Capítulo 38
— Yoongi, no le tomes mucha importancia, pero alguien te están mirando como si quisiera tenerte como plato principal para la cena... — Aún estaba quitando su cinturón de seguridad cuando Jin golpeó su hombro con insistencia y diciendo esas palabras. Frente a ellos Jungkook estaba bajando de su propio auto, y sí, aún a la distancia su mirada oscura se veía hambrienta. — Y parece ser de los que les gusta jugar con su comida. ¡Ah! — Su mano había actuado al instante golpeando a Jin. — ¡¿Qué?! Yo solo digo lo que veo.
— Idiota.
En lugar de molestarse por el insultó, su amigo comenzó a reír divertido, y en el asiento de atrás Jimin hacía lo mismo. Sus mejillas ya se sentían calientes, y sabía que su maldita piel clara no podía esconder el sonrojó.
— ¿Por qué no solo follas con él, al menos una vez? — Ya lo hice, Jin… más de una vez. — Te tiene tantas ganas que varios en la oficina están considerando la posibilidad de que a Jungkook le gusten los alfas, no se si él quiere que se sepa eso, pero realmente no está intentando ocultar la manera en que te mira.
Volvió a mirar hacia enfrente, Namjoon y Hoseok ya no estaban cerca del auto, iban unos pasos más alejados, probablemente discutiendo, si estaba interpretando bien el ceño fruncido del pelinaranja. Jungkook si continuaba en ese mismo lugar, estaba cerrando la puerta lentamente cada segundo con la vista sobre él y esa sonrisa de lado que solo creció cuando sus ojos se encontraron. Fue solo un par de segundos los que se sostuvieron la mirada pero al primero pudo sentir su sangre calentándose debajo de su piel, la necesidad de marcar con su aroma al otro alfa se estaba volviendo ridículamente insoportable, y sabía que era su lado dominante el que lo quería porque cada vez que podía olerse en Jungkook su lobo estaba satisfecho.
Y solo había sido un día el que había mantenido su distancia. Dese lo que sucedió el día anterior fuera de la oficina de Jin, dentro de la misma y después en la oficina de Jungkook había decidido mantenerse lejos al menos un día. No podía permitir que su razonamiento volviera a nublarse, esa vez estuvo a punto de dejar que el menor metiera la mano dentro de sus pantalones, su pene estaba muy de acuerdo con la idea hasta que su mente le recordó que no podía hacer eso en el trabajo, por segunda vez. Solo estar alrededor del alfa en esos días lo ponía inquieto, excitado y dominante.
No debí haber estado con él en su celo.
Porque desde ahí había comenzado, no solo paso el celo con otro alfa, se había permitido romper con la imposición que había puesto para dormir con Jungkook al volver al departamento dos pisos más arriba y dormir en la cama a la que pensó que ya no volvería.
Fue una pésima idea.
Tenía que dejar de pensar en lo que habían hecho.
Tenía que dejar de desear que el alfa pelinegro llevara su aroma.
Tenía que comenzar a controlar a su lado dominante porque este lo hacía pensar en maneras de estar más cerca cuando debería de solo mantener su distancia.
— Realmente, a este paso todos los la oficina los alentarán a que follen si así dejan de mirarse de esa manera. — Jungkook sonrió como si hubiera escuchado las palabras de Jin y continuó su camino, siguiendo los pasos de sus amigos betas. — Yoongi, ustedes dos y esas miradas que se dan tienen la capacidad de poner a todos nerviosos y excitados. Solo ve con él a su habitación y termina con esto. No pienso volver a ponerme duro por tu culpa… eso sonó mal pero me refiero-
— Jin, solo cállate.
— Si quieres que deje de hablar, ve y alcanza a Jungkook, Jimin y yo caminaremos más lento para que puedas ir con él hasta el último piso.
El movimiento del asiento de atrás era Jimin asintiendo a las palabras del mayor con una sonrisa cómplice.
Le gruñó al mayor.
— Soy un alfa, Jin.
— ¿Y eso qué?
— Me estas diciendo que me acueste con otro alfa.
— ¿Y eso qué? — repitió su amigo con un gesto exasperado. — Solo tómalo como una prueba para descubrir lo que te gusta. En la universidad estuviste tan concentrado en graduarte y ser de los mejores de la carrera mientras trabajabas para mantener a tu mamá y a tu hermano, tenías sexo solo cuando tu celo llegaba y siempre fuiste a lo seguro, buscabas omegas solteros que no querían una relación. — Giró su rostro al lado contrario del de su amigo, queriendo poner fin a es conversación, pero el mayor aplastó sus mejillas con ambas manos y lo sostuvo para que no pudiera evitar su mirada. — Ya tienes un título, ya tienes trabajo seguro, porque no pienso dejarte ir de mi empresa, amigo mío, tú hermano menor ya está formando su propia vida y tu mamá está mucho mejor ahora que tiene una enfermera que realmente la ayuda con su tratamiento. ¿Qué es lo que esperas para buscar lo que tu quieres en lugar de lo que tu familia necesita?
¿Cómo podía simplemente no pensar en lo que su familia necesitaba cuando él era el alfa que tenía que ver por ellos?
Pero Jin no lo entendería, para él mayor un alfa no tenía que olvidarse de sí mismo por el bien de su familia, así que no dejaría de insistir en lo mismo.
— ¿Puedo bajar ahora? — La vocecita de Jimin fue rápida en atraer la atención de su amigo. — Tengo que ir al baño.
Los ojos de Jin cambiaron cuando miraba al pequeño y sonrojado gamma, había duda ahí pero fue como si su amigo estuviera viendo… su mundo. No sabía de qué otra manera explicarlo, sólo miraba al menor como si fuera el ser más valioso.
Con sus manos alejó las del mayor y habló antes de que Jin comenzará a decir cualquier cosa.
— Respondiendo a tu pregunta, lo haré cuando tú comiences a aceptar lo que de verdad sientes en lugar de lo que crees que deberías sentir.
El alfa mayor lo miró serio por unos segundos y después solo sonrió divertido.
— Somos unos amigos tan raros.
— Lo somos — contestó sonriendo de la misma manera.
— Realmente necesito ir al baño.
Volvieron a reír del preocupado gamma que mordía su labio inferior, pero Jin ya estaba fuera del auto y abriendo la puerta para Jimin.
No les tomó mucho tiempo llegar a la recepción del hotel. Por costumbre, elevó su vista a los ascensores y aunque habían salido del estacionamiento antes que ellos, Jungkook, Namjoon y Hoseok seguían ahí, con el alfa pelinegro sosteniendo una de las puertas metálicas para evitar que se cerraran.
— Jimin, cuando subamos, vamos a agradecer al enamorado de Yoongi porque no tendremos que esperar por el ascensor.
Volteó a ver mal al alfa y al gamma que sonreían a su lado pero ellos solo apresuraron el paso y entraron en el ascensor hablando alegremente con los dos betas, después de agradecerle a Jungkook con una sonrisa exagerada.
— Hoy no he podido hablar contigo, Yoongi-hyung.
Apenas subió al elevador y el pelinegro ya estaba invadiendo su espacio personal, se acercó tanto que pudo sentir el calor filtrándose por la mitad de su espalda, donde el pecho de Jungkook se pegaba sin dejar un solo centímetro. La mano en su cintura estaba impidiendo que fuera a cualquier lado.
Pero, de cualquier manera, no se estaba alejando.
Su lobo elevó la cabeza cuando el aroma del café negro, jengibre y chocolate amargo bailó a su alrededor hasta envolverlo por completo. Quería su esencia envuelta con ese aroma.
Fue consciente del momento exacto en que sus feromonas comenzaron a salir, marcando al alfa que estaba justo detrás, el aire que antes solo estaba lleno de Jungkook se fue mezclando con el suyo hasta que quedaron a la par, en una combinación exacta que no hacía destacar a uno sobre el otro y solo así su lobo se tranquilizó. Ya no peleaba porque su aroma dominará, solo quería mantenerlo de esa manera.
— ¿Te estabas escondiendo de mí, Yoongi-hyung?
— ¿Por qué haría eso?
Aunque si lo hice.
Mantener su mente clara por un día había sido su objetivo al evitar a Jungkook desde el día anterior, cuando salió de la oficina del menor. Había visto la herida en el labio del pelinegro y solo había querido romper la ropa que el contrario traía para tener acceso a la piel que envolvía los músculos duros y solo morder hasta que sus marcas cubrieron tanta área como fuera posible. Su lobo había tomado el control en ese momento, incluso había roto un botón de la camisa de Jungkook antes de que volviera a recuperar la capacidad de pensar con más claridad.
Después de eso se prometió que mantendría la distancia solo para probarse a sí mismo que estaba actuando de esa manera por lo cerca que había estado del alfa pelinegro por cuatro días continuos.
Pero solo había probado lo mucho que estaba al pendiente de cualquier cosa que Jungkook hacia, a donde iba y lo fuerte que se volvía ese deseo de su lobo por marcar, por hacer que su aroma rodeara al alfa como estaba en ese momento.
Giró su cabeza hacia la derecha, Jungkook ya estaba mirándole con su rostro a tan corta distancia que podía sentir la respiración caliente contra sus labios.
Y esos ojos…
El borde tenía un delgado aro de carmesí que brillaba con intensidad, agregando fuerza a esa mirada penetrante y depredadora con la que ese alfa puro le miraba.
— Maldita sea, Yoongi. — La voz de Jin sonó sin aliento, un tono un poco más agudo de su voz habitual que dejó ver la urgencia que sentía. — Calmen sus feromonas o simplemente bajen del ascensor y terminen de subir por las escaleras.
Jungkook y él apartaron sus miradas del contrario para prestar atención a lo que ocurría a su alrededor.
Hoseok y Namjoon estaban en la esquina opuesta a ellos, los miraban con sonrisas cómplices y diversión.
Jin y Jimin no parecían muy divertidos. El gamma tenía el rostro de un color rojo intenso, las do manitas pequeñas cubrían el frente de su entrepierna y tenía los labios entreabiertos, respiraba con dificultad. El aroma dulce del lubricante del pelirrosa fue empalagoso para su nariz, algo que debió de haber atraído a su alfa, lo que no estaba pasando. Su lobo gruñó por el intenso aroma de las feromonas del gamma. Y Jin estaba en un estado similar, solo que el alfa mayor no cubría el bulto de su erección que elevaba la tela del pantalón de vestir, además de que estaba tomando a Jimin por la cintura en un gesto posesivo.
— Realmente… — Jin gruñó esa única palabra y después cerró sus ojos, la tensión y frustración en el rostro de su amigo eran notorias. — Estoy a punto de arrancarle la ropa a Jimin y follarlo hasta que se desmaye.
Jimin chilló sorprendido por las palabras de su alfa, y apretó las piernas más juntas en un intento inútil de controlar su deseo, pero los alfas en ese ascensor pudieron oler lo mucho que él pequeño gamma deseaba en ese momento que Jin hiciera precisamente eso.
— En estos momentos me alegro por completo de ser un beta. — Namjoon paso su brazo encima de los hombros de Hoseok, el pelinaranja lo miró con el ceño fruncido pero el más alto solo seguía mostrando esa sonrisa que marcaba sus hoyuelos. — Solo ver la tensión entre ustedes dos y como están reaccionando ellos es suficiente para tener una idea del cóctel de olores que ha de ser en este momento. Si tanto quieren follar podemos salir del ascensor.
Le gruñó fuerte al alto beta de hoyuelos pero su molestia fue a parar en la nada, Namjoon ni siquiera se inmutó y solo le sonrió más ampliamente.
— Suerte convenciéndolos, Namjoon. Por favor, hazlo, te lo agradecería. Ya perdí la cuenta de las veces que me puse duro por oler el deseo en ellos, aunque nunca fue tan intenso como en este momento. Si vuelven a estar de esta manera mañana en la oficina estoy seguro de que mantendré a Jimin sentado sobre mi pene durante todo el turno.
El gamma está vez gimió agudo, agregando un tono más oscuro a su sonrojo mientras presionaba sus manos contra su entrepierna frotando ligeramente.
— Si, que bueno que no puedo olerlos, estar duro todo el día sin poder hacer nada al respecto sería un fastidio. —Namjoon miró a Jimin sonriendo y después se giró con Hoseok, el pelinaranja parecía confundido por la repentina atención del beta castaño. — Aunque, si Hoseok-hyung pudiera oler quizás estaría tan excitado que no pondría objeciones y me dejaría entrar a su habitación.
Las mejillas de Hoseok se tiñeron de rojo en el instante en que comenzó a empujar al más alto para alejarlo.
— Espera, ¿ustedes están juntos? — preguntó Jin con la ceja alzada y, a pesar de que estaba molesto con su amigo, él también sintió curiosidad por la respuesta.
— Aún no — respondió rápido Namjoon.
— ¡Nunca!
Hoseok golpeó el brazo del más alto.
— Se está haciendo el difícil — dijo el beta de hoyuelos con un suspiro.
— Entonces ya follaron.
— Jin, cállate.
— ¡¿Qué?! No me digas que no quieres saber, Yoongi.
— Solo nos masturbamos juntos, Jin-hyung.
— Kim Namjoon, cierra la maldita boca.
Otro golpe en el brazo de Namjoon resonó en el pequeño espacio.
— ¿Por qué? No me dijiste que era un secreto.
Hoseok parecía tan molesto que realmente le sorprendió que el beta más alto solo recibiera dos golpes, hasta el momento. Siempre había visto al pelinaranja sonriendo alegre a todo el mundo, excepto a Namjoon, así que verlo con el rostro rojo por la vergüenza y la ira fue nuevo para él.
— Namjoon-hyung, no creo que estés sumando puntos para que Hoseok-hyung quiera ser tu novio.
En cuanto Jungkook termino de hablar las puertas dobles del ascensor retrocedieron para dejar a la vista el largo pasillo con puertas a los laterales. El piso donde bajaban Hoseok y Namjoon.
— Jeon Jungkook, tú también cierra la boca y ocúpate de tus propios asuntos.
El pelinaranja fue veloz en bajarse, y esta vez no se despidió de nadie.
— Me encantaría quedarme a ver como termina esto — Namjoon señaló entre Jungkook y él —, pero voy detrás de un pelinaranja enojado antes de que me deje fuera de su habitación.
El alto beta salió corriendo del ascensor y llegó justo en el momento en que Hoseok abría la puerta de su habitación. No escuchó lo que el beta más bajito dijo pero vio como Namjoon sonreía y solo empujaba al contrario a través del umbral de la puerta y él solo lo siguió al interior.
Escuchó la risa de Jungkook a su lado cuando las puertas se cerraron para que el elevador siguiera su camino. Pero había un sonido detrás que atrajo más su atención.
— Mmmh~
Jimin estaba arrinconado en una esquina por Jin. El pequeño gamma empujaba al mayor con su rostro lleno de vergüenza por estar siendo observado pero al mismo tiempo sostenía la ropa en puños apretados para que el alfa no se alejara. Jin solo seguía mordisqueando y besando el cuello del más bajito, sus feromonas descontroladas.
— Creo que ustedes son los que necesitan el ascensor para estar a solas.
Jungkook arrugaba su nariz, pero estaba sonriendo por la escena.
— Si ya se dieron cuenta, bajen aquí, de todas maneras ustedes son los culpables.
— No pienso bajarme, solo faltan unos pisos, aguántate, Jin. Y deja a Jimin, parece que va a morir de la vergüenza.
El pelirrosa se encontró con su mirada y, aunque antes creyó imposible, se sonrojó más. Terminó escondiendo el rostro en el pecho de Jin con sus manos aún en puños.
Estaba feliz de huir del espacio cerrado donde el aroma dulce d e Jimin comenzaba a invadir y opacar cualquier otro. El aroma de los gamma realmente era intenso. El único alfa que conocía con un aroma igual de fuerte era el del alfa de Soo-il, pero no era empalagoso solo irritaba a su lobo.
Había estado huyendo de la pareja del ascensor con tanta prisa que solo se percató de que Jungkook seguía sus pasos cuando estaba a punto de llegar a su propia puerta.
Dio media vuelta, la puerta de la suite de Jin se estaba cerrando de golpe, no tenía ni idea de que tan rápido había entrado su amigo a la habitación. Jungkook solo lo miraba con una de sus sonrisas de lado como si fuera completamente normal que estuviera ahí.
— Tu penthouse esta dos pisos más arriba — gruñó.
— Lo sé.
— Vete.
— No.
— No vas a entrar.
— Tu madre me invitó.
— No es verdad.
— Es verdad. — Él pelinegro sacó su celular y después lo giró hacia él. — Mira. Sunyoul y Soo-il hyung están ahí y tú mamá le pidió a mi hermano que me invitara.
— Pues no estas entrando.
— ¿Ya viste el teléfono? — Jungkook lo agitó frente a su rostro varias veces a pesar de que empujó su mano en cada ocasión. — Además, mi hermano ya nos olió llegar y ya le dijo a tu madre que estamos aquí.
— Aún estamos lejos como para que pueda hacer eso.
No debió de haber hablado tan rápido. Realmente no conocía el alcance de los sentidos de Jungkook y Sunyoul, pero tenía que ser cierto porque la puerta de su suite se abrió y su madre se asomó.
— Yoongi, ¿por qué no entran? La comida esta lista. La preparé junto a tu hermano, así que estará deliciosa — dijo su madre orgullosa. — Pasen, pasen. — El menor pasó a su lado, sonriendo triunfante cuando su mamá lo tomó del brazo y lo guió hacía el interior. — Jungkook, que bueno que pudiste venir, no has venido a visitarme desde mi cumpleaños.
— No quería llegar sin ser invitado.
Él maldito está siendo encantador.
— Oh, por favor ven cuando quieras, no necesitas invitación. Estoy segura de que a Yoongi le alegrará que su amigo nos acompañe a comer seguido, ¿verdad, Yoongi?
Su mamá lo miró con ojos alegres y aunque él solo resopló, la omega sonrió mirando a Jungkook de nuevo.
— Todos estaremos encantados de recibirte aquí, siempre es mejor tener más compañía para comer. Ademas, tienes que probar los platillos de Yoongi, sabe cocinar muy bien.
El menor lo miró, su sonrisa de lado creció para ser una verdadera sonrisa aunque sus ojos entrecerrados le dieron un aire depredador.
— Entonces, estaré encantado de venir seguido.
Mierda, ¿porque la diosa luna esta conspirando en mi contra?
Makis bellos/as, espero que tengan bonita noche 🤗💜
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