Capítulo 21
— ¿Irás al trabajo hoy, hijo?
Su madre aún se veía adormilada mientras lo alcanzaba en la puerta, muy diferente a su pequeña mascota. El gato caminaba en círculos por sus piernas maullando enérgicamente, era hora de su desayuno al parecer.
— Si, mamá. Probablemente tarde un poco, pero volveré para comer contigo y Young-sun, lo prometo.
— Esta bien. Pero asegúrate de desayunar.
— Por supuesto.
La omega bajita se acercó más, lo abrazo como lo había estado haciendo las últimas dos semanas cuando se iba. Aún era un abrazo rígido de su parte, pero al menos ya no se sorprendía como las primeras veces.
— ¿Has hablado con Soo-il?
— Sabes que no es así. — Su madre no se apartó mientras hablaba, ella apretó más los brazos alrededor de su cintura. — Debieron de hablar de ello ayer que estuvo aquí.
— Inténtalo, Yoongi. Nunca podrán volver a convivir como antes si no lo haces, él tiene miedo de acercarse y tú puedes hacerle ver que no hay nada que temer.
— Lo pensaré.
La mayor soltó un largo suspiro mientras lo soltaba y se apartaba.
— Mis hijos son tan tercos como su padre. Heredaron mi apariencia pero sin duda tienen el carácter de él, tú aún más que Soo-il, siempre que te veo me recuerdas tanto a él.
No lo negó ni afirmó porque en realidad tenía muy pocos recuerdos de su papá, su madre era quien mejor lo había conocido y recordaba su carácter por completo. Soo-il y él aún eran muy jóvenes y solo habían visto el lado juguetón y las sonrisas que el alfa siempre tenía para ellos cuando llegaba a casa.
— Le daré de comer a Ilie antes de que quiera buscar por su cuenta en la cocina. — Su madre se dio media vuelta aún negando con una sonrisa nostálgica en su rostro. — No te olvides de desayunar.
— Y tu no olvides hacer tus ejercicios con Young-sun.
Salió después de que su madre asintió en respuesta. Ir a la oficina en día libre no era algo que pensó que ocurriría en sólo la primera semana de trabajo en Seúl, pero al no tener disponible a Jin, el trabajo del CEO quedaba en él, no estaba recurriendo a las horas extras por las noches porque le había prometido a su madre que estaría a tiempo para comer con ella todos los días posibles, así que su alternativa había sido ir en fin de semana.
Sería el único de su empresa en estar ahí. Esperaba que las distracciones ausentes sirvieran para que terminara el trabajo con mayor rapidez. Quizás le quedaría tiempo para ir a rentar un auto para usar mientras estuviera en la ciudad, tener que esperar por uno cada vez que necesitaba ir a algún lado era fastidioso, pero lo necesitaba para llegar sin contratiempos.
Eso era lo que lo tenía distraído mientras esperaba el elevador, esperaba por un conductor que lo llevara hacia su trabajo. Por eso no presto atención cuando las puertas del ascensor se abrieron y él solo entró con la vista aún en la pantalla de su celular, de cualquier manera era muy temprano, no creyó que alguien más estaría ahí. Su error.
— Buenos días, Yoongi-hyung.
Levantó su vista tan rápido que podría jurar que las vértebras de su cuello hicieron ruido.
Jungkook lo miraba con una sonrisa desde la esquina contraria de donde él estaba. Su pose era relajada contra la pared del ascensor y sus antebrazos cruzados frente a su pecho.
Tuvo que mirar dos veces para asegurarse de que había visto correctamente. El alfa ya lucía injustamente bien en su ropa formal, pero era completamente otro nivel más con sus grandes botas de cintas, jeans de mezclilla y chaqueta de cuero. Además llevaba su cabello atado contra la parte posterior, su cabello no era tan largo pero lo suficiente para sostenerse en ese pequeño atado dejando que unos mechones ondulados cayeran contra su frente.
Lo desconcertó verlo de esa manera, quizás por ello se quedó viendo más de lo necesario en lugar de responder el saludo del menor. Solo lo recordó cuando esa sonrisa ladeada y un poco arrogante volvió a aparecer.
— Buenos días — respondió tardíamente.
Se giró mientras lo decía y volvió a enfocarse en la pantalla de su celular, o eso quería aparentar porque no pudo dejar de lado que estaba en un espacio cerrado con el alfa y eso volvió a recordarle lo que quería olvidar.
— No pidas un auto, yo te llevaré, hyung.
Jungkook realmente no conocía el significado de espacio personal. Aún cuando no estaba completamente pegado a él, podía sentir en su espalda el calor del cuerpo contrario y aún persistía la sensación del aliento cálido chocando contra su oreja.
Su lobo se altero.
Esa vez no contuvo su gruñido, dejó que retumbaba contra su garganta pero eso solo provocó una risa del menor.
— Me gruñes incluso cuando me ofrezco a llevarte, eres tan malo conmigo Yoongi-hyung.
— Pudiste haberme dicho eso desde donde estabas, no tenías que acercarte.
Miró los ojos azabache de manera desafiante, pero el menor no retrocedió ni un poco. No quería ser él quien se retirara primero aún cuando sus rostros estaban tan cerca, odiaba quedar como el que retrocedía, pero lo hizo tomando la oportunidad que las puertas del ascensor le dieron cuando se abrieron.
Cuando su vista sólo se llenó del oscuro estacionamiento en lugar de la luminosa recepción recordó que nunca había presionado ningún botón en el momento en que subió al elevador.
Te distrajiste mirando a Jungkook.
— ¿Entonces hyung dejará que lo lleve?
— Me equivoque de piso.
Trató de rodear al menor pero fue rápido en tomar su antebrazo.
— Vamos, Yoongi-hyung. Cuando estaba pidiendo un auto puso la dirección de SDM, yo voy para allá así que solo acepte que lo lleve, será más rápido que esperar por un auto. Dejaré de molestarlo.
La sonrisa arrogante había desaparecido, cada palabra de Jungkook fue dicha sin burla alguna. El menor podía ser sincero o simplemente actuar muy bien.
Quizás se arrepentiría de su decisión.
— Esta bien.
— ¿Cómo se supone que tengo que hacer esto?
Iba a maldecir a Jin hasta que volviera al trabajo… También días después.
En ocasiones había ayudado a su amigo con su trabajo de CEO, pero realmente no estaba calificado para hacerlo por completo, llevaba una hora atorado con el mismo formato que aún no averiguaba como llenar de forma correcta.
U-jin no había podido resolver su problema tampoco, durante su llamada le aseguro que Jin se encargaba siempre ese esa parte.
Lo que necesitaba era la ayuda de un CEO, y tenía uno a unos metros de distancia, pero por treinta minutos se había negado a levantarse e ir a tocar esa puerta para pedir ayuda.
El menor realmente no había hecho nada durante su viaje en el auto, nada. No intento hablar con él, ni acercarse, la única vez que escucho la voz del menor desde que salieron del estacionamiento del hotel fue cuando saludo al guardia que verifico sus gafete para permitirles el acceso. Tampoco habían hablado en el ascensor y Jungkook simplemente se metió en la oficina que le asignaron aun mirando atentamente la pantalla de su celular.
Pero realmente tienes que terminar esto a menos que quieras disculparte con el CEO Jwa frente a todos en la junta.
Dejo caer su rostro contra sus antebrazos apoyados en el escritorio.
Te maldigo Jin. Ojalá ya no puedas mantener una erección y Jimin se enoje contigo.
Volvió a elevar su cabeza y tomó la carpeta una vez que acomodó todas las hojas dentro.
Se levantó y suspiró lentamente.
— Es trabajo, puedes dejar tu orgullo de lado unos minutos si es por trabajo.
Siguió repitiéndose lo mismo mentalmente hasta que estuvo frente a la puerta que tenía un pequeño letrero donde indicaba que era la oficina temporal de Jungkook. Con otro suspiro más, levanto su puño para dar dos golpes en la madera oscura.
— Pasa, Yoongi-hyung.
Por alguna razón, en su mente había pasado la idea de que Jungkook en realidad había dicho que iría al trabajo como una excusa para llevarlo, pero él menor en realidad estaba escribiendo sin descanso en su computadora, su rostro enfocado en la pantalla, ni siquiera lo miró cuando se acercó al escritorio repleto de hojas y carpetas apiladas.
Guardo silencio esperando que Jungkook se tomara una pausa en lo que estaba haciendo, en ese lapso de segundos se dedico a observar un poco de lo que había escrito en esas hojas. Si entendió bien lo poco que observó, Jungkook estaba completando el trabajo de una semana entera por adelantado. Todo por si solo.
— Lo siento, quería terminar de escribir eso. — Los ojos oscuros estaban sobre él. — ¿Qué necesitas, Yoongi-hyung?
— No sabía que necesitabas lentes.
Se reprendió me talmente por hablar sin pensar.
— Oh, estos no tienen aumento. Mi vista es muy buena y por eso tengo problema con las luces de la computadora, estos lentes son para eso.
— Entiendo… — El menor se le quedo viendo con una sonrisa divertida, entonces recordó que aún no le decía a lo que había ido. Su mente no estaba funcionando bien ese día, quizás si debió de haberse quedado en casa a descansar. — Estaba haciendo la parte de Jin, pero hay algo que no entiendo.
Le mostró la hoja que aún permanecía en blanco. En cuanto la vio comenzó a explicarle paso a paso mientras él se dedicaba a completar esa hoja. Pero Jungkook no se detuvo ahí, fue guiándonos hasta que el trabajo que le correspondía Jin estuvo terminado por completo. Se habían tomado una parte considerable de la mañana en ello, el menor incluso había pedido comida e hizo un espacio en su desordenado escritorio para que tomarán una pausa para comer sus almuerzos.
Trabajaron de manera rápida y eficaz, él finalizando su trabajo pendiente y Jungkook, por lo visto, adelantando el suyo. Eso tomó mucho menos tiempo del que había esperado, pronto se encontró libre para poder volver a casa, pero en su lugar comenzó a ver el trabajo que había hecho el menor.
Habían hablado bastante, solo cosas del trabajo pero aun así fue una conversación sin silencios incómodos que lo relajo al punto de que su lobo dejó de gruñir en algún momento de esas horas que había estado en la oficina de Jungkook. Su lobo se sentía tan cómodo en ese momento que su estado relajado lo contagio.
No quería salir en cuanto antes de ahí como pensó que lo querría antes de ir a esa oficina. Ahora que ya no tenía trabajo solo se quedó ahí leyendo las hojas que nuevamente estaban por todo el escritorio.
— Esta parte es de mi propuesta.
El menor volvió a apartar la mirada d esa computadora para ver la hoja que él sostenía.
— Si. Me gusta más que lo que yo propuse.
— Pero se había acordado seguir con tu idea en esta parte. Es mucho más sencilla de elaborar y podemos casi garantizar un resultado positivo.
Que en realidad era lo que querían lograr, un gran porcentaje de resultados positivos. No entendía porque el menor decidía cambiar a algo que era mucho más incierto.
— Lo sé. Pero nunca me ha gustado irme por el camino fácil. — Le mostró su sonrisa de lado, entendió que esas palabras no solo estaban relacionadas con el trabajo. — Además ya planeé como aumentar el porcentaje de resultados positivos. — Jungkook se levantó de su silla y se hizo a un lado señalando la. — Acércate, hyung, velo por ti mismo.
Lo hizo. Se sentó donde había estado el menor y leyó la hoja digital que había en la pantalla. Era su propuesta con algunas modificaciones, gráficas que prevenían diferentes resultados, la comparativa con las dos propuestas originales y otras tantas cosas que le tomó un poco de tiempo leer pero que solo lo convencieron más y más. No tenía que leer la conclusión para saber que el menor estaba en lo correcto con las modificaciones que hizo.
— ¿Cómo pensaste en incluir-
Sus palabras murieron en sus labios cuando giró su cabeza. El rostro de Jungkook estaba muy cerca. Los lentes ya no se sostenían frente a los ojos ascuros pero no se giró para buscarlos, su vista solo se enfocaba en la contraria.
— Quiero besarte, Yoongi-hyung. — Esa mirada intensa bajo a sus labios e inconscientemente él hizo lo mismo antes de devolver su vista a esos ojos oscuros. — ¿Puedo?
Su lobo levantó la cabeza, aún no estaba intranquilo pero definitivamente estaba más alerta. Sólo agradecía que las feromonas de Jungkook no estuvieran presentes como la última vez que el menor lo beso, eso tenía su mente más clara.
Aunque en realidad de verdad estaba considerando la pregunta del menor seriamente.
— ¿Por qué quieres besarme? — Se puso de pie, no era de la altura de Jungkook pero era mejor que estar sentado con el menor inclinado sobre él. — ¿En realidad te gusto o solo lo haces por dominarme?
— No te hagas ideas, Yoongi-hyung. Me atraes, eres mi tipo pero no estoy locamente enamorado de ti. — El menor avanzó, dejándolo acorralado contra la madera del escritorio, pero no se pego a él, aún le estaba otorgando unos centímetros de distancia. — Y no, no lo hago por dominarte, realmente me gustó besarte la última vez.
— ¿Por qué yo? ¿Qué tiene de diferente a besar a cualquier otro alfa?
— No lo se. — El ceño de Jungkook se frunció, buscando realmente una respuesta a su pregunta. — Y lo digo de verdad, no lo sé. Simplemente se sintió diferente, a mi lobo también le gustó. ¿Acaso tú no lo disfrutaste, hyung?
Un rotundo no estaba en la punta de su lengua, pero el menor le había contestado con sinceridad así que él hizo lo mismo.
— Fue confuso. No se que es lo que sentí y mi lobo tampoco se decidía si gruñirte o tratar de dominarte.
Una sonrisa traviesa apareció en el rostro de Jungkook cuando se inclinó un poco más cerca.
— ¿Quieres dominarme, Yoongi-hyung? — Jungkook se acercó, finalmente pegó sus cuerpos un poco, solo una pierna intentando estar entre las suyas y una mano que no dejaba de acariciar su costado. — Si me dejas besarte puedo dejarme un poco, te lo dejaré fácil.
Tuvo que morder el interior de su mejilla para no sonreír divertido. Dudaba mucho que Jungkook se dejara dominar por nadie, definitivamente no se lo iba a dejar fácil pero parecía determinado a aceptar cualquier cosa si le permitía besarlo nuevamente.
— Te gustan los alfas, pero a mi me gustan los omegas. Tengo una idea de lo qué quieres conseguir de mí, pero no va a pasar.
Jungkook rozó la punta de la nariz contra su mejilla derecha brevemente. Su lobo ahora si estaba inquieto, moviéndose de un lado a otro como siempre que ese alfa pelinegro se acercaba demasiado.
— Ahora solo quiero un beso.
— Si quieres algo más te voy a rechazar.
— Esta bien.
Su mirada volvió a bajar a los labios de Jungkook un breve instante, estaban brillantes porque el menor los había latido justo cuando pronunció esas dos palabras.
— No quiero que eso cree problemas con mi trabajo.
— No habrá problemas. Fue verdad cuando dije que solo esa vez te besaría sin tu consentimiento. Puedo ser insistente pero nunca he forzado a nadie. Sabré aceptar si me dices que no.
El problema era que esa insistencia le estaba haciendo difícil decir no justo en ese momento.
— Solo un beso.
Pudo alcanzar a ver la sonrisa de Jungkook justo antes de que sus labios se juntaran y sus ojos se cerraran.
El menor no perdió tiempo en meter su lengua, nuevamente intento ser quien llevara el ritmo de es intercambio brusco pero había estado en lo cierto cuando se dijo que Jungkook no cedería, aunque esta vez estaba más determinado. Sus manos se deshicieron de la liga que sujetaba el cabello azabache y sus dedos se cerraron en puños con las hebras sueltas sujetando con fuerza para mantener al menor en la posición que quería, no fue sencillo porque Jungkook era más alto, pero sintió la pequeña victoria cuando el rostro del menor se inclinó de la forma que quería.
Su lobo gruñó en aprobación por haber logrado obtener un gemido cuando chupo la lengua ajena con fuerza, ahora no gruñía molesto, lo hacía victorioso cada vez que lograba que Jungkook gimiera un poco o se frotara impaciente contra él.
Sus labios comenzaron a hacerse más y más sensibles por los tirones y las mordidas leves, el calor generado por ambos, sobretodo por Jungkook, ya lo tenía con algunas gotas de sudor descendiendo por sus sienes y su garganta picaba irritada por todas las veces que había gruñido, pero nada fue suficiente para apartarse. Ambos estaban determinados a no apartarse primero, incluso parecía que se habían acercado.
Gruñó con sus dientes atrapando el labio inferior del menor y fue por eso que pudo probar el sabor ferroso de la sangre cuando ambos se apartaron rápidamente con el estruendo que provenía de algún lado.
Era un celular, reviso el suyo rápidamente pero su pantalla seguía apagada. Jungkook en cambio veía la 8pantalla iluminada del suyo.
— Es mi hermano, tengo que contestar.
Le dirigió una mirada pesada, sus rostros aún estaban lo suficientemente juntos como para que viera perfectamente el lugar donde había mordido el labio inferior, unos puntitos de sangre se asomaban apenas por la herida que él había causado.
Antes de darse cuenta se inclinó para succionar ese mismo labio. Jungkook gruñó por el fugaz maltrato a su labio antes de apartarse unos pasos y contestar finalmente la llamada.
Él se quedó en exactamente el mismo lugar calmando su respiración acelerada y pensando en cualquier cosa desagradable que le hiciera bajar esa erección que se presionaba contra la tela de sus bóxer.
Mis lindxs Makis, espero que les haya gustado el capítulo 💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro