Capítulo 36
— ¿Por qué tanta prisa, Yoongi-hyung?
Había mantenido su mirada en el celular y su mente en el hecho de que U-jin no le respondió ninguna de sus llamadas ni mensajes que no escuchó a Jungkook acercándose. Sus pasos se detuvieron solo cuando la alta figura del menor estuvo a sólo unos centímetros.
La oficina de Jin estaba justo detrás del alfa que le sonreía de manera traviesa, y aún lado estaba la oficina de ese mismo alfa con la puerta completamente abierta.
— ¿Otra vez estas acechando detrás de las puertas, Jungkook?
Frunció el ceño, pero su maldito cuerpo ya estaba reaccionando a esa cercanía y ese aroma. Su pene se movió ya medio erecto dentro de sus bóxer y Jungkook lo podía oler, sus fosas nasales se engancharon cuando inhaló y esa sonrisa de lado creció hasta ser una sonrisa completa que hizo brillar ese par de ojos oscuros.
— Claro que si, si no hiciera eso escaparía de mi y no podría hablar contigo.
— No estoy escapando, yo no escapo de nadie.
— Si no lo haces, ¿entonces por qué te fuiste de mi cama en la mañana cuando pudiste haberte duchado conmigo?
— Tenía que ir a la suite, ni quería preocupar a mi mamá. — Aunque de todas maneras si se dio cuenta de que no dormí ahí. — Además, ¿por qué mierda querría ducharme contigo?
— Porque te hubiera ayudado con esa erección que tenías al despertar. Se que te encanta mi boca.
Le gruñó molesto al menor, aunque estaba más enojado con su maldito pene por contraerse una vez más con solo la mención de una mamada. No le importaba que tan bien se sentía esa boca, su estúpido pene no tenía que reaccionar a las provocaciones de Jungkook.
— Y después habría tenido que devolverte el favor, no gracias.
— ¿Por qué no? — el brillo rojizo el los ojos de Jungkook hizo que su propio lobo pusiera más atención. Su cuerpo se tenso y su piel se erizó cuando el más alto dio un paso más cerca, también sus feromonas comenzaron a salir sin control, él mismo pudo darse cuenta de la extraña mezcla en su aroma que decía “aléjate" al mismo tiempo que buscaban atraer, y podía oler lo mucho que a Jungkook le excito eso. — Me aseguraría de que disfrutarás tú también mientras me devolvías el favor, te haría correr tantas veces como me lo pidieras, hyung. Vamos a mi oficina, puedo demostrarte lo bien que puedo hacerte sentir.
Le gruñó fuerte, en advertencia cuando se inclinó un poco más cerca, y eso atrajo la atención de los empleados que estaban e los escritorios más cercanos. Esas miradas en el le hicieron sentir que estaba haciendo algo malo. Volvió a gruñir y empujó a Jungkook a un lado para entrar con prisa a la oficina de Jin. Antes de cerrar la puerta escucho la risa bajita de Jungkook y un susurró que sonó muy parecido a “lobito gruñón”. Su rostro se sentía caliente cuando entró con paso fuerte en la oficina de su amigo alfa.
— Jin.
Su voz salió más áspera de lo que pretendía, casi un gruñido cuando llegó al lado de Jimin. Y ese fue su error, acercarse tanto al gamma y asustarlo por su tono rudo. El chillido del menor fue muy fuerte para sus oídos, lo distrajo lo suficiente como para no poder evitar el empujón fuerte que lo hizo tambalearse hacia atrás y casi caerse. Lo que pasaba en aquella oficina por un momento se sintió como si fuera una situación ajena a él. El empujón de Jin definitivamente le había dolido cuando las manos golpearon su pecho y el llamado agudo de Jimin a su alfa aún tenia sus oídos zumbando, quizás fue por eso que lo que pasaba delante de él parecía irreal, como si fuera un extraño sueño en el que él no podía intervenir. Por alguna razón Jungkook había entrado y golpeado a Jin en la mejilla, ahora ambos se miraban y se gruñían, no podía ver el rostro de Jungkook pero el de Jin estaba molesto, el rojo comenzaba a oscurecerse en su mejilla y, aun así, eso no aminoro el enojo en sus ojos, los que brillaban mostrando la presencia del lobo del mayor.
Su mente estaba actuando de manera lenta, y solo reaccionó cuando el fuerte aroma de Jimin lleno la habitación. El pequeño gamma estaba encogido el la silla, los brazos delgados rodeando sus piernas y un ligero temblor en su cuerpo. Y a pesar del evidente miedo, el menor estaba soltando sus feromonas para calmar a los dos alfas que se gruñían entre sí aunque estas solo fueron efectivas en Jin, Jungkook seguía gruñendo y cuando lo rodeó se dio cuenta de que arrugaba su nariz sin apartar la mirada del alfa mayor.
Jimin miraba a su alfa, a la espera de que se acercara, pero Jin solo lo miraba de reojo sin querer moverse del mismo sitio en el que estaba, su mirada fiera seguía en Jungkook.
Se colocó frente al pelinegro a pesar de que seguía empujándolo detrás con un brazo.
— Jungkook, basta.
Uso su fuerza tratando de empujar al más alto al menos un paso hacia atrás, y permitir que Jin llegara a Jimin.
Su amigo finalmente se movió, solo alcanzó a ver como se arrodillada frente a la silla y comenzaba a susurrarle algo al pequeño gamma y después su barbilla fue tomada con firmeza por los dedos de Jungkook.
— ¿Estás herido, Yoongi-hyung?
Cuando se encontró con los grandes ojos del menor aún había un rastro rojizo en los iris oscuros y sus labios, que normalmente mostraban una sonrisa torcida, estaban apretados.
— Estoy bien, solo me empujó. — Jungkook gruñó bajito. — Fue mi culpa, asuste a Jimin.
—Me-Me sorprendí — la voz de Jimin fue bajita y tímida, se liberó del agarre de Jungkook para ver al gamma que tenía las manos en puños apretando con fuerza la camisa de Jin —, fue mi culpa.
— No fue tu culpa — dijo Jin de inmediato, gruñendo un poco y provocando un gruñido de Jungkook.
El rodó los ojos. Ahora evitaría gruñir tanto porque era de verdad molesto.
— No, Jimin. Realmente fue mi culpa, en primer lugar no debí entrar sin llamar primero a la puerta y no debí de haber hablado de esa manera yo estaba apresurado… — huyendo de Jungkook… — Necesito encontrar a U-jin hyung y el no ha contestado ninguno d emisión mensajes, por eso venía con Jin. — Su amigo ya no tenía su ceño fruncido cuando se encontró con su mirada, al fin esos dos alfas habían dejado de retarse con la mirada. — ¿Sabes dónde esta?
— Esta enfermo, cuando fui a verlo esta mañana tenia mucha fiebre y a penas se despertó cuando lo hice tomar medicina y le ayude a... — Jin cerró los labios, miró a Jungkook y se detuvo por unos segundos. — No parecía muy grave, pero igual deje instrucciones en recepción para que alguien del personal observará su condición cada pocas horas y le subieran un desayuno y una comida que no fueran pesadas para su estómago.
— Esta bien, iré a verlo cuando volvamos al hotel. ¿Tú te harás cargo de su trabajo? Necesito unos archivos.
— Si, yo estaré haciendo su trabajo. Escribe lo que necesitas y te lo envío… Y lo siento, escuche a Jimin y solo reaccioné, no fue mi intensión empujarte tan fuerte.
— Lo sé. — Le sonrío al gamma. — No quise asustarte Jimin.
El pelirrosa hizo un gesto aceptando su disculpa y enseguida acercó un poco más a Jin.
Se giró con Jungkook, el menor tenía los antebrazos cruzados frente a su pecho, los labios aún apretados y rostro serio. Lo miró por varios segundos, esperando a que se disculpar con Jin por si mismo, pero quizás espero demasiado de alguien que parecía que nunca se disculpaba por nada.
— ¿Qué?
Casi sonríe por lo infantil que le pareció Jungkook con ese gesto obstinado como si no comprendiera que las normas sociales decían que era su turno de ofrecer una disculpa. Si era un alfa puro y CEO de su propia compañía, pero en ese momento solo era un alfa de veintiséis años haciendo un berrinche porque no quería disculparse, de hecho parecía realmente ofendido porque siquiera lo sugiriera con la mirada.
— “¿Qué?” ¿No vas a decirle nada a Jin?
Jungkook lo miró fijamente, ni un solo parpadeo por varios largos segundos. Seriamente creyó que el pelinegro solo se daría media vuelta y saldría, pero finalmente habló después de gruñir bajito.
Miró a Jin.
— No debí golpearte.
Jin sonrió mientras un resoplido escapaba. Quizás se había dado cuenta de que esa sería toda la disculpa, o intento de disculpa que obtendría de Jungkook.
— Si, si, esta bien. Ahora salgan de mi oficina para que Jimin se calme.
A Jungkook no se lo dijeron dos veces, se enderezo en toda su Altura y dio media vuelta para salir con paso firme.
Que infantil.
No pudo contener la sonrisa que estiró sus comisuras cuando siguió el mismo camino que el menor hacía la puerta.
Cuando estuvo fuera solo vio desaparecer la espalda de Jungkook detrás de la puerta de madera de la oficina de al lado. Debería de ignorarlo y solo irse a su propia oficina a continuar trabajando, pero claro que sus pies no hicieron ni siquiera el intento de obedecerlo.
Fue la segunda vez en el día que entraba sin llamar a la puerta primero, solo que el alfa pelinegro si lo estaba esperando, lo miraba desde detrás de su escritorio.
— ¿Vienes por la propuesta que te hice antes, Yoongi-hyung? — la sonrisa ladeada estaba de regreso, al parecer había recuperado ese tono burlón suyo, o quizás solo quería pretender que no había pasado nada en la oficina de Jin.
— No. Solo quiero saber que mierda fue eso de entrar e intervenir como si yo fuera alguien que necesitará ser rescatado.
El pelinegro volvió a cruzar sus antebrazos.
— Pues se escuchó como si lo necesitarás.
— Solo fue un empujón.
— Gruñiste adolorido.
— Solo estaba sorprendido.
— Si te tomó por sorpresa, entonces necesitabas ser rescatado.
Gruñó con fuerza. Que el menor pensara eso era degradante para él.
Soy un alfa.
— No, no lo necesitaba, no soy débil.
Además Jin solo había reaccionado al llamado de su gamma uno que él mismo provocó.
Avanzó hasta que el borde del escritorio le impidió hacerlo más. Quedo frente al menor, con la madera de por medio siendo lo único que impedía gruñirle directamente en el rostro.
— No vuelvas a acercarte a mí, presidente Jeon.
Puso énfasis en la formalidad de llamarlo presidente, estaba declarando los límites que su relación tendría desde ese momento.
Se giró para salir de ahí pero no alcanzo la puerta antes de que su brazo fuera sostenido.
— Suéltame.
El agarre solo se apretó más, lo mantuvo en su lugar mientras el menor se acercaba hasta que estuvo al alcance para que la mano libre tomara su cintura.
— No fue porque creí que necesitarás ayuda o ser protegido — declaró Jungkook.
— ¿Entonces por qué fue? ¿Por qué dijiste eso?
Solo el sonido de una sonrisa amarga llenó el espacio de pocos segundos de silencio.
— Porque aún no se que nombre poner a lo que siento cuando se trata de ti. — El menor suspiro, las feromonas de café negro llenaron sus pulmones. — Desde que te conocí sabía que tu aroma y el tono de tu voz eran cautivadores para mí, no es que sea la primera vez que un alfa me es atractivo, pero si es la primera vez que estoy confundido y que mi lobo parece querer actuar por cuenta propia. No se por qué, solo se que en cuanto escuché tu gruñido adolorido mis piernas se movieron solas... — Jungkook se acercó más, hasta que sus cuerpos se tocaron. — Exactamente igual que cuando intimida a ese alfa frente a todos en la sala de reuniones solo porque quería burlarse de lo cerca que me permitías estar... — La respiración agitada y caliente del menor chocó contra sus labios. — De la misma manera que no entiendo porqué aún siento que no tengo suficiente de ti, de tu cuerpo… ¿Qué mierda es esto, Yoongi-hyung?
Ni idea.
Realmente no tenía ni idea de que pasaba entre ellos, pero si comprendía lo que él menor estaba sintiendo. Lo entendí tan perfectamente bien.
Gruñó cuando sus dedos tomaron el cabello azabache para acercar al más alto en ese beso tan agresivo y excitante como todos los que compartían.
Capítulo cortito pero con todo mi amor porque ya extrañaba actualizar la historia y saludar a mis lindxs Makis. Perdon por todo el tiempo que esperaron por este capítulo ojalá no los decepcione lo cortito que fue.
Los quiero mucho linduras, tengan un bonito día mañana.
💖¡Feliz San Valentin!💖
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