Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 34

Las horas habían pasado a una velocidad anormal después de que salió de la oficina de Namjoon. Huyendo.

El beta lo beso hasta que los dedos de sus pies se encogieron y su pene despertó por toda la fricción que recibía del muslo que se había hecho camino entre los suyos. Cuando se separaron el no quiso enfrentar la realidad, aprovecho la distracción del más alto y que el agarre en su cintura disminuyó para abrir la puerta y apresurarse fuera.

Lo evadió el resto del turno de trabajo, aunque no fue tan difícil porque el menor en realidad no lo buscó.

Muy tarde había recordado que tendría que volver al hotel en el mismo auto. Que estuviera Jungkook con ellos no le ayudó para nada. El alfa no mencionó nada acerca de lo que hablaron a solas en la oficina, pero su maldita sonrisa divertida cada vez que sus miradas se encontraban era de lo más irritante.

En el ascensor las cosas no mejoraron. Se encontraron con Yoongi y la tensión del pequeño espacio solo aumento. Todos estaban en silencio. Tres de ellos miraban cualquier punto de las paredes de acero, solo Jungkook miraba al otro alfa, una mirada intensa que incluso él sintió en su piel. No le sorprendió para nada el color rojo con el que se pintó el cuello y rostro de Yoongi.

A solo dos números de que llegara a su piso, su piel hormigueaba y no dejó de moverse inquieto. Namjoon y él se bajarían al mismo tiempo, pero su habitación estaba casi al inicio del largo pasillo, solo tenía que apresurarse e ignorar al otro beta si trataba de hablarle. Aún no se sentía preparado para responder si el castaño le preguntaba por cómo había pedido por ese beso. Si fuera por el nunca lo admitiría y solo borraría ese lapso de idiotez, pero Namjoon no se lo pondría fácil.

Las puertas se abrieron y su carrera comenzó.

— Nos vemos mañana — dijo rápido y sin mirar a ninguno de los dos alfas en específico.

Esperaba que esa despedida y la corta inclinación de cabeza fuera suficiente para los dos que se quedaron en el ascensor porque no estaba dispuesto a volver y despedirse de buena manera.

Solo dos pasos más.

Escuchó el tintineo que le indicaba que el elevador estaba nuevamente en movimiento y enseguida pasos detrás de él volviéndose más rápidos. Apenas pasó la tarjeta llave por la cerradura y movió la manija cuando fue empujado dentro de su propia habitación.

— ¿Tratando de huir, Hoseok?

Se dio media vuelta solo para ver a Namjoon cerrando la puerta detrás de su cuerpo grande.

— ¡¿Por qué entras a mi ha-habitación?!

— Vamos a hablar.

— ¡Pues yo no quiero hablar! ¡Vete!

El beta castaño siempre tenía un rostro relajado, era usual ver una mueca de aburrimiento en el o una sonrisa de hoyuelos, pero en general solo una expresión neutra. Esos ojos pequeños y alargados que lo miraban con una mezcla de enojo y algo mas fueron un recordatorio del Namjoon que conoció años atrás, el que parecía enojado con el mundo que lo rodeaba.

Un escalofrío lo recorrió de la cabeza a los pies.

Namjoon dio un paso más cerca, él quiso alejarse pero había perdido el control de sus extremidades.

— No te acerques. Vete.

Una sonrisa de hoyuelos apareció, aunque no era nada simpática y amigable, solo ayudo a esos ojos a ganar un toque peligroso que lo hizo pasar saliva.

— No veo que te estés alejando.

Porque no puedo.

— Porque no te tengo miedo. Vete de mi habitación.

— ¿Ahora que no te estoy ayudando con tu borrachera me corres de tu habitación?

Los brazos largos lo alcanzaron y esas manos grandes sostuvieron su cintura para que ni se moviera mientras el castaño cerraba la distancia. No es como que pudiera moverse de cualquier modos, su cuerpo está paralizado o algo parecido.

— Esa vez no necesitaba tu ayuda y ahora tampoco te quiero aquí.

— Mmm, ¿enserio? — Namjoon juntó sus cuerpos un poco más, el castaño era más alto por lo que la dureza que sentía en su vientre bajo lo intranquilizo. — Yo lo recuerdo diferente. Cuando bajaste del auto ni siquiera podías ponerte de pie y no dejabas de vomitar apenas alcanzaste el cesto de basura. Estabas tan mareado que tuve que meterte en la ducha y desnudarte.

— ¡Cállate! ¡Dijiste que no volverías a mencionar eso!

— Dije que no le diría a nadie más que te ayude a desnudarte y nos duchamos juntos porque no podías mantenerte en pie por ti mismo. — Toda su cara se sentía tan caliente. — Y lo cumplí, nadie sabe. Solo tú y yo.

— Yo no lo recuerdo.

Y realmente no lo hacía. Namjoon se lo había contado cuando despertaron, él encima del menor, abrazado por completo al ancho torso desnudo. Solo le había creído porque su cabello aún estaba húmedo al igual que el del castaño y porque en realidad Namjoon podía ser molesto pero nunca le mentía.

— No importa, igual sucedió.

El más alto se inclinó más cerca, sus rostros a centímetros de distancia.

— ¡¿Qué haces?!

— Te voy a besar.

Su aliento escapó. Sus labios cosquillearon en anticipación aunque su mente le dijera que no debería.

— E-Eso no va a pasar.

— Claro. Esta bien.

A pesar d esos palabras el menor se inclinó hasta que logró juntar sus labios.

Otra vez se dejó arrastras en la sensación de esos labios gruesos succionado su labio inferior y después en esa lengua haciéndose camino dentro de su boca.

Los besos de Namjoon eran un poco bruscos pero muy placenteros. Cada movimiento que hacia mandaba descargas a su abdomen y su espalda baja. No podía dejar de arquearse contra el cuerpo firme que lo sostenía.

Incluso protesto cuando esos labios lo abandonaron.

— Vamos a la cama, Hoseok-hyung.

Es todo, no podía recordar otro momento en que estuviera tan sonrojado, nervioso y excitado.

— N-No.

— Eres más bajo, me duele la espalda. — El menor avanzó un paso y eso lo hizo retroceder porque las manos contrarias aún no lo soltaban. — Es más fácil acomodarnos en una cama.

— Pero… no podemos… — Miró hacia atrás, la cama no dejaba de acercarse porque Namjoon no dejaba de avanzar. — ¿Qué vas a hacer?

— Nada, solo besarnos.

Para probar su punto el menor lo arrastró en otro beso. Este fue más rápido y solo fueron sus labios los que estuvieron involucrados a pesar de que el abrió un poco más los suyos como invitación.

La orilla de la cama se encontró con la parte trasera de sus rodillas. Su mirada fue a esos ojos alargados y no podía ni pensar en ocultar su respiración agitada cuando notó lo oscuros que se habían vuelto.

— Esta bien, so-solo besarnos.

— Si, solo besarnos.

Ese fue el único permiso que Namjoon necesito para empujarlo sobre el colchón y subir su cuerpo grande encima, encerrándolo.

Esos labios volvieron a tomar los suyos.

Su mente se sumergió debajo de una espesa neblina solo enfocada en ese beso que le estaba robando la respiración. Toda su piel estaba erizada a pesar de lo caliente que se sentía la habitación a su alrededor y el cuerpo encima de él. También las manos que estaban debajo de su ropa acariciando sus costados.

¿En que momento abrió mi camisa?

— Dijiste… que solo seria besarnos.

Empujó al menor por los hombros y giró su rostro cuando esos labios gruesos volvían por otro beso, terminaron en su mejilla pero eso no hizo que Namjoon se detuviera, siguió besando la piel de su rostro y continuó por su mandíbula y su cuello.

— Si, solo besarnos — respondió el beta pero eso no hizo que sus manos se detuvieran de acariciar sus pezones y bajaran hasta su abdomen.

Su cuerpo se arqueo buscando más de ese toque, su rostro se movió para darle más espacio a los labios que insistían en succionar la piel de su cuello.

Todo su cuerpo tembló cuando las dos manos grandes empujaron la pletina de su pantalón para tocar un poco de su trasero. El cinturón impidió que fueran más abajo. No sabía si estaba feliz o descontento por ello.

— Esto no es solo besarnos.

Tocar es parte de besarse.

Bajó su mirada buscando la de Namjoon para hacerle saber que estaba en desacuerdo. Esa no había sido tan buena idea. El rostro del castaño tan cerca de su torso desnudo, con los labios brillantes y húmedos por la saliva formando esa sonrisa traviesa y esos ojos oscuros formaron un ambiente íntimo que le hizo gemir un poco. Namjoon sonrió más por su extraño sonido y después fue a atacar uno de sus pezones. Sus dedos se cerraron con fuerza entre las hebras de cabello largo, pero no fue para apartarlo, sus manos lo empujaron más cerca mientras su cuerpo se arqueaba para recibir más de esa atención.

Había tenido dos parejas, con ambas había hecho lo que Namjoon le hacía a él,  jamás pensó en ser quien estuviera retorciéndose por la combinación de labios lengua y dientes jugando con unos de sus botoncillos de carne. Tampoco que estos estuvieran tan erectos.

El menor volvió a deslizar hacia arriba una de sus manos pasando por su costado, se aseguró de hacerlo tan lentamente como pudo, cuando finalmente llegó a su pecho lo apretó una vez y dos dedos gruesos comenzaron a pellizcar y jalar el pezón que había estado desatendido hasta el momento.

Estaba tan duro desde minutos atrás que su pene comenzaba a palpitar y se volvió un poco doloroso estar presionado con fuerza detrás d esa tela de su pantalón sin oportunidad de moverse mucho.

¿Qué hacía ahora? No estaba dispuesto a pedirle a Namjoon que quitara su cinturón cuando claramente había dicho que solo se besarían.

Los labios del castaño cambiaron su objetivo y fueron por su otro pezón, también las manos ajenas que recorrían su cuerpo cambiaron tareas, la que había estado intentando entrar debajo de la pletina de su pantalón hacia su trasero ahora acariciaba su pecho y la otro bajo más allá de su cintura. Solo que esta no fue hacia su espalda, fue directamente a la hebilla de su cinturón. El menor había leído sus pensamientos o simplemente estaba en su misma situación. No sabía y le dejó de importar cuando esa misma mano abrió el botón y cierre de su pantalón.

Los dedos gruesos se alejaron por varios segundos, hubo mucho movimiento de Namjoon y después las dos manos del menor bajaron con fuerza su pantalón y ropa interior deslizándose hasta la mitad de sus muslos.

Su grito molesto murió en su garganta cuando finalmente miró hacia abajo y se dio cuenta de la situación. Namjoon a horcajadas sobre sus piernas juntas con el pantalón abierto y erección afuera, apuntándolo y muy cerca de su propio pene duro que descansaba contra su abdomen bajo.

El castaño se alejó cuando se sentó hacia atrás, sobre sus muslos. Las dos manos grandes ahora se ocupaban de acariciar las dos erecciones. No fue gentil ni delicado, desde que esos dedos se envolvieron en su pene lo apretaron duro y se movieron con fuerza hacia arriba y abajo. Toda la situación ya era extraña y excitante pero su mente se perdió cuando sus erecciones fueron juntada, una encima de la otra envueltas con fuerza entre las dos manos de Namjoon.

Gimió sin tratar de ocultarlo. No podía saber cuanto tiempo había estado duro de esa manera, solo era consciente de que había necesitado con desesperación que su pene fuera acariciado, y tenerlo junto a la erección de Namjoon solo lo hizo parecer más obsceno y estimulante.

Fue el primero en correrse con fuerza, sus ojos cerrados y sus gemidos desinhibidos haciéndole sonrojar por lo lascivos que sonaron en el silencio de la habitación.

Debería de sentirse avergonzado por estar ahí tendido, semidesnudo y con su semen manchando su pecho mientras Namjoon lo miraba dese arriba aún con la gruesa erección en una mano. Se estaba masturbando con la imagen que él estaba dando y eso no pudo importarle menos  su cuerpo satisfecho.

— Mmgh…

Con un gemido de voz ronca y ojos entrecerrados, Namjoon se corrió sobre su pecho agregando más desastre a lo que ya era, pero estaba más ocupado viendo el rostro deformándose por placer.

Su mente quedó tan perdida en ello que no impidió al menor recostarse encima y empeorando la esencia viscosa y caliente que se pego a sus pieles.

Más tarde se encargaría de eso.

Solo cerraría los ojos por un momento, se sentía demasiado mareado por su fuerte orgasmo. Y también se sentía bien debajo de la calidez que lo rodeaba.

Aun parecía irreal que Taehyung lo invitara a beber a su habitación. Aunque en realidad el modelo había querido ir a un bar, solo que ya era tan famoso que no era una buena idea ir a un lugar público.

Bueno, no lo había invitado solo a él. El menor había extendido la invitación también a Jin, Jimin y Yoongi después de la sesión de fotos de ese día, pero los tres habían dicho que tenían planes. Él también estaba por declinar la invitación, se puso nervioso de saber que solo serían ellos dos, pero él menor le rogó con ese atractivo rostro mientras sonreía de esa manera linda, simplemente no pudo decir que no.

Llegar a la habitación del modelo solo ellos dos solo empeoró sus nerviosismo, tanto que perdió la cuenta de los tragos que daba a la botella. Era cuidadoso con ello porque Jin insistía en que no toleraba el alcohol y siempre s emborrachaba rápido. El maldito le había mentido, se sentía totalmente bien.

Miró a Taehyung que estaba ocupado buscando en la bolsa de frituras que tenía delante. Aún con una acción tan simple era completamente un sueño.

Un suspiro escapó de sus labios.

— Eres taaan~ guapo.

El beta rubio lo miró, una sonrisa amplia en su rostro.

— Gracias, tu también eres muy guapo y bastante lindo.

Pudo sentir su rostro caliente. No había pretendido decirlo en voz alta pero al parecer lo hizo y Taehyung lo había escuchado perfectamente.

Pero no tenía porque ser algo malo, el menor era modelo y actor, quizás escuchaba ese cumplido con frecuencia, no tenía por qué haber averiguado sus sentimientos solo por esas tres palabras.

Además le había dicho que el también era guapo y lindo.

Su corazón comenzó a descontrolarse en su pecho. Él era un beta hombre, lo que era normal es que le gustaran las mujeres betas o los omegas hombres y mujeres ya que de esa manera podría formar la familia que el perdió de pequeño y que su abuela tanto le pedía. Pero no le gustaban las mujeres beta ni los omegas. Le gustaban los hombres alfa y los hombres beta aún cuando sabía que esa relación sólo quedaría en nada porque él no podía dar a luz a un cachorro.

Eso no impidió que pudiera acostarse con algunos alfas y betas que buscaban diversión sin preocupaciones, pero siempre se sentía vacío cuando se separaban por la mañana sabiendo que ya no los volvería a ver y que ellos no buscaban una relación seria.

En otro momento no hubiera dudado de ofrecerle el mismo trato a Taehyung, pero él modelo realmente le comenzó a gustar, no solo en su apariencia, había algo que lo jalaba hacia el rubio.

Pero no tendré una oportunidad con él de cualquier otra manera.

De nuevo miró al menor, esta vez Taehyung también lo observaba con su barbilla apoyado en la palma de su mano.

Esta es tu única oportunidad.

— ¿Quieres tener sexo conmigo?

El beta se quedó serio por un momento y después sacudió su cabeza sonriendo.

— Estas borracho, creo que es hora de que vayamos a dormir.

— No es verdad, no lo estoy.

Estaba perfectamente bien. Excepto que la habitación girando ya lo comenzaba a marear y ¿no estaba haciendo mucho calor? Nunca había sentido ese calor que parecía venir desde su propio cuerpo en lugar de su alrededor, era sofocante.

— ¿Lo dices enserió?

Su piel se erizó cuando notó la mirada que se volvía más oscura.

— S-Si.

Por un momento solo se miraron, cada uno aún sentado en el suelo a cada lado de la mesa de centro. El silencio los rodeó, era tan absoluto que podía escuchar sus propios latidos del corazón.

Y después los dos se movieron hacia enfrente.

Su torpeza hizo que sus frentes chocarán pero Taehyung solo se sonrió y acomodó su rostro para comenzar con un beso experto que lo hizo gemir.

Quizás mañana despertaría solo, con dolor de cabeza y sintiendo el mismo vacío de siempre, quizás más intenso porque Taehyung era alguien a quien conocía más y que le había llegado  gustar más, pero se encargaría de las consecuencias después.

Esa noche solo quería apagar el calor en su cuerpo y el dolor en su vientre bajo.

Espero que les gustará el capítulo, en el siguiente ya tendremos a nuestro KookGi, lo prometo. Tengan un bonito día 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro