la vuelta de la esquina de mi calle?", asintiendo, Siheon continuó, "Finalmente fue rematada, el martes llegaron en una camioneta blanca tres hombres seguido de un camión de mudanza a las 8 de la mañana. Y eso no es lo raro, lo raro fue que al ellos bajar, el más alto fue bruscamente abrazado por los otros dos y ambos le besaron las mejillas al mismo tiempo"
"¿Qué...?", Chaesoo se confundió más, y se rascó la cabeza esperando a que su amiga siguiese la historia.
Siheon asintió efusiva, "Justo iba camino a abrir la pastelería cuando lo vi, Chaesoo, y luego de besarlo los tres se tomaron de la mano y el más alto le dio un pico a cada uno, ¡En la boca! Te lo juro", Chaesoo abrió los ojos impresionada ante la exclamación de Siheon, "Son pareja, los tres, ¿puedes creerlo?", Siheon movió la cabeza incrédula, tocándose con un dedo el costado de la cabeza repetidas veces.
"Jamás había visto o escuchado algo así... ¿una pareja gay de tres personas?"
"Si si, justo eso, te prometo que no estoy loca", Chaesoo asintió, creyéndole. "Luego, el miercoles por la tarde, llegó la ancianita Kang, la que vive al lado de esa casa, y me contó que habló con ellos tres para darles la bienvenida", Chaesoo se removió ansiosa, volviendo a agacharse para posar sus codos en la mesa y sostener su rostro entre sus manos, "Efectivamente, los tres son pareja... está Choi San, el mediano de los tres, de cabello negro y músculos por donde lo mires, es un ex-oficial de policía que renunció a su cargo, el otro es Jung Wooyoung, el más bajo y también de cabello negro pero largo, él era instructor de danza en una academia, pero también renunció. Y el último es Park Seonghwa, el más alto y de cabello medio gris tonalizado a rosa, el mayor de los tres... él dejó la universidad y su carrera de profesor de infantes para venir al pueblo"
"¿En serio?¿los tres dejaron lo que hacían para venir a un pueblo como este?", Siheon asintió, convencida, y Chaesoo soltó un suspiro extrañada, no era algo que pasase todos los días en un pueblito pequeño como ese, donde todos se conocían entre todos y las oportunidades de surgir por sobre el promedio eran bastante escasas. Era un pueblo ganadero y campesino, ni si quiera el turismo estaba tan arraigado allí y lo que más habitaban eran ancianitos mientras que los más jóvenes migraban a la ciudad. De hecho, ella podía jurar que era la primera pareja gay que había en el pueblo.
"¡Y eso no es todo! Falta la parte más turbia y extraña", Chaesoo miró a Siheon con las cejas fruncidas, algo ansiosa y temerosa por lo que pudiese contarle, "El jueves llegó la señora Song, la esposa del jefe de policías ese que siempre se me olvida el nombre pero se apellida Song", Siheon agitó los dedos y Chaesoo asintió, recordando a la pareja entrada de edad, "Ella me llegó contando algo que me dejó los pelos de punta, Chaesoo..."
"¡Yah! Dispara, me tienes ansiosa"
Siheon soltó otra risita, antes de borrarla y tragar saliva, sin poder ver a su amiga a los ojos y pensando en como decirlo, "Ella me contó de que ellos tres se traen un secreto oscuro, Chaesoo... pero algo realmente muy feo, por favor que no salga de aquí, solo a ti te lo contaré"
Chaesoo se llevó una uña a la boca de forma ansiosa, "Soy una tumba"
Siheon la miró por unos instantes antes de asentir y suspirar, "Escuché el rumor de que dos de ellos están encubriendo a uno por... por asesinato... por eso dejaron sus trabajos y se vinieron al pueblo de la noche a la mañana... uno de ellos es un asesino y los otros dos lo están ocultando. Según su esposo, Choi San renunció luego de notificar la muerte de un hombre una noche de madrugada"
Chaesoo palideció, viendo que no había ningún rastro de broma en el rostro vacío de Siheon, y ahogó un suspiro intentando procesar lo que le dijo la castaña de tal forma como si estuviese comprando pan para el desayuno.
Tres hombres que son pareja, llegan de un día para otro a la casa desalojada hace más de 5 meses, y se rumoreaba que uno de ellos había cometido asesinato.
Pero solo era un rumor, ¿cierto?
"¿No te dijo quien era?", preguntó luego de un rato, cuando recién pudo tragar la información, la ansiedad comenzando a sudarle las manos y la intriga por saber qué clase de hombres habían llegado al pacífico pueblo.
"No... es un rumor, pero el sábado los tres vinieron a comprar aquí", Chaesoo se llevó una mano a la boca, con los ojos asustados mirando lo ansiosa que se veía Siheon, "Ellos se veían bien, el oficial y el instructor eran serios pero no eran irrespetuosos... ¡y muy guapos!, y el de pelo gris o rosa era tan precioso que parecía un muñeco de revista, jamás había visto a alguien así, era muy delicado y delgado que parecía una mujer, y el oficial y el instructor lo trataban como uno y por poco se llevan casi toda la pastelería porque el muñequito no se decidía qué llevar... eran como una pareja ideal... pero de tres, ¿entiendes?"
"Si si, creo que comprendo... ¿y sospechaste de alguno, no te dio miedo?"
"Al principio me costó reconocer que eran ellos y me parecieron las personas más comunes y corrientes, y el de pelo rosa de verdad era un amor, pero cuando les dijo 'cariño' y 'amor' a cada uno me di cuenta que eran ellos tres y me puse alerta"
"¿Sospechaste del ex-oficial?", Siheon negó con la cabeza y Chaesoo arrugó la frente, "¿Por qué no? Yo creo que es el primer sospechoso por ser claramente eso, un ex-oficial de policía"
"Al comienzo igual lo pensé... pero no sospeché de él", Siheon hizo otro ademán con la mano, indicándole a Chaesoo que se acercara y esta cumpliendo, "Cuando me topé con los ojos del de pelo rosa, me dio un escalofrío que casi se me va el alma del cuerpo"
"P-pero... ¿no que él era una dulzura?"
"Eso parecía, Chaesoo, pero cuando me miró a los ojos al momento de entregarle los pasteles... sus ojos se veían aterradores, estaban bañados en una calidez impresionante, pero escarvando un poquito más... parecían los ojos de un asesino, llenos de sangre, eran escalofriantes y casi termino tirando el envase del susto que me dio... fue como si estuviese en frente de él con él dispuesto a matarme con un cuchillo de cocina..."
"No inventes..."
"No lo hago, creía que podía ponerme a llorar y la voz me tembló mucho cuando me preguntó el nombre, tuve que irme a relajar al baño cuando se fueron"
"¿Osea que el de pelo rosa es el asesino?", Chaesoo preguntó, de nuevo confundida y traspasando la información a su cerebro intentando conectar todo.
"No lo sé, pero fue tan raro todo... quizás yo soy la paranóica pero te ju-", Siheon se quedó callada de un momento para otro, mirando un punto detrás del hombro de Chaesoo con los ojos abiertos como un pez.
Chaesoo se inclinó un poco hacia su ensimismada amiga, y siguió el recorrido de sus ojos, girándose por detrás de su hombro para mirar hacia donde sea que fuese, y congelándose de igual manera al ver qué sucedía.
El chico de pelo rosa, Seonghwa, estaba cruzando la calle para venir a la pastelería.
Chaesoo no supo como reaccionar, viendo al chico llegar a la vereda y abrir la puerta de la pastelería, haciendo sonar la campanita que anunciaba un nuevo cliente. Y le escaneó de pies a cabeza. Efectivamente el chico era un muñequito viviente, de piel canela y sin ninguna imperfección a la vista, de cuerpo extremadamente delgado y una cintura que fácilmente podía ser más pequeña que la de una mujer cubierta por un beatle apegado y un skinny jean mostrando esas torneadas piernas. El rostro del chico era perfecto, ojos grandes y expresivos con pestañas largas y rizadas y bonita sombra color salmón que los hacía lucir más grandes, nariz recta y bonita que parecía operada, pómulos levemente pronunciados y mejillas tersas y algo espolvoreadas en rubor, y labios suaves, gruesos y rosas formando una pequeña sonrisa cálida. El pelo gris rosa del chico brillaba de lo limpio que se veía y caía en pequeñas ondas naturales acentuando su angelical rostro.
El chico parecía un ángel.
"Hola, señorita Siheon, ¿me podría dar tres porciones de strudel de fresa, por favor?", Chaesoo no supo en qué momento el chico ángel llamado Seonghwa estaba al lado suyo, hablando con una voz algo grave pero tan suave y bajita que parecía algodón.
Seonghwa olía a fresa.
Seonghwa era un ángel, ¿cómo Siheon podía sospechar que ese muñequito de porcelana podía ser un asesino?
De pronto, Seonghwa se percata de que Chaesoo no le ha quitado la vista de encima, y se gira hacia ella con sus grandes ojos conectándose con los de ella.
Chaesoo se sobresaltó, pero aprovechó de mirar mejor al chico, no debía tener más de 25 años y sus ojos eran tan cálidos y bonitos como los de un gatito bebé que quedó prendada en ellos. Pero solo bastaron un par de segundos atenta en estos para que sus rodillas temblaran del miedo y casi soltase un grito.
Debajo de toda esa calidez, ella también veía ojos bañados en sangre, ella también veía aquellos írises avellanados algo tan oscuro y frívolo que le congeló de pies a cabeza.
Seonghwa le miró por un par de segundos más, antes de sonreirle abiertamente. Para cualquier persona esa sonrisa pudo haber sido la más bonita y cálida que podrían ver, pero Chaesoo estaba tan asustada que lo único que pudo ver fue una sonrisa macabra tapada en falsa amabilidad.
"Muchas gracias, señora Siheon, quédese con el cambio, San y Wooyoung van a disfrutar mucho de sus delicias hoy", y dándole una última mirada a Chaesoo, Seonghwa se dio la vuelta y se marchó de la pastelería con su olor a fresa y su bonita presencia de ángel.
Cuando la campana volvió a sonar, Chaesoo fue abrazada por Siheon justo antes de caer de bruces al suelo.
No podía creer lo que había visto.
hwalight | 201214
《PRÓXIMAMENTE》
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