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Capítulo 48

AzucenaPerez551, gracias por entender la espera lindura

JMarin383, gracias por siempre esperar 😊

¡Lina8425, no quería ser como un novio tóxico 😭😅!

GabrielaChigo3, preciosa gracias por los ánimos.

adriVal56, no llores que yo también lloro 😭

Eiddenzz, aquí esta la actualización 😉

Esta no es otra canción de amor, cariño
Es mi forma de tantear el terreno
Todas las ideas en mi cabeza están volviéndose locas
Voy a confiar en mi corazón ahora mismo

Y si es mejor apostar por nosotros
Entonces me la juego al doble
Y si terminamos en la cama
Y sacó las mantas
Y si me equivoco
Solo enterraré mi cabeza profundo
Necesito saber

¿Sientes la emoción?
Si es así, entonces creo que sé lo que está pasando
¿Y si nos estamos enamorando?
Di sí o no, sí o no, sí o no
¿Estás pensando en nosotros?
Si es así, entonces creo que sé lo que está pasando
¿Y si nos estamos enamorando?
Di sí o no, sí o no, sí o no

Yes or No - Jungkook

— ¡Mierda!

En su prisa por contestar su celular había casi pisado la cola del gato, pero es que jamás pensó que el tono que tenía solo para Soo-il sonaría tan temprano por la mañana.

El molesto gato de pelaje azabache le maulló fuerte, lamiendo indignado la larga cola que su zapato ni siquiera llegó a tocar.

— De los dos yo fui el que se golpeó en la mano, no entiendo tu molestia.

Le gruñó al pequeño felino pero este solo le siseó y se fue con su trote lento y elegante. Ignoró al orgulloso minino para contestar la llamada de su hermano, estaba un poco nervioso por que sus palabras no saliera y fuera incómodo de nuevo.

Aunque ni siquiera tuvo que pensar en cómo saludar.

¡Hyung! ¡Necesito que vayas con Jungkook!

La alarma en la voz de su hermano y el nombre de Jungkook en esa oración ya lo tenía caminando a la puerta de la suite.

— ¿Qué sucede, Soo-il? ¿Qué pasa con Jungkook?

Te explicare bien una vez que vengas, al hospital, te mandare un mensaje con la ubicación.

— ¿Hospital? ¿Estas enfermo? ¿Herido?

Presionó el botón del ascensor con más insistencia, aunque sabía que eso no persuadiría a la metálica caja de ir más rápido a su piso, pero sus manos estaban siguiendo el frenético ritmo de su latido.

Estoy bien y Sunyoul también lo esta, pero Jungkook no me dejo decirle eso y ahora no me contesta el celular. — Su hermano suspiro, se escuchaba cansado, muy cansado. — Anoche le dispararon a Sunyoul mientras rescataba a alguien, pero esta completamente bien, solo le hablaba a Jungkook para avisarle pero comencé diciéndole lo que pasó y solo me colgó y ya no pude comunicarme con él. No se que tan alterado está pero no se si esta bien como para manejar. Hyung, ¿puedes asegurarte de que este bien?

El tenía una idea de lo alterado que estaba, con solo escuchar que Soo-il estaba en el hospital se asustó demasiado.

— Yo me aseguraré de que este bien.

Gracias hyung… Mmmh, también, cuando estés aquí, tengo algo que decirte.

¿Soo-il tenía algo que decirle?

— Esta bien. Llegáramos pronto.

B-Bien.

Apenas terminó la llamada, estaba llamando a Jungkook. Ni siquiera sabía si tenía que ir al penthouse o si el menor ya estaba en el estacionamiento. Y no podía perder tiempo, si estaba tan alterado como el se había sentido a los primeros segundos de su llamada con Soo-il, entonces Jungkook no podía encontrarse mejor.

Contesta.

Casi había pasado una semana desde que se fue casi huyendo del menor. En el trabajo se veían, pero Jungkook en realidad ni siquiera intentó acercarse a él… Incluso evitaba mirarlo.

De nuevo se sentía como que todo a su alrededor estaba cambiando y la sensación no fue placentera.

Yoongi-hyung…

¡Contestó!

— ¿Dónde estás?

Justo a tiempo, pensó cuando las puertas del ascensor se abrieron frente a él.

En el estacionamiento.

Mierda, no está bien.

La voz de Jungkook se escuchaba tan apagada, tan diferente a lo habitual que la urgencia volvió a hacer que su corazón latiera acelerado.

— Bien, no te muevas de ahí, espérame, ya estoy bajando en el ascensor.

Tengo que irme… Sunyoul…

— Lo sé. Soo-il me dijo lo que pasó. Yo te voy a acompañar, iremos a ver a Sunyoul, solo espérame, ¿si?

La respuesta tardó en llegar, pero podía escuchar la respiración de Jungkook a través del celular. Sus ojos no dejaban de mirar el descenso del elevador como si eso fuera a ayudar a que llegara más rápido.

 — Esta bien. Te esperaré, Yoongi-hyung.

— ¡Jungkook!... Eh… — Mierda, no tengo nada que decir, pero no cuelgues. — … Sunyoul, el está bien, Soo-il dijo que no le diste la oportunidad de decírtelo.

¿Realmente esta bien?

— Soo-il no bromearía con algo así, es su alfa, si Sunyoul no estuviera bien estaría tan alterado como tú.

Solo unos pisos más.

— Quiero ver a Sunyoul.

— Lo sé, quieres asegurarte con tus propios ojos que esta bien y eso harás. Nadie va a impedir te que lo veas. — Solo no manejes si estas alterado. — También tengo un hermano menor, ¿recuerdas? Sé lo mucho que quieres ver al tuyo en este momento después de escuchar lo que pasó y yo haré que lo veas y te asegures que esta bien.

No escuchó una respuesta, pero no necesitaba una. Ahora ya no era necesario mantener a Jungkook en el teléfono porque ya estaba saliendo del ascensor.

Tampoco tuvo que preguntar donde estaba, el rastro en el aire del aroma de Jungkook aún permanecía, intenso como siempre, sin llegar a ser molesto.

Corrió los últimos pasos cuando logró verlo frente a su auto.

Fue una buena idea no dejarlo conducir.

Los iris de Jungkook eran dos anillos de un intenso color carmesí. Estaba tan alterado que su lobo lo gobernaba en ese momento.

En ocasiones así, era común que un omega usará sus feromonas para calmar a un alfa, pero a Jungkook no le agradaba las feromonas omegas.

Y dijo que le gustaba mi aroma.

Su aroma se extendió rápido, buscando envolver al menor para calmar al lobo. Aunque no esperaba la reacción de Jungkook, dejó que el más alto envolviera los brazos en su cintura y enterrara la nariz en la curva de su cuello.

Se sintió extraño reconfortar a alguien, su mano deslizándose por la espalda de Jungkook parecía torpe y no tenía ningún ritmo. Era malo en tratar de consolar a alguien, pero su lobo estaba intranquilo con ese aroma a tristeza que emanaba del menor.

— Sunyoul esta bien… — Ya le dijiste eso, tonto. — … Me contaste que te curas mucho más rápido que un alfa normal, eso también aplica para tu hermano, ¿no?

—  … Si.

— Entonces puedes creer en lo que dijo Soo-il, Sunyoul esta fuera de peligro.

El suspiro de Jungkook contra su cuello erizó su piel. Habían pasado seis días desde que habían estado tan cerca, pero su cuerpo aún recordaba el de Jungkook

— Yo… solo lo olvide cuando escuché que le dispararon… Ahora es mi única familia, es todo lo que tengo y no quiero que le pase nada.

— No le pasará nada… Sunyoul es tan fuerte como su hermano mayor.

¿Era extraño que supiera que Jungkook estaba sonriendo aún si no podía ver su rostro?¿Cómo podía estar tan seguro de las reacciones del menor?

Aún cuando todo lo que hizo el alfa fue frotar la punta de la nariz más cerca de su piel, en su mente,  Jungkook estaba sonriendo.

— Me gusta tu aroma, Yoongi-hyung… Lo extrañaba.

Estando tan cerca, Jungkook podría llegar a sentir como su ritmo cardíaco aumentaba. Por eso lo empujó ligeramente.

— … Dame las llaves del auto. Yo conduciré.

Solo extendió la mano, sin mirar al más alto, ya era vergonzoso que su rostro se sintiera caliente, sabía que su rubor era más que notorio. Por eso prácticamente corrió al auto cuando las llaves fueron dejadas en su mano.

Su plan había sido conducir en silencio hasta el hospital. Quería evitar cualquier otra conversación con Jungkook, aún más si era una que los llevara de nuevo a lo que pasó la última vez que estuvo en la habitación del menor.

Pero a pesar de que era una persona a la que le gustaba el silencio, ese no fue cómodo en lo absoluto. Tampoco el hecho de que Jungkook seguía comportándose como lo hacía en el trabajo, evitaba mirar en su dirección. El menos miró por la ventana todo el tiempo y no dijo ni una sola palabra, ni intento bromear.

Eso debería ser lo mejor, pero le hizo sentir inquieto.

Antes de siquiera pensarlo, sus labios estaban moviéndose.

— Mi mamá aun espera por el postre que le prometiste… dijo que le llevarías-

— Un pastel de fresas. No lo he olvidado… — Bien, si quería romper el silencio lo había logrado, igual que tener la mirada de Jungkook sobre él. — Yo fui a la pastelería hace unos días y lo compré … pero no creí que te gustaría verme, por eso lo comí en lugar de llevárselo.

Mierda, por eso debías de mantener la boca cerrada.

— Haré que alguien del hotel se lo lleve la próxima vez.

El silencio llegó una vez más.

Ya había obtenido una respuesta y Jungkook no comenzó a hablar sobre lo que pasó la última vez, así que ya tenía que callarse y solo conducir.

— Solo llévaselo tú, a mi mamá le gusta que vayas.

Y yo también estaría bien con que fueras siempre que no vuelvas a decir lo de la última vez.

En ese momento se asustó por el intenso dolor en su pecho cuando su corazón comenzó a latir como loco. Nunca había sentido algo tan intenso, y le dio miedo.

Que te gustara alguien no debería ser así… porque si se ponía así de nervioso con solo escuchar esas palabras… estaba en problemas… Por más que lo había pensado, no veía una diferencia entre como se comportó su madre al perder a su alfa y lo fatal que se sentiría él si es que esas palabras de Jungkook fueran solo un juego que lo ilusionaron al punto de entender que de verdad le gustaba el mocoso mimado y arrogante que invadía su espacio en la más mínima oportunidad.

— Bien, la próxima vez se lo llevaré.

Esperaba poder preparar su corazón para cuando eso pasara, porque volver a estar cerca del menor ya estaba siendo abrumador

Ver a Jungkook finalmente tranquilo platicando con su hermano hizo que él también se relajara.

También había estado preocupado por Sunyoul, era el alfa de Soo-il y de verdad no quería que le sucediera nada.

— Hyung, ¿podemos hablar?

Cierto, Soo-il tenía algo que decir.

Su hermano menor tenía las mejillas ruborizadas y miraba hacia otro lado mientras esperaba pos su respuesta.

— Claro. Vamos.

Solo avanzaron unos pasos cuando el monitor que indicaba el ritmo cardíaco de Sunyoul se puso como loco. El alfa estaba tratando de levantarse pero Jungkook lo estaba tomando por los hombros.

— Soo-il hyung…

— Lo sé, Sunyoul, no me alejaré mucho. Además hyung me va a cuidar. Vamos a estar bien.

Fue extraño que lo incluyera en la frase, a Sunyoul solo le importaba Soo-il. Pero el alfa menor aún así asintió y lo miró suplicante.

Sabía lo que le pedía sin necesidad de palabras.

Cuida a Soo-il.

Quizás por estar en recuperación estaba siendo más sobreprotector, pero igual le gustaba que quisiera tanto a Soo-il.

Asintió para responderle a Sunyoul, este solo espero su respuesta para dejar que Jungkook lo empujará de nuevo contra la cama.

Después de salir de la habitación, realmente no fueron muy lejos, solo hasta que alcanzaron el siguiente pasillo donde había unas máquinas expendedoras.

Soo-il comenzó a mirar hacia todos lados, las mejillas cada vez más rojas y las manos inquietas acomodando una y otra vez la ropa.

De nuevo se puso impaciente, pero igual espero a que su hermano hablara.

— Yo me enteré de algo hoy… en la madrugada… me hicieron unos estudios aquí en el hospital.

— Pero dijiste que estabas bien. — Se acercó, sus manos se extendieron tratando de apoyarse en los hombros de Soo-il, pero las detuvo a medio camino y volvió a retroceder, temiendo poner incómodo a su hermano. — ¿Estas enfermo?

Soo-il negó, estaba Mordiendo su labio inferior cuando finalmente lo miró a los ojos.

— Estoy... esperando u-un cachorro…

Su labio tembló. Quería sonreír. Quería decir lo mucho que se alegraba. Quería abrazar a su hermano y felicitarlo.

Pero… ¿podía hacerlo? ¿Soo-il se lo permitiría?

Igual no puedes quedarte callado, pensara que no te alegras por él, se recordó mentalmente.

— … Estoy… feliz por ti… y por Sunyoul… realmente feliz…

Estaba seguro que el rostro serio que mantenía no concordato con las palabras que estaba diciendo, pero una lágrima traicionó su aparente serenidad y pudo sentirla deslizándose por su mejilla.

Soo-il también lo vio y le sorprendió cuando se arrojó a sus brazos enterrando el rostro en su pecho.

— ¿Realmente te alegras?

Tonto, lo estás haciendo dudar.

— Lo siento… yo siempre trató de controlar lo que siento… lo hago desde hace tanto tiempo que me reprimo aún cuando no debo de hacerlo. Pero yo estoy realmente feliz por ti, los cambios siempre me desconciertan y me incomodan, pero verte formar una familia con alguien que te ama tanto solo me hace feliz.

Apretó el cuerpo delgado de Soo-il cuando le devolvió el abrazo. Se sentía tan bien abrazar a su hermano, quizás habían pasado demasiados años desde la última vez que lo hicieron pero su cuerpo y su lobo lo recordaban y lo recibieron con la misma familiaridad como si lo hubieran seguido haciendo. Enterró su nariz en el cabello suave del menor y aspiro ese fresco aroma familiar.

— Hyung, no se porque comenzaste a actuar de esa manera, y no se si hay una justificación detrás de ello, pero ya no puedes hacerlo más. — Las manos de su hermano se apretaron aún más a su alrededor. — Quiero que mi cachorro tenga a su tío cerca, quiero poder visitarlos a ti y a mamá sin temer. Así que ya no puedes volver a hacer algo así.

Ya no pudo contener las gotas que comenzaron a deslizarse por sus dos mejillas.

— Lo siento tanto, Soo-il… No importa la razón por la que me comporte así, simplemente fui un idiota por hacerlo… te podría pedir perdón hasta el día de mi muerte y se que eso no bastará… pero luchare por que recuperemos al menos un poco de la relación que teníamos antes. — Besó la cima de la cabeza de su hermano, sus lágrimas aún no se detenían, probablemente no lo harían en un rato porque había pasado mucho desde la última vez que les permitió salir, siempre quería ser un alfa fuerte en cualquier circunstancia, aunque en ese momento no lo aparentara. — Te lo prometo, cachorro… Supongo que ya no te puedo llamar cachorro ahora que estás esperando uno…

Sonrió a través de sus lágrimas y se dio cuenta de que Soo-il también hacia lo mismo cuando se separaron un poco. Solo ahora sentía la pequeña mancha húmeda en su camisa donde las lágrimas de su hermano habían caído.

Alcanzo las mejillas sonrojadas con cuidado y con sus pulgares quitó tanta humedad como pudo. Eso lo hacía mucho cuando Soo-il era cachorro por eso solo pudo sonreír feliz por el recuerdo y por poder hacerlo de nuevo sin miedo.

— Deja de llorar, Sunyoul pensará que te hice algo.

Su hermano le mostró esa tierna sonrisa que no había cambiado ni un poco a pesar de los años.

— No lo hará. Por eso solo venimos aquí, le dije que no me alejaría así que vine a donde pudiera escuchar donde estoy. Desde que se enteró del cachorro esta siendo sobreprotector.

Los sentidos de los Jeon aún eran desconcertantes. Sabía que eran mejores que los de cualquier alfa, pero por mucho que él se concentrará en poner atención solo podía escuchar el ajetreo de alrededor, le parecía imposible que estuvieran escuchando cuando estaban a dos habitaciones más allá. Pero Soo-il lo había dicho tan seguro de si mismo que comenzaba a dudar.

“El olfato de Sunyoul es mejor que el mío, pero mi audición es mejor que la de él.”

Eso le había dicho Jungkook. Incluso decía cosas extrañas relacionadas con su oído o con el olfato de Sunyoul desde que lo conoció.

Si Sunyoul puede escucharnos a esta distancia… ¿que tan buena es realmente la audición de Jungkook?

Ojala hubiera puesto más atención cuando el alfa se lo dijo.

— ¿Qué pasa, hyung?

Volvió su atención a su hermano. Quizás él sabría decirle pero no podía preguntarle en ese momento cuando sabía que Jungkook estaba escuchando.

Solo quería saber una cosa… porque puede que ya le hubiera dado una respuesta a Jungkook cuando el menor le confesó que le gustaba.

Pero… entonces, ¿porque lo había ignorado en el trabajo esos últimos seis días?

Entonces la audición de Jungkook no podía ser tan buena como para escuchar sus latidos… igual tenía que recordar preguntarle a Soo-il después.

— ¡Jungkook!

Después de seguir a Young-sun hasta donde era la sala de estar, la señora Min lo recibió tan entusiasta y feliz como siempre. Aunque Yoongi no podía ocultar su cara de sorpresa.

Después de visitar a Sunyoul en el hospital y enterarse de la feliz noticia de que su hermano tendría un cachorro no había parado de sonreír. Aunque también tenía que ver lo que le había dicho Yoongi. Había esperado con paciencia a que el mayor se volviera a acercar a él, después que salió huyendo no quería presionarlo y por eso tomó distancia, pero si Yoongi le había dicho que podía seguir yendo a la suit entonces finalmente se acercaría y hablaría con el mayor sobre su confesión. Tenía algunas cosas para decirle.

— Perdón por venir sin avisar, señora Min, pero Yoongi-hyung me dijo que aún esperaba el pastel de fresas, así que pasé por él después del trabajo.

Le entrego la caja a la omega mayor, ella y Young-sun fueron a la cocina a cortar el pastel después de agradecerle e invitarlo a sentarse. Obviamente fue directamente al sofá de dos plazas donde estaba Yoongi y se sentó dejando aún media plaza sobrante a su lado derecho mientras se pegaba por completo a Yoongi.

El mayor no perdió tiempo en gruñirle pero también su rostro se llevó de un sonrojo intenso y esos ojos gatunos evitaban mirarlo más que otras veces.

— Aun tienes espacio al otro lado, muévete.

El mayor lo empujó sin verdaderamente Aplicar mucha fuerza. Él no podía dejar de sonreír, habían sido seis días en los que el aroma de Yoongi se había desvanecido y en los que no había visto ese ceño fruncido o escuchado esos gruñidos. Seis noches en las que se quedaba despierto sobrepasando algunas cosas.

Además, sus amigos no ayudaban. Los dos betas no paraban de decirle cosas diferentes en cuanto a su situación. Namjoon le dijo que fuera por Yoongi y se le volviera a confesar pero que esta vez no lo dejara huir. Y Hoseok le decía que esperara, que no se apresurara y que dejara que Yoongi se acercara primero. Terminó por escuchar al pelinaranja, viendo la situación en la que estaban sus dos amigos lo creyó más sensato.

Namjoon tenía unas cosas que solucionar si quería que Hoseok dejara de estar enojado con él.

— Yoongi, Jungkook es un invitado y es tu amigo, solo quiere estar cerca, no tienes por que empujarlo.

El mayor solo gruñó más fuerte y eso le hizo ganar una mirada de advertencia de la omega.

Fue agradable pasar otra tarde con la señora Min, Young-sun y Yoongi. El tiempo de verdad se iba rápido. Aunque el alfa casi no habló, tampoco sé alejó y solo le gruñía en ocasiones,  cuando se acercaba demasiado, lo cual estaba haciendo bastante para molestar al mayor. Y fue divertido ver a Yoongi y al gatito de la señora Min peleándose, el alfa mayor no se llevaba muy bien con la mascota.

El gato azabache había ido con él y había encontrado lugar en su regazo pero eso solo hizo que estuviera a un lado de Yoongi desde entonces no paraban de mirarse mal.

No lo mencionó en voz alta, pero fue gracioso lo parecidos que se veían el alfa y el gato cuando miraban mal al contrario.

— Deja de molestarlo, Yoongi, por eso no le agradas.

La madre del alfa no había parado de amonestar a su hijo por pelear con su mascota.

— No le agrado porque me culpa a mi por casi pisarlo cuando es él quien siempre se está metiendo en mi camino. Esta mañana también causó que me golpeara la mano solo para evitar pisarlo.

Yoongi le gruñó al gato acostado en su regazo y el pequeño felino le siseó y solo volvió a buscar su mano para que continúa acariciándolo.

— Lo ves, le agrada Jungkook porque es amable con él. También le agrada Sunyoul. Eres el único alfa al que no le deja acercarse.

— A Sunyoul y a mi nos encantan los gatos. — Miró a Yoongi todo el tiempo. El alfa ahora le daba su mirada entrecerrada a él. — Yo tengo uno en Busan. Aunque últimamente no he podido verlo porque he viajado mucho a Seúl así que lo he tenido que dejar al cuidado de alguien más.

— ¿Tienes uno? — preguntó Yoongi con mirada desconfiada.

— Lo tengo. Llevo más de seis años con él. — Aún no le contaba a Sunyoul sobre ello, siempre lo olvidaba. — Si mi hermano se hubiera quedado en Busan probablemente sería su mascota, era un gato de la calle que él alimentaba cuando iba de camino a su escuela. — Desde que vio a su hermano alimentando al pequeño gato con una sonrisa feliz y despreocupada, procuraba ir al mismo lugar para observarlo de lejos, no podía escuchar lo que hablaba con él amigo que siempre lo acompañaba pero le gustaba verlo sonreír. — Después de que Sunyoul vino a Seúl yo volví a ese lugar y ya que tenía mi propio departamento lo lleve conmigo. No quería que le pasara nada, creí que Sunyoul regresaría a Busan pronto así que planeaba dárselo, pero supongo que después de tantos años es mío.

— Que triste que no puedas verlo por estar aquí en Seúl, Yoongi quería hacer lo mismo con Ilie y dejarlo en Daegu, pero quería traerlo conmigo así que le rogué hasta que aceptó.

Y me arrepiento de traer esa máquina de tropiezos — murmuró Yoongi aún mirando al pequeño felino y haciéndolo reír en el proceso.

— Pues si lo mandas traer, podrías dejarlo aquí. — La beta rubia lo miraba con esa sonrisa siempre contagios. — Nosotras podemos cuidarlo, ¿le parece señora Min?

— Young-sun, siempre tienes las mejores ideas. Déjalo con nosotras, Jungkook, aún estarán aquí varias semanas más por su trabajo, deberías traerlo para que Sunyoul pueda verlo, además le hará bien a Ilie tener con quien jugar. Además así podrás venir todos los días y comer con nosotros después del trabajo.

Yoongi lo miró con el ceño fruncido, pero la señora Min y Young-sun estaba entusiasmadas por la idea.

Y le gustaba la idea de ir todos los días a molestar un poco a Yoongi y escuchar más de esos gruñidos que él mayor siempre tenía para él.

La mayoría gana.

— Eso sería estupendo. Me encantaría tomar su oferta, señora Min, y mandar a traerlo.

— ¡Por supuesto! Pero realmente tienes que aceptar y comer con nosotros, Yoongi dijo que siempre estás comprando comida porque no cocinas, deberías tener más comidas caseras.

— Me encantaría, señora Min. — Miró el ceño fruncido del mayor, pero solo podía escuchar el latido ligeramente acelerado que lo tenía so riendo. — Además, podre compartir más tiempo con Yoongi-hyung.

Trató de abrazar al alfa por los hombros pero su mano fue golpeada, lo que hizo que el mayor ganara otro regaño de la omega.

Le gustaba visitar a la señora Min. Claro que ver y molestar a Yoongi era parte de la razón, pero en realidad el tiempo le parecía muy corto mientras conversaba con la omega mayor. Nunca tuvo sus propios momentos en familia, sus padres no creían en la convivencia familiar o cualquier cosa “llena de sentimentalismos", pero suponía que seria algo parecido a las pocas tardes que había estado en esa sala de estar.

Fue sincero cuando se lamento por que la omega tuviera que ir a dormir. Aunque eso finalmente le dio su momento a solas con Yoongi que había ido a buscar.

— ¿Puedo quedarme a dormir, Yoongi-hyung?

Ya estaba sonriendo divertido por la expresión del mayor.

— Claro, porque debe ser muy cansado subir dos pisos en elevador, además es tarde — respondió Yoongi con todo el sarcasmo posible llenado su voz.

— Entonces… ¿eso es un si?

Yoongi gruñó.

— Adiós, Jungkook.

El alfa se levantó, pero era lo que había estado esperando. Se puso de pie al mismo tiempo que tomaba al mayor y lo cargaba sobre su hombro izquierdo. Las manos de Yoongi fueron a su espalda tratando de sostenerse y las piernas comenzaron a patalear pero su antebrazo ya estaba colocándose detrás de las rodillas para detener los movimientos. Su mano derecha subió hasta ese lindo trasero solo porque sabía que eso molestaría más al mayor.

— Mierda, Jungkook-

— Deberías guardar silencio, Yoongi-hyung, tu mamá y Young-sun nonna podrían salir de sus habitaciones y verte en esta posición.

Yoongi gruñó pero realmente guardo silencio. Él continuó por el pasillo, había escuchado las puertas donde habían entrado la omega y la beta, así que solo tuvo que olfatear en las puertas restantes para buscar el aroma de Yoongi y entrar en esa habitación. Cuando logró encontrarla y entró en ella, no se detuvo hasta que dejó a Yoongi sobre su espalda en la cama grande y se apresuró a poner su cadera entre las piernas del mayor para detenerlo con su peso.

— Idiota.

Un puño chocó contra su hombro dejándole un doloroso recordatorio de que también debió detener las manos del alfa.

— Auch, eso dolió, Yoongi-hyung.

— Quítate de encima. — El mayor comenzó a forcejear y lo hizo aún más fuerte cuando tomó sus manos y las llevó encima de su cabeza. — Mierda, muévete.

— Lo haré una vez que me escuches, Yoongi-hyung.

— No tenemos nada de que hablar.

— Yo tengo algo que decir.

Yoongi se quedó quieto, aunque el sonido de su corazón seguía acelerado por el forcejeo.

Esos ojos gatunos lo miraron, eran un poco desafiantes pero solo podía pensar en lo atractivo que era.

Cuando se dio cuenta que le gustaba Yoongi había planeado mantener su distancia. Cuando le confesó al mayor y escucho ese latido errante su lobo y él estuvieron de acuerdo en una cosa; no queremos dejarlo ir.

Pero igual no pensaban obligarlo a nada. Una relación de dos alfas ya era algo difícil, pero una relación de dos alfas dónde se obligaba a la otra parte a quedarse, no podía terminar bien. Sus padres eran la muestra perfecta. Lo que le dijo a su hermano seguía en su mente, pero si realmente tenía una oportunidad de tener una relación con Yoongi, no pensaba iniciarla de mala manera.

— Me gustas, Yoongi-hyung. — Ahí estaba otra vez, ese cambio en el ritmo cardíaco del mayor. — Pero eso no tiene por qué cambiar las cosas. No te estoy pidiendo que nuestra relación cambie, ni que sientas lo mismo por mi. — Aunque ya tenía su respuesta para eso. — Nunca me ha gustado nadie, no se muy bien que se supone que sigue después, y para ser sincero no se que tan diferente me comportaré, mi lobo quiere cortejar te así que a veces toma el control, por eso no puedo estar seguro. Pero solo te pido que no me alejes… a menos que realmente te moleste.

Mantuvo su mirada fija en esos ojos gatunos que lo miraban sin parpadear.

Los segundos pasaron lentamente mientras se miraban, aunque no se quejaba por estar más tiempo de esa manera con Yoongi.

— ¿Y si al final… no te correspondo?

Al menos una parte de ti ya lo hizo, Yoongi-hyung.

El latido de Yoongi no mentía… pero quizás no se refería a eso.

El pensamiento de una relación de dos alfas… al final podía hacer que Yoongi desistiera de intentarlo, era algo que era criticado y mirado mal por la mayoría. Y aunque no le importara lo que él resto podía opinar, aún estaba lo que su lobo querría.

Entonces todo se reducía a eso, pensar en si querían o no una relación de dos alfas.

Aún con el apoyo de Sunyoul, Namjoon y Hoseok, a mi todavía me cuesta creer que pueda funcionar, pero mi lobo opina lo contrario, por eso estoy intentando hacer que entiendas.

— Entonces me alejaré tanto como quieras. Podemos ser simples amigos, o solo conocidos, frente a nuestros hermanos. Yo solo estoy a la espera de lo que decidas, Yoongi-hyung.

Hubo otra larga pausa mientras el mayor lo miraba en silencio, y él no interrumpió lo que sea que esa mente estaba pensando… o sobrepensando.

— Esta bien.

Sonrió por esas dos palabras, podían ser simples pero se sentían como una oportunidad.

— Recuerda que haré lo posible por gustarte, Yoongi-hyung.

— Lo sé… pero no puedes ser más inoportuno y desesperante. Además, ya invades mi espacio constantemente.

El alfa se soltó de su agarre, y uso ambas manos para empujarlo, con su ceño fruncido pero mejillas sonrojadas. Además podía sentir la semierección que se frotaba contra su entrepierna. Había estado así desde antes de que entraran a la habitación, pero su estado no era mejor.

— Es la primera vez que me gusta alguien y la primera vez que mi lobo quiere cortejar, no te confíes, Yoongi-hyung.

Alcanzó a besar la mejilla del mayor, la piel caliente contra sus labios dejó un cosquilleo. Y solo por molestar beso la otra mejilla, la frente y la punta de la pequeña nariz, so riendo con cada gruñido y fallido intento del alfa por empujarlo.

— Basta. Ya te escuche, dijiste que te quitarías de encima.

— Cierto.

Se hizo a un lado, pero se llevó el cuerpo de Yoongi con él. Ahora era el mayor quien estaba encima, aunque forcejeaba para que no fuera así.

— No me refería a esto. Se supone que te irías.

— Solo deja que me quede aquí, Yoongi-hyung.

Pidió sonriendo y agarrando más fuerte el cuerpo encima suyo.

— No vamos a tener sexo, Jungkook.

— No se me ocurriría pensar en eso cuando tu mamá está cruzando el pasillo. Yoongi-hyung eres un pervertido.

— ¿Entonces por qué quieres quedarte aquí? — El mayor lo miró con desconfianza. — Tu cama es mucho más grande.

— Pero aquí tu aroma es más fuerte que el mío. — La fragancia del mayor estaba en todo el lugar, sin ningún otro aroma mezclado, solo el Whisky, comino y las rosas rojas. — Me iré antes de que la señora Min y Young-sun nonna despierten, ¿si?

— Bien, pero tendrás que salir temprano, mamá siempre se despierta por café en las mañanas.

— Claro.

Fue en busca de un beso, tranquilo porque era la manera en que su lobo lo quería, a pesar de que su erección sólo quería librarse de la apretada tela del pantalón.

¿Por qué pareces tan cansado?

El sol aún no estaba filtrándose por la ventana pero se había dormido más temprano de lo habitual. Sus ojos ya no querían cerrarse y en su lugar había estado mirando al alfa dormido a su lado por unos pocos minutos.

 Jungkook se recuperaba más rápido, dudaba que alguna vez pudiera ver ojeras de insomnio en el menor, pero aún lucía como si le faltara sueño o un descanso.

Quizás saber que tu hermano estaba en el hospital realmente te afectó.

No importaba que le sucediera a Sunyoul en el futuro, Jungkook siempre se sentiría responsable de su hermano menor, lo sabía bien porque tenía el mismo sentimiento por Soo-il.

 — Yoongi-hyung.

¿Cómo se las arreglaba para verse tan sonriente apenas despertaba?

No importaba lo mucho o poco que durmiera, despertar de su sueño no era de sus cosas favoritas, nunca tendría una sonrisa en su rostro. Pero Jungkook parecía tan feliz apenas abrió los ojos y se miraron.

¿Cómo iba a sobrevivir al verdadero cortejo del lobo de Jungkook si esa sonrisa ya lo estaba haciendo sentirse cohibido?

— Dormí tan~ bien, no quiero irme aún.

El rostro de Jungkook fue a su cuello. Su lobo gruñó, pero esta vez se dio por vencido con uno solo. Estaba más ocupado olfateando el cabello que quedó a su alcance. El café negro y chocolate oscuro mezclados con su aroma, fue del agrado de su lado posesivo.

— Duerme más.

— ¿Qué?

¡¿Qué?!

Mierda, ¿cómo se supone que recupere esas palabras?

Esos ojos grandes que volvían a mirarlo no lo dejaban pensar bien.

— … Mi mamá… aun tardará más en despertar… Si estamos en la cocina antes que ella solo le diré que te invite a desayunar.

— ¿En serio, Yoongi-hyung?

— … A ella le gusta tenerte aquí.

— ¿Solo a ella?

— Y al gato… quizás se olvide de hacerme tropezar hoy.

Maldita sea.

Sus mejillas debían ser rojas ahora, podía sentirlas calientes.

— Bien. — Jungkook le dio otro beso en la mejilla. Los odiaba. Se sentía mas tímido con esos toques breves que con un beso normal. No le gustaba. — Pero probablemente entre en sueño profundo, tendrás que esforzarte por despertarme, Yoongi-hyung. Quizás tengas que darme un beso.

— Te golpearé con todas mis fuerzas, estoy seguro de que despertarás.

La risa de Jungkook… la estaba escuchando con mucha frecuencia.

Puso atención en los pasos de la señora Min y de Young-sun y tomó la cintura de Yoongi cuando decidió que no estaban acercándose.

Yoongi le dijo a la omega y a la beta que lo acompañaría al elevador. Ninguna de las dos cuestiono que estuviera ahí tan temprano, la señora Min en realidad si se alegró de verlo. Pero había esperado por otro momento a solas con el alfa. Ya no podía hacer nada con su pene medio duro, estaría en ese estado hasta que su lobo decidiera que era suficiente cortejo.

Espero no tarde tanto.

Pero no se pensaba negar un beso, al menos quería probar al mayor antes de tener que ir al trabajo.

El labio grueso entre los suyos sabía tan bien que tuvo que restregarse contra el cuerpo duro del mayor para calmar su pene. Sólo el recuerdo de lo que era tener a Yoongi a su alrededor lo hizo gemir, sosteniendo ese labio entre sus dientes hasta provocar que el mayor también gimiera con esa voz baja que le gustaba tanto a sus oídos.

Estaba tan perdido en Yoongi y en esa pequeña venganza que el mayor estaba tomando al morder su labio que realmente se olvidó de su alrededor.

— Jungkook… — Él se hizo hacia atrás tan fuerte que los dientes de Yoongi cortaron su labio. Pero era lo último a lo que le estaba prestando atención. Sólo podía mirar de Yoongi a la rubia beta que los miraba desde la puerta. — Eh… no quería interrumpir. Solo venía a recordarte sobre tu gatito… — La mayor no podía disimular la sonrisa en su rostro y mucho menos la mirada que pasaba de Yoongi a él. — La señora Min dijo que no lo olvidarás... — La mayor les dio una sonrisa grande de labios apretados y dio media vuelta… solo para volver de inmediato y mirarlo. — ¿Mi silencio puede valer por un pase para el siguiente desfile de Kim Hye-jin?

No quería reír. No estaba seguro de lo que Yoongi pensaba y su rostro serio no le dio pistas, pero la beta logró que una risa escapara de sus labios.

— En primera fila.

— ¡Sí! De cualquier manera no iba a decir nada, pero se agradece tu buena voluntad. Por favor sigan en lo suyo, yo vigilare que la señora Min no quiera salir.

La rubia les guiñó un ojo y se metió sonriendo y dándoles una última mirada curiosa.

Yoongi aún no hacia ningún gesto, pero miraba la puerta cerrada.

— Yoongi-hyung, yo realmente no escuché a-

— Lo sé.

El mayor comenzó a ir hacia el ascensor.

El alfa estaba… ¿bien con lo que había pasado?

No logró disipar su duda a pesar de que alcanzó al mayor porque Jin y Jimin salieron y saludaron mientras se acercaban. El bajito gamma los miró curioso, pero el alfa mayor iba a aprovechar la situación para burlarse, eso prometía esa mirada traviesa y la sonrisa burlona.

— Ahora se volvieron más atrevidos. Yoongi nunca creí que fueran a hacerlo aún cuando tu mamá está bajo el mismo techo.

Yoongi no fue quien amonestó al alfa.

— Eso fue malo. — Jimin miraba a su pareja con un puchero… que quizás estaba destinado a ser un ceño fruncido pero solo se veía tierno. — Deberías disculparte con ellos.

— Jimin- — Cualquier replica de Jin desapareció en cuando miró a su pareja. — Lo siento, Yoongi y Jungkook.

El gamma besó la mejilla de Jin, una recompensa que al alfa le gusto bastante.

Pero obviamente no lo detuvo de seguir intentando molestar a Yoongi.

— ¿Ahora ya no importa que se sepa que están saliendo? — ¿Jin, sabía? — Pregunto porque fingir que no sé lo que pasa entre ustedes es difícil, además creo que Jimin por alguna razón se emociona de pensar que ustedes están juntos, la otra vez lo atrapé sonrojado mientras los miraba tan cerca que casi se daban un besó. Realmente no se como le hace U-jin para fingir que no sabe nada.

… ¿También U-jin sabía?

¿Yoongi… ya les había dicho a sus dos amigos?

— ¡C-Cállate, no digas eso!

Jimin le reclamó a su pareja, pero estaba más ocupado tratando de encontrarse con la mirada de Yoongi.

No lo logró pero el latido del mayor seguía constante, sin alterarse ni un poco por lo que Jin decía.

¿Entonces si les dijo a sus amigos?

Pero Yoongi quería que se enteraran.

Miró a Yoongi, aún esperando por la oportunidad de que el mayor le dejara ver esos ojos gatunos, pero este solo presiono el botón del ascensor.

— Sube primero,  tienes que ir a cambiarte. Jin, Jimin y yo bajamos después.

Las puertas del ascensor se abrieron solo segundos después. Ni siquiera le dio tiempo para pensar en una respuesta.

— No seas tímido, Yoongi, puedes darle un beso, no se van a volver a ver hasta que estén en la empresa.

— Jin.

— ¡¿Qué?! No me estoy burlando, Jimin.

Mierda, no debo tentar a la suerte… pero…

— Si, no seas tímido, Yoongi-hyung — dijo con una sonrisa.

Esos ojos al fin lo miraron.

Aceptando el desafío.

La mano de largos dedos jalando su nuca fueron una sorpresa, igual que los labios que le dieron un breve pero marcado beso antes de ser empujado dentro del ascensor.

Antes de que las puertas lo ocultaran alcanzó a ver tres rostros con expresiones muy diferentes.

Jin con los labios entreabiertos, Jimin sonrojado hasta las orejas y Yoongi sonriendo burlonamente. Quizás por su rostro confundido.

En su mente sólo podía escuchar a su lobo aullando, tan feliz que su corazón se altero hasta resonar contra sus oídos.

Realmente no había olvidado la actualización, pero solo tengo dos horas para escribir al día y a veces no me es posible hacerlo diario, además de que me distraigo fácilmente 😭

Espero que les gustará el capítulo, aquí solo se menciona breve mente a Nam y Hobi pero en el siguiente sabrán lo que pasó 🤭

Por cierto, en el capítulo 36 del libro "Destinados" (al inicio) se menciona al gatito del que Jungkook habla en este cap, por si ya lo han olvidado 😉

Tengan lindos sueños mis Makis preciosxs, lxs quiero 💜

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