Capítulo 25
Dejó su dedo suspendido encima de la pantalla de su celular, aún no podía presionar ese icono verde que le permitiría comenzar una llamada con Jungkook.
¿Y si solo le digo a madre que Jungkook no aceptó venir?
Volvió su mirada por el pasillo, estaba a sólo unos pasos de la apertura de la habitación donde su madre, Young-sun, Soo-il y Sunyoul estaban, podía oír las voces. Fue precisamente la risa de Sunyoul lo que le dijo que no era buena idea mentir sobre Jungkook porque el menor tenía a su hermano a sólo una llamada de distancia.
Mierda.
El contacto en su celular parecía burlarse de él porque en un principio, antes de reunirse con Jungkook, había estado bastante satisfecho por conseguir ese número de celular, para él significaba una oportunidad de conseguir deshacerse del alfa que había marcado a su hermano menor y que probablemente lo haría infeliz. Había estado equivocado, en ambos casos, ahora lo sabía. Pero ese número de contacto seguía ahí guardado justo en ese momento en que deseaba no tenerlo.
Maldijo una vez más mientras abría la aplicación de mensajes y escribió a toda prisa, estaba bastante seguro de que al menos por mensaje podía advertirle al menor que se comportará sin que escuchara ninguno de los que esperaban a sólo unos metros de distancia.
El timbre de la puerta se escuchó justo en el momento en que terminó de mandar el último mensaje.
Jungkook no estaba bromeando.
Aceleró su paso y abrió la puerta con fuerza, pero en lugar de dejar que el menor pasara él salo al pasillo y cerró la puerta detrás.
— ¿No me dejaras pasar, Yoongi-hyung?
El alfa sonreía de esa irritante y arrogante manera ladeada que siempre parecía estar burlándose de todo mundo.
— Te lo advierto Jungkook-
— Shhh… — El menor había colocados rostro demasiado cerca, solo milímetros los separaban, si el pulgar de Jungkook no estuviera presionando con fuerza sus labios estaba seguro de que esa cercanía calificaba como un beso. — Cuidado con lo que vas a decir, Yoongi-hyung. Mi hermano y yo somos alfas puros, nuestros sentidos son muy agudos y mi pequeño Sunyoul esta muy atento a lo que decimos.
La voz de Jungkook fue un susurró que acarició la piel de su rostro, estaban tan cerca que fue no fue difícil escuchar el apacible pulso que palpitaba en el pecho del más alto, completamente opuesto al suyo.
Su lobo gruñó por la cercanía y por ese aroma a café y jengibre cargado de feromonas.
Apretó los dientes molesto por no poder advertirle al menor que se comportara, aunque no esperaba que Jungkook hiciera en absoluto lo que le pidiera. Tuvo que conformarse con fulminarlo con la mirada pero eso solo hizo reír al alfa.
Mierda, mierda, mierda.
Solo debió de haberse quedado horas extra en el trabajo.
Abrió la puerta después de empujar al más alto y se dirigió a la pequeña sala, no le dijo otra palabra a Jungkook pero lo sentía caminando detrás de él.
En la habitación, su madre y Yong-sun saludaron con entusiasmo al recién llegado, Soo-il se mantuvo en una postura un poco más neutra, solo sequía sosteniendo la mano de su pareja mientras veía como su madre saludaba a Jungkook.
Sunyoul… él tenía que saber que pasaba algo porque no dejaba de pasar su mirada de Jungkook y de nuevo hacia él. Era un tipo de atención que no le agradaba en absoluto.
Que sucedió más adelante no podía asegurarlo, su mente solo estaba ocupada con el pensamiento de mantenerse alejado de Jungkook, evitó a toda costa mirarlo y en su lugar se dedico a observar a Sunyoul y Soo-il. Miraba a la pareja de su hermano porque este no dejaba de lado esos ojos curiosos que lo estaban irritando. Pero miraba a Soo-il solo para asegurarse de que no compartiera la misma curiosidad que Sunyoul, sabía que no había nada en ese momento que delataba que él se había besado con Jungkook, la única manera de que los presentes se enteraran era que el alfa sentado frente a él lo dijera, pero no podía dejar su nerviosismo de lado.
La tensión se acumuló debajo de su piel a cada segundo que pasaba en la misma habitación que Jungkook y Soo-il. Su hermano menor nunca debía enterarse de lo que había hecho. Él le había exigido ser un omega ejemplar, no entregarse a cualquier alfa idiota que solo quisiera un cuerpo cálido al que anudarse, y sin embargo él fallaba como alfa y se dejaba besar por otro alfa, no solo besar ni siquiera pudo dominar en el momento.
Su padre quizás se arrepentía de dejar a su mamá y a Soo-il en sus manos.
— Creo que ya deberíamos irnos, mamá. — Soo-il se acercó a su madre en el asiento que él había dejado desocupado desde que se sus piernas inquietas le pidieron levantarse y moverse, aunque en realidad solo fue hasta la pared opuesta a Jungkook y se quedó ahí de pie. — Se está haciendo tarde y tu deberías dormir.
— Pero… — No podía ver el rostro de su mamá porque estaba de espaldas a él pero esa voz un poco más aguda sin duda significaba la omega haciendo una mueca triste. — Me estoy divirtiendo teniendo a todos aquí conmigo. Además no tengo sueño.
— Eso es porque no quisiste tomar tu medicamento hace una hora — su hermano rodó los ojos pero sonrió tiernamente a la mayor —, el que te ayuda a dormir.
Las comisuras de sus labios se elevaron cuando vio la sonrisa de Soo-il, siempre le gustó la sonrisa sincera de su hermano menor, era realmente lindo sin darse cuenta. Quería observar un poco más esa sonrisa porque sabía que pasaría mucho antes de que volviera a verla pero la sensación se ser observado lo hizo desviar su vista. Jungkook y Sunyoul lo miraban sin parpadear cada uno como una perfecta imitación del otro salvo por el cabello del hermano mayor que era más largo y la sonrisa ladeada que lo caracterizaba, el menor de los Jeon parecía un poco más sorprendido que burlón pero realmente parecía que era observado por un par de gemelos.
La piel de sus brazos se erizo. Apenas podía con un Jungkook, el alfa era como una ola del mar, no importaba lo mucho que se preparará nunca podría impedir que esta siga su curso. El menor hacia lo las cosas a su manera, acostumbrado a que se quitaran de su camino o simplemente arrastraba a los que se quedaban pensando que podían impedirle algo.
Dos Jungkook… definitivamente no.
— Yoongi, acompaña a tu hermano y a Sunyoul, de todas maneras parece que no podré convencerlos de quedarse más tiempo.
Su mamá mostraba una mueca derrotada por no poder convencer a los menores que se quedarán más tiempo, pero él estaba más atento a la reacción de Soo-il por las palabras de la mayor. Estaba dispuesto a aceptar o negarse según lo quisiera su hermano, pero alguien más contesto por él.
— Sunyoul puede cuidar de Soo-il hyung. Yoongi-hyung me acompañará a mi. ¿Vamos Yoongi-hyung?
No era extraño tener a Jungkook dando órdenes en el trabajo, era presidente de su propia compañía después de todo. Pero su lobo gruñó por tenerlo dándole órdenes frente a su mamá y su hermano menor.
— ¡Oh, eso me parece bien! — Su madre aplaudió contenta por las palabras de Jungkook. — Yoongi casi no te presto atención mientras estuviste aquí. — Jungkook hizo una mueca lastimero como si realmente le importara que no recibir la atención de una sola persona, y su madre cayó por completo en ello porqué se dio media vuelta para mirarlo con el ceño fruncido. — Yoongi, esa es una manera muy grosera de tratar a un amigo, por eso solo tienes dos. Deberías cuidar más de tus amistades.
Tuvo que apretar los dientes para no maldecir frente a su mamá, pero estaba muy cerca de hacerlo cuando escuchó la risa de Young-sun y Jungkook. Incluso su rostro se sentía caliente, obviamente porque estaba molesto, no porque se avergonzara.
Se adelantó a la puerta en lugar de quedarse en el mismo lugar donde su hermano y su mamá se despedían de Jungkook con una sonrisa, aunque no tuvo un momento muy largo a solas antes de que el alfa menor lo alcanzará.
— Vamos primero para tomar el ascensor, Sunyoul esperará a que Soo-il hyung hable con tu mamá.
Jungkook ni siquiera espero por su respuesta cuando ya estaba saliendo por la puerta sin mirar atrás, muy seguro de que él lo seguiría. Molesto se cruzo de brazos y se quedó exactamente el mismo lugar hasta que escucho como el alfa volvía y lo miraba con una ceja levantada.
— ¿Qué pasa?
— ¿Puedes dejar de dar órdenes como si todos estuvieran para servirte?
Su cuestionamiento solo hizo que la sonrisa de labios apretados cediera el paso a una que mostraba sus blancos dientes. Su lobo y él resoplaron indignados.
— N-No lo hace con m-mala intención.
Se giró a la voz suave detrás de él.
Era un tono similar al de Jungkook, pero esa voz no estaba saturada de arrogancia y superioridad.
Sunyoul se acercó un poco más a él esos ojos grandes sosteniendo su mirada.
— Yoongi-hyung lo sabe, Youlie. Sus comentarios son de cariño, ¿verdad, hyung?
Fulminó con la mirada a Jungkook pero tuvo que volver su atención al alfa de Soo-il cuando este se aclaro la garganta.
— Yo quería d-decirle que haremos una fiesta sorpresa para Soo-il p-por su cumpleaños, se que faltan aun tres semanas, pero no se si nos volvamos a ver p-pronto, pensé que era mejor invitarlo hoy.
Las palabras de Sunyoul lo tomaron por sorpresa, sobre todo esa quietud que el menor mantenía esperando por su respuesta. Esperando que aceptara su invitación.
— Claro… gracias… por invitarme.
— Cuando confirme la hora con mis otros hyungs le avisaré. — El alfa menor hizo una mueca pensativa. — Le diré a mi hyung y que él le p-pase el mensaje.
— Esta bien…
— Esta bien…
— Esta bien, terminemos con este incómodo momento entre Yoongi-hyung y mi hermanito. Regresa con tu pareja, Youlie, yo me llevaré a Yoongi-hyung.
— Te dije que dejaras de dar órdenes.
— Si, si. Lo que digas, hyung.
Jungkook paso un brazo por sus hombros y prácticamente lo empujó a la puerta de entrada usando su fuerza como ventaja. Aunque en realidad no se resistió mucho, realmente quería terminar con el incómodo momento que había tenido con el alfa de su hermano, estaba realmente agradecido por la invitación pero era muy malo expresando gratitud.
Solo puso un alto cuando el ascensor abrió sus puertas en el piso de Jungkook y este trató de dirigirlo al pasillo.
— Ya te acompañe lo suficientemente lejos. Creo que puedes encontrar tu camino desde aquí y si no lo recuerdas, esa es la puerta de tu habitación.
Señaló la puerta, la única que había del lado derecho, mirando mal al más alto que aún no quitaba la mano de su cintura.
La risa de Jungkook llenó el pequeño espacio en el que se encontraban.
— Bien, pero ya que no me vas a acompañar hasta mi puerta, — una segunda mano se acomodó del otro lado de su cintura mientras Jungkook se acercaba más y más, sabía lo que el menor diría incluso antes de escucharlo — que tal un beso de despedida.
Su lobo gruñó y gimió por la intensidad de las feromonas que rápidamente se acumularon para llenar sus pulmones. Sus párpados se sintieron pesados, su boca seca y su piel se erizó, no le impidió al menor que se inclinará muy cerca de sus labios e incluso separó un poco los suyos.
Soo-il.
Apenas fue capaz de dar un paso atrás cuando ambos pares de labios se rozaron. Si se besaba con Jungkook pasaría lo mismo que las dos veces anteriores, una erección crecería en su entrepierna y su mente se nublaría hasta que su lobo y el solo eran capaces de continuar con el beso al ritmo que el menor imponía.
Si bajaba en ese estado, Soo-il se daría cuenta.
No podía permitir eso.
— Ya no lo hagas. Deja de besarme y pedirme besos. Soy un alfa, me gustan los omegas. ¡No quiero tener nada contigo!
Podía sentir sus mejillas calientes. Había pasado mucho tiempo desde que se molestaba al punto de gritar, pero le enojaba que Jungkook no se deshiciera de esa expresión burlona en su rostro como si tomara sus palabras a juego.
— Entonces quieres que deje de acercarme a ti. Que solo te hable si es estrictamente necesario en el trabajo y fuera de este no crucemos palabra. — Jungkook avanzó un paso hacia él. — ¿Eso quieres, Yoongi-hyung?
— Si.
Retrocedió la misma distancia que el menor había avanzado.
— Bien, entonces eso haré.
Jungkook se dio media vuelta, precioso el botón para cerrar las puertas del ascensor y salió sin mirar atrás. Solo vio la espalda del alfa alejarse hasta el momento en que quedó a solas en el espacio cerrado.
Fue apenas consciente de que su hermano y Sunyoul lo miraron cuando se los topó al salir nuevamente en su piso, pero siguió su camino. Su madre y Young-sun ya no estaban a la vista por los que fue directamente a su habitación.
Solo unas semanas atrás había pensado que Jungkook sería un buen amigo, le había resultado fácil ser él mismo con el alfa menor. Aún después de aquel primer beso no había pasado por su mente que su amistad tendría que terminar.
Pero él lo había pedido. Jungkook ya no le hablaría más que por trabajo, ya no lo esperaría para ir a comer juntos, no se sentaría a su lado en la sala de reuniones y no lo tendría molestándolo con esas miradas que siempre estaban sobre él.
Todo sería normal.
Aquí lo que debió haber sido la otra mitad del capítulo anterior. Se que algunos estarán sufriendo ansiedad porque terminó con este capítulo aquí y ya necesitan saber que pasa a continuación, pero por hoy es la única actualización, lo siento 😬
No me maldigan mucho porque no podré dormir 😅
Linda noche, los quiero Makis lindos y lindas 💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro