𝓓𝓸𝓵𝓸𝓻
—Buenos días Isabella.
Blair salió de su habitación saludando a su hermana con una sonrisa y con, lo que parecía ser, buen humor. Bella se había enterado por parte de Edward lo que había sucedido en su ausencia, más bien le dijo solo que su hermana estaba deprimida, no especificó en nada. Cuando llegó ayer por la noche la habitación de Blair estaba patas arriba, su mesa rota, los libros rotos, hasta la ventana estaba destrozada, pero ahora que veía su habitación parecía como si lo hubiera soñado.
—Buenos días...
Bella entró con muchas dudas a la cocina y miró de reojo a su padre, quien ya estaba al tanto de la situación, incluso más que Bella, bebiendo su café con los ojos puestos en Blair. La chica se hizo varias tortitas para desayunar junto a un zumo y té, mientras que Bella solo agarró una manzana.
—¿Quieres que te lleve?— preguntó Blair distraída mientras ponía nutella a las tortitas.
—No, vendrá Edward a recogerme.
Blair asintió y minutos después Bella salió de casa al escuchar un claxon, seguido Blair agarró su mochila, le dio un beso en la mejilla a Charlie y agarró las llaves de su moto. Faltaban escasos días para su graduación y estaba ansiosa por graduarse al fin.
Cuando llegó al instituto de la reserva, toda su manada se junto con ella animados. Podían sentir la energía que emanaba Blair, ella intentaba estar de buen humor y los chicos respetaban la decisión e intentaban que todo para ella fuera lo más normal posible. No pasaron ni dos horas cuando ya salieron de sus clases para ir en dirección a la casa de Emily y Sam, los chicos se habían ido hace una hora y ella acababa de salir de clase cuando aparcó su moto al lado de la de Jacob.
—Hola Leah. —saludó Blair a la nueva integrante.
Leah se había transformado hace poco tiempo y quien más estuvo en su proceso fue Blair. Todos pensaron que al ser las únicas mujeres podrían entenderse mejor, y así fue. Las dos se cogieron un cariño especial, tanto que ya parecían viejas amigas. Las dos ya se conocían de cuando eran pequeñas, pero ahora eran más que solo conocidas.
—Hola Blair.— saludó de vuelta la chica con una sonrisa sincera.
—¿Vas a dar una vuelta?— preguntó la castaña al ver como se iba alejando la otra hacía el bosque.
—Si ¿te apuntas?
—Tal vez luego.
Fue entonces cuando al fin Blair se giró del todo y vio a la mitad de la manada fuera de la casa junto con Bella. Blair frunció el ceño confundida hacía su hermana y está solo se encogió de hombros despreocupada, hasta que se giró a la puerta y esbozó una sonrisa al ver a Emily y a Sam venir hacía ella, pero Bella dejó caer su sonrisa cuando vio que Emily no corría para abrazarla a ella, si no a su hermana.
—¡Blair! —Emily se tiró encima de ella para darle un fuerte abrazo y Blair no dudó en corresponder. —Estaba preocupada por ti desde que te fuistes. ¿Estas mejor?
—Si, gracias. —miró a Sam cuando este se acercó también a ella para abrazarla y susurrarle que todo saldría bien, Blair se sintió muy amada en esos instantes.
—Ven, vamos, tengo los brownies de ayer. — Emily agarró la mano de Blair y la arrastró hacía dentro de la casa en donde la sentó y de dio el postre con una gran sonrisa en la cara.
Blair notó la ausencia de todos justo cuando empezó a comer, Bella se había ido con Jake y los demás a dar una vuelta. Blair miró a Emily con una ceja alzada y ella solo se encogió de hombros sabiendo lo que pensaba, la habían dejado allí con Emily para no tener que hacer ninguna guardia. Agradecía la preocupación de su manada, pero odiaba cuando la dejaban de lado porque creían que era lo mejor para ella.
Solo tenía que esperar a que todo pasara, a que ese dolor en el pecho se curara solo.
Solo había que esperar.
Blair llegó mucho antes que Bella a casa, encontrando a su padre en el sofá tumbado y dormido, sonrió cuando lo vio así y le echó una manta por encima después de quitarle el expediente que había estado mirando antes de quedarse dormido.
Pero la sonrisa de la castaña no duró mucho, un olor nauseabundo entró por sus fosas nasales arrugando su entrecejo de la confusión, no reconoció el olor por lo que subió corriendo las escaleras de su casa hasta la habitación de Bella, en donde el olor parecía más reciente.
Olió el aire para poder guardarlo en su mente, pero todo parecía estar en orden, no había nada fuera de su lugar, hasta que entró en su habitación. Al abrir la puerta de su propia habitación el olor golpeó su cara, provocando varias arcadas de su parte, miró el suelo y pudo ver como todo estaba destrozado, incluida la cama. Blair miró por todos lados, buscando para ver si le faltaba algo, pero parecía que todo seguía allí. ¿Estónces porque está todo roto?
Blair salió corriendo de su casa para seguir el rastro, pero no sin antes llamar a alguien. Sonó dos veces antes que de Edward atendiera la llamada.
—¿Blair?
—La misma. — habló ella mientras se adentraba al bosque con cautela, no quería perder el rastro. — Quiero que cuides a Bella, que no venga a casa.
—¿Pasa algo? ¿Estas bien?— pudo escuchar como Edward caminaba para cumplir su orden.
—Alguien estuvo en la casa. — habló ella mientras se le unían Seth y Paul a su lado, todos habían recibido el mensaje de Blair con la telepatía lobuna, ellos estaban en su forma lobuna. —Estoy siguiendo su rastro, estuvo en nuestras habitaciones. No parece que haya cogido nada.
—Bien, estoy a nada de recoger a Bella. — se notaba que estaba agitado, Blair pensó que su brusquedad se debía al sentimiento de protección que sintió cuando le contó lo ocurrido. — Te mando a Jasper y Emmett, son los mejores rastreadores.
Esa fue una tentación, sin duda. ¿Volver a ver a Emmett? Blair sintió como su corazón rebosaba de felicidad solo de pensar en volver a verlo, pero se quitó esa imagen de la cabeza al pensar en que tenía que intentar superarlo. La imprimación no solo era romántica, podía ser su amiga, si.
—No es necesario. —apresuró a decir Blair y empezó a correr junto a los lobos cuando encontró un rastro más fuerte. —También soy buena rastreadora y llevo refuerzos.
—Vale, bien. Ven en cuanto puedas.
No le dio tiempo a discutir cuando Edward ya había cortado la llamada para ir con Bella. Blair soltó un suspiro y se transformó para seguir corriendo en su forma lobuna, así fueron ocho kilómetros hasta que se perdió todo rastro existente.
Blair entonces decidió aceptar la no oferta de Edward e ir a la casa Cullen con las noticias, no tardó mucho al estar en su forma lobuna y al acercarse a la casa Carlisle abrió la puerta. Blair seguí en su estado de loba, pero eso no pareció importarle al hombre, hasta que la chica se transformó en humana y quitó la sonrisa para taparse los ojos.
—Tranquilo, yo vuelvo con ropa. — habló la chica con una suave risa de por medio, Carlisle lo confirmó cuando la vio vestida.
—¿Cómo...?
—Magia. — respondió simple y se invitó ella sola a entrar a la casa.
Caminó orientándose con su olfato y entró en una sala, allí encontró a toda la familia reunida, todos la miraron al entrar pero Bella fue la única que se levantó y corrió hacia ella. Su hermana la abrazó fuerte, ella había estado muy preocupada por su hermana menor y tenía miedo de que algo le pasara.
—¿Estas bien? —Isabella empezó a acariciar el pelo de su hermana intentando consolarse a sí misma para darse cuenta de que estaba allí, con ella. Blair medía poco más de un metro cincuenta y ocho, mientras que Bella alcanzaba metro sesenta y cinco, por lo que Blair estaba apoyada en el pecho de su hermana dejándose abrazar.
—Si, no pasó nada. — Blair aguantó más de diez segundos en ese abrazo, un récord para ella, Bella se dio cuenta y sonrió mientras volvía a sentarse en el sofá.
—Blair. —Carlisle entró por la puerta y la miró junto a toda su familia. — ¿Reconoces el olor? ¿Podrías conocerlo?
—No, parecía un forastero. — la chica se cruzó de brazos y miró a todos los presentes, hasta encontrarse con él. El hombre que no dejaba sus pensamientos, pero tuvo que apartar la mirada cuando la chica rubia se aferró a su brazo. Su pecho dolió y aguantó su sufrimiento, pero cierto cuñado se dio cuenta. — No reconocí el aroma, pero lo guardé. Si vuelve a aparecer lo sabré.
—¿Un nómada de paso? —preguntó una mujer y fue entonces que Blair se dio cuenta de que no la conocía.
Blair se acercó a la mujer mientras los demás seguían hablando, se presentaron y a la chica le pareció una mujer muy amable y buena. Le encantó su sonrisa y se ofreció a hacerle la cena incluso, pero tuvo que negarse.
—El rastro se pierde a unos ocho kilómetros al sur de la casa. — volvió a hablar Blair cuando terminó la conversación con Esme. — Creo que alguien lo está controlando, es difícil que yo pierda algún rastro tan repentinamente.
—¿Victoria? — preguntó Bella mientras se aferraba a la mano de Alice.
—¿La pelirroja? Seguramente. — habló Blair. — Es un neófito, de eso no tengo duda, no sabrá nada de la vida vampira y Victoria aprovechará su ignorancia para atraparlo.
—También podrían ser los Vulturis. — murmuró Edward mirando a la chica, Blair supo de inmediato que todos los de la casa sabían de su relación con la realeza vampira al ver como la miraban.
—No puede ser, he vigilado las decisiones de Aro. — se metió Alice confusa.
—Tal vez están aprovechando las lagunas de tus visiones. — volvió a hablar Blair mientras se colocaba de nuevo en el centro, junto a Edward. — Tal vez Aro ya tenía planeado algo así y alguien de su confianza esta tramando todo esto para ir a por Bella.
—Tenemos que vigilar a Bella entonces. —habló Carlisle mientras miraba a todos los de su familia.
—¿Otra misión de protección? — dijo brusca la rubia, la mujer que Blair aún no conocía ni quería conocer.
Bella se negó de inmediato, con la excusa de que no podrían velar por Charlie ni por ella a la vez, incluso se tenían que alimentar. Blair empezó a crear un plan en su cabeza, dejó que sus pensamientos sean libres y Edward asintió en su dirección.
—No creo que se necesite mucho de vuestra ayuda. —todos giraron la vista hacia ella, quien seguía con los brazos cruzados sobre el pecho. —La manada ya está rodeando la casa, me han ataco indirectamente y Bella es una humana, los lobos protegemos a los humanos.
—No creo que sea lo correcto. — habló Carlisle viendo como Blair arqueaba una ceja. — No me malinterpretes, pero creo que lo mejor sería que los uniéramos.
—Le preguntaré a Sam.
Blair se encogió de hombros y salió de la casa agarrando su móvil para llamar a su alfa, pudo notar una mirada encima de ella y sabía quien era, por eso mismo no se giró. Salió hacía el bosque y apartó el móvil cuando se transformó y fue en dirección a su casa.
Seguía sintiendo ese dolor en el pecho, no podía evitar seguir pensando en como la rubia se agarraba al brazo de Emmett marcando territorio. Escuchó más de una vez que eso podía pasar, una imprimación sin que el contrario sienta lo mismo, tal vez eso mismo había pasado. Tal vez Blair no era la compañera destinada para Emmett, pero su imprimación lo exigía a gritos.
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