Tu muerte
Steve
Te vio morir frente a sus ojos. Ambos fueron enviados juntos a investigar una supuesta base abandonada de HYDRA, que resulto no estar en dicho estado.
Solo ustedes dos estaban ahí, rodeados, peleando 2 contra 150. Pidieron refuerzas pero ambos sabían que tardarían en llegar. Empezaron a retroceder, se cubrían la espalda mutuamente. En un momento lograron estar lo suficientemente lejos para calmarse a recuperar el aliento.
-Bien, solo debemos doblar a la derecha en el próximo pasillo y llegaremos a la salida.-El Cap ubico su escudo en la espalda.-Lista para seguir?-Recargaste tus armas por las dudas y asentiste regalandole a tu novio una de esas sonrisas torcidas que a él le encantaban. Avanzaron unos pasos hasta llegar a ese pasillo, cuando al menos 10 guardias les encontraron y empezaron a dispararles.
-STEVE CUIDADO!-Empujaste a Rogers recibiendo tu en el pecho el tiro que iba directo a la espalda del rubio. Se agacho a tu lado intentando cargarte para llevarte fuera con él, pero te negaste.-Vete, te haré de distracción.-Tosiste sangre haciendo que sus ojos claros se llenaran de lagrimas.
-No...no voy a dejarte.-Dejo un mechón de pelo detrás de tu oreja. Tomaste su cara entre tus manos y le diste un ultimo beso.
-Ahora vete de aquí Capipaleta.-Sonrió débilmente ante el apodo que Stark solía usar en él. Sacaste tus armas y comenzaste a disparar mientras él se iba.
Al llegar a S.H.I.E.L.D. y dar el reporte de situación, un enorme nudo se formo en su garganta y no pudo seguir hablando. Retirándose para poder estar de luto en paz, negando cualquier compañía de los demás vengadores. Sentía que era su culpa.
Tony
Steve tuvo que darle la noticia, hacia un mes que te habían secuestrado, sin rastro o pistas para buscarte nadie podía hacer nada. El corazón de Stark se hizo polvo cuando vio las fotos que contenía el sobre que le dio Rogers. En dichas imágenes salias tu, en total eran un mes de fotografías, una tras otra salias más herida, magullada y ensangrentada. En la imagen final, el charco de sangre sobre ti era tal que lo único notable era tu cabello. Envuelto en la ira y lagrimas, el azabache arrugo las fotos y pidió estar solo, mientras pensaba mil y un formas de vengarse.
-No importa cuanto tarde, haré que ese insensato pague.-Hablo mirando el cielo nocturno.-No parare hasta que lamente haberte apartado de mi lado.-Agacho la mirada, conteniendo las lagrimas.
Thor
El Dios estaba en Asgard, cuando volvió a la Tierra fue directo a tu trabajo para encontrar un desastre en todo el lugar y el logo de HYDRA en llamas plasmado en una pared. Siguió indicios hasta llegar un campo alejado de todo. Donde te encontró tirada, con la ropa rasgada y quemaduras en la piel, pero aun viva.
-Lady __________, que te ah ocurrido?-Su rostro se enrojeció de la tristeza y sus ojos se llenaron de lagrimas.
-E-ellos...-Susurraste débilmente.-M-me obli-obligaron...-Temblaste horrorizada. Con cuidado Thor te tomo en sus brazos.
-Por favor...relájate, te pondrás bien, todo estará bien.-Susurraba más para si, que para calmarte. Estabas muriendo y él buscaría al culpable y se encargaría personalmente.-Ahora dime, a que te obligaron?
-For-forje...forje armas...armas que nunca vi...e-ellos ellos las las usaran con-contra ustedes yo...no pude...-Lentamente tus ojos se cerraron, tu corazón se detuvo. Moriste en los brazos de tu novio. Envuelto en dolor y sufrimiento, se puso de pie, dispuesto a cobrar venganza.
Loki
1 horas. Ese era el tiempo que Laufeyson llevaba buscando a _____________ por Asgard. Habías desaparecido hacia 2. Echo un manojo de nervios fue a hablar con Heimdall, ya que sus padres no sabían nada de ti. Su corazón se detuvo por una fracción de segundo tras las palabras del guardián de Bifrost.
-Vi como los Gigantes de hielo la tenían.-Sonaba agitado.-Hice lo que pude por detenerlos, pero se la llevaron a Jotuheim.-Agacho la cabeza afligido.-Lo siento príncipe Loki, lo menos que puedo ofrecerle es abrir el Bifrost para ti.
Y así fue como el Dios del engaño partió. Al llegar te vio amordazada y aprisionada a los pies del Jotun que ahora reinaba. Estabas temblando, no de miedo, no porque estuvieras herida. Te estabas congelando, morías lentamente.
-Suéltala, ella no a echo nada!-Grito hacia el nuevo rey. El cual soltó una carcajada sarcástica, llena de odio.
-Te sorprendería todo lo que esta débil midgardiana tiene que ver.-Poso uno de sus enormes dedos en tu barbilla.-Esta es nuestra venganza por matar a Laufey.-Con sorna todos los gigantes se retiraron.-Disfruta verla morir congelada.-Rió el rey para luego darte un puntapié, dejándote tirada a los pies de Loki.-Solo le quedan unos minutos.-Se marcho riendo, algo divertido con la situación.
El azabache desato tus manos y quito tu mordaza. Rápidamente lo abrazaste en busca de calor. Solo querías dejar de sentir ese horrible dolor en tus extremidades. El frió ya había vuelto tus manos azules y ascendía por tu brazos. Él desesperado, te sostenía en sus brazos mientras Heimdall abría el Bifrost.
Pero cuando llegaron a Asgard ya era tarde. Habías muerto congelada. Con los ojos en lagrimas, el corazón estrujado y el alma en el piso, grito y lloro, jurando venganza por su amor perdido.
Pietro
Tu asqueroso ex había regresado, justo cuando el sokoviano estaba en misión. Entro a tu departamento derribando la puerta y persiguiéndote por toda la casa. Te aprisiono contra una pared y comenzó a apretar tu cuello.
-Eres una maldita zorra.-Su aliento olía a alcohol.-Y si no eres mía.-Comenzó a ejercer más fuerza.-Tampoco seras de ese horroroso rubio ruso con el que sales.-Empezó a faltarte el aire, pero aun así lograste escupirle en la cara.-MALDITA INFELIZ.-Sentías que sus dedos se enterraban en tu cuello.
Tanteaste sus manos y golpeaste intentando que te soltara pero no hubo caso. Luego recordaste la pulsera que te había regalado Pietro, era una pulsera de emergencias, si tu presionabas el botón oculto él sabría que corrías peligro he iría por ti. Eso hiciste, pero cuando llego junto a Wanda, su hermana gemela, el departamento estaba vació, y desordenado. Te encontró tirada sin vida en el piso de camino a la cocina y tu cuello estaba morado, con signos de que te lo habían apretado. Wanda reviso tu mente para encontrar al culpable.
-Fue su ex...-Susurro aflijida, ya que ustedes habían llegado a ser grandes amigas.-Él hizo esto, es un monstruo.-Sollozo. Pietro, se puso de pie, lleno de ira, dispuesto a acabar con ese maldito que te quito la vida por puro despecho.
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