Capítulo 52
El aroma de Yoongi se estaba volviendo tan intenso que la habitación ya olía por completo a Whisky.
A su lobo le encantaba.
Y a él aún más.
Pegó su rostro contra la entrepierna del mayor, olfateando justo al lado de esa dura erección que sostenía con su mano. El vello corto cosquilleo contra su nariz cuando tomó una bocanada profunda para llenar sus pulmones de esa esencia embriagante.
Delicioso.
Su lengua ansiosa ya no pudo esperar cuando recibió ese profundo gruñido que salía desde la garganta de Yoongi. Lamió la punta redondeada asegurándose de presionar su lengua contra el pequeño orificio que había ahí y que no dejaba de filtrar unos transparentes hilos de semen.
Y ya no pudo detenerse cuando sintió los largos dedos enredándose contra el cabello de su nuca.
Lamió y succionó aun cuando su garganta protestó un poco por ese largo pene que la estaba expandiendo.
¿Pero cómo podía detenerse cuando Yoongi estaba gruñendo de esa manera baja y profunda?
Ver a Yoongi perdido en el placer era siempre la mejor de las vistas.
Ver el lobo del mayor mostrándose detrás de ese par de ojos gatunos también le observaban, le encantaba a su lobo. Si antes su lado animal estaba dispuesto a esperar y cortejar, ahora estaba decidido a darle placer a su alfa.
Con su mano abrió aún más la pierna de Yoongi, lo suficiente para ver esa apretada entrada. Necesitaba volver loco de anticipación al mayor, verlo desesperado por su liberación y después perdido en la bruma de su orgasmo.
Su lengua y sus labios provocaban ese caliente pene duro hasta que escuchaba el ritmo cardíaco de Yoongi aumentar lo suficiente y, cuando creía que se iba a correr, después sacaba de su boca la erección del mayor para lamer hacia abajo donde esa entrada se contraía ante el primer toque de su lengua.
Yoongi gruñía cada vez que lo hacía y trataba de llevar la erección de nuevo dentro de su boca, pero él sólo follaba esa apretada entrada con su lengua hasta que el mayor solo se perdía en la sensación.
Estaba volviendo a ponerse duro solo por la voz ronca de Yoongi.
Él era quien ya no podía esperar por ver a Yoongi mientras se corría, el mayor siempre cerraba fuerte los ojos y aparecían arrugas en el puente de la pequeña nariz, pero la más delicioso era el sonido de ese gruñido profundo y retumbante que hacía vibrar el pecho del alfa y que llenaba sus oídos.
Su mirada se encontró con en el mayor y la retuvo ahí mientras su mano se comenzaba a mover con insistencia, justo como Yoongi lo había hecho antes. Cuando escuchó ese latido ajeno aumentar y sintió ese palpitar del pene contra su mano se detuvo.
— Córrete.
Semen caliente y espeso pintó ese abdomen duro y llenó su mano.
Miró hipnotizado cada segundo mientras el orgasmo atrapaba a Yoongi. Verlo subir y bajar de esa bruma que le atrapaba mientras se corría hizo que su lobo gruñera satisfecho.
Cuando esos ojos gatunos volvieron a abrirse y enfocarlo podía ver ese brillo lobuno invadiéndolos.
— Ahora estamos a mano, Yoongi-hyung.
La sonrisa traviesa que recibió como respuesta del mayor terminó de ponerlo duro.
— No quiero estar a mano.
Esos dedos enganchados en su cabello se apretaron con más fuerza y lo dirigieron hacia arriba, aunque claro que se aseguró de pasear su lengua por esos abdominales para probar el blanco semen que había quedado ahí. Lo retuvo en su lengua a la espera de encontrarse con esos labios de color rosa. El gruñido de Yoongi cuando sus labios y lenguas se encontraron hizo que su pene se contrajera. Mezclar sus salivas con el sabor de la corrida de Yoongi fue demasiado bueno, gruñó en medio del beso, encantado de cómo ambos peleaban por ser quien llevara ese intercambio. Sus manos tampoco estaban quietas, ambos tocaban la piel por debajo de la tela que las cubría, podía sentir las uñas cortas de Yoongi en su espalda, apretando e invitándolo a ir más cerca, aunque ya no había ningún espacio entre ellos.
Le encantaba estar frotándose de nuevo contra el cuerpo de Yoongi, tocarlo, olerlo y escucharlo, simplemente llenaba sus sentidos de la mejor forma.
Pero también se sintió posesivo.
De verdad le gustaba Yoongi y pensar que el alfa podría solo no querer enfrentar todo lo que podría traer el tener una relación de dos alfas lo hizo gruñir.
Cuando parpadeo solo se dio cuenta de que estaba mordiendo el cuello de Yoongi, evitó el área de la glándula de aroma, pero eso solo hizo que la mordida quedara más arriba, imposible de cubrir sin una camisa de cuello alto, se dio cuenta. Aunque ver esa marca enrojecer contra la piel pálida fue demasiado bueno.
Hasta que vio el rostro de Yoongi y se dio cuenta de lo que acababa de hacer. Esa expresión dominante que al mayor le podría disgustar.
Se miraron el uno al otro por bastante tiempo, sin decir ni una palabra, solo observándose, como si fuera una especie de reto para ver quien apartaba antes la mirada.
La disculpa estaba en la punta de su lengua, pero no salía ni una palabra a través de sus labios.
Al menos no me está empujando, pensó y se animo a creer que el mayor entendía lo que había hecho, después de todo Yoongi también era un alfa.
— Lo sie-
El movimiento de Yoongi hacia enfrente fue rápido. No fue a su cuello, pero los dientes se incrustaron justo debajo de su clavícula derecha y mordieron y succionado hasta que lo hizo gruñir.
Cuando el mayor se separó lo primero que hizo fue mirar en ese lugar. La marca enrojecida se notaba bastante, más que una simple marca de beso. Y por primera vez pensó en que no le gustaba sanar rápidamente.
El comportamiento de Yoongi las últimas veces siempre lo dejaba sin palabras.
Y muy excitado.
Ya quería enterrarse en ese cálido cuerpo.
Pero la diosa Luna realmente estaba poniéndoselo difícil.
El tono de llamada que tenía para Sunyoul llenó la habitación.
Mierda.
— Si contestas ahora solo dormiré.
Su mano se quedó suspendida sobre su celular por las palabras de Yoongi. Él alfa tenía el ceño fruncido, logrando verse muy lindo.
Realmente lindo.
— Es Sunyoul. ¿Y si pasa algo con Soo-il hyung y el cachorro?
Yoongi también miró la pantalla iluminada del celular, ahora preocupado. Ya era bastante tarde, casi la una de la mañana, así que solo tenía que ser algo importante.
— Entonces contesta ahora.
Estaba sonriendo cuando finalmente logo separarse un poco de Yoongi, aunque su cuerpo sólo quería volver a tener esas piernas enredadas con las suyas.
Su pene no iba a ceder pronto.
— ¿Sunyoul?
— Hyung, perdón por despertarte, pero de verdad necesito tu ayuda.
Dudó unos segundos sobre poner el altavoz, quería que Yoongi escuchara si le sucedía algo a Soo-il, pero a la vez quería evitar que oyera si era algo de verdad malo.
— ¿Qué pasa?
— ¿Podrías llamar al hermano de Soo-il? No tengo su número y Soo-il no quiere molestarlo, pero de verdad necesita de su hermano mayor.
Los ojos preocupados del mayor no habían apartado la mirada. Así que finalmente puso el altavoz para que escuchara.
— Soo-il hyung necesita a Yoongi-hyung? ¿A esta hora? ¿Esta todo bien?
— Esta bien, pero esta llorando y no puede dormir. — Podía escuchar lo mucho que le dolía a su hermano tener a su omega en ese estado. — Cuando llegamos de la boda de nuestros amigos dijo que quería el postre que le preparaba su hermano, compramos todo para hacerlo y ya lo hizo tres veces pero dice que no le gusta, él solo quiere el que prepara s-su hermano. Ha llorado un poco porque dice que no le sale igual pero cuando le sugerí que lo llamara dijo que no quería molestarlo por un simple antojo. Q-Quería llamarlo directamente pero Soo-il no me dejó ver el número. ¿Podrías llamarlo y preguntarle su puede venir?, s-se que es tarde pero puede dormir aquí si así lo quiere. De verdad no quiero que Soo-il este así de triste.
Su mirada fue a Yoongi, el mayor solo asintió y ya estaba levantándose de la cama para ponerse la camisa que nunca se ponía para dormir.
— Vamos para allá. Llevaré a Yoongi-hyung en mi auto para poder llegar más rápido.
— ¿No se molestara por despertarlo?
— Es por su hermano, estoy seguro de que no le importa.
Ahora era Yoongi quien caminaba de un lado al otro entre la habitación y el baño.
— …Hyung, ¿esta Yo-Yoongi-ssi contigo? — Yoongi dejó de moverse. — Escuchó a alguien moverse. ¿Estaban teni-
— Sunyoul, deberías de tratar de consolar a Soo-il hyung mientras llegamos.
— Si, debería, puedo oler que esta triste. — Debería de colgar antes de que su hermano dijera algo de más. — Pero le puedes decir a Yoongi-ssi que no se preocupe por que diga algo a Soo-il sobre la relación de ustedes, aun no le he dicho nada. — Sunyoul, hermanito, cállate. — Además de que no pienso que se algo malo que estén dos alfas juntos.
Su hermano de verdad no captó la indirecta cuando lo interrumpió antes. Ahora solo podía evitar la mirada de Yoongi mientras se despedía de su hermano y terminaba la llamada.
— ¿Le dijiste a Sunyoul?
Oh, esa mirada no era amistosa.
El alfa tenía los brazos cruzados frente a su pecho y la ceja alzada.
— No le dije… Él lo descubrió por su cuenta… Pero puede que antes de que durmiéramos juntos le confesara que quería tener sexo contigo y después él dedujo que ya nos habíamos acostado. — Aunque claro que él no negó eso cuando habló con Sunyoul. No había podido mentirle. — Mi hermanito es muy listo, él siempre sacaba buenas notas y-
— ¿Desde cuando sabe?
— Dese esa vez que comimos los cuatro juntos con tu mamá. — Comenzó a acercarse al mayor, iba un poco despacio, incluso sus movimientos fueron lentos cuando rodeó la cintura del mayor y los acercó. — Cuando Soo-il hyung se devolvió a hablar contigo.
Esos ojos gatunos lo miraron atentamente, con un brillo intenso en ellos.
— Hablamos después. Ahora vámonos.
— Pero continuaremos donde nos quedamos cuando volvamos de casa de Sunyoul, ¿no?
Su lobo finalmente había cedido, y de verdad, realmente, quería estar en ese interior caliente y apretado. Ahora no podía dejar de pensar en ello.
Pero esa mirada de Yoongi le dijo que no sería tan fácil.
El mayor señaló su cuello, donde antes lo había mordido. La marca ya era de un rojo intenso.
— Lo pensaré.
Mgh.
Finalmente su lobo había dejado de ser un impedimento, pero al parecer aún pasaría un poco antes de que su pene pudiera estar dentro del cuerpo de su alfa.
Le dio bastante miedo ver a su hermano correr hacia abajo en las escaleras cuando escuchó que estaba ahí, pero Sunyoul se adelantó en encontrarlo a medio camino.
— ¡Hyung!
El omega corrió a sus brazos. Aún no podía oler el embarazo en Soo-il, pero sabía que en solo unas semanas el dulce aroma le avisaría a todos alrededor que estaba esperando un cachorro.
— S-Se que dijiste que no lo llamara, gatito, pe-pero estabas tan triste y no quería verte así.
Sunyoul también lo miró a él mientras se disculpaba, pero en realidad estaba muy agradecido con el alfa que se preocupaba tanto por su hermano.
Aunque interrumpiera justo cuando al fin íbamos a comenzar.
Le mintió por completo a Jungkook cuando dijo que lo pensaría. El menor no era el único que había esperado.
— Soo-il, nunca me molestaría que me hablaras, sin importar la hora. ¿Entiendes?
Su bajito hermano le dio una de esas sonrisas que coloreó las mejillas de rosa y asintió de manera adorable.
Le encantaba demasiado poder ser quien recibía de nuevo esos gestos que no habían cambiado ni un poco desde que su hermano era un pequeño cachorro.
Besó la frente del menor y Soo-il y lo abrazo un poco más apretado antes de soltarlo.
En la cocina ciertamente había evidencia de que su hermano había cocinado. Los tres postres que preparo aún estaban sobre la mesa, los tres tenían solo una pequeña cantidad faltante y lo demás intacto. Aunque en realidad lucían bastante bien.
Se preguntaba por qué a su hermano no le había salido un postre tan sencillo que sólo le tomó a él unos pocos minutos. Incluso le puso nervioso que quizás el paladar de su hermano estuviera cambiando por el embarazo, y no quería que también su postre dejara insatisfecho al omega y sin poder dormir porque siguiera triste.
Estaba tan nervioso que estúpidamente se preguntó porque llevaba una camisa de cuello alto de Jungkook, solo quería quitarla, pero ese lugar en su cuello pulsó fuerte, como si le quisiera recordar que estaba ahí como muestra de ese lado dominante de Jungkook.
Le tomó por sorpresa cuando el menor lo hizo, pero su lobo ni siquiera se sintió amenazado, gruñó más por costumbre de sentir una respiración cerca, pero en realidad su instinto no se había movido. Algo le decía que Jungkook ni iba por su glándula de aroma. Y no se había equivocado. Incluso las ganas de ver su propia marca en la piel de Jungkook llegaron con fuerza.
Ya estaba esperando a volver al departamento…
Tengo que dejar de pensar en eso.
Su pene brincó un poco entre la tela de sus bóxer. Si sus pensamientos seguían solo terminaría excitado y los tres que estaban con el en la cocina podrían notarlo. Agradecía haber puesto neutralizador. Incluso se quedó callado cuando Jungkook comenzó con una mentira en el momento que Soo-il preguntó. No fue agradable formar parte de la mentira a su hermano, pero aún estaba pensando como decirle. Ni siquiera sabía que esperar aunque ya había imaginado varias reacciones.
Solo quería evitar que su hermano reaccionara mal.
Había pasado tanto tiempo desde que podía estar al lado del menor, despreocupado por decir algo incorrecto. Incluso solo estar sentado ahí mientras su hermano llenaba sus mejillas del postre que acababa de preparar, le hacia feliz, sobre todo porque su hermano parecía feliz también mientras lo comía.
— Es el mejor, gracias hyung.
Volvió a morar los postres que estaban abandonado un poco más enfrente de él, estaba curioso.
— ¿Puedo probar uno, Soo-il?
— Claro, pero de verdad no saben bien — dijo su hermanito con un puchero que desapareció de inmediato cuando llevo otro bocado más a su boca.
De verdad se veían muy bien, no entendía que podían tener de malo. Y es que no lo tenían. Estaban absolutamente increíbles.
Miró a su hermano comiendo feliz y su corazón se alegró cuando entendió que el omega solo quería que lo preparará él.
Beso la sien del menor mientras esté seguía comiendo alegremente, su corazón latía feliz en su pecho.
— Hyung, ¿te quedaras a dormir? Ya es tarde, y mañana aún es fin de semana, deberían de quedarse ambos y podemos desayunar juntos.
Limpio la mejilla de su hermano, desde pequeño siempre manchaba el mismo lugar, aún se preguntaba como llegaba la cómoda hasta ahí.
— Creí que solo había una habitación libre.
— Mmm, si. — Su hermano miró a la sala, con el ceño fruncido por un momento. — Pero uno puede quedarse en el sofá, es bastante cómodo y grande.
— Yo lo tomaré, Soo-il hyung.
Miro a Jungkook con una ceja alzada. Al menor le gustaban las comodidades, ¿realmente se estaba ofreciendo a dormir en un sofá cuando la cama donde normalmente dormía era cuatro veces más espaciosa que eso?
— No, yo dormiré en el sofá. Tu eres más alto, tus pies quedarán colgando fuera.
— Pero, Yoongi-hyung, tu eres más viejo.
Gruñó.
Ahora no habría ni un poco de remordimiento en su conciencia.
— Bien, yo me quedo en la habitación — dijo gruñendo mientras escuchaba como Soo-il y Sunyoul trataban de esconder sus risas.
Definitivamente no se arrepintió de tomar la cama. De todas maneras Jungkook en realidad no tenia intenciones de dormir en el sofá, solo dos minutos pasaron desde que el se acostó en esa cama desconocía cuando la puerta se abrió silenciosamente y el alfa menor apareció.
— No te preocupes, no haré nada… que no quieras, Yoongi-hyung.
Aventó una de las almohadas con fuerza, pero Jungkook solo la atrapó y se metió a la cama sonriendo.
Incluso lo besó cuando trató de hablar.
— Me iré al sofá antes de que Soo-il hyung se despierte.
No dijo nada más.
De todas manera el menor no escucharía.
Y tampoco le parecía malo tenerlo ahí.
Estaría bien… mientras recordará que no podían hacer nada más que dormir.
Pero estaba resultando ser una prueba porque podía sentir el pene del menor duro contra su pierna.
Ojalá no olvide donde estoy.
Manos acariciando su pecho fue la causa de que su sueño se fuera.
La luz del sol lastimó sus ojos y le hizo ver borroso, pero no necesitaba ver para saber que se trataba de Jungkook.
Reconocía ese toque.
Reconocía ese aroma excitado.
Sus manos buscaron el cabello largo y grueso para enredarse entre las hebras azabaches y atraer lo más cerca.
Sus labios se movieron solos cuando sintió los contrarios.
Sus piernas también apresaron al menor entre ellas para frotar su erección contra la entrepierna de Jungkook, que estaba en las mismas condiciones.
Finalmente.
Habían pasado días desde la última vez que tuvieron sexo y la idea de masturbarse no le atraía, así que había esperado por lo que parecía una eternidad y ahora no podía quedarse con las ganas.
— ¡Gatito, espera!
Un grito fue la única advertencia que tuvieron, pero no lograron desenredarse antes de que la puerta se abriera y Soo-il apareciera.
La sonrisa traviesa de su hermano desapareció lentamente mientras asimilada lo que estaba viendo. Y probablemente él estaba igual de perdido mientras Jungkook se alejaba y ambos salían de la cama.
Su corazón ensordeció sus oídos mientras esperaba por lo que su hermano diría o haría. El miedo lo estaba llenando ante la posibilidad de que Soo-il quisiera alejarse de nuevo justo cuando comenzaban su relación de hermanos una vez más.
Y su temor fue más grande cuando el ceño de su hermano se frunció.
Aunque en realidad estaba mirando a Jungkook.
— ¿Qué le estabas haciendo a mi hyung?
No solo él se sorprendió.
Jungkook y Sunyoul también miraban al único omega de la habitación con confusión en sus rostros.
Soo-il camino con paso fuerte hasta donde estaba él, pero en lugar de enfrentarlo parecía que lo estaba cubriendo, como si fuera un escudo entre Jungkook y él.
— Sunyoul ya me dijo que tus feromonas funcionan solo con alfas. Estabas usándolas contra mi hyung.
Bueno…
Nunca habría podido pensar en esa reacción.
Lo sé lxs deje con las ganas de que Jungkook y Yoongi al fin se desahogaran🤣🤣. Pero el celo de Yoongi ya está a la vuelta de la esquina, así que sean pacientes 🤭🤭
Lxs quiero Makis y perdón por la hora, pero juro que me puse a publicarlo en cuanto llegue a casita. Dulces sueños 💜
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