* 𝐨𝐮𝐫 𝐛𝐮𝐧𝐧𝐲
💌 。˚Liv estaba sentada al borde de la cama de Minho, mirando el suelo como si buscara respuestas en el patrón de la alfombra. Aún podía sentir el leve hormigueo en sus labios, el rastro de los besos que había compartido con Minho desde la fiesta de éste. Era surrealista. Si alguien le hubiera dicho el primer día que acabaría en una relación con su enemigo declarado, se habría reído en su cara. Pero ahora, aquí estaba, incapaz de borrar la sonrisa de sus labios.
Se dejó caer de espaldas sobre el colchón, cubriéndose el rostro con las manos. ¿Qué había cambiado? ¿En qué momento Minho pasó de ser el chico irritante que siempre tenía una respuesta sarcástica para todo a alguien que podía hacer que su corazón latiera con solo una mirada? Liv dejó escapar un suspiro, recordando la manera en que él la había mirado esa noche, como si fuera la única persona en el mundo.
El sonido de pasos en el pasillo la sacó de sus pensamientos. Minho entró a la habitación sin ceremonias, llevando dos tazas de café en las manos. —Sabía que necesitarías esto —dijo, con esa sonrisa que siempre lograba desarmarla.
—Gracias —respondió Liv, sentándose para tomar la taza que él le ofrecía.
Minho se sentó a su lado, estirando las piernas frente a él. Ambos bebieron en silencio durante unos momentos, pero Liv podía sentir su mirada sobre ella.
—¿En qué piensas? —preguntó él finalmente.
Liv jugueteó con la taza entre sus manos antes de responder. —En lo extraño que es todo esto. Si me hubieras dicho hace unas semanas que estaría aquí contigo, siendo… nosotros… nunca te habría creído.
Minho sonrió, dejando su taza a un lado. —Bueno, yo siempre supe que había algo entre nosotros. Solo estabas demasiado ocupada tratando de demostrar que me odiabas para darte cuenta.
Liv rodó los ojos, aunque no pudo evitar sonreír. —No hagas que me arrepienta de esto tan pronto.
—No lo harás —dijo él con una confianza que debería haberla irritado, pero que en lugar de eso la hacía sentir inexplicablemente segura.
Antes de que Liv pudiera responder, un golpe en la puerta interrumpió el momento. Q asomó la cabeza, con una sonrisa que dejaba claro que había visto más de lo que debería. —Oigan, tortolitos, ya es hora. El autobús para el campamento sale en treinta minutos. Espero que hayan desayunado porque no pienso esperar por ustedes.
Liv sintió que sus mejillas se calentaban, pero intentó mantener la compostura. —Ya estamos listos. No exageres.
Q entró completamente en la habitación, cruzándose de brazos. —¿Listos? Claro. También estoy seguro de que "listos" incluye estar aquí sentados, compartiendo café como una pareja recién salida de una comedia romántica. Y, por cierto, gracias por hacermela vida mas fácil por fin siendo novios espere esto desde hace años.
Minho se encogió de hombros, sin rastro de vergüenza. —Vamos Q era Liv la que necesitaba un empujón.
—Si lo que digas tuve que soportarte mientras hablabas sin parar de cuanto la amabas—dijo Q, rodando los ojos. — Por cierto, Liv, buena suerte lidiando con él durante todo el fin de semana. Minho puede ser un poco… intenso.
Liv sonrió mientras Q salía de la habitación, cerrando la puerta tras él. Minho la miró, alzando una ceja. —¿Buena suerte? No necesitas suerte conmigo. Soy un sueño hecho realidad.
—Si te hace feliz pensarlo, no voy a detenerte —replicó Liv, poniéndose de pie.
Ambos ya tenían sus maletas listas, así que solo quedaba esperar el aviso de salida. Liv no pudo evitar sentirse extrañamente emocionada por el viaje. Pasar tiempo con Minho fuera del campus prometía ser interesante, por decir lo menos. Y aunque la Liv del primer día nunca lo habría imaginado, ahora estaba dispuesta a ver a dónde los llevaría todo esto.
💌 。˚El autobús avanzaba por la carretera mientras el sol de la mañana bañaba el paisaje con un cálido resplandor dorado. Liv y Minho estaban sentados juntos, compartiendo el pequeño asiento. Minho tenía su brazo apoyado en el respaldo del asiento, ligeramente inclinado hacia ella, mientras que Liv apoyaba la cabeza en su hombro. Ambos estaban en su pequeño mundo, ajenos al ruido y las risas que provenían de los demás pasajeros del autobús.
—¿Siempre tienes que ser tan lindo? —preguntó Liv con una sonrisa, alzando la mirada hacia él.
—¿Y si te dijera que solo soy lindo contigo? —respondió Minho con un aire de falsa arrogancia, plantándole un beso en la frente.
Liv se rió suavemente y le dio un pequeño golpe en el pecho. Luego, se quedó en silencio por unos segundos, su mirada perdiéndose por la ventana. Minho lo notó de inmediato. Su ceño se frunció ligeramente mientras se inclinaba hacia ella.
—¿Qué pasa? —le preguntó, tomando su mano con cuidado.
—Estaba pensando en Charlie... —dijo ella, su tono suave pero teñido de melancolía—. Lo extraño mucho. Desde que se fue de viaje sin final a Nueva York, siento como si una parte de mí estuviera lejos todo el tiempo.
Minho apretó su mano con ternura. Siempre tenía una manera de reconfortarla con sus gestos simples pero significativos.
—Es normal extrañarlo. Es tu hermano, Liv. Pero estoy seguro de que él también te extraña y piensa en ti todo el tiempo. Además... —añadió, tratando de animarla—, tienes a alguien aquí que puede distraerte un poco.
Liv soltó una pequeña risa y lo miró. Había algo en su mirada que lo hacía sentir como si todo el mundo se desvaneciera a su alrededor.
—¿Ah, sí? ¿Quién sería esa persona tan amable?
—Pues, un tipo increíblemente guapo, encantador y que da los mejores besos.
—Hmm... No suena tan mal —respondió ella, entrelazando sus dedos con los de él antes de acercarse para darle un beso en los labios. El gesto fue lento, lleno de ternura, como si quisieran aprovechar cada segundo juntos.
Desde unos asientos más adelante, Kitty observaba el momento, pero su sonrisa cómplice pronto se desvaneció. Aunque no podía evitar admitir que se veían adorables juntos, una punzada de celos la recorrió. Recordó cómo solía bromear con Minho y cómo él siempre tenía una respuesta rápida para sacar a Liv de quicio. Ahora, Liv ya no se molestaba por lo que Minho dijiera. Kitty fingió estar ocupada con su teléfono, pero su mirada seguía volviendo a la pareja, incapaz de ignorar la conexión que compartían.
Sin embargo, la curiosidad pudo más que sus emociones encontradas, y sacó su teléfono para capturar el momento con una foto rápida. Mientras revisaba la imagen, murmuró para sí misma:
—Definitivamente mi vida amorosa es un desastre.
El momento fue interrumpido por un carraspeo desde el asiento de atrás.
—¿Pueden ser menos cursis, por favor? Algunos intentamos no morir de diabetes aquí —dijo Q, girándose para mirarlos con una expresión exagerada de disgusto. Su comentario arrancó carcajadas de los otros compañeros de campamento.
Liv y Minho se echaron a reír, mientras Liv murmuraba:
—Lo intentaré, pero no prometo nada.
Minho pasó un brazo por sus hombros y la acercó más a él. Luego, con una sonrisa traviesa, añadió:
—¿Por qué lo haríamos? Molestar a Q es demasiado divertido.
Liv negó con la cabeza, pero no pudo evitar reír también. Kitty, desde su asiento, intentó concentrarse en otra cosa, pero no pudo evitar sentir que algo había cambiado entre ellos y ella estaba empezando a notarlo de manera más intensa. Por un momento, todo se sintió perfecto para algunos, mientras que para otros, las emociones seguían siendo un torbellino.
💌 。˚Porfin habían llegado a la reserva donde acamparian con el re y Liv tomada de la mano de Minho quien le hacía cosquillas, tomándola por la cintura una vez el grupo se detuvo
—Estamos en el bosque es extremadamente peligroso estar aquí hay mucha vida salvaje, uhmm también podrían decirme con quien quieren compartir habitación —Minho y Liv sabían que no podrían compartir habitación por lo que su mirada fue a Kitty pero antes de reclamar fue interrumpida
—¡Kitty y yo compartiremos una!— aviso Yuri
—¿Enserió?—cuestiono Kitty confundida
Antes de que pudiera decir el nombre de otra persona Maddison fue más rápida
—¡Compartiré habitación con Liv!— Liv quedo sorprendida no había hablado con Maddison desde que trataba de coquetear con Minho quien sonrió divertida al ver a su novia con una mueca
—Esto será interesante —murmuró Minho con una sonrisa traviesa, dándole un pequeño apretón en la cintura antes de soltarla.
Ambas se dirigieron a su tienda de campaña para desempacar
El silencio entre ambas era palpable mientras desempacaban sus cosas. Finalmente, Maddison decidió romper el hielo.
—Bueno… no pensé que terminaríamos compartiendo tienda —comentó, mirando a Liv con una sonrisa incómoda.
—Ni yo, la verdad. —Liv intentó mantener un tono neutral, aunque su incomodidad era evidente.
Maddison suspiró y se sentó en su saco de dormir.
—Mira, sé que no empezamos con el pie derecho. Lo de Minho… bueno, no me enorgullece, pero ahora entiendo que ustedes realmente tienen algo especial. Me alegra que estén juntos. —Su tono era honesto, casi tímido.
Liv levantó la mirada, sorprendida por sus palabras.
—Gracias, Maddison. Eso… significa mucho.
—¿Amigas? —preguntó Maddison, extendiendo la mano.
Liv dudó un momento, pero luego sonrió y estrechó su mano.
—Amigas.
Liv decidió salir a dar una vuelta y se topó con Q y Florian charlando junto a una fogata improvisada.
—¡Liv! —saludó Q, moviéndose para hacerle un espacio.
—¿Cómo va todo con Maddison? ¿Sobreviviste? —bromeó Florian, ganándose una mirada divertida de Liv.
—Sorprendentemente, sí. —Liv se sentó junto a ellos, sintiéndose más relajada. Pasaron un rato riendo y compartiendo historias hasta que Liv notó que el tiempo había pasado volando.
—Bueno, chicos, los dejo. Tengo que buscar a alguien. —Les lanzó una sonrisa cómplice antes de levantarse.
—Dile a Minho que no sea tan cursi —gritó Q, haciendo que Liv riera mientras se alejaba.
Liv encontró a Minho fuera de su tienda la cual compartia con Dae, donde estaba mirando las estrellas. Cuando él la vio, sonrió y extendió una mano para que se uniera a él.
—¿Te tomaste tu tiempo? —bromeó mientras ella se sentaba a su lado.
—Tenía que socializar un poco. —Liv apoyó la cabeza en su hombro, sintiendo el calor de su cuerpo en la fría noche.
—Mira. —Minho señaló el cielo. —¿Ves esa estrella? Me recuerda a ti.
—¿Por qué? —preguntó Liv, con una sonrisa.
—Brilla más que todas las demás.
Liv rodó los ojos, aunque no pudo evitar reír.
—Eso fue muy cursi.
—Pero te gustó. —Minho se giró hacia ella, sus ojos encontrando los suyos. La besó suavemente, y por un momento, el resto del mundo desapareció.
El momento se interrumpió cuando el teléfono de Minho vibró.
—Es mi mamá —dijo con sonriendo Liv sonrió alegre ya que amaba el hecho de que Minho amara a su mamá de tal manera
—Ve. —Liv sonrió, dándole un beso en la mejilla. —Yo estaré bien.
Minho se levantó a regañadientes, pero no sin antes inclinarse para darle otro beso rápido.
—Volveré pronto.
💌 。˚La noche anterior Minho volvió y la acompaño hacia su carpa donde Maddison la recibió con una sonrisa despidiéndose con un tierno beso que hizo sonreír a ambos. La mañana siguiente tendrían que limpiar la reserva ya que ante una inundación la destruyera, Kitty le había texteado acerca de que ya sabía que la relación de Dae y Yuri era falsa y que no estaba molesta con Liv por ocultarlo
Desde la fiesta de Minho, Kitty había actuado extraña incluso algo distante de Liv, tal vez porque no le había gustado el beso o algo más pero solo agradeció por la compresión
La mañana estaba fresca, y el aire llevaba un aroma a tierra húmeda mientras todos se reunían alrededor de Alex para recibir instrucciones. Minho tenía el brazo cómodamente apoyado sobre los hombros de Liv, alternando entre darle pequeños besos en la mejilla y reírse de algo que Florian decía cerca de ellos.
Minho, para, necesito escuchar —protestó Liv, empujándolo levemente pero sin dejar de sonreír.
—No puedo evitarlo, eres demasiado linda —susurró él, lo suficientemente bajo como para que solo ella lo escuchara.
Liv rodó los ojos, aunque sus mejillas se colorearon ligeramente.
—Todo mundo acérquense, vamos, nuestro trabajo es lograr que este jardín tan hermoso como lo era antes de la inundación, como recompensa el ganador obtendrá el conocimiento invaluable de haber ayudado a sanar a una comunidad
—¿Solo eso?
—También van a obtener una hora extra antes del toque de queda esta noche —
Minho sonrió ampliamente, su mirada brillando con un aire de travesura. —Eso me da una idea para después. —Liv lo miró con curiosidad, pero él no dio más detalles, limitándose a guiñarle un ojo
El grupo se dispersó por el área asignada, recogiendo ramas, basura y escombros que la inundación había dejado. Liv se alejó un poco del resto, concentrada en despejar una pequeña esquina del jardín cuando un movimiento en los arbustos llamó su atención.
Con cuidado, se agachó y apartó unas ramas. Sus ojos se iluminaron al ver un pequeño conejo de pelaje marrón temblando entre las hojas húmedas.
—Oh, pobrecito… —murmuró, extendiendo la mano con cuidado. El conejo, aunque al principio dudoso, no tardó en dejarse tomar, como si estuviera demasiado cansado para resistirse.
Liv lo sostuvo con delicadeza, acariciando su suave pelaje mientras el animalito se acurrucaba en sus brazos. Sin perder tiempo, fue a buscar a Minho, quien estaba cargando un par de ramas secas hacia una pila.
—¡Minho! Mira lo que encontré.
Minho levantó la vista, dejando caer las ramas al suelo. Su expresión cambió de sorpresa a ternura al ver al conejo en los brazos de Liv.
—¿En serio acabas de rescatar a un conejo en medio de todo esto? —preguntó con una sonrisa, acercándose para acariciar al animalito.
—Sí, estaba escondido entre las ramas. Creo que está asustado y… no sé, tal vez herido.
Minho observó al conejo por un momento, luego miró a Liv con una sonrisa divertida.
—Déjame adivinar, ¿quieres adoptarlo?
Liv lo miró con ojos brillantes y asintió con entusiasmo. —¡Sí! No puedo dejarlo aquí.
Minho rió y negó con la cabeza, aunque claramente no iba a resistirse. —Está bien, pero solo si prometes que no terminará durmiendo en mi cama.
—No puedo prometer eso —bromeó Liv, abrazando al conejo mientras Minho soltaba una carcajada.
—Bueno, supongo que ahora tenemos una mascota. ¿Cómo lo vas a llamar?
Liv pensó por un momento, mirando al pequeño conejo en sus brazos. —Todavía no lo sé, pero algo lindo.
—Algo lindo, como tú. —Minho aprovechó para darle un beso en la frente, haciendo que Liv riera mientras acariciaba al conejo.
💌 。˚Después de un día agotador limpiando Liv se encontraba acomodando unas mantas en la tienda que compartía con Maddison. Justo cuando estaba por acostarse, Minho apareció en la entrada, luciendo una sonrisa que combinaba a la perfección travesura y ternura.
—Liv, ven conmigo. —Le extendió la mano.
Ella lo miró con sospecha, cruzando los brazos. —¿Y si digo que no? Estoy cansada, ¿sabes?
—No acepto un no como respuesta. Además, no te cansaste tanto, vi cómo dejaste que Q hiciera la mitad de tu trabajo.
Liv arqueó una ceja. —¿Perdón? Yo hice más que tú, que pasaste el día "liderando" mientras te tomabas selfies.
Minho fingió estar ofendido. —Eso no es verdad. Estaba supervisando, que es un trabajo muy importante. Pero bueno, si no quieres venir, supongo que tendré que disfrutar mi sorpresa solo.
—¿Sorpresa? —Liv se detuvo un momento, intrigada, antes de suspirar. —Está bien, pero más te vale que valga la pena.
Minho le guiñó un ojo. —Confía en mí, Olivia.
—Te he dicho que no me llames así. —Liv lo fulminó con la mirada, pero su apodo en labios de Minho siempre sonaba como un desafío juguetón.
—Por eso lo hago. —Él sonrió mientras tomaba su mano y la guiaba hacia un claro cercano.
Cuando llegaron al lugar, Liv quedó boquiabierta. Unas pequeñas luces colgantes iluminaban el claro con un brillo cálido, y en el centro había un ramo de rosas rosas junto a una pequeña caja de regalo.
—Minho… —murmuró Liv, sorprendida, girándose hacia él.
—No digas nada todavía, o voy a perder mi encanto. —Minho le entregó el ramo y tomó la caja con las dos manos.
Liv lo miró, sintiendo cómo su corazón se aceleraba. Aunque Minho siempre tenía ese aire confiado, había algo en su expresión ahora, algo más honesto y vulnerable, que la hizo sonreír.
—Sé que ya estamos juntos, pero quiero hacerlo oficial, como se debe. —Abrió la caja, revelando dos collares de plata con iniciales, una "M" y una "O". —¿Quieres ser oficialmente mi novia?
Liv sintió cómo sus ojos se llenaban de lágrimas de felicidad mientras miraba el ramo y los collares.
—Minho, esto es… hermoso. —Se rió suavemente, secándose una lágrima antes de mirarlo. —¡Claro que sí!
Minho soltó un suspiro de alivio, sonriendo de oreja a oreja. Con cuidado, tomó uno de los collares y lo colocó alrededor del cuello de Liv. Luego, ella hizo lo mismo con el suyo.
—Ahora todo el mundo sabrá que somos el mejor equipo —dijo Minho con orgullo, inclinándose para darle un beso suave.
Liv correspondió al beso, pero cuando se separaron, no pudo resistir lanzarle una mirada juguetona.
—¿El mejor equipo? Me parece que soy yo quien carga con este equipo.
—¿Tú? Por favor, sin mí, serías… no sé, menos impresionante. —Minho le lanzó una sonrisa burlona.
—Ah, ¿sí? Bueno, sin mí, no serías tan encantador.
—Eso es discutible, Olivia.
—¡Minho! —Liv lo empujó suavemente, aunque no podía evitar reírse.
Mientras se sentaban juntos en la manta que Minho había colocado, Liv sostuvo al pequeño conejo marrón que habían rescatado. El animalito movía su nariz con curiosidad, acurrucándose en sus manos.
—Por cierto, ¿ya pensaste en un nombre para él? —preguntó Minho, acariciando la cabecita del conejo.
Liv se quedó pensativa por un momento antes de sonreír.
—Creo que lo llamaré Pancake.
Minho levantó una ceja, divertido. —¿Pancake?
—Sí, es pequeño, suave y dulce… como un pancake. —Liv acarició al conejo, claramente satisfecha con su elección.
—Está bien, Pancake. Pero tengo que decir que yo hubiera elegido algo más épico, como… Thunder.
—¿Thunder? ¿Para este pequeño? Por favor, Minho, creo que yo soy quien tiene mejor criterio aquí.
—Eso es debatible, pero está bien. Pancake se queda. —Minho sonrió, inclinándose para besar la frente de Liv.
Ella lo miró, sintiéndose completamente feliz. —Gracias, Minho. Por todo esto. Es perfecto.
—Tú haces que todo sea perfecto, Olivia.
—Sigues diciéndome Olivia.
—Porque amo verte poner esa carita de frustración. —Minho rió suavemente, y antes de que Liv pudiera protestar, le dio otro beso, más largo esta vez.
El claro, iluminado por las luces colgantes y bajo un cielo estrellado, se convirtió en el lugar perfecto para el inicio de una nueva etapa en su relación, con Pancake como el pequeño testigo de su amor.
ᵃᵘᵗᵒʳˢ ⁿᵒᵗᵉ
Hola adoptenme yo soy Pancake además de que Liv nada más se suaviza y luego es así bien malota anyways ya solo quedan dos capítulos para la segunda temporada 😜😞😞😞
Solo los que vieron el tiktok entenderán
No olviden votar y comentar por que todos están como tumbas aquí 😜💕👻
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