
𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮𝓷𝓸
Blair estuvo maldiciendo durante todo el camino. No solo porque había tenido un gran día lleno de entrenamientos, si no que se había enterado de que su única pertenencia a la que le guardaba cariño estaba en manos de un neófito inútil.
Toda su manada tuvo que soportar los insultos y amenazas de la chica durante todo el recorrido hasta el pequeño claro en donde quedaron con los Cullen. Jacob y Blair convencieron a Sam para luchar contra los nuevos vampiros que se avecinaban, solo que el alfa les obligaba a estar a todos en su forma lobuna para que nadie se sienta menos. Aunque Blair sabía que era para intimidar e incomodar a los Cullen.
Todos los lobos bajaron de una pequeña colina para poder expandirse y vigilar a todos los Cullen desde todas las direcciones, los únicos que se acercaron fueron Sam y Blair. La loba blanca miró todo a su alrededor con curiosidad y pudo ver a su hermana ya presente.
—Es la loba blanca. —escuchó un susurro.
Blair, al escuchar que alguien la mencionaba, giró su vista para encontrarse con Edward, quien a su vez miraba a Emmett. Blair no quería, pero al darse cuenta de que la estaba buscando su impronta, la loba empezó involuntariamente a mover la cola con entusiasmo. Edward soltó una risa, pero se calló al ver como la loba bajaba la mirada y se volvía de alguna manera triste, toda su postura lo decía. Su cuñado miró a su alrededor y pudo ver a Emmett agarrando la cintura de Rosalie, algo que Isabella también notó.
La loba se dirigió a una roca alta para tumbarse allí, con sus patas delanteras estiradas para poder apoyar ahí su hocico. No se centró para nada en la conversación, pero de alguna manera su vista fue dirigida a Edward.
Blair seguía pensado mucho en la mirada que le dio en la fiesta de graduación, a la chica no le gusta meterse en la mente de los demás y por ello no lo hizo con él, pero su curiosidad era más grande. Esa misma noche, como todas, Edward había entrado a la habitación de Bella y Blair recitó un silencioso hechizo para poder averiguar lo que le ocultaba. Pero ojala no haberlo echo.
>>Unos ojos parpadeaban y Blair se dio cuenta de que había entrado en Edward durante la fiesta, mientras los demás hablaban Edward notó a Alice y la miró para averiguar su nueva visión. Blair estaba en el cuerpo de su cuñado, viendo y escuchando la visión de la chica.
—¿Vas a besarme? — una voz conocida se hizo presente, una cabellera rubia se vio y de repente estaba viendo la visión desde la perspectiva de un hombre besando a una mujer rubia.
El hombre no cerraba los ojos, pero el beso se intensificó y noto como este empezó a desnudar a la mujer y a la vez a él mismo. La perspectiva de la visión cambió y ahora era como un fantasma viendo todo.
Emmett besaba a Rosalie aún con los ojos abiertos, él la empujaba a una cama de matrimonio y se ajustaba entre las piernas abiertas de la rubia. Blair en esos momentos dejó de recitar el hechizo y volvió a sus cinco sentidos, encontrando a Edward parado enfrente suya.
Blair sabía que su cuñado había estado ahí la mayoría del tiempo, con dificultad la chica se levantó del suelo y dejó que los brazos de ese hombre la rodearan para llorar libremente. Nunca se había sentido tan rota y tan inútil en su vida. <<
Entendía la posición de Emmett, él no sentía nada por Blair ya tenía compañera y era una despampanante rubia. Por dios, hasta Blair la estaría antes con Rosalie.
—Sé en lo que piensas. — levantó la cabeza y vio a Alice apoyada en la roca al lado suyo, había empezado la pelea entre Emmett y Jasper y Blair no podía sentirse más nerviosa.
La loba movió la cabeza y soltó un tipo de bufido, indicando indiferencia hacia la chica. Pensó que era su amiga y vio algo que preferiría que se lo haya dicho ella misma a que lo haya tenido que averiguar metiéndose en la mente de Edward.
—Suficiente sufres ya Blair. — murmuró la chica viendo como Emmett volvía a su sitio para dejarle pelear a otro. Blair apartó la mirada y la fijó en Alice, logrando que solo ella viera que Emmett las miraba y las escuchaba con mucha atención. — Sé que solo quieres ser su protegida, pero te estas haciendo daño.
La loba gruñó y le dio un golpe en la cabeza con su hocico para hacer callar a la vampira, algo que no logró. Alice soltó un resoplido y se puso más seria.
—Blair, tus sentimientos son un tema muy serio. — esta vez se giró a mirar a la loba directamente a los ojos. —No me das ningún miedo, sé que tengo razón. Deberías de decirle la verdad y te quitarías un peso de encima.
—No pienso ser la causa de más sufrimiento.
Blair le habló con telepatía a la chica y con eso dicho se fue a otra esquina logrando unas caricias en la cabeza por el camino. Blair se paró un segundo y empezó a gruñir al causante de esas caricias enseñando sus dientes, Edward levantó las manos en son de paz.
—Pensé que a los perros les gustaba las caricias.
—¿Disculpa?
Edward se rió al escuchar a la chica en su cabeza y al ver la mano levantada del chico otra vez, listo para acariciarla, está se abalanzó contra él. Edward fue tumbado en el suelo a unos metro de todos, el silencio se formó y todos prestaron atención a ellos dos.
—Sé lo que intentas. —gruñó ella, estaba intentando que se desahogase. — No quiero peleas.
El chico volvió a reírse y con su velocidad volvió al frente de Blair para acariciarla, solo que esta vez Paul y Sam fueron los que se abalanzaron hacia él. Blair siempre dijo que Bella no era tecnicamente su hermana, ya que sus madres eran diferentes, pero nunca olvidaría el sentimiento de protección que tenía con esos dos lobos.
Paul, Sam y Blair crecieron juntos, la chica era como la hermana que pequeña de ambos y siempre jugaban juntos a las princesas; siendo Sam el dragón, Blair el príncipe y Paul la princesa que tenía que ser rescatada. Eran un trío inseparable y se protegían mutuamente sabiendo que entregarían hasta su propia vida.
Bella corrió para intentar separar a los lobos de sus novios, pero Carlisle la agarró por los hombros para que no se interpusiera. Los lobos ni siquiera empezaron una pelea, solo empujaron a Edward lejos de la chica. Blair entonces notó a Seth gruñendo a su lado hacia el vampiro y a su hermana dando vueltas por detrás lista para atacar.
—Blair, creo que es suficiente por hoy. — murmuró Esme sabiendo que la chica la escucharía, Blair era la única que podía parar lo que fuera que había empezado. Y así fue.
La chica soltó una risa al empujar a Jacob y que este se caiga. Estaban corriendo los dos por el bosque en su forma humana, Blair siempre iba por delante y Jacob intentaba empujarla para poder adelantarla. El chico había sido llamado por Bella para que vaya a un descampado para hablar sobre un plan y Blair estaba con él en la guardia, por lo que tenían que ir juntos.
—¡Vamos! — exclamó Blair entre risas al ver a Jacob correr con gran velocidad detrás suyo.
La chica saltó una gran roca y al aterrizar tuvo que dar una vuelta sobre si misma en la hierba para luego poder estabilizarse. Escuchó a Jacob venir detrás suyo, pero ella ya estaba en pie mirando a las cuatro personas en frente suyo. Edward, quien la sonreía como saludo, Isabella quién no dudó en abrazarla, Jasper y Emmett.
¿Emmett? ¿Qué hacía ese hombre allí?
Blair ladeó la cabeza confundida, sabía que estaría Jasper al ser el estratega, pero no entendía porque Emmett estaba allí.
—¿No vas a pelear?— preguntó burlón Jacob después de darle un ligero golpe en la nuca a la chica por no dejarse perder, está le sacó la lengua y luego miró a su cuñado.
—¿Te torciste el tobillo o algo así? — siguió el juego Blair escuchando la ligera risa que había soltado Edward.
—Lo hace por mi ¿vale?
Al parecer Bella no había entendido que era un juego y que no iba a malas, porque la mirada que les lanzó a los dos no fue agradable. Blair levantó las manos para mostrar su inocencia, pero Jacob se puso más serio.
—Vale, bien, da igual. — se puso tenso — Decirme el plan.
Jasper empezó a hablar sobre el nuevo plan que tenía. En campo en el que estaban les daría mucha ventaja para la pelea y el aroma de las dos hermanas debería de atraer a los neófitos hasta ahí, pero tendría que terminar en ese mismo campo. Bella comentó que se iría de acampada con Edward y por ello habían pensado que Jacob podía llevar en brazos a Bella, ya que su olor camuflaría el de la humana.
—Sin problema. — se adelantó a decir muy pronto Jacob, lo que le sacó una sonrisa burlona a Blair.
—No es buena idea. — murmuró Edward hacia sus dos hermanos, quien tenían una sonrisa igual a la de Blair.
—Es un buen plan. —habló Blair intentando ocultar su sonrisa, sin éxito claro está. — Ningún neófito querrá acercarse al olor de lobo, ni siquiera sabrán que es.
—Bien, vamos a probar. — Bella se acercó a Jacob y él sin dudarlo la alzó al estilo nupcial y con la advertencia de Edward el lobo salió corriendo.
Blair se giró sobre sus propios pies para poder ver como desaparecían entre los árboles, los otros vampiros se acercaron a ella para poder verlos igualmente.
—Os dais cuenta de que tenéis a una bruja de vuestro lado y que no la aprovecháis ¿verdad? — murmuró la castaña, provocando que todas las miradas cayeran sobre ella.
—Espera. — la chica giró la vista para poder ver mejor a Edward, quien estaba señalando el lado por donde se habían ido los otros dos. —¿Me estas diciendo que tú podías hacer eso sin necesidad de que vaya Jacob?
—Podría hacerlo incluso siendo tú quien la llevara.
—¿Por qué no lo has dicho antes? — alzó la voz Edward. Blair no se intimidó cuando toda la furia del vampiro fue dirigida a ella, pero al parecer a cierto vampiro no le gustó su tono y se colocó al lado de la castaña, haciendo que esta se tensara en su lugar.
—Porque nadie me pregunta. — se encogió de hombros. — Además, me encanta ver a los hombres celosos. — giró su vista cuando vio a Jasper dejarles para poder averiguar si había funcionado el plan. — Solo sabes si es el correcto depende de como se comporte cuando ve a su chica tan cerca del chico que siente cosas por ella.
—¿A qué te refieres?— murmuró Edward.
—A que cada una piensa diferente sobre los celos, pero las acciones siguientes del novio son demasiado importantes. — siguió hablando Blair, ella solo quería que Emmett diera unos pasos atrás para no sentir su corazón latir tan rápido o que incluso se fuera, pero él no se movía. — Me refiero a que si yo estuviera en la situación de Isabella me gustaría que luego me reclamaran y me dijeran que no quiere verme con nadie más, luego pasarían cosas no aptas para menores. Pero sé que Bella no es así, por lo que te recomiendo que no ardas en celos y la dejes decidir lo que es mejor para ella sin sentirse presionada.
Edward entendió lo que quiso decir y minutos después apareció Jasper comunicando de que había funcionado. Blair se despidió diciendo que tenía que seguir con la guardia, pero no se libró de la mirada dorada que le lanzó Emmett, ella solo quería escapar para poder alejarse de esa mirada. Joder, la ponía a mil.
Cuando Blair llegó a casa esa misma tarde se encontró con Alice hablando con su padre. Todos sabían que Charlie tenía todos los conocimientos sobre lo sobrenatural gracias a su hija menor, pero eso no significaba que le contaran todo. Blair sabía que en la pelea todo saldría bien, pero también sabía que si su padre se enteraba no la dejaría salir de casa, por lo que tocó decirle una ligera mentira.
Aunque su padre creyera que Bella iba a estar en la casa Cullen con Alice, cosa que no era, sabía que Blair no iba a estar presente. En la nevera había un calendario en donde la menor escribía sus horarios de guardia y con quien tenía que hacerlos, al igual que los entrenamientos y diversas actividades con la manada. Charlie sabía que su hija estaría esa misma noche patrullando y por eso no la interrogó, pero sí habló con Isabella.
Ella solo estaba preguntado a Charlie si le veía algún sentido al matrimonio cuando la conversación dio lugar a otro tema, uno incómodo para Bella y divertido para Blair.
—Ya sabes, que no te tienes que casar si te sientes obligada. —habló Charlie mirando a sus dos hijas. — Por si no has tenido cuidado y así...
—¿Qué?— Bella no entendió al principio y la carcajada de su hermana no ayudó a entender la situación.
—Papá te esta diciendo que no te sientas obligada a casarte por si tienes un bebé.
—¿¡Papá!?— el gritó de Bella solo hizo que la menor riera más. Blair estaba comiendo un yogur y no podía evitar atragantarse con el.
—¡Oye! Yo solo digo que hay que tomar precauciones.
—Si, no me des la charla. — habló en alto Bella intentando irse. — Mamá me la dio como hace diez años.
—Pero ahora eres adulta. Tienes que entender mejor. — intentó dialogar su padre.
—Tranquilo papá, Edward es de la vieja escuela. — murmuro Bella intentando hacerle entender de que su novio estaba en su misma posición.
—¿Eso es algo en clave?— Blair se rió al ver que su padre no lo entendía.
—Papá, Edward es virgen. — aclaró la menor.
—¡Ay!— su padre empezó a taparse las orejas para no escucharlo, provocando risas en las dos hermanas. Pero llegó un punto en el que se quedó pensativo. —¿Virgen? ¿Pero no tiene como doscientos años?
—Si, papá, si. — se rió Blair recibiendo un codazo juguetón de parte de su hermana. —Tu piensa que si Edward es virgen tu hija también.
—Es cierto. — dijo Bella dándole la razón a su hermana, lo que provocó que Charlie se volviera a tapar las orejas cantando para no escucharlas.
—Deja de quejarte papá. — Blair se levantó de su silla y cuando tiró el yogur ya terminado se fue diciendo.— Al menos una de tus hijas sigue con himen.
—¿¡Qué has dicho!?
Escuchó la carcajada de Bella cuando vio a Charlie ir detrás de su hija, pero está ya había subido en su moto para irse a la reserva con una sonrisa.
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