De alguna manera había terminado en el auto de Jungkook dejando que él menor lo llevara a donde se hospedaba. No tenía ni idea de cómo habían llegado a eso cuando Jin y él se quedaban en el mismo lugar y pudieron haber pedido un auto para los dos. En su lugar Jin se había quedado bebiendo con Namjoon y Hoseok, su traidor amigo había preferido seguir al par de betas a un bar después de que abandonaron el restaurante.

— Pareces preocupado, ¿Quieres que volvamos a buscar al CEO Kim?

Jungkook conducía tranquilo, completamente ajeno a lo inquieto que estaba su lobo en su interior. Desde que se conocían era el mayor tiempo que habían pasado juntos y definitivamente no le hacía ningún bien estar expuesto por tantas horas a la presencia de alfa puro que Jungkook emanaba. Su lobo había comenzado a gruñir un par de horas atrás, sus manos constantemente se apretaban en puños y su visión se volvió más aguda por momentos haciéndole saber que sus ojos estaba también en una lucha por cambiar a sus ojos de lobo. Y respirar bocanadas profundas no le serviría de nada cuando sus pulmones se llenarían de la esencia de Jungkook.

Y a pesar de todo, el menor se veía tan calmado como siempre, no mostró absolutamente ninguna señal de inquietud, su sonrisa se mostró todo el día en su rostro.

— Solo creo que terminará demasiado ebrio, nunca se mide a la hora de beber y no creo que sea capaz de pedir un auto para volver al hotel.

— Si es por eso, no te preocupes. Están con Namjoon-hyung y él es muy bueno bebiendo, no se emborracha fácilmente y se asegurará de que lleguen a sus habitaciones de hotel.

— ¿Incluso Hoseok?

No sabía por qué la broma había surgido de sus labios con tanta facilidad, pero también se encontró sonriendo cuando Jungkook lo hizo.

— Si, incluso Hoseok-hyung. Puede que no se lleven bien, pero Namjoon-hyung es un cuidador, no dejará a nadie de lado. Ya pasó una vez, yo me retire temprano de una fiesta y Hoseok-hyung bebió hasta el desmayo, fue Namjoon-hyung quien lo llevó a su departamento. En el fondo creo que se agradan… Muy en el fondo.

Volvió a sonreír confuso consigo mismo. Se la pasó muy bien conviviendo con Jin y los otros tres menores, pero aún así su lobo estaba actuando tan raro con Jungkook. Y lo hacía más cuando estaban a solas, como en ese momento.

No podía explicarlo del todo, pero una parte se sentía relajada, cómoda y le agradaba el menor, pero a la vez se sentía irritable, inquieto y tenso, como si estuviera incómodo en su propia piel.

— ¿Se siente cansado, hyung?

La pregunta llegó después de algunos aplastantes minutos donde el silencio lleno el espacio cerrado. En otro momento habría bajado la ventana para que el aire entrara y le ayudara a distraerse, pero aun era invierno y las temperaturas eran muy bajas.

No había sido su intención crear ese ambiente.

— Supongo, dormí muy poco estos últimos días y sobretodo ayer.

— Puede dormir mientras llegamos. Incline el asiento para que sea más cómodo.

— No es necesario, además se vería muy mal que te dejara conduciendo solo.

— Realmente no me molestaría, además yo he estado en la ciudad por una semana, he tenido tiempo de relajarme, hyung tuvo que viajar y eso es agotador a su manera. Ya tengo la dirección así que duerma y lo despierto en cuanto lleguemos.

El alfa le estaba dando una salida, una que se vería mal si tomaba, pero realmente quería que su lobo se calmara un poco, había estado en alerta tanto tiempo que, junto a su falta de sueño, solo termino agotado mentalmente.

— Esta bien. Te agradecería que me despiertes.

— Claro, Yoongi-hyung.

Con su rostro volteando a ver el paisaje repleto de edificios que iban dejando atrás y sus antebrazos cruzados frente a su pecho se dijo a sí mismo que fingiría dormir un poco.

Pero no fue necesario, realmente estaba cansado, sus parados se cerraron y el sueño lo reclamó antes de que se diera cuenta.

Llevaba veinte minutos pensando en ello y aún no llegaba a ninguna conclusión.

Miró una vez más al alfa que dormía en el asiento de al lado al que había cubierto con su propio abrigo. Aún no quería despertarlo. Tardaron solo quince minutos en llegar después de que el latido de Yoongi le indicó que se había dormido y había estado estacionado veinte pensando en por qué estaba actuando de esa manera. Con cualquier otro alfa no se habría preocupado por dejarlo descansar y tampoco le habría dado su abrigo.

También estaba el hecho de que ahora no solo estaba el riesgo de que Sunyoul conocía a Yoongi, ahora también estarían trabajando en conjunto por al menos tres meses.

Para él sería demasiado fácil solo decirle al alfa que tuviera sexo con él si solo fuera dos resultados posibles; que aceptara o se negara. Pero tenía que considerar que una negativa del mayor podría influir en su trabajo o en su relación con Sunyoul si Yoongi se lo contaba.

Pero tampoco podía dar un paso atrás y no hacer nada porque realmente creía que estaba enloqueciendo. Incluso tenía algunos minutos pensando en si debería o no quitar el cinturón de seguridad para que el mayor estuviera más cómodo.

Bien.

Primero, hablar con Sunyoul sobre cómo su lobo rechazaba las feromonas de los omegas y en su lugar le atraían los alfas.

Segundo tenía que tranquilizarse alrededor de Yoongi, su lobo había estado tan ansioso por dominar al del alfa que estaba a su lado que se hizo notar solo para él, tampoco pudo evitar presionarse más cerca del mayor y provocarlo dejando que su aliento chocará con la pálida piel lechosa, se veía tan suave al tacto y sin imperfecciones, eso solo provocó que quisiera lamer ese delgado cuello y dejar la marca de sus dientes. A su lobo no le había importado lo inquieto que se ponía Yoongi por momentos, eso solo lo incitó a presionarlo más y debía controlarse en ese aspecto.

Tercero, iba a decirle a Yoongi claramente lo que quería. Nunca se anduvo con juegos cuando quería algo y ciertamente con Yoongi ya había estado jugando por lo que parecía demasiado tiempo. Realmente le agradaba y no era ningún esfuerzo llevarse bien con él y actuar como un amigo, pero no era lo que realmente quería del otro alfa.

Volvió a mirar el rostro con la expresión relajada y pacífica, escuchaba el rítmico y lento latido del corazón y casi fue como un calmante.

Tenía que hablar cuanto antes con Sunyoul.

Odiaría que su hermano se enterara por terceras personas, solo entonces hablaría claramente con Yoongi y dejaría esas extrañas sensaciones de lado.

Y esas acciones que nunca antes había sentido necesario hacer.

Como estar inclinándose sobre el dormido alfa para quitar el cinturón de seguridad lo más silenciosamente posible.

Aunque no fue muy efectivo, pudo escuchar el cambio en el latido y la respiración de Yoongi anunciando que el alfa estaba despierto. Cuando su mirada se encontró con el par de ojos pequeños una sonrisa automática estiró sus labios.

— Lo siento, hyung. Quería quitar el cinturón para que pudieras dormir más cómodo.

Se alejó lentamente cuando el mayor miró a su alrededor con los ojos aún adormilados y el cabello un poco revuelto en la parte de atrás.

— ¿Ya llegamos?

— Si, hace poco más de veinte minutos.

— ¡¿Por qué no me despertaste?!

Sonrió por los ojos sorprendidos del alfa.

— Parecías estar durmiendo muy cómodamente.

— Pero igual lo hubieras hecho. Solo te hice perder veinte minutos de tu tiempo cuando podrías estar de camino a tu hotel.

— Ya estoy en el.

— ¿Eh?

— El hotel. — Señaló el oscuro estacionamiento subterráneo para los huéspedes y visitantes del hotel. — Me estoy hospedando aquí, por eso me ofrecí a traerlo cuando me dijo el nombre y la dirección del lugar. Estoy en el último piso, en el penthouse.

— Así que eras tu quien lo tenía. — Una sonrisa un poco ladeada se dibujo en los labios de color rosa suave. Su propia boca comenzó a sentirse un poco seca. — Jin se molestó por tener que tomar una suite dos pisos más abajo porque le dijeron que el penthouse ya estaba ocupado desde una semana atrás.

Le respondió la sonrisa al mayor, pero en realidad tenía más interés en saber sobre la habitación de Yoongi que la de Jin.

— ¿Yoongi-hyung esta en una habitación sencilla?

— No, estoy en la suite frente a Jin, necesitaba las tres habitaciones porque mi madre y Yong-sun vinieron conmigo.

Bueno, ahí iba su esperanza de pedirle que lo invitara a pasar, no lo iba a hacer con su madre enferma habitando ahí. Aún cuando pidiera visitar a Young-sun, no podría medir las reacciones de Yoongi a su cercanía estando los dos solos. Su reacción dependería de que tan fácil o difícil sería persuadirlo de entrar a la cama con él. Quizás podría invitarlo en unas noches a su departamento.

Por algunos meses estarían en la misma ciudad y en el mismo edificio, no podía desaprovechar su oportunidad.

— ¿U-jin? ¿Qué haces en la recepción?

Había perdido la cuenta de lo que había tomado, pero no estaba tan mal si quitaba el hecho del ligero mareo que le hacía dar vueltas la cabeza. Afortunadamente Namjoon se había encargado de llevarlos hasta el edificio, solo que se habían separado en el estacionamiento porque el beta más alto se quedó cuidando de Hoseok, el pobre beta pelinaranja había volcado el contenido de su estómago apenas bajo del auto.

— ¡Jin! Que bueno que llegas. — Su amigo se alejó del mostrador y llegó corriendo hasta donde estaba él, la joven que atendía miraba al peliazul con cara de pocos amigos, como si hubieran estado discutiendo. — Las habitaciones están a tu nombre porque fueron pagadas con tu tarjeta, tienes que pedir la llave de la habitación de Jimin.

— Pero Jimin ya regreso a Daegu, abordo el autobús hace horas.

— No lo hizo. Estaba dormido cuando me llamaron de la estación de autobuses para decirme que había perdido la salida del camión. — Su amigo lucía unas ojeras un poco marcadas, él beta se había encargado en hacer las reservaciones y todos los preparativos para su viaje a Seúl, sabía que no había dormido bien. — Fui a tocar la puerta de Jimin pero no me responde y la recepcionista solo me pudo decir que la habitación aun estaba siendo ocupada pero que no me puede dar la llave extra si no pruebo que soy Kim Seokjin.

— Esta bien. Yo lo soluciono. Pediré la llave y revisare que Jimin este bien. Ve a dormir, parece que vas a quedarte dormido en cualquier instante.

— ¿Tú lo harás?

U-jin levantó una ceja escéptico.

— Oye, que no nos llevemos bien no quiere decir que dejaré que algo le pase. Se que su salud es delicada, me estoy tomando enserió lo de que no haya tomado el autobús y no responda. Si se encuentra enfermo llamare un auto para llevarlo al hospital. — Tomó los hombros de su amigo. — Realmente ve a descansar, yo me encargo.

— Bien, te lo dejo solo porque realmente creo que caeré en los próximos segundos. Pero me dices que pasa, solo déjame un mensaje, ¿está bien?

— Si, lo haré. Ve a tu habitación.

El beta de cabello azul arrastro los pies hasta el elevador al mismo tiempo que él se dirigía a la recepción. El mareo seguía ahí con un poco menos de intensidad. Era verdad lo que le había dicho a su amigo, puede que no se llevara bien con Jimin, pero ahora estaba preocupado de que algo le sucediera a uno de sus empleados.

La joven recepcionista ya lo estaba mirando cuando se acercaba. Le entregó la llave extra después de verificar su identificación y otros tantos datos sobre las reservaciones de las habitaciones a su nombre. No fueron más de cuatro minutos, pero si Jimin estaba muy enfermo cada segundo contaba.

Corrió por el pasillo hasta que estuvo frente a la puerta que tenía el mismo número de la tarjeta llave y sin dudarlo entró.

La impresión de ver al omega en el suelo boca abajo y con la piel cubierta de un fuerte sonrojó no lo dejo percatarse de su entorno. O quizás solo era por el alcohol que adormecido un pocos sus sentidos.

Él entró directamente corriendo para girar el cuerpo más pequeño y revisar su respiración. Parecía agitado, pero ahí estaba el aliento escapando por los labios entreabiertos del omega. Fue fácil levantar el cuerpo delgado, era tan ligero que le pareció un poco preocupante. A diferencia de su suite, en esa habitación no había un sofá largo para acomodar a Jimin, por lo que lo llevo directamente a la cama.

Dejó al omega con cuidado pero ya no pudo alejarse cuando escuchó esa voz aguda y llena de deseo.

— Alfa~ — ahora no había lentes de por medio, deberían de segur tirados donde encontró a Jimin en el suelo, los ojos que lo miraban ahora resplandecían sin obstáculos dejando ver ese color gris claro bañado de ese brillo que indicaba al lobo en la superficie. — Alfa~

Retrocedió sorprendido por el efecto de ese llamado, se sintió tan intenso que lo dejó temblando.

Su mente se sentía brumosa, pero estaba seguro de que ya no era a causa del alcohol. Era ese aroma que ahora podía oler perfectamente, ya no tenía esa molesta capa vaporosa que lo hacía más tenue, ahora podía oler las notas de chocolate blanco, miel, fresas y vainilla en su totalidad y las fuertes feromonas de un celo.

Pero no un celo de omega, nunca había olido uno, pero su instinto ya le decía que era diferente. Tan febril,  intenso y abrumador.

Y lo más preocupante estaba en ese tirón en su pecho, justo encima de su corazón. Ese sentimiento de conocer a Jimin de toda la vida, esa fuerte protección que sintió hacia el más pequeño y ese gruñido salvaje que retumbaba en su pecho. Era su lobo reconociendo a su pareja.

El impacto le hizo quedarse quieto en su lugar, sus músculos trabados solo viendo sin ver realmente lo que el menor hacia. Sus ojos siguieron hipnotizados cada movimiento de Jimin mientras se quitaba las capas de ropa dejando piel suave al descubierto. Pecho plano con dos pequeños pezones erectos, cintura pequeña, trasero de burbuja que se veía esponjoso aún desde la distancia de cinco pasos donde el seguía sin poder moverse. Pero fue mucho más tentador ver esos muslos bien formados con la cara interna brillando por la gran cantidad de lubricante que se deslizaba fuera de la entradita rosa que se exhibió para él cuando Jimin le presentó su trasero alzado con el resto de su pecho pegado al colchón de la cama.

— Alfa~

Su boca se lleno de saliva cuando vio esa entradita estremecerse, pidiendo ser llenada.

Su pie derecho se movió un paso más cerca, una erección presionada de manera dolorosa contra la tela de sus bóxer. Su lobo gruñía y exigía que tomara a su pareja, que la complaciera hasta que estuviera gritando de placer y con su cálido interior extendido alrededor de su nudo.

Y realmente quería anudar a ese ser que lucía tan erótico esperando por él.

Dio otro paso más cerca.

— Jimin, sabes… — nuevamente su pie derecho avanzó — que los omegas tienen que ser cuidadosos… — estaba tan cerca, si extendía la maño podría apretar entre sus dedos la carne de esas mejillas regordetas — con sus celos…

—  No… omega… — Las manitas de dedos pequeños extendieron esas mejillas y las sostuvieron así para que fuera más fácil que apreciará esa entradita que se contraria con fuerza. — … gamma~… Alfa, te necesito~

Como podía negarse a su pareja cuando pedía de manera tan desesperada por él.

Sus dedos se tropezaron entre sí cuando sacó apresuradamente su erección, se molestaría en deshacerse del resto de la ropa después.

Su lobo gruñó con fuerza en su interior cuando tomó el control. Necesitaba complacer a su Jimin.

Su necesitado gamma.

Como que ya me gusto más publicar antes de salir corriendo al trabajo jeje.

Ok, linduras. No se cuantos de los que leen esta historia son nuevos en el omegaverse o cuantos solamente conocen las tres castas principales por lo que explicaré rápidamente aquí.

El Gamma en algunos de los omegaverse es una casta que está después del omega (para otros queda en medio de omega y beta). Pero recuerden que cada escritor/a se basa o crea su propio universo a su gusto y/o necesidades. En mi caso, tengo una guía omegaverse escrita a mano que he creado basándome en mucha información leída en mis años como lectora. En mi omegaverse, los gammas nacen en cualquier relación donde una de las partes sea omega, él omega tendrá el gen gamma dormido y solo en algunos casos este estará activo en un nuevo bebé. Hay menos gammas que omegas, son raros y es muy difícil que un cachorro/a gamma nazca directamente de otro/a gamma. Biologicamente son parecidos a los omegas, hombres y mujeres pueden quedar embarazados. Son muy fértiles pero sus embarazos casi nunca llegan a termino porque son muy frágiles y necesitan muchos cuidados.

Hay mucho más de lo que tengo escrito en mi guía, pero como dije, la uso para guiarme a la hora de escribir.

Podría publicarla si ustedes, Makis, quieren, puede llegar a ser útil si leen mis libros con temática omegaverse.

Ustedes díganme 😊

Mientras tanto me despido para ya no aburrirlos, tengan un bonito y productivo día 🤗💜