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* 𝐞𝐰𝐰 𝐜𝐮𝐭𝐞

💌 。˚Kitty se despertó por la mañana, el sudor frío recorriéndole la espalda y la respiración entrecortada. Había sido solo un sueño, pero había sido tan real, tan vívido, que aún podía sentir la calidez de Liv cerca de ella, el sabor de sus labios. Cerró los ojos, tratando de aferrarse al fragmento que quedaba de ese sueño, pero el calor de su piel seguía ardiendo en su mente.

Había algo en el sueño que la había dejado inquieta, algo más que solo la intensidad del beso, como si las emociones entre ellas se hubieran intensificado, como si el deseo, la pasión, todo lo que compartían en ese momento en su sueño fuera más profundo de lo que ella misma había querido admitir.

El sueño había comenzado en un ambiente tenue, lleno de luces suaves y sombras que danzaban alrededor de ellas. Estaban en una habitación, pero no una habitación cualquiera. Era un lugar misterioso, con una atmósfera acogedora y peligrosa a la vez, donde el espacio entre ellas parecía encogerse con cada segundo que pasaba. Kitty había intentado hablar, pero las palabras no salían, como si algo la estuviera reteniendo, como si el mundo a su alrededor se hubiera detenido solo para ellas.

Liv estaba allí, de pie frente a ella, y Kitty sentía que su corazón latía con más fuerza de lo que pensaba posible. Los ojos de Liv, oscuros y profundos, la miraban fijamente, llenos de una emoción silenciosa que parecía invadirla por completo. No había palabras entre ellas, solo una conexión inexplicable, como si todo lo que necesitaban decir ya estuviera dicho en sus miradas.

—¿Qué está pasando entre nosotras, Liv?— Kitty había susurrado, sus labios temblando ligeramente, la pregunta flotando en el aire como una súplica no dicha.

Liv había sonreído suavemente, una sonrisa enigmática que Kitty sabía que significaba más de lo que mostraba. —Tal vez no necesitamos hablar, Kitty,— había respondido Liv, su voz suave, pero firme. —A veces las palabras no son suficientes.—

Antes de que Kitty pudiera reaccionar, Liv había dado un paso hacia ella, y el espacio entre ellas desapareció en un suspiro. Kitty había sentido su calor, la cercanía de su cuerpo, y su corazón se había acelerado como si estuviera a punto de estallar. Y entonces, sin más advertencia, Liv la había besado.

El beso había sido suave al principio, exploratorio, pero rápidamente se había vuelto más intenso, como si ambas estuvieran buscando algo más allá del contacto físico, como si ese beso fuera la culminación de todo lo que había quedado no dicho, de todas las emociones que ambas habían reprimido. Kitty había sentido cómo el mundo a su alrededor se desvanecía, cómo el único ser que existía en ese momento era Liv, cómo se perdía en la sensación de sus labios, de la forma en que sus cuerpos se alineaban.

Las manos de Liv habían acariciado su rostro, su cuello, mientras que las de Kitty habían buscado desesperadamente más cercanía, más contacto, como si no pudiera obtener suficiente de ella. El beso había durado una eternidad, y al mismo tiempo, había sido demasiado corto. Cuando finalmente se separaron, Kitty había quedado sin aliento, con la mente nublada, como si todo lo que había conocido hasta ese momento fuera irrelevante. Lo único importante en ese instante era lo que sentía, lo que estaba viviendo.

—Liv...— Kitty había susurrado, sin saber qué decir más, pero Liv solo había asentido, su mirada llena de una tranquilidad que la desbordaba.

Pero el sueño se había desvanecido en un parpadeo, y Kitty se encontró despertando en su cama, la habitación recién iluminada, el sonido de su respiración aún en sus oídos. El peso del sueño se mantenía en su pecho, como una carga pesada que no podía sacudirse. Se sentó en la cama, mirando al vacío, intentando procesar lo que había sentido.

¿Qué significaba todo eso? Kitty no podía evitar preguntárselo mientras se quedaba allí, en el borde de la cama, respirando profundamente. Sabía que lo que había soñado era algo que llevaba mucho tiempo guardando en lo más profundo de sí misma, una conexión que no había podido poner en palabras, una atracción que no podía negar.

Sabía que lo que había soñado no podía quedarse solo en un sueño. Algo había cambiado dentro de ella. Algo había despertado, y ahora, no podía ignorarlo.

"¿Y si fuera real?" susurró para sí misma, la pregunta quedándose flotando en el aire mientras miraba al techo, buscando respuestas que no tenía.

Pero, por una vez, Kitty no sentía miedo. Sabía que lo que sentía por Liv no se podía resolver en un simple sueño. Era algo más grande, algo que tenía que explorar, algo que ya no podía evitar.

💌 。˚El sol se filtraba a través de las cortinas semiabiertas, llenando la habitación de una luz cálida y suave. Liv abrió los ojos lentamente, parpadeando mientras se acostumbraba al brillo matutino. Por un momento, estuvo desorientada. La habitación no era la suya, y el suave olor a madera y un toque de colonia masculina confirmaron su sospecha: seguía en el dormitorio de Minho.

Se giró ligeramente y lo vio. Minho estaba profundamente dormido, con una mano descansando sobre su abdomen y la otra medio escondida bajo la almohada. Su cabello, siempre perfectamente peinado, estaba desordenado, y una suave expresión relajada adornaba su rostro. Liv no pudo evitar rodar los ojos. ¿Incluso dormido tenía que lucir tan perfecto?

Mientras trataba de procesar los eventos de la noche anterior, el sonido de su teléfono vibrando en la mesita la sobresaltó. Liv se estiró para alcanzarlo y vio un mensaje de Q:

—Q🫶🏻: Buenos días, reina del drama. ¿Estás viva o Minho ya te ha sacado de quicio? Detalles. Ahora.

Liv bufó suavemente, una sonrisa divertida asomando en sus labios. Escribió rápidamente una respuesta:

—LIVIEE😘:Estoy bien, gracias por preguntar. Y no, no estoy muerta, aunque quizá quiera estarlo si Minho sigue roncando como anoche.

Guardó el teléfono y se levantó con cuidado, intentando no hacer ruido mientras recogía su ropa del suelo. Sin embargo, cuando se acercó a la puerta, una voz conocida interrumpió su intento de escape.

—¿Ya te vas? —la voz de Minho sonó ronca y somnolienta detrás de ella. Liv se detuvo, girándose para verlo mientras él se incorporaba en la cama, apoyado sobre un codo. Su cabello estaba más desordenado que antes, pero su sonrisa seguía siendo igual de arrogante.

—Necesito café —respondió Liv con naturalidad, cruzándose de brazos. —¿O pretendes que me quede aquí eternamente?

Minho arqueó una ceja y, sin apartar la mirada de ella, dijo con tono bajo: —No sería tan mala idea. He esperado mucho para que estuvieras aquí, ya sabes.

Liv parpadeó, claramente sorprendida por su confesión. —¿Esperado? —preguntó, intentando mantener su tono neutral. —¿De qué estás hablando, Minho?

Él suspiró, pasándose una mano por el cabello. —Olvídalo. Solo digo que tal vez deberías considerar quedarte un poco más. No todos los días compartimos treguas como la de anoche.

Liv rodó los ojos, aunque una pequeña sonrisa traicionó su expresión de indiferencia. —¿Otra vez con eso? Mira, gracias por el "hospitality", pero de verdad necesito café.

—Bien, pero no olvides que esta conversación no ha terminado —dijo Minho, señalándola con un dedo mientras ella se giraba hacia la puerta.

Q, sentado en el sillón de la sala, observaba en silencio con una botella de agua en mano. A pesar de su ligera resaca, no podía evitar notar la expresión extraña de Kitty cuándo entró al lugar.

—¿Todo bien? —preguntó, arqueando una ceja.

Kitty se incorporó lentamente, su cabello completamente desordenado. Se quedó en silencio por un momento antes de suspirar profundamente. —Tuve un sueño raro,—murmuró, evitando su mirada.

Q ladeó la cabeza, claramente intrigado. —¿Raro cómo? ¿Raro de “no recuerdo qué pasó anoche” o raro de “esto necesita interpretación sexual”?

Kitty se cubrió el rostro con las manos, dejó escapar un sonido de frustración y luego habló rápidamente. —Raro como… soñé que Liv y yo nos besábamos. ¡Como en la fiesta que fie un accidente, bueno, no exactamente! Pero en el sueño… no sé. Fue… ¡extraño!—

Q se quedó boquiabierto por un momento antes de recuperar la compostura. —¿Quieres decir que estás procesando el beso accidental de la fiesta?— Su tono era neutral, aunque sus ojos brillaban con algo parecido a la diversión.

Kitty se desplomó en el sillón, cubriéndose con una almohada. —¡Fue un accidente! Pero… no sé. Desde entonces, las cosas se sienten diferentes. ¿Crees que Liv lo recuerde? ¿Crees que lo esté pensando también?—

—Por supuesto que lo recuerda,—dijo Q con una media sonrisa. —Liv no es del tipo que olvida cosas importantes. Pero, ¿debería preocuparme por esta nueva “dinamica de sueños sexuales ”?

Kitty sacó la cabeza de debajo de la almohada, mirándolo con los ojos entrecerrados. —No hay ninguna dinámica de sueños sexuales. Fue solo un sueño.

Antes de que Q pudiera responder, se escuchó el sonido de una puerta abriéndose. Ambos se giraron hacia el pasillo justo cuando Liv salía del dormitorio de Minho, vistiendo una bata que claramente le pertenecía a él. Su cabello estaba ligeramente desordenado, pero su rostro mostraba una mezcla de tranquilidad y resolución.

Kitty y Q se quedaron en silencio mientras Liv avanzaba hacia ellos. Cuando finalmente los notó, sus mejillas se tiñeron de un leve rubor, pero mantuvo la cabeza en alto.

Q fue el primero en hablar. —¡Oh, vaya! Mira quién decidió visitarnos.

Liv rodó los ojos, aunque su sonrisa delataba cierto nerviosismo. —Buenos días a ustedes también.

Kitty trató de mantenerse neutral, aunque era evidente que tenía mil preguntas acumulándose. Fue Q quien tomó la iniciativa, cruzándose de brazos mientras miraba a Liv con una expresión mezcla de curiosidad y satisfacción.

—Lo sabía,—dijo con un tono solemne. —Sabía que esto iba a pasar. Minho y tú estaban destinados a esto desde el principio. Solo era cuestión de tiempo.

Liv frunció el ceño, aunque una sonrisa juguetona apareció en sus labios. —¿En serio, Q? ¿Vas a sermonearme esta mañana?

—Por supuesto que sí,—respondó él, inclinándose ligeramente hacia adelante. —Pero también tengo que decir que estoy impresionado. No creí que Minho tuviera el valor. Felicidades, Liv.

Kitty, que había estado en silencio hasta ahora, finalmente intervino. —¿Entonces… ustedes dos…?

Liv suspiró, llevándose una mano al cabello. —Es complicado, pero… sí, algo está pasando entre nosotros. Y antes de que me lo digas, Q, sé que es una locura. Pero también siento que es lo correcto. Todavía no es super oficial pero te avisaré de todo.

Q sonrió ampliamente. —No voy a detenerte. Solo asegúrate de que Minho no la arruine. Aunque… si lo hace, estaré aquí para decir "te lo dije" y ver Gossip girl hasta que seas una anciana

Liv negó con la cabeza, aunque su sonrisa no desapareció. Kitty los observó a ambos, sintiéndose como si estuviera viendo el inicio de algo grande. Pero también sintió una punzada de nerviosismo, recordando su propio sueño.

Antes de que pudiera regresar al cuarto, Minho apareció en la puerta, vestido con una bata que iba a juegocon la de Liv.

—¿Interrumpo algo? —preguntó con tono despreocupado, caminando hacia la cafetera.

—Nada que no puedas manejar —respondió Q con una sonrisa astuta.

Liv negó con la cabeza y suspiró. Sabía que el día apenas comenzaba, y con Minho, Q y Kitty alrededor, sería cualquier cosa menos tranquilo.

💌 。˚Después de marcharse del dormitorio de Minho, llamó a Charlie quien seguía en New York conociendo y viendo nuevas escuelas lo que era raro ya que Charlie amaba Corea camino junto a Madisson quien charlaba y charlaba y no dejaba de hablar sobre K-pop y blah blah que llego y se sentó

—Atención estudiantes sus preciosos aparatos digitales serán devueltos cuando termine la detención— dijo él profesor Lee con su tono serio—Desde aquí ocho horas y tienen que agradecercelo a su compañera Song-Covey— Liv miro confundida a su amiga —Así es ella me alertó sobre las travesuras de anoche

—¿Fuiste tú?— preguntó Minho molesto

—Esto podría ser divertido, como el club de los cinco ¿cierto?— cuestiono Kitty nerviosa viendo como todos negaban
El tiempo pasaba mientras Liv parecía quedarse dormida de no ser porque Minho le sonría divertido al recordar su broma de niños por lo que intentaba distraerse viendo a los demás hasta que si mirada cayó en Kitty qué la estaba viendo mucho ña verdad es que no habían hablado sobre su beso de la noche anterior y ella no tenía ninguna razón para contarle a nadie más sus miradas se separaron al oír la voz del profesor Lee

—Atención estudiantes parece que me necesitan en el gimnasio brevemente, Maddison Miller has demostrado ser de confianza estas a cargo mientras no esté porfavor asegurate de que estudien en silencio

—Si señor. Ya lo oyeron a estudiar — cuando el profesor se marchó sonrió —No es cierto, hagan lo que quieran pero tengan cuidado si no tendre que escapar por la ventana. Tú cuida la puerta qué no venga el profesor Lee— ordenó ella pero nadie e movió — ¿Qué alguno de ustedes se a quedado en detención el sábado y seguía la fiesta cuando el profesor salía del salón? Uhh son tan tiernos, ¡Andando!

Minho no lo dudo acercándose hacia la mesa de Maddison y Liv.

—Liv, ¿te importa si hablamos un momento? —preguntó, su tono calmado y amable.

Maddison lo miró con las cejas levantadas, un destello de sorpresa cruzándole el rostro. Antes de que pudiera decir algo, Liv se puso de pie, recogiendo sus cosas.

—Claro, no hay problema —dijo Liv, dirigiéndole a Maddison una pequeña sonrisa antes de seguir a Minho hacia un rincón más apartado de la sala.

Maddison frunció los labios, pero no hizo ningún comentario mientras los observaba irse. Se limitó a sacar su teléfono, ocultando cualquier señal de molestia.

Cuando estuvieron lo suficientemente alejados de los demás, Minho se volvió hacia Liv, sus ojos encontrándose con los de ella. Por un momento, pareció dudar, como si estuviera buscando las palabras adecuadas.

—Sabes, he estado pensando en muchas cosas desde anoche —comenzó, su voz baja, casi un murmullo. —Y no puedo dejar de pensar en nosotros, en lo que esto significa.

Liv cruzó los brazos, arqueando una ceja con curiosidad. —¿"Esto"? ¿Qué es "esto", Minho?

Él dejó escapar una risa nerviosa y pasó una mano por su cabello, un gesto que delataba su incomodidad. —"Esto" eres tú y yo. Lo que sea que está pasando entre nosotros. Porque, para ser honesto, nunca me había sentido así por alguien antes.

Liv lo miró fijamente, sus ojos buscando algo en su expresión. Finalmente, su rostro se suavizó, y ella sonrió ligeramente. —Minho, anoche fue… inesperado, pero también… no lo sé, especial. Nunca había pensado que tú y yo podríamos tener algo más que… bueno, ya sabes.

—¿Enemigos? —terminó él, esbozando una sonrisa traviesa.

Liv soltó una carcajada. —No sé si enemigos, pero definitivamente rivales. Siempre estábamos intentando superarnos, demostrando quién era el mejor en todo.

—Eso es lo que más me gusta de ti —confesó Minho, dando un paso más cerca de ella. —Eres intensa, apasionada, y no te rindes. Pero también tienes un lado dulce que casi nunca dejas ver. Y quiero ser la persona que pueda ver ese lado todos los días.

Liv lo miró con sorpresa, sus mejillas enrojeciéndose ligeramente. No estaba acostumbrada a que alguien hablara de ella de esa manera, con tanta sinceridad. Durante un momento, estuvo en silencio, procesando sus palabras.

—Minho, no soy fácil de manejar. Tengo mis defectos, y sé que a veces puedo ser un poco… complicada —admitió, bajando la mirada.

—Lo sé —dijo él suavemente, levantando su mano para colocarla debajo de su barbilla y levantar su rostro para que lo mirara. —Y no me importa. Porque también soy complicado. Pero creo que juntos podríamos ser… buenos el uno para el otro.

Liv lo observó, buscando algún indicio de duda en sus ojos, pero todo lo que encontró fue determinación y algo más profundo, algo que la hacía sentir vulnerable pero también emocionada.

—¿Estás diciendo que…? —comenzó, pero Minho la interrumpió.

—Estoy diciendo que quiero que seas mi novia —dijo directamente, su voz suave pero firme. Luego, con una sonrisa juguetona, añadió: —Te prometo que siempre habrá helado de fresa para ti y ya no más bromas dormida.

Liv soltó una risa suave, llevando una mano a su boca para no llamar la atención. —¿Eso es un soborno?

—Es una promesa —respondó Minho, inclinándose un poco más cerca. —Entonces, ¿qué dices?

Liv lo miró por un momento, como si estuviera considerando sus opciones, antes de asentir lentamente. —Digo que está bien. Pero si el helado de fresa no aparece, ¡rompemos!

Minho soltó una carcajada y, sin importarle las miradas curiosas de los demás, tomó su mano. —Trato hecho. —Antes de que Minho pudiera decir algo más Liv se había lanzado a sus labios estampandolos con alegría el quien sonrio en medio del beso

Antes de que pudieran decir algo más, Q y Florian, que estaban sentados unos asientos más atrás, se inclinaron hacia adelante, habiendo captado el momento.

—¡Por fin lo hicieron oficial! —exclamó Q, llamando la atención de algunos estudiantes cercanos.

Maddison levantó la vista, frunciendo el ceño. —¡Silencio! Si el profesor Lee viene tendré que escapar por la ventana.

Q rodó los ojos y volvió a inclinarse hacia Liv y Minho. —De todos modos, felicidades. Y, por cierto, Florian y yo también somos oficiales ahora.

Florian asintió, sonriendo ampliamente. —Es verdad. Aunque, a diferencia de ustedes, nosotros no necesitamos helado de fresa para mantenernos unidos.

Liv y Minho intercambiaron una mirada divertida antes de responder al unísono: —Lo que sea necesario para el amor.

Antes de que pudieran volver a compartir un beso el grito del chico que estaba vigilando los detuvo haciendo que Minho tomara la mano de su ahora novia para que se sentará junto a ella

—¡Ya viene!

—¡Tomen sus posiciones!— alertó Maddison viendo como su roomie se sentaba ahora con Minho

—Bueno señorita Miller parece que tuvo todo bajo control

—Fue un placer

—Hora de comer, anotenlo, denmelo lo antes posible. Siéntanse libres de estirar las piernas, los brazos, lo que necesiten estirar— Minho tomo la mano de Liv y caminaron juntos hacia la mesa de Dae— Tenemos una hora, solo una hora

—Se que ordenare para ti, si no te molesta además de que talvez después de esto vayamos por un helado — Hablo Minho un poco meloso recibiendo una mirada rara de Dae

—Dae ayúdame es mil veces meloso ahora que somos novios — señalo ella alzando sus manos juntas

—Me alegro por ambos— dijo Dae mientras terminaba de apuntar el pedido de Kitty

—Le gusta sin mayonesa — corrigió ella mientras Minho seguía de meloso besando su mejilla como si no se quisiera separar de ella
—Si te digo que si ¿dejaras tu melosidad?— Hablo ella mirándolo a los ojos Minho fingiendo estar ofendido

—Vamos Liv amas mi melosidad, ahora dejame elegir algo para los dos— el toco su nariz tiernamente qué hasta Liv se estaba suavizando

—Estudiantes pasaré lista antes de comer— anuncio el profesor Lee haciendo que el grupo de amigos se miraran entre ellos nerviosos al ver que Kitty y Yuri no habían vuelto de su investigación.

—Oye, no han regresado las van atrapar — susurró Dae hacia Q y Florian

—Lo tengo— dijo Florian dirigiéndose hacia el profesor Lee logrando distraerlo

—Señorita Miller esta a cargo— Liv sonrió al ver que el plan de su amigo había resultado

—Estudiantes pasaré lista —Hablo el profesor Lee quien casi delata que Kitty y Yuri ni estaban a lo que Liv le hizo una seña a Madisson pidiéndole que distrajera al profesor cosa que logró rápidamente Minho sonrió al ver como estaba su novia al ver su plan resultar

La heladería que Minho había elegido estaba ubicada en una callecita tranquila, lejos del bullicio del campus. Era un lugar pequeño pero acogedor, con luces colgantes y una vitrina que mostraba una variedad interminable de sabores.

—¿Siempre traes a tus citas aquí? —preguntó Liv mientras observaba los sabores, tratando de sonar casual.

—No siempre —replicó Minho, inclinándose hacia ella. —Solo a las importantes.

Liv sintió que sus mejillas se calentaban, pero disimuló mirando los helados. —Voy a fingir que no escuché eso. Ahora dime, ¿tienes alguna recomendación o voy a tener que elegir a ciegas?

—Fresa —dijo él sin dudar. —Confía en mí, es el mejor.

Liv pidió una bola de fresa, mientras Minho optaba por chocolate con menta. Se sentaron en una mesa junto a la ventana, donde una suave brisa nocturna les acariciaba el rostro.

—Entonces, ¿por qué fresa? —preguntó Liv tras probar su helado.

Minho se encogió de hombros, jugando con la cucharilla en su mano. —Es un clásico. Dulce, pero con el equilibrio perfecto. Me recuerda a ti.

Liv levantó una ceja, claramente incrédula. —¿A mí? ¿Dulce? Creo que me confundes con alguien más.

—Tal vez —admitió él con una sonrisa traviesa. —Pero hay algo en ti, Liv. Algo que me hace querer seguir conociéndote, incluso cuando me devuelves cada comentario con un golpe.

Ella lo miró en silencio por un momento, sorprendida de lo fácil que era bajar la guardia con él. Finalmente, sonrió, suave y genuina.

—Supongo que no eres tan insoportable como pensaba.

—Eso es un cumplido, ¿cierto? —preguntó Minho, inclinándose ligeramente hacia ella.

—No te emociones —respondió Liv, aunque su sonrisa permanecía. —Esto es solo un helado.

—Lo que digas mi novia mala —replicó él, con ese destello de confianza que la hacía odiarlo y admirarlo al mismo tiempo.

La noche continuó entre bromas, conversaciones sinceras y risas que parecían demasiado naturales para alguien que, hasta hacía poco, consideraba su enemigo. Y mientras caminaban de regreso al campus bajo las luces de la calle, Liv no pudo evitar pensar que, tal vez, solo tal vez, abrirse más a Minho no era tan mala idea después de todo.

ᵃᵘᵗᵒʳˢ ⁿᵒᵗᵉ
Hola ya se que actualizo o actualizaba cuando se me daba la gana pero comenten porfa no por el apoyo es que de verdad quiero saber sus opiniones es como yo sólita y las bolas de pasto del desierto 🧍‍♂️
Anyways les gustó o no?
No olviden que los amoo
Y no olviden votar y comentar 👻💕😘

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