Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 37

Finalmente había terminado y podía usar el resto del día en algo más.

Ahora, iré a molestar a Hoseok.

El problema sería encontrarlo, porque el pelinaranja se había escondido o caminaba más rápido en cuanto lo veía. Quizás no quería que los vieran juntos porque realmente salieron a la hora en que algunos de los trabajadores del mismo piso salían para ir a la empresa. Solamente tres personas los vieron salir de la habitación de Hoseok pero en un trabajo solo hacia falta una para que la voz se corriera hasta que todos se enteraran.

Y había sido bastante divertido ver al mayor huir y evitarlo, pero ya no tenía trabajo que hacer así que necesitaba ir a molestarlo.

— ¡Kim Namjoon!

Después de todo no tengo que ir a buscarlo.

Hoseok tenía el rostro enrojecido por completo cuando entró en su oficina cerrando la puerta con un fuerte golpe.

— ¡Todas las personas que se cruzan conmigo están preguntándome si estoy saliendo contigo!

El mayor apoyo las palmas de sus manos con fuerza sobre su desordenado escritorio. Debía de estar bastante enfadado si no se estaba quejando por lo sucio que estaba.

— Que extraño. — Se dejó caer hacia atrás, contra el respaldo de su silla, y puso si mejor mueca de perplejidad mientras cruzaba sus brazos frente a su pecho. — A mi no me han preguntado nada. ¿Por qué será eso?

— ¡Porque estas encerrado todo el día en la oficina y solo sales a comer! — Tuvo que contener su sonrisa cuando apareció el puchero que levantaba el labio superior del pelinaranja cuando estaba molesto. — Yo tengo que andar moviéndome de un lugar a otro y ya estoy harto de aclarar las cosas. ¡De todas maneras nadie me cree y solo me sonríen!

Hoseok enderezo su postura resoplando indignado pero aun dándole una mirada asesina.

Cuando se levantó de su silla, lo hizo lentamente, en un programa vio que esa era la manera de acercarse a quien podía atacar en cualquier momento, aunque estaban hablando de educar algunas razas de perros grandes le estaba funcionando porque Hoseok no se abalanzó a golpearlo cuando rodeó el escritorio y quedó frente a él.

— ¿Que es lo que estas diciendo cuando te preguntan?

— Que… estábamos trabajando en algo y te quedaste a dormir porque terminamos tarde. — Por unos segundos realmente pensó que el mayor estaba bromeando y cuando se dio cuenta de que no era el caso su riza salió, ruidosa y burlona. — ¡No te rías!

Un golpe en su hombro en realidad no era efectivo cuando se estaba riendo con tanta diversión.

— ¿Cómo esperas que crean eso cuando duermo a solo tres puertas de distancia y no representa ningún esfuerzo irme a mi habitación? — preguntó con dificultad mientras ahogaba su risa.

— Pues… — El rostro del mayor volvió a sonrojarse intensamente. — ¡Es tu maldita culpa! ¡Te dije que te fueras y tu solo volviste a dormir!

— ¿Sabes que tus golpes duelen?

Sus manos no fueron muy efectivas en detener los golpes que los puños de Hoseok dejaban sin cesar en sus brazos y su pecho.

— ¡Y encima de mi! ¡¿Tienes idea de lo pesado que eres?!

— Hoseok.

— ¡No podía empujarte ni despertarte!

— Hoseok.

— ¡Si te hubieras ido en cuanto te desperté no estaría teniendo que responderte a todo mundo!

— Hobi-hyung.

— ¡Si vuelves a-… — Los golpes finalmente de detuvieron, los ojos de Hoseok ahora lo miraban. — ¿Cómo me dijiste?

— Hobi-hyung. — Aprovechó la calma del mayor para rodear la cintura contraria y arrastrarlo más cerca. — ¿Ya dejarás de gritarme?

— Nunca me llamas así.

— ¿No quieres que te llame Hobi-hyung?

Las mejillas altas y los bordes de las orejas del pelinaranja se colorearon con un sonrojo. Y por lo cerca que estaban habría sido imposible que no sintiera el pene del más bajo moverse ligeramente. Sonrió alegre.

— ¿Tanto te gusta que te llame Hobi-hyung? — Él mayor miró hacia otro lado, el sonrojó ya comenzaba a bajar por la piel del cuello. — ¿Te estas poniendo duro?

— N-No… Y no seas vulgar… — Se rio cuando presiono su muslo contra la ingle de Hoseok y solo comprobó que si estaba medio duro. — Suéltame.

Apretó más el agarre alrededor del mayor y se agachó ligeramente para que sus labios quedarán contra la oreja del pelinaranja.

— Puedo sentir como tu pene esta despertando. Hobi-hyung, si fueras un omega ya estarías todo mojado para mi.

— ¡No!

Dejó que solo un brazo rodeará la cintura del mayor y con la mano que tenía libre detuvo ese rostro sonrojado en su lugar para alcanzar los labios delgados. Fue gratificante para su ego que Hoseok sólo se resistiera por dos segundos antes de abrirse para él. Los gemidos del mayor no tardaron en unirse al sonido húmedo de sus lenguas chocando.

Se sentía malditamente bien tener a Hoseok derritiéndose bajo su toque, frotando la entrepierna contra su muslo y con las manos ansiosas toreando su cuello y tratando de jalarlo más cerca.

Estaba seguro de que podía conseguir que el mayor se perdiera lo suficiente en el beso como para que no lo detuviera cuando comenzará a sacar ambas erecciones para frotarlas juntas.

Su mente ya estaba creando una imagen muy realista de Hoseok contra su escritorio gimiendo y con una gota de sudor resbalando por la sien.

— ¡Namjoon-oppa!

La puerta de madera fue azotada abierta de golpe por segunda vez, pero ahora era su hermanita quien había entrado. O más bien estaba petrificada frente a la puerta con la boca entreabierta y sus ojos muy abiertos.

Mierda, Hye-jin. Te quiero mucho, pero que pésimo momento para aparecer en mi oficina.

— ¿Qué pasa, Hye-jin?

Hoseok trataba de alejarse, pero si le daba la oportunidad saldría por esa puerta y el quedaría con una erección. No lo estaba dejando escapar. Uso sus dos manos para rodear el cuerpo delgado.

— Yo… estaba hablando con papá… — su hermana parpadeo confundida — me dijo que la última vez que te vio le presentaste a… tu novio, Hoseok.

— ¿Y por eso entraste así a mi oficina?

Hye-jin puso sus manos en su cintura, la sorpresa en sus ojos pasó un poco pero aún seguía mirando de Hoseok a él sin parar.

— Si no quieres que te molesten, cierra con seguro — dijo indignada. — Y por supuesto que vine por eso, estaba molesta de que engañaras a papá de esa manera. ¡Como iba a saber que era verdad que te volviste novio del único con quien siempre estas peleando!

— Hy-Hye-jin-

Hoseok detuvo sus palabras al instante porque Hye-jin se había acercado un poco más hacia ellos, esta vez con una sonrisa, aunque esta solo se la mostraba al pelinaranja.

— Hye-jin — intento Hoseok una vez más —, nosotros no-

— Hoseok-oppa, no se porque aceptaste salir con él tonto de mi hermano, es triste que alguien tan lindo salga con él.

— ¡Oye! ¿Por qué sería triste?

— Pero estoy feliz por ustedes. — Su hermana tomó el rostro de Hoseok entre sus manos. — Papá va a venir a Seúl este fin de semana y saldremos a comer a un restaurante…

— Ni siquiera estaba enterado de eso.

— …ven con nosotros, a papá le emocionó mucho conocerte.

Cualquiera que fuera la respuesta de Hoseok quedo olvidada cuando su hermana beso la mejilla del mayor y este solo volvió a cerrar sus labios mientras asentía.

— Oppa, papá puede quedarse en tu habitación y tu te quedas en la Hobi-oppa, de esa manera papá estará en el mismo hotel y puede vernos más tiempo.

— Hye-jin, no puedes hacer planes sin preguntarles a los demás involucrados.

— ¡Genial! Entonces esta arreglado, te quedas con Hobi-oppa y papá usará tu habitación.

— Estas haciendo lo opuesto a lo que acabo de decir.

— También te quiero, oppa. — Su hermana beso su mejilla y simplemente dejó de reclamar, de cualquier modo siempre cedería ante la menor. — Bueno, me retiro porque me escape en el descanso de la sesión de fotos y tengo que volver. — Su hermana se dio vuelta cuando ya tenía la manija de la puerta entre su mano. — Ustedes sigan en lo suyo. Nos vemos, Hoseok-oppa.

La puerta se cerró detrás de su hermana y miró a Hoseok solo para encontrarlo con él ceño fruncido mirando el lugar por donde había desaparecido la menor.

— Tu familia tiene un serio problema con interrumpir a la gente mientras habla.

Sonrió. En realidad si, y lo hacían apropósito.

— No tengo ni idea de que hablas.

El pelinaranja lo miró molesto.

— La última vez en casa de tu padre-

Volvió a besar al mayor, con toda la intención de interrumpirlo y seguir en lo que se habían quedado. Hoseok solo se resistió al principio pero en pocos segundos volvía a gemir contra su boca.

— Namjoon-hyung.

Realmente debió de haber cerrado con seguro como dijo Hye-jin.

Jungkook sonreía divertido mientras entraba a su oficina.

— Perdón por interrumpir pero en serio necesito preguntarle algo a Hoseok-hyung.

El pelinaranja en sus brazos se había sonrojado aún más que cuando fueron atrapados por Hye-jin, no miraba a Jungkook a pesar de que el alfa estaba hablando con él.

— El CEO Jwa me pregunto por el retraso con los documentos, quedaste de llevarlos hace cuarenta minutos, Hoseok-hyung.

— ¡Ya los llevo!

Hoseok lo empujó con suficiente fuerza para que lo soltara y salió casi corriendo de su oficina con la mirada en el suelo.

— Gracias, Jungkook, le diste la escusa perfecta para que huyera.

El menor solo sonrió más amplio y se acercó hasta la silla libre para dejarse caer ahí.

— Namjoon-hyung, estamos en el trabajo, se supone que deberían de estar trabajando.

Miró al alfa pelinegro con una sonrisa.

— Dile eso a tu labio mordido. — Jungkook lamió cerca de la comisura de su boca donde se encontraba una herida casi curada. — Considerando lo rápido que tus heridas sanan, eso no puede tener más que una o dos horas. Así que no vengas a sermonearme sobre que debería de estar trabajando cuando tu también te tomaste tu tiempo para divertirte.

— Cierto.

Su amigo sonrió, su mirada en algo que solo el podía ver.

— Hablando de tiempo de diversión, ¿cómo fue tu celo con Yoongi-hyung.

La ceja del alfa se elevo tanto que podría haber ido hasta donde iniciaba su cabello.

— ¿Cómo supiste que fue con Yoongi-hyung?

— Bueno, no estaba seguro, pero ahora si.

Jungkook sonrió derrotado.

— Eso es trampa, Namjoon-hyung. Me tomaste con la guardia baja.

— Lo sé. Pero lo que no sé es por qué no nos contaste a Hoseok y a mi en cuanto volvimos ayer.

— Porque no se supone que ustedes deban saber, se lo prometí A Yoongi-hyung.

— Tranquilo, no diré nada. — Jungkook asintió, su mirada pensativa. — No pareces feliz, querías acostarte con Yoongi-hyung para pasar al siguiente. — Volvió a mirar la herida en el labio de Jungkook. — Es como ese alfa que despedirte, se quiso aferrar a ti, Yoongi-hyung no parece ser así.

— No lo es… Y no se que pasa pero sigo buscándolo.

— ¿Tan bien la pasaste en tu celo?

— Si — respondió de inmediato el menor, sorprendiéndolo un poco. — Pero tampoco es solo eso. Si quiero tener sexo con él, pero hoy solo lo busqué porque… si… porque quería verlo.

Los ojos grandes de Jungkook estaban entrecerrados, el ceño fruncido, no sabía si estaba molesto o solo pensando profundamente en lo que acababa de decir. Él tenía una idea de lo que él menor tenía.

— Creo que estas enamorado, amigo mío.

El pelinegro duro bastantes segundos sumido en sus pensamientos, dos veces movió la cabeza como si estuviera negando algo y finalmente le devolvió la mirada.

— ¿Qué pasa con Hoseok-hyung y tu?

Evitas la realidad, Jungkook.

— Supongo que estamos saliendo. — Se encogió de hombros. — Según yo es la palabra si nos besamos, nos tocamos y duermo en su cama.

— ¿Y Hoseok-hyung sabe que están saliendo? — preguntó Jungkook con una sonrisa divertida.

— No lo creo, él sigue fingiendo que no le gusto.

— ¿Entonces a ti si te gusta él, Namjoon-hyung?

Volvió a encogerse de hombros.

— Sabes bien que me gustaba físicamente cuando me lo presentaste. Desde el principio me gustaba ser el único al que le muestre ese lado que no es tan perfecto como los demás lo ven. Pensé que solo era eso, que quería demostrar que no es perfecto pero si lo sigo buscando solo para estar con él y besarlo entonces obviamente me gusta. No pienso complicarme demasiado con lo que estoy sintiendo. — Miró a su amigo de manera sería. — Y tu tampoco deberías. Hace tiempo me dijiste que no pretendías buscar tu felicidad, querías encontrar a Sunyoul y asegurarte de que tu hermano menor fuera quien consiguiera ser feliz. Él ya lo es, no tiene nada de malo que quieras serlo también.

El menor no lo miró a los ojos cuando se levantó de la silla.

— Lo pensaré. Nos vemos más tarde.

Jeon Jungkook puedes ser realmente tan cabeza dura como Hoseok.

Ese par sin duda estaban hechos para ser amigos.

Dejaría que Jungkook considerará sus palabras y estaría ahí para darle un buen golpe si se ponía realmente terco en no querer darse la oportunidad de amar.

Pero primero tenía que ir a convencer a su propio obstinado pelinaranja.

Ya que no tenía más trabajo entraría a la oficina de Hoseok a esperarlo.

Linduras, otro capítulo más, espero que les gustara. Los quiero, bonita noche 😊💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro